Riesgos ergonómicos del personal de función administrativa en centros de salud y hospitales

Autores: Cristina Victoria Gayol Torres, Marina Isabel Pérez Meana, Marco Antonio Fernández Estévez, Mª Flor Pavón Fernández

Introducción

La ergonomía es definida por la Real Academia Española como “el estudio de la adaptación de las máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente, para lograr una mayor comodidad y eficacia”.

La ergonomía y la higiene postural tienen impacto sobre la productividad del trabajador administrativo y la calidad del servicio que ofrece, su seguridad y salud, su satisfacción con el trabajo y su desarrollo personal, ya que nos ayuda a encontrar las posiciones más adecuadas de nuestro cuerpo con respecto al mobiliario del que disponemos y las características de nuestro puesto de trabajo.

Mediante el uso correcto de unos equipamientos de oficina adecuados, se consiguen evitar lesiones en el desempeño del trabajo diario. Seguidamente, se expondrán una serie de consejos, que tendrán por objeto la correcta colocación del mobiliario habitual en los puestos de trabajo de administrativos y auxiliares administrativos, para que proporcionen la máxima comodidad y confort al trabajador y permitan evitar problemas por posturas forzadas que desencadenarían posteriores lesiones.

Objetivos

La formación del personal de la función administrativa en el correcto empleo del mobiliario y de las herramientas de las que dispone para su trabajo, para la adopción de prácticas y posturas laborales correctas que eviten lesiones.

Fomentar la realización de evaluaciones ergonómicas de los puestos de trabajo que identifique los riesgos y medidas preventivas.

Establecer pautas ergonómicas que debería presentar el mobiliario y el entorno de los lugares de trabajo donde se desarrollan las tareas administrativas, tanto en hospitales como centros de salud.

Riesgos a evitar

Permanecer sentado mucho tiempo es muy dañino por varias razones: la circulación sanguínea, especialmente en las piernas, la columna vertebral, que debería mantenerse recta, y que en muchas ocasiones no se cumple por incorrectas posturas que se adquieran ante las pantallas y teclados de los ordenadores. Además, los brazos, a menudo sin apoyo, deben realizar un esfuerzo adicional, para darles a las manos la fuerza para utilizar el teclado.

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A estas malas posturas se le suma el estrés, que produce tensión en los músculos y termina por hacer presión sobre las vértebras, ocasionando graves molestias.

Los principales riesgos ergonómicos anteriormente expuestos, asociados a los auxiliares administrativos y administrativos en un centro de salud, traen como consecuencia una serie de patologías como problemas de columna, síndrome de túnel carpiano, dolor de cuello y espalda, jaquecas constantes, tendinitis y también molestias en hombros, piernas y otros problemas relacionados con la salud, que podríamos dividir en tres categorías:

Condiciones ambientales

  • Alteraciones y fatiga visual.
  • Trastornos respiratorios.
  • Problema de concentración, irritabilidad y nerviosismo.

Carga postural

  • Molestias y lesiones musculares.
  • Trastornos circulatorios.

Aspectos psicosociales

  • Nerviosismo,
  • Depresión y ansiedad
  • Fatiga crónica.
  • Problemas físicos de carácter psicosomático: problemas digestivos, taquicardias, cefaleas, etc.

Pautas ergonómicas

Las pautas ergonómicas aconsejables, que deberían presentar los elementos de los lugares de trabajo y el ambiente físico donde se desarrollan las tareas administrativas, tanto en hospitales como centros de salud, serían las siguientes:

Teclado

Debe estar paralelo y móvil, a una altura en la que queden alineados la muñeca, la mano y el antebrazo. No debe estar muy alejado de nosotros ya que si tuviésemos que acercarnos a él tendríamos que forzar la posición lumbar hacia delante.

Las teclas tienen que ser preferiblemente mates, fáciles de limpiar y cóncavas, es decir, ligeramente curvadas. Se recomienda que la altura de la fila central del teclado respecto del suelo este comprendida entre 60 y 75 cm.

Con objeto de fortalecer la musculatura del cuello, brazos, antebrazos y espaldar, resultaría conveniente que se realizaran ejercicios físicos y estiramientos.

Pantalla

Debería estar a 75-80 cms. de los ojos e inclinada hacia arriba para que coincida con nuestra mirada, aunque se debe evitar que esté situada directamente delante de la cara, sino un poco más abajo, para que de este modo su borde superior pueda estar a la altura de los ojos. También debe ser móvil en las tres direcciones, es decir:

  • Horizontal, a unos 90 grados
  • Vertical, a unos 15 grados, lo que permite orientarla con relación a las demás fuentes luminosas y evitar los reflejos indeseados.

La silla

Debe tener cinco pies y ruedas que faciliten su desplazamiento, además de ser flexible, regulable y cómoda para que se pueda mantener una posición relajada, aunque no en exceso que se confunda con una posición descuidada, y situado entre 38 y 48 cm. del suelo. Debemos sentarnos rectos y apoyar la zona lumbar en el respaldo. Los muslos deben ir paralelos al suelo y los pies apoyados en un reposapiés graduable a tres alturas distintas.

La mesa

Las mesas de bordes redondeados son la mejor opción. Estas tienen que tener una superficie lo suficientemente amplia como para que los empleados puedan apoyar los antebrazos con comodidad. Además de tener extensión suficiente para todos los artículos de trabajo que precisemos.

Los accesorios

Determinados accesorios pueden mejorar sustancialmente el confort de los administrativos sanitarios. Algunos ejemplos son los organizadores de sobremesa, las cajoneras, los archivadores o los atriles. Estos últimos son especialmente relevantes si quieres prevenir dolores cervicales.

El entorno

El entorno de trabajo es fundamental para la productividad del trabajador y evitar al mismo tiempo factores de riesgo como el estrés. Son de vital importancia los tres siguientes: iluminación, temperatura y ruido.

  •  Nivel de iluminación, que tendrá que ser suficiente, sin llegar a ser deslumbrante y proporcionar sensación de calidez y sosiego.
  • Nivel de temperatura: Tiene que mantenerse estable y agradable. En este sentido, hay que evitar colocar los puestos de trabajado demasiado cerca de los radiadores y los aparatos de aire acondicionado.
  • Nivel de ruidos: Un nivel de ruido excesivamente alto e inadecuado, causaría malestar y distracciones entre los administrativos.

Conclusiones

Si se realizan inspecciones y evaluaciones ergonómicas periódicas de los puestos de trabajo, se pueden identificar los riesgos específicos producidos por defectos del mobiliario o mala utilización del mismo, lo que permitirá definir medidas preventivas adecuadas y la formación necesaria, lo que contribuirá a la reducción de las bajas laborales por enfermedad profesional del personal administrativo.

Además, la implementación de medidas que incrementen la calidad del ambiente laboral, la adaptación de los espacios y entorno de trabajo para que resulten más cómodos y agradables, puede favorecer a elevar la autoestima de los administrativos, la mejora de las relaciones entre empleados y aumentar claramente la confianza en las instituciones sanitaria.

Un lugar de trabajo donde se adopten medidas preventivas respecto a los riesgos ergonómicos de manera óptima incrementará el bienestar físico y mental de los empleados, lo que aumentará la motivación y productividad de los mismos, redundando en la calidad del servicio.

Bibliografía

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Formación y orientación laboral – Bruno J. García González, David Tena Cornelles, Mª Carmen De Fez Solaz – ISBN: 978-84-16812-43-1- 2019

Reglamento sobre Lugares de Trabajo. Real Decreto 486/1997.