Úlceras por presión. La actuación del Técnico Auxiliar de Enfermería en centros sociosanitario y gerontológico

INTRODUCCIÓN

Las úlceras por presión (UPP) están claramente relacionadas con el inmovilismo, de modo que una persona mayor inmovilizada aparece como un paciente de alto riesgo en desarrollarlas. Existen otros factores de riesgo de úlceras por presión (UPP) tales como la incontinencia, la diabetes, la pérdida de peso e infecciones. Los graves problemas que pueden generar estas ulceras tales como infecciones, dolor, retraso en la recuperación de enfermedades y aumento de la morbilidad y mortalidad hacen imprescindible el desarrollo de un programa en todas las residencias.

1º María del Carmen Flores Fernández. TCAE. Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) 

2º Autor María del Pilar Vicente del Barrio. TCAE. Residencia Zarracina

Palabras clave: lesiones, infecciones, dolor, posturales, úlcera.

OBJETIVOS

Prevenir la aparición de las UPP en personas de riesgo.

Las medidas a tomar serán:

Actuación sobre factores de riesgo (incontinencia, problemas de higiene etc.)

Detención precoz de las lesiones de la piel. Cuando se detecta algo comunícaselo a la DUE

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Limitación de la sedestación y estimulación de la actividad.

Cambios posturales a la persona que por su inmovilidad lo necesite.

Protección con almohadillas de los puntos de apoyo.

MÉTODO

Las úlceras por presión (UPP) son ulceras por presión, son lesiones o trastornos de la integridad de la piel que se manifiesta como zonas localizadas de necrosis isquémica (muerte de los tejidos por falta de circulación sanguínea) en tejidos que cubren prominencias óseas en zonas de apoyo prolongado (sobre un colchón, sobre una silla)

Se deben principalmente a la falta de oxígeno y de nutrientes esenciales en un área de la piel, como consecuencia de un insuficiente suministro de sangre a los tejidos y de una presión prolongada. Una vez que se rompe la piel se forma una ulcera que puede ser dolorosa, y que cicatriza con lentitud. A esa circunstancia favorece la invasión de microorganismos, cuando se infecta la ulcera el trastorno puede afectar al musculo y al hueso.

La variante más común de úlceras por presión son las ulceras por decúbito debido a la postura del cuerpo en estado de reposo sobre un plano horizontal.

Para prever cuales son las personas con más riesgo a sufrir ulceras por presión se han publicado diferentes escalas de evaluación, NORTON, BRADEN, y la de WATERLOW

La primera es la más conocida (NORTON) y según ella una persona se considera en riesgo si suma menos de 14 puntos

RESULTADOS

Lugares en que aparecen con mayor frecuencia las úlceras por presión (UPP).

SACRO 40%

TALONES 20%

TUBEROSIDAD ISQUIÁTICA 15%

CADERA 10%

ESTADIOS DE LAS ULCERAS

ESTADIO l

Enrojecimiento cutáneo o eritema que no cambia su coloración en la piel si se deja de ejercer presión durante 30 segundos. Afecta a la epidermis y suele ser indolora

ESTADIO ll

Pérdida parcial del grosor d la piel afectando a la epidermis y a la dermis. Pueden existir flictenas o ampollas en la epidermis y en la parte superior de la dermis, piel agrietada y abrasión

ESTADIO III

Supone la pérdida del grosor de la piel implicando daño o necrosis del tejido subcutáneo que puede extenderse hacia dentro. Afecta a la hipodermis y es una lesión con aspecto de cráter muy dolorosa

ESTADIO IV

Perdida del grosor completo de la piel con destrucción extensa, aparece tejido necrótico que daña el musculo, hueso o estructuras de sostén, (tendones, cápsula articular) Son lesiones con cavernas o trayectos sinuosos

En estos estadios son los que recoge la AHCPR, otros autores hablan de un estadio V en el que hay una afectación importante del hueso produciendo procesos como osteomielitis u osteítis.

La fricción también es un factor importante, eso ocurre cuando se arrastra a los pacientes sobré una superficie externa produciéndose una abrasión de la capa más superficial de la piel, facilitando la aparición de la ulcera.

Cualquier persona con una enfermedad aguda y que tenga riesgo de desarrollar una ulcera por presión debería evitar sentarse fuera de la cama ininterrumpidamente (no superior a 2 horas) y se le animara a cambiar de postura por sus propios medios en la medida de lo posible

Cuando pase largos periodos de tiempo en una silla de ruedas deberá de disponer medios complementarios para redistribuir la presión y redistribuir el peso cada 15 minutos

La alimentación deberá ser equilibrada, el estado nutricional disminuye el riesgo de padecer ulceras por presión. La alimentación debe ser rica y variada teniendo en cuenta sus gustos y preferencias, y valorando las limitaciones que nos encontremos (dificultad para tragar, dentadura) deben proporcionarse diariamente proteínas (carne, huevo, o pescado, leche y derivados) vitaminas de frutas y verduras y una ingesta de líquidos adecuada. Después de una correcta valoración nutricional y suplementación que cubra sus necesidades individuales y con los objetivos globales de su tratamiento es importante una inspección y una exploración visual de la piel acompañada de un examen físico, puede ayudar a determinar la causa que origina la lesión y a realizar un diagnóstico diferencial de otras lesiones.

Conseguir que el paciente adopte posiciones correctas o medios complementarios tales como cojines, colchones o soportes de espuma que deberán ser utilizados para proteger las prominencias óseas (por ejemplo, rodillas, tobillos o muslos) utilizando superficies de apoyo para reducir la presión, realizar cambios posturales y en las trasferencias minimizar las fuerzas de cizallamiento.

Las ulceras por presión afectan a un 9,1% de los pacientes que reciben atención domiciliaria, a un 8,91% para pacientes ingresados en hospitales de agudos y a un 10,9% de los pacientes ingresados en residencias asistidas, lo que ha llevado a describirlas como la epidemia de debajo de las sabanas según el estudio nacional de prevalencia de ulceras de presión realizado en España. Se revisara diariamente las condiciones de la piel y se registrara cualquier cambio tan pronto como se observe.

Conclusiones

Higiene de la piel: mantener la piel limpia y seca en todo momento. Lavar la piel con agua tibia, aclarando y secando meticulosamente sin friccionar utilizando jabones con pH neutro sobre ellas o pequeñas heridas, rozaduras, ampollas, especialmente en las prominencias óseas (sacro, talones, caderas, codos etc.). Aplicar cremas hidratantes hasta su completa absorción (excepto donde haya heridas). Aprovechar el momento del aseo para examinar el estado de la piel en busca de zonas enrojecidas después un rato sin estar apoyado. Identificar si la piel tiene sequedad, eritema, excoriaciones, fragilidad, temperatura, etc.

Evitar masajes enérgicos, sobre la zona dañada ya que puede causar daños adicionales. Buscar el origen de exceso de humedad debido a problemas de incontinencias, transpiración o drenajes y eliminarlos en la medida de lo posible. Cuándo la humedad no se puede controlar deberán utilizarse intervenciones que puedan ayudar a que la piel no se lesione .A medida que las condiciones del paciente evolucionen de manera satisfactoria y exista la posibilidad de mejorar su estado en cuanto a la movilidad y actividad se podrá hacer actividades de rehabilitación, siempre que sea coherente con los objetivos globales de su tratamiento.

Es importante el mantenimiento del nivel de actividad y de ambulación, así como un abanico de posibles movimientos.

La auxiliar de enfermería será el profesional sanitario de proporcionar cuidados auxiliares al paciente por indicación del personal sanitario titulado (DUE). La (DUE) se encargara de eliminar el tejido necrótico de la ulcera por el método desbridamiento, si se sospecha infección, mandar realizar un cultivo y por prescripción médica administrar un antibiótico y cambio de apósito con frecuencia. En ocasiones las pomadas antibióticas, acaban generando resistencia en tratamientos largos, la herramienta más eficaces son el apósito de plata y desbridamiento.

Los apósitos de (alginato cálcico o hidrofibra de hidrocoloide son capaces de absorber grandes cantidades de líquido exudado)

Tipos de apósitos: Hidrocoloides, Hidrogeles, Hidrofibra hidrocoloide, Alginato cálcico, Bioactivos, Plata y Espuma de poliuretano o foams

Es importante informar al cuidador de cómo evitar o prevenir los errores más frecuentes en personas mayores con deterioro importante.

No arrastrar cuando se desliza en la cama para evitar el cizallamiento.

No utilizar flotadores en la zona sacra.

No dar masajes en las zonas de presión que estén enrojecidas.

No utilizar productos abrasivos en la piel cuando este sucia.

No colocar a la persona mayor recostada de lado en ángulo de 90º para impedir que en el trocánter femoral recaiga todo el peso.

Cualquier síntoma que se note a la persona mayor en la zona afectada: cambio de olor, fiebre, enrojecimiento, el exudado sobrepasa el borde del apósito se le informara al equipo sanitario.

Bibliografía

Aranton Arecosa l, Bermejo Martínez M, Manzanero López E, Salvador Moran MJ, Segovia Gomez E, Ulceras por presión Prevencion y tratamiento. Madrid: Mayo 2010

Grupo Nacional Para el Estudio y Asesoramiento en Ulceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP). Doc. VIII. Recomendaciones sobre la utilización de antisépticos en el cuidado de heridas crónicas