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Tomography in the evaluation of closed liver trauma
Incluido en la revista Ocronos. Vol. V. Nº 8–Agosto 2022. Pág. Inicial: Vol. V; nº 8: 25
Autor principal (primer firmante): Nataly Sofía Valdiviezo Allauca
Fecha recepción: 20 de julio, 2022
Fecha aceptación: 1 de agosto, 2022
Ref.: Ocronos. 2022;5(8): 25
Nataly Sofía Valdiviezo Allauca.1 0000-0001-6774-5814
José Andrés Pozo Añazco. 2 0000-0002-2584-4440
Johanna Carolina Valarezo Zúñiga 2 000-0002-7402-6903
Pilar Alejandra Parreño Castillo 2 0000-0001-7033-7811
Byron Xavier Cabrera Castillo 2 0000-0003-4408-3613
David Fabián Pérez Segarra 2 0000-0002-2497-2870
- Posgradista de Imagenología tercer año. Universidad Central del Ecuador
- Médico General
Resumen
En los pacientes afectos de trauma hepático cerrado, hemodinámicamente estables, el tratamiento no quirúrgico se ha convertido en el estándar de oro. El uso la tomografía computarizada (TC) tanto para el diagnóstico y manejo del trauma hepático cerrado, es el responsable del cambio del tratamiento quirúrgico versus el no quirúrgico, lo que ha llevado a un gran avance en la última década. La tomografía es el examen de elección capaz de identificar con notable precisión lesiones hepáticas parenquimatosas. Sumado a esto también ayuda a cuantificar el grado de hemoperitoneo, y lesiones asociadas en los demás órganos abdominales, el tracto gastrointestinal y estructuras retroperitoneales.
Al evaluar el traumatismo hepático cerrado, mediante TC se encuentran, a los hematomas, laceraciones, lesiones parenquimatosas, lesiones venosas yuxtahepáticas, hemorragia activa. Es importante destacar que la Asociación Estadounidense para la Cirugía de Trauma estableció un sistema de clasificación basado en las características de imagen para la evaluación de las lesiones hepáticas de tipo traumático. Así mismo la tomografía también puede demostrar complicaciones a largo plazo, como por ejemplo hemorragia tardía, hepático absceso perihepático, pseudoaneurisma postraumático y hemobilia, y complicaciones biliares como biloma y peritonitis biliar.
Los hallazgos de tomografía de un hematoma hepático aparecen como hipodensidades entre el hígado y su cápsula (y pueden diferenciarse del hematoma intraperitoneal ya que distorsionan la arquitectura del hígado) o pueden ser intraparenquimatosos.
Basado en lo anterior exponemos un caso clínico de una paciente adulta mayor quien tras recibir un traumatismo cerrado de abdomen surge un hematoma hepático que se lo trato de manera no quirúrgica.
Palabras clave: hematoma hepático, trauma cerrado, tomografía computarizada.
Abstract
In hemodynamically stable patients affected by blunt hepatic trauma, non-surgical treatment has become the gold standard. The use of computed tomography (CT) both for the diagnosis and management of blunt liver trauma is responsible for the change in surgical versus non-surgical treatment, which has led to great progress in the last decade. Tomography is the test of choice capable of identifying parenchymal liver lesions with remarkable precision. In addition to this, it also helps to quantify the degree of hemoperitoneum, and associated injuries in the other abdominal organs, the gastrointestinal tract and retroperitoneal structures. When evaluating blunt liver trauma, by means of CT, hematomas, lacerations, parenchymal lesions, juxtahepatic venous lesions, and active hemorrhage are found. Importantly, the American Association for the Surgery of Trauma established a classification system based on imaging features for the evaluation of traumatic liver injuries. Likewise, tomography can also show long-term complications, such as late hemorrhage, hepatic perihepatic abscess, post-traumatic pseudoaneurysm and hemobilia, and biliary complications such as biloma and biliary peritonitis.
Based on the foregoing, we present a clinical case of an elderly patient who, after receiving a closed abdominal trauma, presented a hepatic hematoma that was treated non-surgically.
Keywords: hepatic hematoma, closed trauma, computed tomography.
Introducción
El hígado es el órgano abdominal lesionado con mayor frecuencia en los traumatismos cerrados. La literatura indica una prevalencia de lesión hepática en pacientes con que traumatismo cerrado múltiple es del 1% al 8%. Sin embargo, una lesión hepática puede detectarse en un 25% de los pacientes con trauma cerrado de manera incidental tras la realización de una TC de cuerpo como procedimiento diferente. Se deber tener en cuenta que el trauma hepático cerrado aún conlleva una morbimortalidad significativa. Hay un informe sobre la tasa mortalidad informada atribuible a la lesión hepática contusa oscila entre el 4,1 % y el 11,7 %.
En la última década, ha habido un cambio significativo en el manejo del trauma hepático cerrado, siendo así, que ahora el manejo no quirúrgico es la estrategia predilecta en pacientes hemodinámicamente estables. Estudios recientes en centros de trauma bien organizados apuntan que el 72 % al 88 % de todos los pacientes con traumatismo hepático cerrado se tratan sin cirugía, llevando a unas tasas de éxito del 86 % al 95%. Sin embargo, los pacientes inestables, un hallazgo que apunta una lesión de víscera hueca, terminarán indudablemente en laparotomía. Este importante cambio del manejo del trauma hepático es atribuido al uso de la TC, gracias a este examen es posible delinear con precisión la anatomía patológica, ayudar a determinar la gravedad de las lesiones y cuantificar el grado de hemoperitoneo. sumado a esto las técnicas de radiología intervencionista como la embolización, drenaje, entre otros también ha contribuido a este gran avance. Los hallazgos de imagen de un hematoma hepático
Hay que recalcar la importancia de describir el un sistema de clasificación de lesiones hepáticas basado en TC que fue desarrollado por la Asociación Estadounidense para la Cirugía de Trauma (AAST). Como ayuda para el diagnóstico de este tipo de pacientes. Con todo ello el manejo no quirúrgico demanda menos transfusiones de sangre llegando a una tasa de supervivencia superior. Gráfico 1
Gráfico 1. Sistema de clasificación de lesiones hepáticas AAST.
Ver: Anexos – Tomografía en la evaluación del trauma hepático cerrado, al final del artículo
En este artículo, exponemos un caso clínico de una paciente adulta mayor, quien sufrió un trauma hepático cerrado, y gracias a los diferentes hallazgos de la TC se logró una pronta decisión terapéutica
Presentación de caso
Se trata de una paciente femenina de 75 años de edad, nace y reside en Quito-Ecuador, analfabeta, ocupación agricultura, quien refiere cuadro clínico de 20 días de evolución de trauma abdominal secundario a cornada de toro. Posterior a ello presenta dolor abdominal intenso en cuadrante superior derecho que no cedía a analgésicos, motivo por el cual acude a nuestra institución. Al examen físico paciente con signos vitales dentro de parámetros conservados, eutrófica, regular estado general, a nivel abdominal doloroso a la palpación de manera difusa, exámenes de laboratorio revelaron hemoglobina de 9 mg-dl, se solicita ultrasonido de abdomen superior. (Foto 1)
Foto 1. Ultrasonido de hígado, ocupando la totalidad del lóbulo derecho hepático se evidencia una lesión hipoecogénica ovalada, de bordes algo definidos, su contenido es heterogéneo con trabeculaciones en su interior dando el aspecto de red, la misma es avascular al Doppler color, con un volumen aproximado de 750 cc.
Ver: Anexos – Tomografía en la evaluación del trauma hepático cerrado, al final del artículo
Bajo estos hallazgos de ultrasonido se realiza tomografía simple y contrastada de abdomen fo (foto 2.)
Foto 2. Tomografía simple y contrastada de abdomen, fase simple, arterial y venosa: Ocupando la totalidad del lóbulo derecho es evidente lesión ovalada, circunscrita, de bordes regulares, hipodensa, alcanza una densidad de 19-30 UH, sin realce tras el medio de contraste, se sugiere probable hematoma.
Ver: Anexos – Tomografía en la evaluación del trauma hepático cerrado, al final del artículo
Ya con el diagnostico de imagen se decide referir a la paciente a radiología intervencionista para drenaje de dicho hematoma, dando como resultado salido de material serohemático aproximadamente 1000 cc, sin complicaciones.
La paciente fue dada de alta y actualmente se encuentra en controles por consulta externa.
Discusión
Los hematomas hepáticos, subcapsular o intraparenquimatoso pueden manifestarse después de un traumatismo hepático cerrado. Los hallazgos de imagen clásico es una colección elíptica de contenido sanguinolento con baja atenuación y que realza de manera uniforme tras la administración del medio de contraste. Así mismo las lesiones tipo laceraciones hepáticas surgen
como áreas lineales/ramificadas irregulares con hipodensidades los hematomas / hemorragias agudas suelen ser hiperdensos (40-60 HU) en comparación con el parénquima hepático normal Si el hígado se hipo atenúa difusamente, como se observa en la esteatosis, las laceraciones y los hematomas pueden ser más sutiles para diagnosticar. todos estos hallazgos contribuyen al manejo no quirúrgico de nuestra paciente expuesta, resaltando la importancia de las imágenes en el diagnóstico de dicha patología
Conclusión
La TC es la modalidad de elección para la evaluación del trauma hepático cerrado en pacientes hemodinámicamente estables. Su uso es importante para guiar el tratamiento a los cirujanos, llevando a un manejo no quirúrgica con mayor libertad y confianza. Además, la TC de seguimiento es especialmente útil para la detección temprana de posibles complicaciones
Conflicto de intereses
Los autores no presentan conflicto de interés alguno
Anexos – Tomografía en la evaluación del trauma hepático cerrado.pdf
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