Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 8–Agosto 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº8: 278
Autor principal (primer firmante): Nerea del Pilar Villalba Sánchez
Fecha recepción: 25 de julio, 2023
Fecha aceptación: 22 de agosto, 2023
Ref.: Ocronos. 2023;6(8) 278
Autores:
- Nerea del Pilar Villalba Sánchez (Enfermera)
- Marta Palos García (Técnico en cuidados auxiliares de Enfermería)
- Marta Gordo Martínez (Técnico superior en radiodiagnóstico y medicina nuclear)
- José Gilabert Rodríguez (Enfermero)
- Elisa Gracia Lasierra (Técnico superior en radioterapia y dosimetría)
Resumen
En el periodo de la adolescencia, los jóvenes se enfrentan a diversos cambios y estímulos a los que deben adaptarse. Por este motivo, son especialmente vulnerables y se encuentran en riesgo de adoptar comportamientos negativos o caer en la presión social realizando actos perjudiciales para sí mismos.
Los factores de riesgo más destacables son los trastornos depresivos e intentos de suicidio previos, el acoso escolar y el ciberacoso también han sido identificados como factores influyentes en las conductas suicidas de nuestros adolescentes.
La detección temprana de las señales de alarma es imprescindible para anticiparse a conductas suicidas, esto se consigue con una formación adecuada en el ámbito escolar, en el hogar y en los centros sanitarios. Además de establecer una coordinación entre escuela, entorno familiar y personal sanitario.
Hay que conseguir abordar el problema desde una perspectiva amplia y multidisciplinar, identificando las señales de alarma junto con los factores de riesgo asociados y favoreciendo los factores protectores.
Palabras clave: Suicidio, adolescencia, señales de alarma, prevención, factores de riesgo, factores protectores.
Introducción
El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud como “acto deliberado de quitarse la vida”, recientemente ha escalado hasta el primer puesto como primera causa de muerte no natural en España, por ello, ha sido definida por varios autores en los últimos años como la epidemia del siglo XXI.
La percepción normalizada de este fenómeno, así como su estigmatización, contribuyen al incremento del riesgo.
El suicidio es un problema importante de salud pública con una mayor incidencia en niños y adolescentes.
El cerebro de un adolescente se encuentra en su etapa más maleable, el comportamiento suicida es el resultado de la combinación de factores hormonales, ambientales, genéticos y psicopatológicos junto con experiencias de la infancia temprana, interacciones familiares, estrés social, malestar físico y estructura neurobiológica.
Todo ello puede influir en la aparición de comportamientos sociales alterados, aumentando las conductas de riesgo tales como consumo de sustancias nocivas para la salud o conductas sexuales irresponsables, la aparición de trastornos de salud mental puede verse incrementados por ello.
Un análisis estadístico revela que la ideación suicida aumenta exponencialmente entre los 12 y los 15 años, llegando a una fase de estabilización a partir de los 17 años.
Desde el año 2019, el número de defunciones debidos al suicidio supera al de tumores y accidentes de tráfico, siendo la principal causa de muerte en el rango de edad de los 15 a los 29 años.
Hay que destacar que en el año 2021 se duplicaron las cifras de suicidio en menores de 15 años. A las muertes por suicidio hay que añadir los intentos y la ideación suicida, según la Organización Mundial de la Salud, existirían unos 20 intentos suicidas por cada suicidio llevado a cabo.
Existen múltiples factores de riesgo que predisponen a los adolescentes a tomar este camino, tales como maltrato infantil, trastorno de déficit de atención, ser consumidor de drogas o bajas calificaciones escolares, entre otros.
Pero uno de los factores de riesgo externo más influenciables e importantes en su conducta va a ser el ambiente por el que se encuentra rodeado, sufrir acoso escolar o ciberacoso son unos de los factores de riesgo más potenciales de desarrollar una conducta suicida.
También existen factores protectores que hacen que se reduzca o atenúe la probabilidad de desarrollar una conducta suicida, uno de los más destacables es contar con una red de apoyo familiar, social y escolar adecuadas que ofrezcan comprensión y apoyo emocional al adolescente.
El abordaje del suicidio implica prevención, tratamiento, seguimiento y apoyo emocional.
Siendo una perspectiva muy amplia y multidisciplinaria, hay que destacar que cada individuo es único y el suicidio trata de un fenómeno multicausal de gran complejidad.
Objetivos
- Identificar los principales factores de riesgo de esta conducta.
- Conocer los factores precipitantes y señales de alerta en la población adolescente.
- Concretar los factores protectores de la población antes estas conductas.
Método
Para el desarrollo del artículo se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica con búsqueda en las diferentes bases de datos de ciencias de la salud tales como Scielo, Medlineplus y Science Direct.
Dicha revisión busca informar al lector acerca de los factores más relevantes para la prevención del suicidio en la población adolescente, así como la ampliación de conocimientos sobre el tema.
Resultados
El suicidio se sitúa en cabeza dentro de las principales causas de mortalidad por causa externa, según el Instituto Nacional de Estadística en 2021 se suicidaron en España dentro del rango de edad de 15 a 29 años un total de 4.286 personas, habiendo una diferencia destacable entre hombres y mujeres, siendo los primeros más incidentes.
Basándonos en estos datos se evidencia que este tipo de conductas se tratan de un grave problema de salud pública presente en la población actual, yendo en aumento.
Como principales factores de riesgo, la mayoría de los artículos hablan de trastorno depresivo junto con los intentos previos, le sigue la presencia de trastornos de salud mental, el abuso de alcohol y sustancias psicoactivas y el acoso escolar o ciberacoso.
Discusión
El objetivo de la presente revisión es identificar los principales factores de riesgo asociados a conductas suicidas en adolescentes, así como sus factores precipitantes y las diversas señales de alarma e intentar minimizar lo máximo posible este tipo de conductas fomentando los factores protectores.
Con todo ello se pretende mejorar los procesos asistenciales y prevenir las conductas suicidas influyendo sobre los siguientes.
- Factores de riesgo: engloban depresión o cualquier otra enfermedad de salud mental, consumir drogas o alcohol, intentos previos de suicidio, ser impulsivo o aislarse del entorno.
- Factores precipitantes y señales de alarma: amenazas directas con hacerse daño o quitarse la vida, comportamientos asociados a la depresión, descuido de la apariencia personal, entre otros.
- Factores protectores: es importante y necesario fomentar y desarrollar la habilidad para la resolución de problemas, la capacidad de mantener un entorno adecuado, las capacidades cognitivas y la capacidad de control.
Conclusiones
Estas conductas suicidas, autolesiones y fallecimientos por dicha causa se han visto incrementados en nuestro entorno tanto en niños como adolescentes.
Es necesario aumentar los recursos destinados a la atención primaria, especializada y centros de salud mental donde este rango población es atendido.
Los factores de riesgo implicados en las conductas suicidas son múltiples y de diferente índole, es esencial hacer hincapié en la formación de los profesionales que trabajan con la población pediátrica, tanto sanitarios como profesionales de la educación.
Bibliografía
- Evaluación del riesgo de suicidio. Medlineplus.gov. [citado el 20 de julio de 2023]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/pruebas- de-laboratorio/evaluacion-del-riesgo-d e-suicidio/
- Agra Varela Y, Suárez Alonso A, López Franco MA, Latasa Zamalloa P. Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Trabajando juntos por su prevención. Rev Esp Salud Publica. 2020 [citado el 20 de julio de 2023];93:e201903092. Disponible en: https://www.scielosp.org/article/resp/20 19.v93/e201903092/
- Vázquez López P, Armero Pedreira P, Martínez-Sánchez L, García Cruz JM, Bonet de Luna C, Notario Herrero F, et al. Autolesiones y conducta suicida en niños y adolescentes. Lo que la pandemia nos ha desvelado. An Pediatr (Barc) [Internet]. 2023;98(3):204–12. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/ar ticle/pii/S1695403322002958