Incluido en la revista Ocronos. Vol. V. Nº 9–Septiembre 2022. Pág. Inicial: Vol. V; nº9: 212
Autor principal (primer firmante): Naima Ahmed Mohamed
Fecha recepción: 27 de agosto, 2022
Fecha aceptación: 24 septiembre, 2022
Ref.: Ocronos. 2022;5(9) 212
Autores:
- Naima Ahmed Mohamed
- Ángeles Ruiz López
- Naima Baouti Baouti
- María Soraya Carrillo Perez
- Yasmin El Kajjoui Abdelkader
- Silvia Domínguez Vázquez
Introducción
La disfagia es la dificultad o imposibilidad de tragar los alimentos, tanto sólidos como líquidos. Las causas de la disfagia varían y su tratamiento depende de la causa. Puede ocurrir a cualquier edad, pero es más frecuente en ancianos. Si es transitoria no debe preocuparnos, pero si es persistente se debe tratar para evitar otros problemas como desnutrición, deshidratación, estreñimiento, etc. Se distinguen dos tipos, la disfagia orofaríngea y la disfagia esofágica.
La disfagia orofaríngea, presenta la dificultad de pasar el bolo alimenticio de la boca al esófago. Hay un riesgo de que el paciente se atragante y los alimentos pasen hacia la tráquea. Sus causas son variadas, desde enfermedades neurológicas (Parkinson, esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular (ACV), etc.), tumores en la zona de la faringe, divertículo faríngeo, etc. hasta amigdalitis, faringitis o candidiasis. La disfagia esofágica impide que el bolo pase a través del esófago hasta el estómago. Puede haber vómito del alimento ingerido. Sus causas son también muy variadas desde trastornos motores esofágicos, anomalías cardiovasculares, tumores, esofagitis, etc.
Objetivos
Analizar la información sobre los problemas de la deglución y determinar cómo actuar en la alimentación de pacientes que presentan disfagia para evitar complicaciones.
Metodología
Para la elaboración del presente capítulo, se ha llevado a cabo una investigación consistente en una revisión bibliográfica sistemática, sobre la literatura científica existente. Se ha realizado una búsqueda sistemática de libros y también se han consultado artículos en las principales bases de datos: PubMed, Medline y Scielo, seleccionando artículos científicos procedentes de publicaciones académicas revisadas
Resultados
Cada paciente con disfagia tiene unas necesidades nutricionales particulares siendo necesario conocer cómo es la deglución en cada paciente para poder diseñar cómo debe ser su alimentación. En el caso de disfagia grave o completa será necesaria nutrición enteral por sonda. Se[AL1] puede realizar a través de diferentes métodos, sondas nasales o nasoentéricas (SNG, SNE) u ostomías (gastrostomía endoscópica percutánea o PEG). La sonda nasogástrica (SNG) se usará cuando se prevea que no será necesaria más allá de las cuatro o seis semanas de duración.
La gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) se pone cuando la necesidad de nutrición enteral se prolonga. La nutrición enteral se puede administrar de manera continua utilizando bomba o mediante bolos. Si es posible la alimentación por vía oral deberán llevarse a cabo algunas recomendaciones y adaptaciones dependiendo de la severidad de cada caso. Una de las medidas más importantes a adoptar es la modificación de la consistencia de los alimentos, si aumentamos su viscosidad disminuimos la incidencia de la aspiración y mejoramos la eficacia de la deglución. Se modificará la textura de los alimentos sólidos y líquidos para adaptarlos al nivel de deglución del paciente. Se prepararán los alimentos de manera que sean homogéneos, melosos y fáciles de masticar evitando los grumos y las espinas.
La dieta para la disfagia más severa es la ”dieta túrmix disfagia”, los alimentos van triturados. En caso de disfagia moderada sería la ”basal disfagia”.
Discusión – Conclusión
La dificultad para tragar los alimentos es un trastorno asociado a varias enfermedades. El técnico en cuidados auxiliares de Enfermería como miembro del equipo de Enfermería es el encargado de ayudar en la alimentación a este tipo de pacientes. El técnico en cuidados auxiliares de Enfermería (TCAE) debe conocer qué nivel de afectación presenta la capacidad de deglutir del paciente y adoptar las medidas necesarias para que la alimentación sea correcta y el paciente no llegue a presentar complicaciones a raíz de su disfagia. Se puede llegar a afirmar que es una complicación que en muchas ocasiones no se tiene lo suficientemente en cuenta como se debería de tener, y esto podría suponer una complicación de la evolución de la enfermedad, incluso el fallecimiento del paciente.
Además de lo expuesto, destacamos la necesidad de la formación continuada en este campo para favorecer cuidados de calidad y un mayor beneficio para el paciente.
Bibliografía
- Casado Caballero F.J., Delgado Maroto A., Iñigo Chaves A., Disfagia esofágica y trastornos motores del esófago. RAPD online. 2017. Vol 40. Nº 1.
- Cámpura, Horacio, Falcuti, Alejandra. Evaluación y tratamiento de las alteraciones de la deglución. Revista americana de Medicina Respiratoria (Internet). 2012; 12(3): 98-107.