En los centros sanitarios existen instalaciones, procesos y actividades en las que pueden darse situaciones de riesgo, en ocasiones con consecuencias previsibles graves, que es preciso conocer y controlar para evitar que sucedan.
Autores: Laura Rodríguez Piñera, María del Mar Rodríguez Piñera, Pablo Portilla Sánchez, Estefanía Secades Castaño
A continuación vamos a ver los principales riesgos que existen en la jornada diaria de los centros sanitarios.
Caídas
En los centros sanitarios muestran una elevada incidencia de accidentes laborales con la forma de caída de personas, ya sea al mismo como a distinto nivel.
Definimos el riesgo de caídas al mismo nivel como la posibilidad de lesiones por caída en los lugares de trabajo debidas a resbalón o tropiezo con objetos u obstáculos.
Mientras que el riesgo de accidente por caídas a distinto nivel es la posibilidad de lesiones por caída debida a realización de trabajos en altura, en proximidades de desniveles, por desplazamiento entre distintos niveles o por condiciones peligrosas en los lugares de trabajo.
Esta situación de riesgo viene determinada por dos factores principalmente:
- El tipo y estado de los suelo
Los suelos de los centros sanitarios, tanto en los pasillos como en las escaleras, por sus características constructivas (terrazo, materiales plásticos, posibles zonas con irregularidades, etc.) favorecen los resbalones sobre todo en las situaciones en las que el suelo está mojado (quirófanos, recepción de pacientes de urgencias, admisión, laboratorios, etc.) o ha sido recientemente pulido y encerado o abrillantado. Este riesgo no solamente es para los trabajadores, sino que en muchos casos además para los usuarios.
- Las características del calzado utilizado.
El personal sanitario y los celadores acostumbran a utilizar un tipo de calzado abierto (tipo zuecos) sin sujeción alguna y con suelas de cuero, o no antideslizantes que favorecen los resbalones, torceduras y deslizamientos. Especialmente esta situación se complica cuando los pies deben asentarse con firmeza para mover o levantar a pacientes, arrastrar el instrumental o carritos de medicación, e incluso andar rápidamente o correr debido a una urgencia. La exposición a este riesgo es continua y las consecuencias para las personas, variables.
Medidas preventivas:
- Los suelos serán de material no resbaladizo o susceptible de serlo con el uso y consiguiente desgaste y de fácil limpieza, la cual debe realizarse siempre en medio húmedo.
- A fin de evitar tener que pisar el suelo mojado, se recomienda limpiar los pasillos primero una mitad y, cuando esté seco, la otra, limpiando las zonas de mayor tránsito en horas de menor afluencia de personas y empleando señales de peligro, por ejemplo: “Atención suelo mojado”.
- Se recomienda eliminar con rapidez los desperdicios, las manchas de líquidos, los residuos de sustancias peligrosas y demás productos residuales que puedan originar accidentes o contaminar el ambiente de trabajo.
- En las escaleras, los peldaños estarán dotados de tiras antideslizantes, situadas preferentemente en la parte más próxima al borde exterior de la huella, intentando cubrir siempre la mayor zona de peldaño posible y, de más frecuente utilización.
- Respecto al tipo de calzado, se desaconseja el zueco y se recomienda siempre el zapato cerrado, además se establecen una serie de mínimos exigibles para el calzado en trabajo sanitario:
- El eje longitudinal de un zapato debe pasar siempre por el segundo dedo
- La puntera debe ser redondeada.
- El tacón puede llegar a tener una altura de 3-5 cm, pero siempre con una base de sustentación amplia.
- La suela será antideslizante, la entresuela será de corcho y la suela de caucho microcelular.
- El forro interno llevará pieles naturales de flor de cerdo o piel ovina.
- Los elementos de cierre recomendados son cordones o velcros.
- Los contrafuertes deben ser resistentes para sujetar el calcáneo, pero en su parte distal, blandos.
- El peso del zapato debe oscilar entre 200 y 300 gramos, ya que los más pesados pueden provocar fatiga.
- No es conveniente utilizar calcetines muy ajustados y hay que tener en cuenta que el calzado de madera deforma los pies.
Cortes
Los cortes están determinados por el manejo constante y necesario de material cortante y muy afilado.
Entre los principales factores de riesgo para el personal no sanitario se encuentran:
- Cuchillos, máquinas de corte, etc. para el personal de cocina.
- Herramientas y otras piezas que se manejen durante las tareas de mantenimiento.
- Residuos de material de vidrio (envases, medicación, etc.), de plástico, y cualquier material mal segregado y clasificado que se elimina a las bolsas de basura, provocando posibles cortes a las limpiadoras que los manipulan.
- Cartón, cajas, o cualquier otro tipo de material cortante que se maneje por los celadores en el almacén.
Las medidas preventivas para reducir la exposición y/o sus consecuencias son:
- Desechar el material de vidrio con defectos, (fisuras, rebabas, bordes cortantes, etc.).
- Evitar el almacenamiento de material de vidrio en estanterías insuficiente (donde pueda estar el material mal colocado o amontonado) y/o de difícil acceso provocando posturas forzadas para alcanzar el material.
- La recogida de vidrio roto se realizará con material (pinzas o tenazas) o protecciones adecuados (guantes anticorte). El vidrio roto se depositará en envases o contenedores rígidos y resistentes señalizando la presencia en el interior. Nunca se debe eliminar en papeleras o bolsas de plástico.
- Los objetos afilados (material quirúrgico, cuchillos, etc.) se depositarán en lugares idóneos y específicos a tal efecto, cuando no se estén utilizando. Se transportarán en estuches o fundas especiales, previstas para ello.
- Cuando se utilicen herramientas manuales y elementos o bordes cortantes, se utilizarán guantes de protección anticorte o específicos para manipulación de cargas.
- Colocar herramientas cortantes (cúter, destornilladores, etc.) en fundas protectoras después de utilizarlos.
- Las herramientas no se deben llevar en los bolsillos sean punzantes o cortantes o no.
Choques, golpes, o atrapamientos
Los accidentes por choques, golpes o atrapamientos tienen muy diversos factores de riesgos, ya que pueden ser contra objetos móviles, inmóviles, etc.
Entre las situaciones más habituales podemos encontrar como factores de riesgo:
- Golpes por caída de objetos: por incorrecta manutención y transporte (carritos sobrecargados, bandejas insuficientes, etc.); por incorrecta sujeción y fijación durante su transporte y en zonas de uso (cilindro de gases, etc.).
- Golpes y/o atrapamientos en puertas batientes: al pasar por ellas con las manos ocupadas, al estar dentro de su campo de giro y ser abiertas por otra persona, por falta e visibilidad al carecer de mirilla o estar mal ubicadas o por iluminación deficiente.
- Golpes y/o atrapamientos en traslado de pacientes y transporte de material: por golpes en manos contra paredes o marcos de puertas en los celadores portadores de camas con ruedas por espacios angostos, dimensiones insuficientes para la maniobrabilidad, etc. También pueden sucederse atropello de personas en los desplazamiento por el centro sanitario, debido fundamentalmente a la estrechez de las zonas de paso, a la anarquía de sentidos direccionales y a falta de visibilidad por sobrecarga en el caso de carros de transporte de materiales (bolsas de basura, contenedores, ropa, etc.).
Las medidas preventivas para controlar estos factores de riesgos, son las siguientes:
- Las puertas batientes opacas dispondrán de mirilla de visión situada a una altura aproximada de 1.60 me desde el suelo y de dimensiones suficientes para garantizar una visión rápida de la existencia o no de personas en la parte contraria.
- En caso de ser puertas transparentes, se señalizará su presencia de manera fácilmente perceptible, mediante bandas amarillas oblicuas alternadas sobre fondo negro.
- Se seleccionará y señalizará la derecha como sentido obligatorio de circulación, prohibiéndose el uso de la hoja izquierda de la puerta excepto para aquellas situaciones en que se precise de la anchura de ambas, en cuyo caso serán previamente abiertas y calzadas.
- Cuando sea posible, se procederá a la señalización de sentidos de circulación en pasillos a fin de que tanto el movimiento de personas incapacitadas (camillas, sillas de ruedas, etc.)como materiales (carros, traspales, carretillas, etc.) dispongan de zonas habilitadas a tal fin.
- En el caso de transporte de materiales voluminosos (bolsas de basura, ropa, etc.) su apilamiento no deberá impedir la visibilidad del usuario.
- Los cilindros de gases se transportarán en carretillas especiales que garanticen el equilibrio y sujeción. Además, permanecerán sujetos mediante abrazaderas o cadenas que los fijen a la pared en sus lugares de uso.