La prevención del estrés laboral

Autoras: María del Carmen Martínez Linde, Begoña García Pérez, Laura Fernández Menéndez, Rocío Fernández Omente, Cristina Leiguarda Villanueva

INTRODUCCIÓN

La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales “tiene por objeto promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo”.

El estrés se define, según El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo, como la “respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y externas”. De esta manera, el estrés laboral supone un desajuste entre la persona, el puesto y la organización. En un estado de estrés el trabajador percibe un desequilibrio entre las exigencias a las que está sometido por su trabajo y los recursos tanto físicos como mentales de los que dispone para a hacer frente a dichas exigencias.

RIESGO

Pero no en todas las situaciones se puede generalizar esta contingencia, el estrés se convierte en un riesgo para la salud y la seguridad cuando es prolongado, y puede dar lugar a enfermedades físicas y psicológicas.

En España, el estrés laboral es el segundo problema de salud relacionado con el trabajo. Esto se traduce en que actualmente, en nuestro país, según los datos del INE del año 2018, el 30% de las bajas laborales tienen como causa originaria el estrés y la ansiedad, determinando también estos estudios estadísticos que los trabajadores estresados son un 60% menos productivos que los que gozan de bienestar emocional.

En el entorno sociosanitario, al igual que en otros entornos, se pueden determinar varias causas en la generación de estrés laboral, destacando entre las más comunes la falta de control sobre el trabajo que se realiza, la monotonía, los plazos ajustados o el trabajar a alta velocidad, entre otras. En este aspecto, para intentar explicar la relación entre estrés y trabajo nace el modelo teórico más influyente, denominado “modelo demanda-control-apoyo social” de Karesek y Johnson, formulado en la década de los 80 y que versa en tres factores, tal como su propio nombre indica:

  • Alta demanda: si las exigencias relacionadas con el trabajo son tan elevadas que el trabajador no puede hacerles frente, este factor genera estrés.
  • Control: si el trabajador no se encuentra en situación de ejercer influencia en aspectos importantes de sus condiciones de trabajo y de poder adaptarlas, este factor genera estrés.
  • Apoyo social: la cantidad y la calidad de apoyo social que brindan superiores y compañeros, cuando existe y es adecuado, puede contrariar el estrés generado por la combinación de altas exigencias y bajo control. Por el contrario, si este apoyo social es escaso o inexistente, o si el entorno socio-profesional se caracteriza por discriminación o intimidación, se añade un nuevo factor de estrés a los ya existentes.

PREVENCIÓN

En concordancia al tema que nos atañe, el trabajo y el estrés laboral no siempre van de la mano, sino que ahí es cuando entran en juego las medidas de Prevención de Riesgos Laborales. Dicha Ley, en su artículo 15.1.d dicta la obligatoriedad de “Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud”.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.
  2. Guía introductoria de estrés laboral y riesgos psicosociales del Hospital Regional de Málaga.
  3. Instituto Nacional de seguridad y salud en el trabajo.
  4. Prevención integral & ORP conference.
  5. Imf-formación.