Índice
Autoras:
- María Gómez de Cos. Matrona Hospital San Agustín.
- Elena Sánchez Huerta. Matrona Hospital San Agustín.
- Alba Couce Pérez. Matrona Hospital Arriondas.
- Almudena Díaz González. Matrona Hospital Cabueñes.
- Sandra Fernández Fariña. Hospital San Agustín.
- Beatriz Busto López. Matrona y EIR enfermería Comunitaria en Asturias.
- Marina Rodríguez Suárez. Matrona Hospital San Agustín.
- María Menéndez Granda. Matrona Hospital San Agustín.
¿Qué es la tortícolis muscular congénita?
La tortícolis se define como el acortamiento unilateral del músculo esternocleidomastoideo. Debido a este acortamiento, se produce una flexión lateral hacia el lado ipsilateral y una rotación cervical hacia el lado contralateral.
La Tortícolis, también conocido como «cuello torcido”, proviene de las raíces latinas torus, que significa torcido y collum significa cuello.
La tortícolis, a veces conocida coloquialmente como «cuello torcido», es un síntoma físico que se puede encontrar en todas las edades, en la que la cabeza aparece inclinada lateralmente hacia el lado afectado y la barbilla se eleva y se gira hacia el lado opuesto afectado.
La tortícolis muscular congénita (CMT) se presenta poco después del nacimiento en aproximadamente uno de cada 300 nacimientos y es el tercer diagnóstico ortopédico pediátrico más común.
Aunque la causa de la tortícolis muscular congénita no está clara, se cree que este tipo de tortícolis está relacionado con un traumatismo al nacer, una mala posición en el útero o un traumatismo muscular durante un parto difícil. Esto produce una compresión de los tejidos blandos, lo que lleva a una fibrosis unilateral y acortamiento osteomuscular del músculo esternocleidomastoideo.
Palabras clave
Tortícolis congénita, Contractura Neonato
Deformación craneofacial Pediatría
Deformación muscular
Congenital torticolis Contracture Neonates
Craneofacial deformation Pediatrics
Muscle deformation/ muscle strain
Causas, diagnóstico y tratamiento
Causas
Existe una causa multifactorial de esta patología, pero nosotros en este artículo, nos centraremos principalmente en las causas obstétricas cuyo mecanismo de acción es debido a una elongación prolongada del músculo esternocleidomastoideo.
La tasa de prevalencia de bebés con tortícolis muscular congénita es mayor en:
Causas obstétricas
- Bebés macrosomas o microsomas.
– Presentaciones de nalgas o presentaciones fetales anómalas.
– Partos de nalgas.
– Oligoamnios.
– Partos traumáticos o dificultosos en los que se ha requerido la utilización de fórceps o ventosa para la extracción de la cabeza fetal.
– Partos en los que ha habido una distocia de hombros
Causas no obstétricas
– Recién nacidos con bajo nivel de estimulación.
– Recién nacidos que han adoptado posiciones supinas durante largos periodos de tiempo.
– Causas óseas
– Causas neurológicas: El síndrome de MURCS (conducto de Müller / aplasia renal / displasia cervicotorácica) es una condición rara que afecta a 1 de cada 5000 mujeres que se ha asociado con tortícolis congénita en algunos casos debido a la aplasia del arco vertebral posterior.
Síndrome Klippel-Feil: se observa una fusión de la columna cervical junto con otros síntomas asociados.
Tumores de la fosa posterior, tumores de la columna cervical, atlas y eje. Estos son muy raros y se debe hacer un buen diagnóstico diferencial en niños mayores que presentan tortícolis adquirida.
Diagnóstico
El diagnóstico principal es mediante la utilización de una técnica ecográfica y atendiendo a sus características clínicas.
También se puede hacer un diagnóstico certero mediante la palpación de una masa fibrosa en el músculo esternocleidomastoideo. Se puede hacer una ecografía para verificar su diagnóstico, y si aún se siguen teniendo dudas, se puede requerir a la aspiración con aguja fina para descartar otro tipo de patologías asociadas.
Estos pacientes presentan unas características clínicas muy acentuadas con la cabeza inclinada lateralmente hacia el lado afectado y la barbilla elevada y girada hacia el lado opuesto afectado.
Tratamiento
Una vez confirmada la tortícolis muscular
La fisioterapia es el pilar del tratamiento. Incluso cuando hay fibrosis severa del músculo esternocleidomastoideo, es efectivo en el 98%
- El cuello se estira, con cautelosa regularidad, moviendo el cuello en dirección opuesta al músculo afectado (inclinando la cabeza lateralmente hacia el lado no afectado, girando hacia el lado afectado). Hay que provocar un estiramiento del músculo suave y firme. Desde el punto de vista de los padres o de la persona que realizará el estiramiento en el domicilio, es importante tener una referencia previa con un fisioterapeuta especializado, para poder aprender la forma correcta de realizar el estiramiento.
- Es importante concienciar a los padres en que dejen el mayor tiempo posible al bebé en posición prono para favorecer el estiramiento de los músculos del cuello y del tronco.
- Se deberá también aleccionar a los padres, para que fomenten que el bebé gire su cabeza hacia el lado afectado mediante el uso de juguetes, música o cualquier técnica de entretenimiento que le llame la atención, y así el bebé girará la cabeza hacia ese lado de forma espontánea.
- El fisioterapeuta o pediatra especializado, solo recomendará el uso de un collarín en casos muy concretos.
Solo en los casos en que el tratamiento conservador haya fallado, se recurrirá a la cirugía, y en la mayoría de los casos después de 6 meses de tratamiento manual sin mejoría significativa
Cuando se realiza una cirugía, la operación es una liberación bipolar o nomopolar del SMC, y se ha encontrado que es altamente exitosa, incluso en pacientes mayores de 5 años y hasta la edad adulta.
Alternativas a la cirugía
Un reciente desarrollo no quirúrgico exitoso en el tratamiento de casos resistentes al fisioterápico está utilizando la inyección de Botox.
Aunque cada vez más está apareciendo nuevos estudios en relación al impacto de la actuación de la administración bel Botox en este tipo de patologías, es aún débil la evidencia científica en este campo.
Objetivos
Objetivo general
Valorar el estado de la cuestión acerca de la tortícolis congénita en el paciente pediátrico, realizando una revisión bibliográfica con estudios de los últimos 5 años.
Metodología
Se ha procedido a realizar una revisión bibliográfica. Para este fin se han consultado fuentes como: revistas especializadas en ciencias de la salud, para lo que se ha acudido a distintas hemerotecas (Hospital Universitario Central de Asturias y Hospital de Cabueñes de Gijón). También se ha recurrido a las siguientes bases de datos especializadas en ciencias de la salud: Cuiden, Cinalh, Cochrane, PubMed y The Joanna Briggs Institute y web of Science. Siempre que la base de datos lo permitió, se realizaron búsquedas combinadas con los operadores boleanos AND, OR , NOT.
Se ha utilizado el gestor bibliográfico Refworks para administrar las referencias bibliográficas y crear la bibliografía en formato Vancouver.
La búsqueda bibliográfica se ha realizado entre las publicaciones de los últimos 5 años con el objetivo de acercarnos más a la realidad presente y poder reflejar de una forma más actualizada el estado de la cuestión.
Criterios de inclusión
- Trabajos que estudiasen la tortícolis congénita en el paciente pediátrico, prestando especial atención en artículos relacionados con diagnóstico y tratamiento manual.
- Estudios cuyo idioma de publicación fuese español, inglés o italiano.
- Estudios publicados a partir del año 2014.
- ensayo clínico, ensayo clínico aleatorizado, estudio observacional y estudio comparativo.
- Estudios cuyos sujetos a estudio comprendieran estrictamente la edad pediátrica Criterios de exclusión:
- Artículos que investiguen el tratamiento de fisioterapia en algún otro tipo de deformación craneal exclusivamente (craneoestenosis, dolicocefalia, braquicefalia)
Criterios de exclusión
- Se han excluido aquellas publicaciones que se centraban exclusivamente en un grupo de edad mayor de 14 años.
- Otras publicaciones excluidas han sido aquellas en las que la investigación no iba claramente dirigida al personal sanitario, o no se centraba en terapias manuales para su tratamiento.
- Artículos de dudosa base científica o anteriores al año 2104.
Resultados
Según la bibliografía revisada, existe evidencia de que la fisioterapia es eficaz en el tratamiento de la tortícolis muscular congénita en niños menores de un año.
Las técnicas más utilizadas son, estiramientos, masoterapia, control postural del neonato, cinesiterapia, de las cuales la más utilizada y con mejores resultados, son los estiramientos.
Un buen diagnóstico precoz e inicio temprano del tratamiento, hacen que las posibilidades de éxito en el tratamiento aumenten.
Los estudios revisados indican que existe un conocimiento aceptable por parte de los profesionales sanitarios sobre la tortícolis congénita en el paciente pediátrico.
Este conocimiento repercute positivamente en los pacientes pediátricos, ya que se utilizan de una forma adecuada terapias para corregir esta patología.
Por otro lado, aparece un determinante negativo, debido a la causa multifactorial de esta patología, lo que hace que, en muchas ocasiones, una mala comunicación entre los diferentes profesionales que abordan esta patología, repercuta negativamente en su diagnóstico precoz y tratamiento.
Por lo tanto, es importante destacar, que todavía hoy en día, no hay unos protocolos firmes de actuación y coordinación entre estos diferentes profesionales sanitarios.
Sería interesante y conveniente realizar más estudios y proceder a la creación de protocolos organizados para realizar un diagnóstico certero y precoz y así obtener una mejor tasa de éxito en el tratamiento.
El porcentaje de afectación ha pasado de ser del 0,3% a un 2% de todos los nacimientos, llegando a ser un porcentaje nada despreciable y que nos obliga a prestar especial atención en la infancia.
Así mismo, debemos tener en cuenta que 1 de cada 300 nacimientos, desarrollará tortícolis congénita muscular, un tipo de tortícolis que ocupa el tercer diagnostico ortopédico más común en la etapa de la infancia.
Está claramente evidenciado, que este tipo de tortícolis se desarrolla en gran medida secundaria a mal posiciones fetales intraútero, escasez de líquido amniótico y un porcentaje muy elevado como consecuencia de partos traumáticos, especialmente los que hay que finalizar utilizando instrumentos como los fórceps.
Actualmente, el uso de fórceps durante el periodo expulsivo para proceder a la extracción de la cabeza fetal, está más en desuso, dejando paso a la ventosa obstétrica, aunque ésta no está exenta de riesgos de elongación del músculo esternocleidomastoideo, y en algunos casos también puede ser la responsable de la aparición de una tortícolis muscular congénita.
En otras ocasiones, parecen factores en los que el personal sanitario no puede intervenir como las mal posiciones fetales intraútero.
Debemos hacer una buena educación sanitaria a todo el personal que atiende partos, tanto matronas como ginecólogos, para concienciarlos de la importancia de evitar en la medida de lo posible una elongación de los músculos del cuello a la hora de la extracción de la cabeza fetal, intentando evitar maniobras bruscas y traumáticas. De esta forma, se intentará disminuir la prevalencia de la tortícolis muscular congénita derivada de causas obstétricas.
En relación al tratamiento, es importante saber que el 90% de esta patología de se puede llegar a corregir en un 90% de los casos con un buen diagnóstico precoz e iniciando un tratamiento de fisioterapia adecuado.
Si este tratamiento no fuera suficiente, se podría recurrir a la inyección de la hormona botulínica (Botox) para relajar la musculatura afectada y así poder conseguir unos grados de movimientos musculares más amplios.
Hay que destacar que la eficacia de esta hormona, no está altamente reconocida, y a día de hoy no existen estudios firmes que avalen esta técnica. Se cree que es por una falta de estudios.
Hay que afirmar a favor de la hormona botulínica, que está siendo utilizada en otras patologías como por ejemplo incontinencias urinarias de urgencia, con buenos resultados y con una base científica sólida y firme.
Cuando la corrección de la tortícolis muscular congénita no es posible mediante el tratamiento manual del fisioterapeuta ni por la hormona botulínica, en algunos casos se recurrirá a la cirugía con buenos resultados, aunque siendo una técnica mucho más invasiva que las anteriores.
Debemos prestar especial atención al papel de los padres y/o cuidadores principales en el tratamiento de esta patología, ya que, en muchos casos, serán los responsables de un buen tratamiento ambulatorio. Por ello debemos concienciar a estos padres sobre el papel principal que tienen en los estiramientos, concienciarlos, animarlos a que continúen realizando activamente los ejercicios pautados por su médico o fisioterapeuta mediante la realización de estiramientos suaves «enmascarados» con el juego infantil.
Para ello es importante motivar a los padres, hacerlos partícipes desde el primer momento, enseñarles a perder el miedo y que sean capaces de entender la importancia de la realización de estos ejercicios en casa para la adecuada recuperación de sus hijos.
Por tanto, un buen diagnóstico precoz por parte de su pediatra, o incluso una sospecha por parte de los padres, una adecuada comunicación terapéutica, favorecerá un mejor pronóstico de la tortícolis muscular congénita.
Bibliografía
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