Salud mental, depresión y trabajo social sanitario

Autores/as: Rebeca Juesas Celorio (1), Moisés Álvarez Alonso (1), Beatriz García Meré (2) y Benito Otero del Castillo (2).

  • Trabajadores/as Sociales de Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) del Área IV.
  • Trabajadores/as Sociales de Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) del Área V.

Palabras clave: Trabajo Social Sanitario, riesgo social, trastornos mentales, depresión, inclusión social, exclusión social e intervención social.

Key Words: Health Social Work, social risk, mental disorders, depression, social inclusion, social exclusion and social intervention.

Resumen

La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes en la actualidad, un ritmo de vida frenético, la sensación de ir siempre atrasado/a por la falta de tiempo, cambios sociales continuos, crisis económicas, dificultades laborales, tendencia a la perfección, presión social, etc., pueden hacer surgir enfermedades como ansiedad y depresión que requieren de una intervención profesional específica.

Desde las distintas unidades de trabajo social sanitario, así como recursos de atención primaria y especializados, podemos, si no le ha identificado todavía, tener en cuenta distintas características que nos pueden facilitar la identificación una posible depresión o sus inicios, que podemos reflejar el del Diagnóstico Social Sanitario.

Abstract

Depression is one of the most frequent mental disorders today, a frantic pace of life, the feeling of always being late due to lack of time, continuous social changes, economic crises, work difficulties, tendency to perfection, pressure social, etc., can cause diseases such as anxiety and depression that require a specific professional intervention. From the different units of social health work, as well as primary and specialized care resources, we can, if not yet identified, take into account different characteristics that can facilitate the identification of a possible depression or its beginnings, which we can reflect that of Social Health Diagnosis.

Introducción

La OMS define depresión como un “trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional. La depresión es un trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y que puede ser tratado por no especialistas en el ámbito de la atención primaria” (1).

La depresión es un trastorno del estado del ánimo, que puede estar o no acompañado de ansiedad, que interfieren en la vida afectiva, ocasionando graves problemas individuales y sociosanitarios. Aunque los sentimientos de tristeza, falta de autoestima, pérdida de interés, sueño, cansancio, etc.; son sentimientos comunes que pueden pasar desapercibidos y no atajados a tiempo pueden cronificarse y dar paso a una depresión en mayor o menor grado.

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Se calcula que más del 50% de los episodios depresivos pasan desapercibidos, no se diagnostican y por lo tanto, tampoco reciben el tratamiento necesario (2 p153). Este punto, pone de manifiesto la necesidad de poder ser conscientes de las peculiaridades de este trastorno, con el fin de poder reconocerlo de forma proactiva para que los síntomas no se hagan persistentes, siendo de esta forma más difícil de tratar.

Tal cual se indica y teniendo en cuenta que cerca del 80 por ciento de los pacientes que frecuen­tan los centros de atención primaria presentan ansiedad y depresión (Craig et al., 2016), los estudios sugieren que los trabajadores sociales tienen un papel clave en la disminución de los factores sociales asociados a estas patologías (3 p357).

Conocimiento de los síntomas de la depresión

La tristeza es solo una pequeña parte de la depresión. Es posible que algunas personas con depresión ni siquiera se sientan tristes. Las personas pueden tener síntomas diferentes. Algunos síntomas de depresión incluyen (4):

  • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”
  • Sentimientos de pesimismo o falta de esperanza
  • Sentimientos de culpabilidad, inutilidad o impotencia
  • Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos
  • Pérdida de energía, fatiga o sensación de que está más lento
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones
  • Dificultad para dormir, despertarse temprano por la mañana o dormir demasiado
  • Cambios en el apetito o el peso
  • Pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio
  • Inquietud o irritabilidad
  • Dolores y molestias, entre ellos, dolores de cabeza y calambres, o problemas digestivos, sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento

Prevención por género y etapa vital del desarrollo

A partir de los datos recogidos en la Web del Instituto Nacional de Salud Mental, se extrae información relacionada por con el género, en cuento a diferencia entre hombres y mujeres (4), donde se indica que las mujeres padecen depresión con mayor frecuencia que los hombres ya que hay factores biológicos, de ciclo de vida y hormonales específicos para esta. La depresión postparto es específica de las mujeres. Los síntomas tienen mayor relación con la tristeza y la falta de autoestima, así como sentimientos de culpabilidad. En cuanto a los hombres, tienen una mayor sensación de cansancio, irritabilidad y en ocasiones, enojo. Pueden perder interés en el trabajo, dificultades para dormir o comportarse de forma irresponsable (consumo de drogas). Tienen mayor dificultad para reconocerlo y para buscar ayuda o expresar necesidades.

En cuanto a las etapas vitales (5 p160-1):

Recién nacido

La separación de la madre sin una figura que la sustituya produce la llamada depresión anaclítica. El lactante precisa de los cuidados maternos para percibir el bienestar psíquico de la madre y su atención.

Niños/as en edad escolar

Siente la repercusión positiva o negativa del estado del ánimo de sus cuidadores/as. Los factores de riesgo social para la depresión infantil serían el nacimiento o sexo no deseado por los progenitores, la falta de aceptación y actitudes paternas/maternas de autoritarismo o permisividad (rigidez o tolerancia excesiva). Así mismo, el esfuerzo continuado dirigido al ámbito escolar sin resultados positivos da lugar a distimias depresivas. El sentimiento pesimista de los adultos sobre lo académico-laboral acaba por inculcar sentimientos de resignación y/o desesperanza.

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Son relativamente frecuentes las distimias por enfrentamiento con los adultos o dificultades en el proceso de la adquisición de la propia identidad como afirmación del yo.

Edad Juvenil

En esta etapa la depresión se identificaría con problemas de relación interpersonal y de rendimiento en los resultados, con tensiones en el núcleo familiar. La búsqueda de autonomía y de independencia, aunque deseada, agudiza los sentimientos de separación, aislamiento y soledad.

Adulto

Eventos vitales predisponentes o que fomenten la vulnerabilidad, problemas de salud, aumento de las responsabilidades, problemas económicos, desahucios, violencia de género, abusos, desempleo, aislamiento social, etc.

Anciano

Se centraría mayoritariamente en problemas relacionados con la edad avanzada como la limitación de la vida activa, jubilación, pérdida de soportes afectivos, disminución de la capacidad de lucha, acumulación de enfermedades, etc.

La intervención desde el trabajo social sanitario

El Trabajo Social Sanitario integra la visión del Modelo Biopsicosocial, el cual,considera que el entorno como una base sobre la que se ha desarrollado la dolencia, se contextualiza la atención a los estados físicos y biológicos de la persona en su medio habitual, estudiándose cómo ese medio puede influir en el estado de salud (6 p21). En base a este modelo, lo más adecuado sería una intervención multi e interdisciplinar, con una atención transversal de la persona, su familia y el entorno (ámbito laboral, relacional, económico, espiritual, etc.).

Para intervenir desde el Trabajo Social Sanitario, también debemos conocer los parámetros desde los cuáles se encuadran las distintas enfermedades, su origen, evolución, tratamiento y sus efectos secundarios, riesgos de contraerla, contextualización, etc. (7 p6).

Desde nuestro ámbito, el necesario conocer los aspectos psicosociales probados de la depresión, realizando un diagnóstico social sanitario a fin de contextualizar al/la paciente, viendo también cómo afecta, a su vez, el diagnóstico de la depresión en su esfera social cómo le afecta personalmente. Paralelamente se deberían identificar los factores protectores en los que poder basar nuestra intervención. El diagnóstico pondrá de relieve las dimensiones vitales afectadas: la laboral, formativa, la salud, sus relaciones familiares, el cumplimiento de responsabilidades, la economía doméstica, etc. (7 p22)

Uno de los objetivos fundamentales consiste en disminuir situaciones de desventaja, proporcionando los soportes sociales necesarios para mejorar su adaptación social y favorecer su reinserción en la comunidad (5 p310).

El Trabajo Social Sanitario se centra en estudiar, identificar, tratar y atender los problemas sociales de las personas enfermas mientras son atendidas en alguno de los ámbitos del sistema sanitario, así como las dificultades de sus familias. De esta forma previene situaciones sociales estresantes investigando a través de la interpretación e intervención centradas en modificar las conductas sociales de riesgo relacionadas con patologías de origen social (2 p159).

Conclusiones

Una de las cinco funciones fundamentales desde el Trabajo Social Sanitario de los equipos de salud mental corresponde a la denominadafunción preventiva”, entendida como la práctica de actividades encaminadas a disminuir los riesgos de enfermar y a evitar posibles recaídas o las consecuencias que se pueden derivar de la enfermedad (8 p41-2)). La cuestión es que para que nosotros como profesionales o para que los pacientes desde la intervención social podamos realizar prácticas preventivas, debemos conocer en profundidad todas las características y todos los síntomas sobre la depresión para que nos ayuda a poder identificarlo en nuestros usuarios o pacientes comórbidos, de forma proactiva y precoz.

A partir de ahí, se podrán realizar actividades encaminadas a aumentar el conocimiento y análisis de los factores sociosanitarios que inciden en el paciente o en la salud de la población. Sería conveniente la recepción y el acogimiento de demandas de grupos, instituciones y asociaciones relacionadas este trastorno. Así mismo, la “función educativa”, la cual tiene como objetivo una modificación de los hábitos, comportamientos y aptitudes de pacientes y familiares se hará efectiva con la labor multidisciplinar y coordinada, encaminada a la movilización de recursos personales e institucionales, fomentado la autorresponsabilidad y autonomía en la resolución de sus propios problemas.

Finalmente, la función asistencial, investigadora y de coordinación complementarán la promoción de la salud mental de forma preventiva desde la práctica de la labora del trabajo social sanitario.

Bibliografía

1) Organización Mundial de la Salud (OMS) Definición de Depresión. https://www. who.int/topics /depression/es/
2) Gómez Lavin C. y Zapata García R. Psiquiatría, Salud Mental y Trabajo Social. Navarra: Ediciones Eunate; 2000.
3) Abreu Velázquez M.C. y Mahtani Chugani V. Las funciones de los trabajadores sociales sanitarios en atención primaria de salud: evolución, redefinición y desafíos del rol profesional. Cuadernos de Trabajo Social. 2018:31(2):255-368.
4) National Institute of Mental Health.
https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-sp/index.shtml
5) Miranda Aranda, M. (Coord.) Lo social en la salud mental (I). Trabajo social en Psiquiatría. Prensas de la Universidad de Zaragoza. Zaragoza; 2015.
6) Colom Masfret, D. Modelos de Trabajo Social Sanitario. La gestión y la clínica. En: Allué Martínez X., Colom Masfret D. y Villalobos Hidalgo J. Contexto histórico en el Trabajo Social Sanitario. Barcelona: FUOC; 2014.
7) Colom Masfret, D. El Trabajo Social Sanitario en personas con depresión. En: Calvo Rojas V., Colom Masfret D. y Páez Cot C. Intervención desde el trabajo social sanitario en persona con enfermedad mental. Barcelona: FUOC; 2014.
8) Juan Germán, M.L El trabajo social sanitario en salud mental. En: Abreu Velázquez M.C., Arricivita Amo A.L., Ballester Albarracín M., Colom Masfret D., Juan Germán M.L., y Napal Lecumberri C. Intervención según ámbitos sanitarios. [Internet] [Consultado el 22 de enero de 2020] FUOC; 2014. Recuperado a partir de:
http://openaccess. uoc.edu/webapps/ o2/bitstream /10609/77725/ 1/Intervenci% C3%B3n%20s eg%C3%BAn %20%C3%A1 mbitos %20sa nitarios_M%C 3%B3dulo%2 03_El%20trab ajo%20social %20sanitario %20en %20salud %20mental.pdf