Autora: Celia Fernández Rodríguez
La Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales (WFOT) define la Terapia Ocupacional como una profesión que se ocupa de la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación. El principal objetivo de la terapia ocupacional es capacitar a las personas para tener un desempeño adecuado en las actividades de la vida diaria.
La OMS define la Terapia Ocupacional como «el conjunto de técnicas, métodos y actuaciones que, a través de actividades aplicadas con fines terapéuticos, previene y mantiene la salud, favorece la restauración de la función, suple los déficit invalidantes y valora los supuestos comportamentales y su significación profunda para conseguir las mayores independencia y reinserción posibles del individuo en todos sus aspectos: laboral, mental, físico y social».
La base de nuestra disciplina radica en la OCUPACIÓN. ¿Y que significa eso?
El Terapeuta Ocupacional entiende como Ocupación «aquella faceta del empeño humano que da respuesta a las necesidades vitales de un individuo, que le permiten cumplir con las demandas sociales de su comunidad de pertenencia, así como al quehacer a través del cual el ser humano se distingue y expresa, revelando al agente del acto, y que se constituye en una forma de dar sentido a la existencia, construyendo y creando su identidad personal, cultural y social La ocupación puede constituir un vehículo o forma de dar sentido, significado a la existencia, incidiendo, por tanto, en el bienestar psicológico y, quizá también, espiritual del ser humano» (Moruno Miralles)
Con ocupación no nos referimos a realizar actividades de macramé, ni manualidades, ni sopas de letras, ni hacer cestos de mimbre. Tenemos una formación universitaria, actualmente grado universitario, que nos cualifica y especializa para realizar valoraciones e intervenciones en el ámbito social y sanitario. Estamos reconocidos en la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias como profesionales sanitarios.
Con todo lo mencionado, quiero reflejar que nuestra disciplina tiene una base sólida, no radica en el entretenimiento, sin embargo esto no significa que en momentos concretos utilicemos actividades que a primera vista puedan parecer recreativas. Nuestra herramienta principal es la actividad como medio para la consecución de objetivos.
Por ello, recurrimos a cualquier actividad que resulte significativa y motivante para la persona ya que ésta actúa como motor en la recuperación de las capacidades y destrezas perdidas y/o limitadas; para poder restablecer su autonomía personal en las actividades de la vida diaria y así mejorar su calidad de vida, fin de la Terapia Ocupacional.
Si tuviera que elegir tres palabras que definieran nuestra disciplina serían: OCUPACIÓN, FUNCIÓN Y AUTONOMÍA.
Centrándonos en el tema que nos ocupa, comenzaremos con la definición de la OMS sobre la salud mental que dice así, es el “estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
La población con enfermedad mental está aumentando según el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, los trastornos mentales afectan al 19,5 por ciento de la población española y suponen el 40 por ciento de las enfermedades crónicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 30 millones padecen desórdenes mentales y neurológicos en Europa y más de medio millón en España, y que los trastornos mentales graves presentan tasas mayores de mortalidad. Esto se traduce en mayor demanda a nivel social, sanitario y económico.
Este colectivo presenta necesidades y dificultades que hace que precisen de apoyos específicos en diversas áreas, detectados por los diferentes profesionales, los cuales no están siendo atendidos en la actualidad por falta de recursos.
La sociedad no está preparada para afrontar el aumento de población que padece esta enfermedad y lo que ello conlleva, tanto a nivel público como privado: pensiones, mayor número de horas de Ayuda a Domicilio con formación especializada, seguimientos en unidades de salud mental más periódicos, incapacidades, tutelas y curatelas, residencias y centros de día con perfil psiquiátrico, miniresidencias, pisos tutelados, centros de rehabilitación psicosocial, centros de empleo con apoyo, etc. Realmente no hay recursos para atender la demanda actual y las necesidades de este colectivo, lo que repercute en la misma sanidad pública con pacientes que entran en un circulo de “puerta giratoria”, yéndose de alta con pocos recursos y con apoyos insuficientes o inadecuados a su situación, lo que conlleva que permanezcan estables y compensados durante un tiempo limitado y posteriormente retornen al hospital.
Actualmente, dentro del equipo de Terapeutas Ocupacionales de la Unidad de Media Estancia al que pertenezco, utilizamos los siguientes enfoques de intervención: Marco de Trabajo para la Práctica: dominio y proceso (AOTA), el Modelo de Ocupación Humana de Gary Kielhoffner (MOHO) y el Modelo Canadiense de Desempeño Ocupacional (CMPO).
Partimos de un abordaje holistico de la persona para lograr una conducta productiva y funcional a través de intervenciones dirigidas a la promoción, restauración, mantenimiento, compensación y prevención de la discapacidad.
Dentro del Marco de Terapia Ocupacional de la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (AOTA 2010) que diferencia los aspectos más importantes del dominio, engloba las categorías de intervención de nuestra profesión.
Todas ellas interaccionan e influyen sobre el individuo y ello repercute en la ocupación del mismo.

Actualmente nuestro Departamento de Terapia Ocupacional sigue una línea de actuación tras el ingreso de un nuevo paciente en la Unidad.
Éste pasa por las siguientes fases:
1º Recogida de datos relevantes de la historia clínica
2º Evaluación ocupacional (establecemos el perfil ocupacional y el análisis del desempeño ocupacional)
3º Análisis de los datos recogidos
4º Planificación
5º Intervención sobre la persona y el entorno
6º Revisión del caso y del plan de tratamiento
7º Planificación y/o preparación del alta
8º Valoración de resultados
Debo hacer hincapié en la importancia de la evaluación del paciente, tenemos que conocer la situación ocupacional previa y actual así como los objetivos del paciente, para poder dirigir y ajustar la intervención individual teniendo en cuenta la situación basal. Cada persona presenta unas características y peculiaridades que debemos tener en cuenta para el éxito de la intervención.
Nuestro objetivo no es que realice un desempeño perfecto en cada área, sino encontrar su propia perfección dentro de sus capacidades y de sus intereses. Lo que para uno es importante para otro puede que no, por lo que debemos individualizar el tratamiento para obtener una motivación alta durante el mismo y así tener más probabilidad de éxito.
Durante el proceso de valoración manejamos diversas herramientas y escalas que nos ayudan a complementar la información obtenida para poder establecer el diagnóstico ocupacional del paciente. Dentro de éstas se encuentran:

Al iniciar mi andadura en el mundo de la Salud Mental y comenzar a trabajar con este colectivo, me he dado cuenta de las dificultades que ello entraña. Hay multitud de factores que influyen en el proceso rehabilitador y por lo tanto en el resultado del mismo:
- Conciencia de enfermedad
- Presencia de sintomatología negativa (abulia, apatía, anhedonia, aplanamiento afectivo, etc.)
- Efectos secundarios de la medicación (enlentecimiento cognitivo, fatiga, somnolencia, nicturia, acatisia, temblor, sialorrea, etc.)
- Nivel cultural
- Expectativas desajustadas y sobrevaloración de capacidades
- Figuras de apoyo real
- Entorno potenciador o inhibidor
- Problemática social y económica
- Recursos sociales existentes en su comunidad
- Consumo de tóxicos asociada
- Asuntos legales pendientes (estado de descompensación)
Teniendo presente lo mencionado anteriormente y tras una exhaustiva evaluación se establecen los objetivos terapéuticos, dentro de los cuales podemos destacar los siguientes:
- Establecer rutinas y hábitos adecuados y productivos
- Restablecer y ajustar roles
- Favorecer una organización de horarios y tiempos empleados
- Ajustar expectativas de vida
- Adaptar o modificar actividades para favorecer su realización y continuidad
- Asesoramiento, entrenamiento y restauración de la función en las actividades de la vida diaria
- Recuperar y/o adquirir destrezas (motoras, cognitivas, afectivas, comunicativas y sociales) para un desempeño adecuado en las actividades de la vida diaria (básicas e instrumentales
- Potenciar sentimientos de utilidad y empoderamiento personal
- Favorecer la conciencia de enfermedad para lograr una adherencia al tratamiento
- Adquirir estrategias para adaptar las actividades de ocio-tiempo libre así como las formativo-laborales a sus intereses y capacidades
- Asesoramiento a las familias para un adecuado manejo y fomento de la autonomía
- Valorar y adaptar el entorno
- Asesoramiento a personal sanitario y recursos comunitarios para fomentar y mantener autonomía
Durante el proceso rehabilitador utilizamos diferentes intervenciones para tratar las áreas o destrezas en las que se haya observado déficit.
1º TERAPIAS FACILITADORAS O HABILITADORAS
Iniciamos el proceso de rehabilitación con actividades facilitadoras/habilitadoras que presentan un nivel de exigencia bajo con el fin de adquirir unas capacidades básicas que permitan un desempeño diario adecuado.
Se trabajan conceptos como: respetar turnos, capacidad de expresar ideas de forma adecuada, tolerancia a la frustración y hacia los demás, respetar opiniones, adquirir un nivel de concentración, comprensión y atención adecuada, controlar impulsividad, ser capaz de permanecer en una terapia durante un tiempo concreto, seguir instrucciones, manejo y control básico de sintomatología, etc.
2º TERAPIAS GRUPALES ORIENTADAS A SU PLAN INDIVIDUAL DE TRATAMIENTO OCUPACIONAL
Una vez adquieren o recuperan dichas habilidades acceden a terapias que requieren un mayor nivel de implicación y exigencia. Éstas se orientan hacia los objetivos específicos que se concretaron en la evaluación inicial.
Dentro de los programas grupales específicos, encontramos: actividades instrumentales de la vida diaria, hábitos de vida saludable, psicomotricidad, hipoterapia, estimulación cognitiva y expresión corporal.
Por ejemplo, en la actividad de HIPOTERAPIA se trabajan las destrezas de ejecución, necesarias para un adecuado desempeño en las actividades de la vida diaria.
Los aspectos que comprende esta terapia son los siguientes:
A nivel sensorio-motor:
- Equilibrio
- Planificación motora
- Potenciación muscular
- Coordinación
- Reflejos
- Regulación del tono muscular
- Flexibilidad
- Esquema corporal
- Desarrollo de la sensopercepción táctil
- Desarrollo del sistema propioceptivo
- Fomento de la integración sensorial (táctil, visual y auditiva)
- Desarrollo de la conciencia e imagen corporal
A nivel psicosocial:
- Mejorar la autoestima
- Favorecer el control de las emociones
- Tolerancia a la frustración
- Potenciar el sentimiento de normalidad
- Mejorar el autoconcepto y confianza en sí mismo
- Aumento del bienestar
- Disminución de la ansiedad
- Estimular un estado de relajación
- Disminución de la hostilidad
- Autodisciplina
- Perseverancia y constancia
- Potenciar una mayor flexibilidad mental
- Relacionarse con personas externas a su círculo
- Favorecer el compañerismo y empatía
- Potenciar y adquirir habilidades sociales adecuadas
- Establecimiento de vínculos con el caballo y con el terapeuta
- Desarrollo de la comunicación verbal
- Confrontación de temores personales
- Aumento de la capacidad de adaptación
- Descenso de impulsos agresivos
- Desarrollo del comportamiento cooperativo
- Incremento de la responsabilidad
A nivel cognitivo:
- Capacidad de atención y concentración
- Comprensión
- Seguimiento de indicaciones
- Memoria
- Área de Comunicación y Lenguaje
- Comunicación gestual y oral
- Aumentar el vocabulario
- Mejorar la articulación de las palabras
Dependiendo de las necesidades o déficit de la persona se trabajarán más en profundidad unos aspectos u otros.
3º INTERVENCIONES INDIVIDUALES
Se realizan diferentes intervenciones como:
- Entrenamiento de actividades básicas de la vida diaria (aseo-higiene personal, ducha, vestido, orden y limpieza del entorno inmediato, organización del pensamiento en tareas cotidianas, secuenciación de tareas, etc.)
- Entrenamiento en actividades instrumentales (movilidad en la comunidad, manejo de transportes, administración y manejo del dinero, preparación de alimentos, realización de compras, cuidado de la casa y organización del hogar, responsabilidad y comprensión de la medicación, cuidado de otros y utilización de sistemas de comunicación y tecnologías)
- Uso de recursos comunitarios y apoyo en inserción laboral
- Organización y búsqueda de ocio y tiempo libre adecuado acorde a sus intereses
- Valoración y entrenamiento en el entorno
- Organización de hábitos y rutinas
4º INTERVENCIÓN Y ASESORAMIENTO OCUPACIONAL A LA FAMILIA/FIGURAS DE APOYO.
5º ASESORAMIENTO AL PERSONAL PARA FAVORECER EL PROCESO REHABILITADOR.
6º ASESORAMIENTO A LOS DIFERENTES RECURSOS DE ATENCIÓN DIRECTA PARA MANTENER Y FOMENTAR LA AUTONOMÍA DEL PACIENTE.
Durante todo el proceso se realizan reuniones de equipo donde se efectúa una puesta en común de la evolución del paciente para establecer un plan de alta ajustado a la persona. De esta manera se orienta la intervención hacia un objetivo común y se inician los trámites necesarios para lograr el acceso a los diferentes recursos.
El objetivo central del Terapeuta Ocupacional es la recuperación de la autonomía personal logrando la incorporación a su entorno.
Los Terapeutas Ocupacionales tendemos a ejecutar actividades/terapias olvidando la importancia de plasmar nuestro trabajo en las diferentes aplicaciones informáticas, además debemos tener en cuenta la necesidad de realizar investigaciones y estudios que favorece el crecimiento de nuestra profesión.
Tan importante es la intervención directa con el paciente, como reflejar el trabajo realizado y la evolución del mismo. Estos dispositivos están pensados para favorecer la comunicación entre los distintos profesionales que trabajan con un mismo paciente.
A través de la redacción de la evaluación llevamos a cabo un proceso de reflexión sobre el plan de tratamiento y la programación de objetivos. Asimismo, la revisión del caso teniendo presente todos los datos sobre su evolución contribuye a ajustar el plan de tratamiento de una manera más precisa. Y por último, favorece la visibilidad de nuestra disciplina dentro del equipo, teniendo acceso al trabajo que realizamos día a día con los pacientes.
Todo ello, nos acerca al resto de profesionales para que así, cuando identifiquen en una persona limitaciones a nivel funcional lo relacionen inmediatamente con la necesidad de tratamiento por parte de un Terapeuta Ocupacional.
BIBLIOGRAFÍA
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ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Salud mental: fortalecer nuestra respuesta.
30 de Marzo de 2018.
https://www.who.int/ es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response