Incluido en la revista Ocronos. Vol. III. Nº 8– Diciembre 2020. Pág. Inicial: Vol. III;nº8:19
Autor principal (primer firmante): Cleofé Garvi Tortajada
Fecha recepción: 27 de noviembre, 2020
Fecha aceptación: 1 de diciembre, 2020
Ref.: Ocronos. 2020;3(8):19
Autora: Cleofé Garvi Tortajada
Odontóloga
Introducción
El tumor odontogénico epitelial calcificante (TOEC), también llamado tumor de Pindborg, fue descrito por el patólogo oral Jens J. Pindborg en 1955. Antiguamente recibía el nombre de ameloblastoma adenoide, ameloblastoma atípico u odontoma quístico, ya que comparte muchas características con el ameloblastoma. Sin embargo, en el examen microscópico estas similitudes desaparecen.
Se define como una neoplasia benigna que se caracteriza por presentar una proliferación epitelial, produciéndose una secreción de una proteína tipo amiloide con tendencia a la calcificación.
Es un tumor con una prevalencia muy baja, observándose en aproximadamente un 1% de todos los tumores odontogénicos.
Se ignora cuál es la célula específica de la que deriva y cuál es el estímulo que provoca su crecimiento. Antiguamente se sospechaba que se trataba del estrato intermedio del órgano del esmalte, pero actualmente se atribuye a los remanentes de la lámina dental.
Palabras clave: Tumor odontogénico epitelial calcificante; Tumor de Pindborg
Objetivo
Conocer la existencia del tumor odontogénico epitelial calcificante (TOEC), junto con sus características clínicas, radiológicas y abordaje terapéutico.
Discusión / Resultados
Clínicamente, el tumor odontogénico epitelial calcificante se presenta de manera asintomática, por lo que en la mayoría de los casos es detectado cuando ya ha producido una deformidad ósea. Ocasionalmente la lesión puede acompañarse de dolor, epistaxis, exoftalmos, cefalea y obstrucción nasal, aunque lo normal es descubrir el tumor de forma rutinaria en una exploración radiológica. Presenta un crecimiento lento expansivo.
El rango de edad en los que se ha detectado este tumor varía entre los 8 a los 92 años, siendo el promedio de edad de diagnóstico más común de 40 años. No hay predilección por ningún sexo. Dos tercios de los casos publicados se han detectados en pacientes de raza blanca, y el resto está ocupado en gran parte por los japoneses.
Se han descrito dos variantes clínico-radiológicos: una intraósea o central (la más común) y otra periférica o intraósea (5% de los casos). Las lesiones intraóseas aparecen sobre todo en la región anterior, y son menos agresivas que las formas centrales.
Más de la mitad se localizan en la mandíbula, estando más comúnmente localizado en su región posterior (zona premolar-molar). En un 52% de los casos se asocia con uno o más dientes incluidos.
Las principales características histológicas del tumor odontogénico epitelial calcificante (TOEC) son la presencia de células epiteliales poliédricas, sustancia eosinófila homogénea, grandes cantidades de calcificaciones y la formación de anillos de Liesegang.
El tumor atraviesa tres fases radiológicas de desarrollo. Al principio el tumor es totalmente radiolúcido, asemejándose a un quiste dentígero, por lo que puede diagnosticarse erróneamente como éste último. Después aparecen pequeñas calcificaciones intratumorales (imagen característica pero no patognomónica). En la última fase, el tumor se presenta como una imagen en panal de abejas.
El diagnóstico diferencial se debe realizar dependiendo de la fase en la que se encuentra la lesión. Si la lesión es radiotransparente debe diferenciarse clínicamente con un quiste dentígero, un queratoquiste odontógeno, un ameloblastoma y un mixoma odontógeno. Cuando se encuentra en un patrón mixto radiotransparente-radiopaco debe diferenciarse con el quiste odontógeno calcificado. Otras posibilidades menos frecuentes son el tumor odontógeno adenomatoide, fibroodontoma ameloblástico, fibroma osificante y osteoblastoma.
El tratamiento es quirúrgico, y ésta debe individualizarse en cada caso según la extensión, localización y características del paciente. Debido a su agresividad local y su alta tasa de recidiva (cercana al 20% de los casos) lo más conveniente es la resección ósea con margen de seguridad (un centímetro de tejido sano en los TOEC intraóseos y 0,5 centímetros en los TOEC periféricos). También se han descrito con buenos resultados casos en los que se ha realizado una enucleación de la lesión junto con la remoción de los dientes asociados.
Conclusión
El tumor odontogénico epitelial calcificante (TOEC) es una neoplasia que, aunque sea benigna, presenta cierta agresividad local. Aunque presenta una prevalencia muy baja, conocer de su existencia puede evitar un diagnóstico erróneo con el consiguiente tratamiento equivocado.
Bibliografía
- Belmonte Caro R, Torres Lagares D, Mayorga Jiménez F, García-Perla García A, Infante Cossio P, Gutiérrez Pérez JL. Tumor odontogénico epitelial calcificante (tumor de Pindborg). Medicina Oral. 2002;7(4):69-72.
- Ortega C, Núñez C, Quezada G, Espinoza I, Donoso T. Tumor Odontogénico Epitelial Calcificante maxilar superior: reporte de un caso. Rev Clin Periodoncia Rehabil Oral. 2019;12(2):100-102.
- Peña-Torres LM, Monterrubio-Guerrero A, Díaz de León-Sandoval LA. Tumor odontogénico epitelial calcificante (tumor de Pindborg). Informe de un caso y revisión de la literatura. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2010;48(2):205-208.
- Rubio Palau J, Bescós Atín C, Pamias Romero J, Sáez Barba M, Raspall Martín G, Huguet Recedillo P. Rev Esp Cir Oral y Maxilofac. 2007,29(5):342-347.
- Canessa NA, Basso GV, Marcelloni YL. Tumor infrecuente de los maxilares: tumor de Pindborg. Presentación de un caso clínico. RAOA. 2018;106(3):98-101.
- García Peñín A. Tumores odontogénicos. En: Donado M. Cirugía Bucal. Patología y técnica. 2ª edición. Barcelona. Masson. 1998. 611-625.
- Mosqueda Taylor A, Gándara Vila P, Gándara Rey JM. Tumores odontogénicos y no odontogénicos. Medicina bucal práctica. Santiago de Compostela. Editorial Danú SL. 2000: 407-440.