INTRODUCCIÓN
Los centros hospitalarios se consideran lugares insalubres, no pocas veces, por la preocupación con la calidad del servicio y con la seguridad de los usuarios, al pasar por alto los riesgos laborales a los que están expuestos los trabajadores.
Autores: Jorge Antuña González (Técnico en Mantenimiento Electromecánico) y Andrea González Rodríguez (Graduada en Enfermería).
La ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley PRL 31/1995) del 8 de noviembre, recoge los derechos y deberes de empresarios y trabajadores, con ella se inició un camino nuevo para la prevención en las empresas, basada en tres pilares:
- Prevención para garantizar la salud y seguridad de los trabajadores.
- Obligación del empresario de proporcionar unas condiciones de trabajo seguras eliminando los riesgos.
- Servicios de prevención en la empresa integrándose en la organización misma.
El objetivo fundamental de esta Ley era el de promover la seguridad y la salud de los trabajadores con la aplicación de las medidas y desarrollando las actividades necesarias para la prevención de los riesgos derivados del trabajo (1).
La Ley de PRL dice que la responsabilidad de la prevención recae en el empresario. En la mayoría de los hospitales y centros sanitarios es la administración pública la encargada de ello a través de los diferentes Servicios Sanitarios Públicos. Estos por autorización expresa de la Ley de PRL delegan funciones de prevención en los Servicios de Prevención (2). Hasta que se constituyeron estos servicios en algunos hospitales y centros sanitarios la labor de controlar la salud laboral la realizaban los servicios de Medicina Preventiva. Ello origina confusiones en las atribuciones de ambos servicios. Siendo, los Servicios de Prevención los responsables de la salud laboral de los trabajadores de una empresa, y los servicios de Medicina Preventiva se encargan desde un punto de vista preventivo a la salud de la población en general, y sobre todo durante su estancia en los centros sanitarios.
En los últimos años se está́ produciendo una reestructuración flexible de los entornos de trabajo, acompañada de una redefinición de la cultura laboral en todo tipo de organizaciones (3). Este cambio, que afecta también a los centros sanitarios y sistemas de salud, viene impulsado por organismos como el Banco Mundial(4-5), que orienta y condiciona las políticas a escala global impulsadas por la Organización Mundial de la Salud(OMS).
Según esta orientación, la reforma del sector de la salud se debe inscribir en el marco de una modernización de los servicios públicos, que comporta una profesionalización de la gestión, una desburocratización y una reducción del crónico déficit financiero mediante un incremento de la eficiencia, la productividad, la competitividad y la rentabilidad, la planificación de objetivos estratégicos y la evaluación de los resultados, la aplicación de indicadores de coste- beneficio, una cierta flexibilización y desregulación de las relaciones laborales y una firme apuesta por la calidad y la excelencia de la organización, así́ como por la innovación tecnológica.
Todo ello de cara a responder con garantías de efectividad la incesante demanda de asistencia por usuarios-pacientes cada vez más informados y conscientes de sus derechos y dispuestos a ejercer el rol de clientes insatisfechos y exigentes. La organización y desarrollo en materia de prevención no es ajena a dicha evolución estructural en el ámbito sanitario por parte de los Servicios de Prevención.
Los centros sanitarios son lugares donde tradicionalmente la salud laboral no ha sido especialmente considerada. Esta contradicción es debida, seguramente, al hecho de que en la asistencia sanitaria se ha antepuesto permanentemente la curación y el cuidado del paciente a cualquier otro principio. Hoy en día, dicha situación se halla en plena fase de transformación y se está́ mejorando continuamente en seguridad y salud laboral. A ideas tradicionales sobre higiene y seguridad en el trabajo, se están implantando conceptos como condiciones de trabajo, ergonomía laboral, carga física y mental.
Cualquier centro sanitario moderno es una auténtica empresa, en el que la organización de servicios médicos y asistenciales, va acompañada de otros servicios ( hostelería, lavandería…). En los centros sanitarios además de los riesgos generales, comunes a la mayoría de los puestos de trabajo (golpes, caídas, cortes, atrapamientos, contactos eléctricos, incendios, etc.), existen otros riesgos específicos del sector que hay que tener muy en cuenta, como son riesgos asociados a la manipulación de productos químicos, riesgos biológicos, exposición a radiaciones, riesgos asociados al movimiento de enfermos, carga de trabajo y aspectos psicosociales del trabajo (turnos, nocturnidad, estrés, etc.), y últimamente violencia física o verbal por parte de pacientes y familiares.
PALABRAS CLAVE: accidente, protección, daño, seguridad, trabajo, riesgos, medidas, hospitales.
RESULTADO
Todo lo dicho anteriormente refuerza aún más la necesidad de que en los centros hospitalarios existan Servicios de Prevención constituidos por grupos interdisciplinares que abarcan médicos, químicos, ingenieros y psicólogos. Con ello se amplían sus capacidades y atribuciones, abarcando subespecialidades como:
• Ergonomía.
• Higiene Industrial.
• Seguridad.
• Medicina del Trabajo.
• Psicosociología Clínica.
Las condiciones laborales tienen características que pueden influir significativamente en la seguridad y salud del trabajador. En un centro hospitalario las condiciones de trabajo son tan peculiares como heterogéneas, y es debido en gran parte a las propias actividades que se desarrollan en el mismo (6). Dichas condiciones pueden tener una influencia significativa en la generación de riesgos. La Ley de PRL define en su artículo 4 el riesgo laboral como la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. Para clasificar los riesgos se deben observar dos variables; la probabilidad de que se produzca el daño y la gravedad del daño producido. Los riesgos dentro del centro hospitalario se pueden clasificar en cuatro grupos principales:
1. Los derivados de las características de los locales, instalaciones y equipos.
2. Los derivados de los agentes físicos, químicos y biológicos.
3. Los derivados de la carga de trabajo, física y mental.
4. Los derivados de la organización del trabajo.
La Ley PRL (art.15) establece cuales deben ser los principios rectores de toda acción preventiva, formulados a través de los conceptos siguientes:
1. Evitar los riesgos.
2. Evaluar los riesgos que no se pueden evitar.
3. Combatir los riesgos en origen.
4. Adaptar el trabajo a la persona.
5. Tener en cuenta la evolución técnica.
6. Sustituir lo peligroso por lo que no entrañe riesgo.
7. Planificar la prevención.
8. Anteponer la protección colectiva ala individual.
9. Informar y formar a los trabajadores.
En los centros hospitalarios la prevención de riesgos se lleva a efecto a través de unos procesos inspirados en los conceptos anteriores y que se pueden enumerar:
1. Evaluación de riesgos, documento que proporciona el servicio de prevención del centro hospitalario en que se miden los riesgos en su frecuencia y gravedad de cada área de trabajo, estando sujeto a actualización periódica.
2. Atendiendo a la gravedad de los riesgos evaluados, se establecen las medidas preventivas o acciones preventivas mediante medidas correctoras, con un cronograma de desarrollo.
3. Además se establecen un sistema de vigilancia de la salud para comprobar la eficacia de las acciones preventivas.
CONCLUSIONES
1. La cantidad y variedad de los riesgos detectados en los Centros Hospitalarios son numerosos y variados debido principalmente a que abarca un amplio espectro de profesiones y actividades que suelen agruparse en dos, las sanitarias y no sanitarias.
2. Existen en los Centros Hospitalarios instalaciones susceptibles de riesgos, catalogándose la gran mayoría de ellos como riesgos bajos o medios, teniendo en cuenta la gravedad de los mismos y la probabilidad de producirse.
3. Se detectan gran cantidad de riesgos generales y específicos de la actividad desarrollada en el Servicio de Mantenimiento, la mayoría de ellos moderados con probabilidad media y consecuencias dañinas en caso de producirse, habiéndose fijado medidas preventivas para evitarlos.
4. Los Centros Hospitalarios gozan de medios de autoprotección y programas de mantenimiento adecuados, habiéndose fijado y descrito un plan de actuación ante emergencias y de autoprotección en este trabajo.
5. Es necesario reforzar la formación general y especifica en el ámbito del Centro Hospitalario para evitar en la medida de lo posible los riesgos detectados.
BIBLIOGRAFÍA
1. Ley 31/95, de 8 de Noviembre, ley de Prevención de Riesgos laborales.
2. Real Decreto 39/97, de 17 de Enero. Reglamento de Servicios de Prevención.
3. Cooper CL, Robertson IT, editors. International Review of Industrial and Organizational Psychology. Vol.19. Chichester: John Wiley & Sons; 2004.
4. World Bank. World Development Report: Investing in Health. New York: Oxford University Press; 1993.
5. World Bank. Las prioridades de la salud. Washington, DC: Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento – Banco Mundial; 2006.
6. García García, J.F., Salud Laboral y medio ambiente en centros hospitalarios. Experto en gestión de unidades clínicas. Instituto de Salud Carlos III, E.N.S. 2001:37-76.