Riesgos laborales del auxiliar administrativo sanitario: el trabajo a turnos y nocturno

Autores: Ignacio Pérez García, Manuel Díaz del Blanco, Silvia Nikole Arcoiza Pato y Francisco José Herrero León.

Introducción

Muchos centros sanitarios funcionan durante 24 horas al día, lo que implica que sus trabajadores deban enfrentarse a horarios de trabajo que no son los habituales, generando en muchas ocasiones trastornos en la vida de los empleados y afectando tanto a su salud física como mental. La actividad fisiológica del cuerpo humano se desarrolla durante el día, debiendo desarrollar también durante este periodo las actividades profesionales con el fin de lograr una coincidencia entre la actividad laboral y la actividad fisiológica.

Desempeñar un trabajo a turnos y durante la noche acarrea efectos negativos en los centros sanitarios como puedan ser una bajada del rendimiento del personal, una peor atención al paciente o un aumento del ausentismo asociado en muchas ocasiones a la aparición del síndrome de Burnout entre los empelados sanitarios.

Además, se registran otros efectos negativos en la salud y bienestar de los trabajadores entre los que cabe destacar desordenes en los hábitos alimentarios y en el sueño y alteraciones de los ritmos cardiacos. Los empleados del sector sanitario que más frecuentemente deben soportar trabajos a turnos o en horario nocturno son los médicos y enfermeras, centrándose en ellos habitualmente los estudios realizados. Sin embargo, también existen otros trabajadores como los auxiliares administrativos que con frecuencia cuentan con estas condiciones laborales, ya que los hospitales y los servicios de urgencias necesitan a estos profesionales en sus servicios de admisión durante las 24 horas del día.

Un horario habitual de trabajo implica una jornada laboral de 8 horas que comienza entre las 7 y las 9 de mañana y finaliza como máximo a las 19 horas, estableciéndose en ocasiones una pausa para la comida a mediodía. Este horario de trabajo es el que efectúan muchos trabajadores del sector sanitario, entre ellos algunos auxiliares administrativos, que tienen una jornada laboral de lunes a viernes que comienza alrededor de las 8 de la mañana y finaliza en torno a las 3 de la tarde. Sin embargo, son muchos los servicios sanitarios atienden las necesidades de los usuarios durante 16 o incluso 24 horas al día, incluyéndose además la atención al público los fines de semana, por lo que estos servicios deben disponer de varios grupos de trabajadores que abarquen mediante sus jornadas laborales las 24 horas del día durante los 7 días de la semana.

Todos aquellos auxiliares administrativos que prestan sus servicios en el sector sanitario a diferentes horas a lo largo de un periodo de días o semanas están expuestos a los efectos del trabajo a turnos, además si desempeñan sus funciones entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana deben ser considerarse trabajadores nocturnos.

Objetivos

El principal objetivo de este estudio es analizar los efectos del trabajo a turnos y de la realización de jornadas nocturnos en los auxiliares administrativos sanitarios, estudiando tanto las alteraciones que producen en su salud física y mental de los trabajadores como los efectos en su vida familiar y social o en el desarrollo de sus funciones en el puesto de trabajo. Además, se propondrán una serie de medidas que permitan mejor organización de los turnos y mejoren las condiciones de trabajo, consiguiendo así paliar las repercusiones negativas del trabajo a turnos y nocturno.

Material y métodos

Para la realización de este trabajo se ha analizado la información proporcionada por algunos de los organismos más importantes en el estudio y mejora de seguridad y salud en el trabajo a nivel nacional e internacional. Además, se han analizado otros estudios realizados en el sector sanitario que indagan también en los efectos del trabajo a turnos y nocturno para el personal que desempeña sus funciones en este sector.

Efectos del trabajo a turnos y nocturno

Algunos estudios muestran que los trabajadores de hospitales o los servicios de urgencias de centros de salud están más insatisfechos con su trabajo que aquellos que prestan su jornada de trabajo en un único turno durante el día. Estos resultados se deben posiblemente a una serie de efectos negativos que de la turnicidad y del trabajo en horario nocturno que van a ser estudiados a continuación.

Alteración de los ritmos circadianos

Existen una serie de funciones fisiológicas que el cuerpo humano realiza de forma cíclica, algunas de ellas se efectúan con una periodicidad que abarca más de un día, otras diariamente y determinadas funciones tienen un ciclo inferior a 24 horas. Los ritmos biológicos con periodicidad diaria son los ritmos circadianos, que propician que una persona esté más activa durante el día y con predisposición al descanso durante la noche, viéndose afectadas determinadas funciones como la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca o la presión sanguínea. Por ejemplo, es más alta durante la tarde, alcanzando un máximo que puede sobrepasar los 37ºC en torno a las 17 horas, disminuyendo hasta menos de 36ºC durante la noche especialmente hacia las 2-3 de la madrugada.

El trabajo a turnos y nocturno hace que el trabajador deba modificar sus funciones corporales para adaptarlas al horario de trabajo, sometiendo al cuerpo a un continuo estrés para adaptarse a los sucesivos cambios.

Trastornos gastrointestinales

El horario de trabajo tiene sin duda un efecto en la distribución de las comidas a lo largo del día, aplazando algunas de ellas o incluso saltándoselas como por ejemplo sucede habitualmente con el desayuno después de trabajar con turno de noche. Además, cuando se trabaja a turnos se suele dedicar menos tiempo a las comidas y se ven afectadas la cantidad y calidad de productos ingeridos. Por lo general se emplean más productos ricos en grasas, ingiriéndolos además en momentos en los que el ritmo metabólico es menor y no van a ser consumidos. Durante el turno de noche aumenta también el consumo de café y de otros excitantes que en exceso pueden tener efectos perjudiciales para la salud. Estas alteraciones de los hábitos alimenticios pueden generar trastornos gastrointestinales en los trabajadores como pueden ser perdidas de apetito, digestiones difíciles, ulceras de estómago o estreñimiento.

Trastornos del sueño

Para recuperarse de la fatiga física y mental el trabajador debe dormir al menos durante unas 7 horas, puesto que durante un primer periodo de horas de sueño se produce la recuperación física y en las posteriores la psíquica, siendo por tanto necesario dormir durante un periodo de tiempo largo para conseguir una recuperación completa.

Las personas que trabajan a turnos y comienzan su jornada laboral muy temprano deben acortar las horas de sueño, impidiéndose un buen descanso mientras que las traban durante la noche suelen tener mayores dificultades para dormir durante el día a causa de la mayor cantidad de ruidos existentes durante el día y de una mayor cantidad de luz; esto hace que no puedan alcanzar la fase del sueño profundo y no puedan recuperarse físicamente de manera adecuada.

La acumulación de cansancio físico y mental a l no poder recuperarse adecuadamente durante los periodos de sueño provoca fatiga, que puede convertirse a largo plazo en fatiga crónica o incluso generar otras alteraciones nerviosas, estrés, depresión y enfermedades digestivas o circulatorias.

Impacto en la vida social y familiar

La mayor parte de las actividades sociales y familiares se encuentran organizadas de forma que encajan en los horarios de un trabajador diurno que no trabaja los fines de semana, dedicándose las tardes, las noches, sábados y domingos para pasar tiempo con la familia y los amigos. El tiempo libre que deja un trabajo no solo se mide en el número total de horas disponibles, sino que es igualmente importante que esas horas permitan realizar las actividades personales, domésticas y sociales que un trabajador necesita realizar. El trabajo a turnos y nocturno hace decaer las relaciones sociales y familiares por la incompatibilidad de horarios y la acumulación de cansancio, apareciendo un sentimiento de inferioridad y llegando incluso a generar la perdida de amistades o problemas con la pareja.

Incidencia en la actividad laboral

Los trabajadores que desempeñan sus funciones en horario nocturno tienen un menor rendimiento que durante el día, puesto que la capacidad de atención, y la rapidez con la que se efectúan las tareas es menor durante la noche. Este hecho se debe fundamentalmente a la baja actividad fisiológica del cuerpo humano en este periodo y a la acumulación de cansancio que suele generarse por la falta de horas de sueño. Algunos estudios efectuados con trabajadores sanitarios muestran que aquellos que tienen turno de noche hacen una valoración de su trabajo más negativa, indicando en más casos que las tareas son cansadas y estresantes. Los empleados nocturnos están, por tanto, más insatisfechos produciéndose además un mayor absentismo laboral.

Junto con la disminución del rendimiento, el trabajo nocturno también trae consigo un aumento del número de errores, disminuyendo por ello la seguridad en el trabajo y generándose más accidentes laborales.

Prevenir los efectos del trabajo a turnos y nocturno

Tener en cuenta las necesidades personales

Se decidirá que personas realizarán los turnos de noche una vez escuchados todos los posibles afectados, posibilitando que puedan explicar cada uno de ellos sus necesidades. Se tratará de evitar que trabajen de noche las personas con más edad, embarazadas o que tengan cargas familiares. También se limitará el número de años que puede realizar trabajos a turnos y nocturnos un trabajador.

Anuncio de calendarios

Dar a conocer los calendarios de trabajos con antelación ayudará a conciliar la vida laboral con de la vida familiar y las relaciones sociales.

Ciclos de rotación cortos

Los cambios de turno cada 2 o 3 días son más aconsejables, puesto que de esta forma prácticamente no se alteran los ritmos circadianos. Sin embargo, si esto genera problemas para conciliar la vida familiar y laboral del auxiliar administrativo, puede llegarse a un acuerdo con los trabajadores para que sean ciclos más lagos.

Duración de los turnos

Es recomendable que todos los turnos tengan la misma duración, no debiendo nunca ser los turnos de noche más largos que el resto.

Orden de rotación

Un sistema de rotación noche-tarde-mañana es preferible al tradicional mañana-tarde-noche, ya que con el primero se evita que un trabajador deba salir de noche y enlazar con un turno de mañana.

Periodos de descanso

Disponer al menos de 2 días de descanso consecutivos que preferiblemente serán tras el turno de noche. Compensar los inconvenientes del trabajo a turnos con mas días de vacaciones.

Reducción de la carga de trabajo

Al disminuir durante la noche la capacidad del trabajador, será aconsejable que este tenga un menor volumen de trabajo, debiendo encomendarle únicamente las actividades que sean indispensables por su carácter de urgencia.

Pausas para la comida

El tiempo para la ingesta de alimentos durante el trabajo debe estar previsto en el horario, asignado el tiempo suficiente para que la comida no deba realizarse con excesiva celeridad. Facilitar en el centro de trabajo la comida y preocuparse de que esta sea equilibrada también ayudará a paliar los efectos negativos del trabajo a turnos y nocturno.

Vigilancia de la salud

Realizar reconocimientos periódicos cada poco tiempo a los trabajadores que tienen estos turnos para evaluar su grado de adaptación a los mismos; la periodicidad de estos reconocimientos debe ser menor que en el caso de cualquier otro trabajador. En caso de encontrar algún daño en la salud del trabajador deberá evitarse que este continúe desempañando sus funciones con el mismo horario, evitando así daños graves en la salud del empleado.

Conclusiones

El trabajo a turnos y nocturno puede provocar una serie de efectos negativos en la salud y el bienestar del auxiliar administrativo sanitario, como por ejemplo trastornos gastrointestinales y del sueño, fatiga o estrés, llegando incluso a provocar enfermedades circulatorias. Además, durante la noche se reduce su rendimiento y se generan más accidentes laborales.

Para paliar estos efectos negativos pueden tomarse una serie de medidas preventivas como puedan ser la reducción de la carga de trabajo en horario nocturno, escuchar las necesidades individuales de cada trabajador, establecer los calendarios de trabajo con suficiente antelación, respetar periodos de descanso de al menos 2 días o realizar una vigilancia periódica de la salud de estos trabajadores.

Bibliografía

  • Comisiones Obreras de Castilla y León (2011). Guía básica de riesgos laborales específicos en el sector sanitario.
  • Deschamps Perdomo, A., Olivares Román, S. B., Zabala, R., & Asunsolo del Barco, Á. (2011). Influencia de los turnos de trabajo y las guardias nocturnas en la aparición del Síndrome de Burnout en médicos y enfermeras. Medicina y seguridad del trabajo, 57(224), 224-241.
  • Nogareda Cuixart C., Nogareda Cuixart S. (1998). Nota Técnica de Prevención 455. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
  • Unión General de Trabajadores de la Región de Murcia (2004). Manual de prevención de Riesgos laborales en centros sanitarios.
  • Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.
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