Índice
Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 8–Agosto 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº8: 306
Autor principal (primer firmante): Mariela Dunia Valderrama Sueldo
Fecha recepción: 27 de julio, 2023
Fecha aceptación: 24 de agosto, 2023
Ref.: Ocronos. 2023;6(8) 306
Autores:
- Mariela Dunia Valderrama Sueldo- TCAE
- Eva Abós Catalán- TCAE
- Ana María Rodríguez Martín- TCAE
- Rocío Beltrán Díez- TCAE
- Yanet Moreno Ruiz- TCAE
- Marta Gordo Martínez- TSID
Categoría profesional: TCAE, TSID
Resumen
Repaso general de la enfermedad, fases de las pruebas de diagnóstico o complementarias, tratamiento disponible y posibles complicaciones.
Palabras clave: Tuberculosis, Prueba de Tuberculina, Enfermería, Neumología
Introducción
La tuberculosis es una enfermedad producida por el bacilo de Koch, no toda la persona que está infectada enferma de tuberculosis.
Hay veces que se presenta un cuadro asintomático parecido a una infección respiratoria viral que cede espontáneamente, dejando pequeñas cicatrices en el pulmón o en los ganglios linfáticos.
A este proceso se le llama primoinfección, de todos los que padecen la primoinfección las estadísticas afirman que solo el 10% desarrollarán la enfermedad, de los cuales la mitad la desarrollará en los primeros meses, y la otra mitad pasadas varias décadas.
Síntomas y fases de la tuberculosis
- Primoinfección: En la mayoría de los casos asintomático y suele producirse en la infancia. En el caso de presentar clínica lo hacen como un cuadro viral. A veces se diagnostica tiempo después de haberlo padecido, cuando da positivo la prueba de la tuberculina o en una placa de tórax al observar las cicatrices pulmonares.
- Tuberculosis postprimaria: Enfermedad causada por la reactivación de los bacilos que quedaron latentes desde la primoinfección en los ganglios linfáticos. Su localización habitual es en los pulmones.
- Tuberculosis pulmonar: Inicio insidioso con tos productiva, astenia y sudoración de meses de evolución, con un comienzo agudo, que presenta tos, hemoptisis y fiebre elevada.
- Tuberculosis extrapulmonar:
- Miliar: producida por diseminación hematógena, presenta un cuadro de semanas de evolución, con fiebre, sudoración nocturna y síndrome constitucional, aparición de adenopatías y lesiones cutáneas. Normalmente en personas inmunodeprimidas.
- Ósea: afectación en los cuerpos vertebrales.
- Genitourinaria: Normalmente suele ser asintomática, aunque puede presentar síndrome miccional y cuadro general con fiebre, astenia y anorexia.
- Meníngea: Presentan fiebre y astenia, con una aparición posterior de cefalea, rigidez de nuca, hipertensión endocraneal y signos focales neurológicos.
Esta enfermedad tiene un pronóstico excelente, dos semanas después de iniciar el tratamiento deja de ser contagioso y se inicia una recuperación progresiva. Las personas que han estado íntimamente expuestas se puede prevenir la infección mediante tratamiento antibiótico durante 6 meses.
Hoy en día en España no se recomienda la vacunación sistemática contra la tuberculosis, dado que no se alcanzan las tasas de infección.
Hay mayor riesgo de contraer la infección o reactivación de la tuberculosis en personas mayores, bebés o personas con sistema inmunitario debilitado.
¿Cómo podemos diagnosticar la tuberculosis?
La tuberculosis se diagnostica mediante la prueba de Mantoux, en la que se inyecta de manera subcutánea un extracto con antígenos del bacilo de Koch, el cual no puede producir infección.
Si el paciente ha estado en contacto con dicho patógeno, tiene anticuerpos y presentará una reacción cutánea pasado 2-3 días de la inoculación, donde se apreciará induración, eritema y calor en la zona de exposición.
Esto no quiere decir que exista infección en el momento, pero ayuda al diagnóstico.
En caso de que la prueba de Mantoux de positivo, se hace un diagnóstico de certeza con aislamiento e identificación en medio de cultivo pudiendo tardar los resultados hasta 8 semanas.
Si la sospecha clínica es alta, se puede iniciar el tratamiento hasta que los resultados estén disponibles.
Se pueden observar dedos hipocráticos en manos y pies, cuando la infección está muy avanzada, inflamación o sensibilidad de los ganglios linfáticos, derrame pleural o crepitaciones pulmonares.
Se puede solicitar que se realicen radiografía o TAC de tórax, broncoscopia, exámenes y cultivos de esputo incluso a veces es necesaria una toracocentesis en caso de derrame pleural.
Tratamiento
Se puede realizar de forma ambulatoria, siempre y cuando no se presenten complicaciones, aunque requiere de aislamiento respiratorio al menos durante 2 semanas.
La prescripción médica se realiza de una combinación de antibióticos. Se recomendarán 3 antibióticos de 1º línea durante dos meses, normalmente Isoniacida, rifampicina y piracinamida, seguido de dos de ellos por los 4 meses siguientes, habitualmente la isoniacida y rifampicina.
Conclusiones
Como toda revisión bibliográfica en medicina, ciencia que está en constante cambio y estudio, se observa claramente que la investigación es fundamental, hoy en día la enfermedad tiene un pronóstico excelente, y hay un descenso claro de la mortalidad en los últimos 15 años, creemos que la causa de ello es el diagnóstico temprano de la enfermedad.
Ayuda mucho la evolución que han sufrido en esta última década las pruebas diagnósticas y los tratamientos, dando así mayor eficacia a la atención médica haciendo que curse la enfermedad de la mejor manera posible.
Bibliografía
- Tuberculosis pulmonar [Internet]. Medlineplus.gov. [citado el 26 de julio de 2023]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/art icle/000077.htm
- Tuberculosis [Internet]. https://www.cun.es. [citado el 26 de julio de 2023]. Disponible en: https://www.cun.es/enfermedades-tratamie ntos/enfermedades/tuberculosis