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Autoras: Díaz Cáceres, Elena; San Miguel Lomo, Marta; Díaz Díaz, Noelia; Barrero García, Noelia.
INTRODUCCIÓN
El trastorno por déficit de atención es el problema psiquiátrico más importante de todos los que afectan a los niños en edad escolar, con unas cifras de prevalencia estables a lo largo de diferentes razas y culturas que oscilan entre el 4 y el 8 % de los niños en estas edades (Quintero-Lumbreras, 2009).
Desde sus primeras definiciones a principios del siglo pasado, la semiología no ha experimentado grandes cambios, lo cual no significa que no se hayan modificado conceptos básicos del trastorno. Así, las primeras investigaciones se centraban principalmente en el concepto de hiperactividad, para luego pensar en el déficit de atención como síntoma fundamental, como se mantiene en las clasificaciones actuales, pero con creciente tendencia a fijarse en las disfunciones ejecutivas y la inhibición de respuesta como planteamiento de futuro,(Quintero-Lumbreras, 2009).
Multitud de investigaciones apuntan que los niños con TDAH presentan, entre otros, problemas para realizar tareas relacionadas con el proceso de enfocar y ejecutar eficientemente, manejar dos sistemas de información, así como problemas con las funciones ejecutivas y la capacidad de cambiar la atención. No sólo la neuropsicología está aportando información sobre el TDAH, sino que cada vez se conoce más de la etiopatogenia del trastorno, lo que no significa que se sepa la totalidad del cómo y por qué se produce. Los estudios familiares, de gemelos, y posteriormente los genéticos, han demostrado que la heredabilidad de este trastorno se sitúa alrededor del 75%, lo que hace que el TDAH sea uno de los trastornos en psiquiatría con una base genética más clara. (Quintero-Lumbreras, 2009).
Los estudios genéticos no son los únicos que aportan luz a la etiopatogenia del TDAH. Los primeros trabajos sobre la base orgánica del trastorno se remontan a mediados del siglo XX con conceptos como el de disfunción cerebral mínima, hoy superados. Desde los primeros trabajos de Wolkow con tomografía por emisión de protones (PET), hasta los trabajos más recientes se demuestra la implicación de diferentes regiones cerebrales en el TDAH, centrándose en la corteza prefrontal y en el cíngulo anterior, entre otras, aunque también se hayan encontrado disminuciones globales de sustancia gris en otros pacientes. (Biederman y Faraone, 2005).
En lo referente al diagnóstico, éste sigue siendo fundamentalmente clínico. Hasta la fecha no se dispone de ninguna prueba diagnóstica per se. Las pruebas de neuroimagen, tanto estructural como funcional, pueden detectar defectos sugerentes, pero la variabilidad intersujeto hace que hasta la fecha no sean de utilidad diagnóstica. En lo relativo a las pruebas neuropsicológicas y psicométricas son casi de obligada realización en el TDAH, ya que van a apoyar el diagnóstico. El TDAH puede presentar comorbilidad con otros tipos de problemas, fundamentalmente con problemas de aprendizaje, tics, trastornos afectivos, trastornos de la conducta, incluyendo el trastorno disocial, (Quintero-Lumbreras, 2009). Así mismo la presencia de comorbilidad en el TDAH va a ser un factor determinante en el pronóstico y la evolución del trastorno.
Por último, el TDAH está ganando interés, no en vano entre 1980 y 1990 se publicaron 1.891 artículos indexados en la base de datos Medline sobre el TDAH, mientras que en la década siguiente se publicaron 3.600 y más de 6.000 en los últimos años (López-Muñoz y cols., 2008). Una parte importante de este crecimiento radica en el interés por entender que el TDAH es un trastorno evolutivo, donde existe un declive o un cambio de los síntomas, de forma que la hiperactividad se mitiga con la llegada de la adolescencia, unos años más tarde es la impulsividad la que pierde fuerza, para que sea el déficit de atención el último síntoma en desaparecer. Otros autores postulan que al menos un tercio de los niños diagnosticados de TDAH en la niñez perdura la clínica cuando son adultos (Quintero-Lumbreras, 2009).
OBJETIVO E HIPÓTESIS
Describir las puntuaciones obtenidas en las habilidades de procesamiento entre niños con TDAH y niños sin TDAH según tareas de la escala de evaluación AMPS: cepillarse los dientes; cepillarse o peinarse el pelo y lavarse y secarse la cara.
Hipótesis: Los niños con TDAH presentan peores habilidades de procesamiento que los niños sin TDAH en las tareas de AMPS: cepillarse los dientes; cepillarse o peinarse el pelo y lavarse y secarse la cara.
POBLACIÓN Y MUESTRA
La investigación se realizó con una muestra de 40 niños (20 con TDAH y 20 sin TDAH), de entre 5 y 10 años. Los criterios de inclusión para el grupo sin TDAH fueron: tener una edad cronológica entre 5-10 años y contar con el correspondiente consentimiento informado firmado por sus padres. Los criterios de inclusión para el grupo de niños diagnosticados de TDAH fueron: tener una edad cronológica entre 5-10 años, tener un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad certificado por un médico y contar con el consentimiento informado firmado por sus padres.
MATERIAL Y MÉTODO
El Instrumento de evaluación usado es la valoración de Habilidades Motoras y de Procesamiento (Assessment of Motor and Process Skills): AMPS es una evaluación observacional diseñada par a evaluar la calidad de la ejecución de una persona en las actividades de la vida diaria (AVD). El AMPS ha sido estandarizado en más de 150.000 personas, de 2 a 100 años de edad, internacionalmente y a través de culturas. Se puede administrar a personas a partir de 2 años en adelante. Puede utilizarse para valorar a personas con cualquier tipo de diagnóstico o discapacidad, personas sanas y aquellos que no han recibido un diagnóstico formal pero pueden estar en riesgo de un deterioro funcional. (Fisher y Bray, 2010).
El AMPS evalúa dos tipos de habilidades, las habilidades motoras que incluye
4 factores generales y 16 específicas, así como las habilidades de procesamiento que incluyen 5 factores generales y 20 específicos (Véase tabla 1). Las Habilidades de Procesamiento de las AVD son acciones observables y dirigidas hacia una meta que una persona realiza cuando: (a) selecciona, interactúa y utiliza materiales y utensilios (por ejemplo elige el material necesario para la ejecución de la tarea y lo guarda en su sitio original) (b) lleva a cabo acciones y pasos individuales de una tarea de las AVD (por ejemplo llevar a cabo el orden lógico de pasos de una tarea respetando el espacio de trabajo) y (c) modifica su ejecución en caso de dificultades (por ejemplo responde con un orden lógico a los problemas que puedan surgir durante la ejecución de la tarea).
Para realizar el análisis de los factores específicos en cada una de las habilidades (motoras y de procesamiento) se deben introducir los datos en el Software AMPS. Esta herramienta permite el análisis de los datos, teniendo que introducir siempre un mínimo de dos tareas hasta un máximo de cuatro tareas para poder obtener un informe de resultados de las habilidades motoras y de procesamiento del individuo. Asimismo, el informe de resultados emitido por el Software AMPS, informa de las puntuaciones Z, puntuaciones estandarizadas y percentiles. En el presente estudio se utilizó las puntuaciones
Las puntuaciones Z estandarizadas representan el número de desviaciones estándar en el que las puntuaciones de la persona se alejan de la media. La media está fijada en cero, por lo tanto, el “rango de normalidad” está comprendido entre Z = ± 2 DE.
La evaluación de las habilidades de procesamiento en la ejecución de las tareas fue de manera independiente para ambos grupos, en horario de mañana para los niños sin TDAH, y en horario de tarde para los niños con TDAH. En el grupo de TDAH, y una vez obtenido el consentimiento de los padres autorizando a sus hijos a participar en la investigación. Se identificó a cada uno de los niños con un dorsal numerado correlativamente, lo que permitió llevar un control exhaustivo de los niños que estaban en proceso de evaluación frente a los que ya estaban evaluados. Finalmente, se evaluaron las habilidades de procesamiento de manera individualizada para las tres actividades de la vida diaria a través de la herramienta AMPS.
En el grupo sin TDAH el reclutamiento se realizó a través de diferentes medios, donde se informaba de los fines de la actividad, lugar, día, hora y persona responsable. Una vez obtenido el consentimiento de los padres, además se recogieron los datos personales tanto del niño como del padre responsable para controlar la entrega del niño una vez finalizada la evaluación. Posteriormente, se identificó a cada uno de los niños con un dorsal alfabéticamente, lo que permitió llevar un control exhaustivo de los niños que estaban en proceso de evaluación frente a los que ya estaban evaluados. Finalmente, se evaluaron las habilidades motoras y de procesamiento de manera individualizada para las tres AVD a través de la herramienta AMPS.
ANÁLISIS DE LOS DATOS
Los datos fueron analizados utilizando el paquete estadístico SPSS versión
15.0 para Windows. En primer lugar se realizó un análisis descriptivo de los diferentes factores específicos de la herramienta AMPS (media, desviación típica, mínimo y máximo para las variables cuantitativas y frecuencias y porcentajes para las cualitativas). Posteriormente, para conseguir una mayor significación estadística en cada uno de los factores específicos del factor general “Mantenimiento de la ejecución”, se agruparon las puntuaciones directas de los factores específicos en dos niveles: valor 1 (1 = deficiente – 2 = inefectivo) y valor 2 (3 = cuestionable – 4 = competente), utilizando el test de Chi-cuadrado para la comparación intergrupo.
RESULTADOS
Con respecto a las habilidades de procesamiento para cepillarse los dientes, la media mínima obtenida en el grupo sin TDAH fue en los factores específicos acomoda (1.75) y se beneficia (1.75), mientras que en el grupo TDAH tan sólo fue en el factor específico se beneficia (1.75). Así mismo, la medida máxima obtenida en el grupo sin TDAH fue en los factores específicos escoge (4) y busca/localiza (4), mientras que en el grupo TDAH fue en el factor específico pregunta (3.6), (véase Tabla 2).
Cuando se analizan las habilidades de procesamiento para peinarse el cabello, se observa una media mínima en el grupo sin TDAH en el factor específico acomoda (1.85), mientras que en el grupo TDAH se observa en el factor específico termina (1.85). la media máxima obtenida en el grupo sin TDAH fue en los factores específicos escoge (3.9), busca/localiza (3.9) y esquiva (3.9), mientras que en el grupo TDAH fue en el factor específico esquiva (3.85) (véase Tabla 3).
Finalmente, en la tabla 4 se puede observar el análisis descriptivo de las habilidades de procesamiento para lavarse y secarse la cara, la media mínima obtenida en el grupo sin TDAH fue en el factor específico sigue el objetivo (2.2), mientras que en el grupo TDAH fue en los factores específicos mantiene el ritmo (2.4) y sigue el objetivo (2.4). Así mismo, la media máxima obtenida en el grupo sin TDAH fue en los factores específicos escoge (3.9), pregunta (3.9) y busca/localiza (3.9), mientras que en el grupo TDAH fue en los factores específicos pregunta (4), busca/localiza (4), recoge (4) y esquiva (4).DISCUSIÓN
En el presente estudio, los niños diagnosticados de TDAH tienden a puntuar menos en la calidad de ejecución de las tareas en los diferentes niveles de complejidad de procesamiento, mientras que los niños sin TDAH tienden a tener puntuaciones más altas. A pesar de las diferencias, ambos grupos (TDAH vs sin TDAH) obtienen unas puntuaciones medias dentro del rango de normalidad. La falta de significación en el resto de habilidades y en los diferentes niveles puede ser debido a la falta de poder estadístico (error tipo II).
Anexos – TDAH. Habilidades de procesamiento en actividades de autocuidado
Anexos – TDAH. Habilidades de procesamiento en actividades de autocuidado
BIBLIOGRAFÍA
Biederman, J. y Faraone, S.V. (2005). Attention-deficit hyperactivity disorder.
Lancet, 366, 237-248.
Fisher, A. G. y Bray Jones, K. 2010. Assessment of motor and process skills. Vol. 2: User Manual (7th Ed.). USA: Fort Collins, CO: Three Star Press.
López-Muñoz, F., Álamo, C., Quintero-Gutierrez, F.J. y García-García, P. (2008). A bibliometric study of international scientific productivity in attention- deficit hyperactivity disorder cov-ering the period 1980-2005. European Child & Adolescent Psychiatry, 17 (6), 381-391.
Quintero-Lumbreras, F.J. (2009).Introducción al trastorno por déficit de atención. En F.J. Quinte-ro-Gutiérrez., J. Correas., F.J. Quintero-Lumbreras, (3º Ed.), Trastorno por déficit de aten-ción e hiperactividad (TDAH) a lo largo de la vida (pp.3-5).Barcelona: Elsevier Masson.