Índice
INTRODUCCIÓN
El ictus es la causa más importante de invalidez o discapacidad a largo plazo en el adulto, con una repercusión directa sobre la independencia funcional de las personas que lo padecen. En España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística 1, las enfermedades cerebrovasculares ocasionaron 27.122 fallecidos en el año 2016,
Autoras: Carmen Gómez Amago, Carmen Juncal Matilla Pizarro, Sandra Marinas García, Susana González Mántaras.
PALABRAS CLAVE: TERAPIA OCUPACIONAL, ICTUS, ACTIVIDADES, REHABILITACIÓN.
11.556 hombres y 15.566 mujeres, siendo junto con las enfermedades isquémicas del corazón la primera causa de mortalidad del país. En ambos casos, se produjo un descenso de muertes respecto al año anterior (4,6% y 5,1% respectivamente). Por sexo, las enfermedades isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte en los hombres, aunque causaron un 2,5% menos de muertes que en 2015. Entre las mujeres fueron las enfermedades cerebrovasculares (con una disminución del 4,8%).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cerebrovasculares afectan a 15 millones de personas al año, de las cuales un tercio fallecen y otro tercio padecen discapacidad de forma permanente. En los últimos 20 años, la mortalidad y la discapacidad por ictus han ido decreciendo gracias a las mejoras en la detección precoz de los síntomas y en el control de los principales factores de riesgo, así como a la introducción de medidas terapéuticas muy efectivas como son los cuidados proporcionados por las Unidades de Ictus, la trombolisis y más recientemente, la trombectomía mecánica. Sin embargo, la OMS prevé un incremento en su incidencia de un 27% entre el 2000 y 2025.
El término ictus fue definido por la OMS en 1978 como un «síndrome clínico de origen vascular, caracterizado por signos de alteración focal o global de las funciones cerebrales de rápida evolución, que perduran más de 24 horas o provocan la muerte». El ictus está causado 2 por un trastorno circulatorio cerebral que altera transitoria o definitivamente el funcionamiento de una o varias partes del encéfalo. Existen diversos tipos de ictus, según la naturaleza de la lesión producida en la isquemia cerebral y la hemorragia cerebral. Sin embargo, debido a la presencia de diferentes enfermedades o subtipos de ictus, el perfil evolutivo, la naturaleza, el tamaño y la topografía de la lesión, el mecanismo de producción y la etiología, darán lugar a diversos síntomas, siendo los más frecuentes los representados en la tabla 1.
Tabla 1: Secuelas y complicaciones
Ver: Anexos – Estudio descriptivo. Intervención funcional desde terapia ocupacional, al final del artículo.
Desde el punto de vista de la organización de la atención médica, en la gran mayoría de los estudios afirman que el grado de recuperación funcional y la probabilidad del regreso al domicilio y permanencia en el mismo están indiscutiblemente condicionados por una atención global, interdisciplinaria, coordinada y especializada, tanto en medio institucional o en el domicilio, se recomienda un programa de rehabilitación llevado a cabo por un equipo profesional multidisciplinar, que cuente con la participación activa de pacientes y familiares e incluya al especialista en rehabilitación y medicina física como coordinador del proceso rehabilitador en la fase posterior al alta hospitalaria y durante el año siguiente al ictus 3 ( nivel evidencia B).
Las fases del tratamiento rehabilitador se dividen en tres, primero la fase aguda, comienza con el ingreso en el hospital, hasta el alta hospitalaria; la fase subaguda, que comprende entre los 6 y 8 meses después del alta hospitalaria y por último la fase crónica, desde el final de la fase subaguda hasta el alta médica
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año entre 110.000 y 120.000 personas sufren un ictus en España, de los cuales un 50% quedan con secuelas discapacitantes, lo que conlleva en muchos casos, la necesidad de ayudas o cuidadores debido a su dependencia para la realización de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD).
El conjunto de trastornos presentes en la persona que sufre un ictus tiene un impacto negativo en el desempeño independiente para la realización de las actividades de la vida diaria (AVD) con una repercusión directa en la calidad de vida del propio individuo como de su entorno familiar, en el presente estudio, se ha intentado determinar el tamaño del efecto de las mejorías en una muestra de pacientes con ictus, en fase aguda, y como la intervención desde terapia ocupacional puede repercutir en la recuperación funcional y autonomía personal en las AVD.
METODOLOGÍA
Participantes
Estudio descriptivo de serie de casos clínicos, realizado a 10 pacientes que han sufrido un ictus, y han recibido tratamiento de terapia ocupacional individualizado, durante tres meses.
Se seleccionaron pacientes con Ictus mayores de 50 años, tratados por un servicio de rehabilitación integral, de los cuales 6 fueron mujeres y 4 hombres.
Características de la muestra
Ver: Anexos – Estudio descriptivo. Intervención funcional desde terapia ocupacional, al final del artículo.
Instrumentos
Al inicio del tratamiento se realiza una valoración de la situación funcional de los pacientes, para ello focalizamos la valoración en la capacidad de los usuarios para la realización de las ABVD, siendo éstas las actividades de autocuidado y ligadas a la cobertura de las necesidades básicas de cada individuo, son universales y se realizan de forma cotidiana y automática, utilizando para su valoración dos escalas estandarizadas:
Índice de Barthel (IB)4: asigna a cada paciente una puntuación en función de su grado de dependencia para realizar una serie de actividades básicas. Los valores que se asignan a cada actividad dependen del tiempo empleado en su realización y de la necesidad de ayuda para llevarla a cabo. Las actividades incluidas en el índice original son diez: comer, trasladarse entre la silla y la cama, aseo personal, uso del retrete, bañarse/ducharse, desplazarse (andar en superficie lisa o en silla de ruedas), subir/bajar escaleras, vestirse/desvestirse, control de heces y control de orina. Las actividades se valoran de forma diferente, pudiéndose asignar 0, 5, 10 ó 15 puntos. El rango global puede variar entre 0 (completamente dependiente) y 100 puntos (completamente independiente)
Escala de Medida de Independencia Funcional (MIF)5: Evalúa las actividades básicas de la vida diaria e incluye la evaluación motora y cognitiva. En ella se evalúan 18 ítems divididos en seis categorías, que se denominan de cuidado personal, control de esfínteres, movilidad, locomoción, comunicación y cognición social en relación con las actividades de la vida diaria básicas e instrumentales. Cada ítem puede evaluarse en siete niveles de 1(asistencia total) a 7 (independencia total) de acuerdo con el nivel de ayuda, de tal forma que el resultado final total puede registrarse entre 18 (mínimo) a 126 (máximo); para obtenerla se suman los valores obtenidos en las áreas motora y cognitiva. La puntuación motora va desde los 13 a los 91 puntos y la puntuación cognitiva, desde 5 a 35 puntos
Se realiza también una valoración de las destrezas de ejecución 6 en la tarea, a través de la observación de las habilidades del paciente para llevar a cabo las tareas, dentro de estas se incluyen las destrezas motoras y praxis, las destrezas sensoriales- perceptuales, las destrezas de regulación emocional, las destrezas cognitivas y las de comunicación. Junto a la recogida de información de los cuidadores principales y posibles problemas del entorno.
Procedimiento
Tras la valoración individualizada de los déficits, se realiza una intervención desde terapia ocupacional con un mínimo de dos a cinco sesiones semanales de un máximo de tiempo de 60 minutos. Dicha intervención no seguirá una secuencia concreta de tratamiento, debido a que las secuelas según la zona cerebral afectada serán diferentes, pero las técnicas de intervención generales desde terapia ocupacional 7 son:
- Intervención en las actividades de la vida diaria, entrenamiento, compensación de las actividades, adaptación y si es necesario uso de productos de apoyo.
- Técnicas de intervención aplicadas a los problemas sensitivo-motores (control postural, componentes de ejecución, técnicas de compensación, etc.)
- Técnicas de intervención aplicadas a las alteraciones perceptivo- sensoriales.
- Técnicas de intervención aplicadas a los trastornos cognitivos y conductuales.
- Técnicas de intervención dirigidas a la adecuación del entorno.
- Información y formación a familiares y cuidadores
RESULTADOS
Los pacientes fueron evaluados al inicio y final del tratamiento, mediante el uso de dos escalas estandarizadas Índice de Barthel y Escala de Medida de Independencia Funcional, para determinar el grado de mejora, se realizó una comparación de medias / (ANOVA) para medidas repetidas.
Escalas estandarizadas de independencia funcional
Ver: Anexos – Estudio descriptivo. Intervención funcional desde terapia ocupacional, al final del artículo.
La edad media fue de 75,1 ± 23 años, y un 60% mujeres y 40% hombres. La media al inicio del tratamiento fue 25,4 puntos y a los 3 meses 48,1 puntos, lo que supone un incremento significativo del grado de independencia funcional (p<0,05).
Correlaciones entre tratamiento y mejora de la Independencia Funcional
Ver: Anexos – Estudio descriptivo. Intervención funcional desde terapia ocupacional, al final del artículo.
El ictus, es una patología neurológica de instauración súbita con una heterogeneidad de secuelas físicas, cognitivas, emocionales, socioeconómicas, hacen que constituya un extenso campo para la rehabilitación funcional debido a las consecuencias directas sobre la autonomía personal del afectado. Los resultados del estudio muestran una mejoría de los pacientes tratados en terapia ocupacional, con un aumento de su funcionalidad con respecto a las actividades básicas de la vida diaria, evaluadas por escalas estandarizadas de valoración como son el Índice de Barthel (IB) y la Escala de Medida de Independencia Funcional (MIF), es por ello que se puede concluir que la intervención desde terapia ocupacional del paciente adulto en el periodo subagudo que ha sufrido un ictus, resulta eficaz en el aumento de su independencia funcional.
Anexos – Estudio descriptivo. Intervención funcional desde terapia ocupacional
Anexos – Estudio descriptivo. Intervención funcional desde terapia ocupacional
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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