CRITERIOS DE INCLUSIÓN
– Ensayos clínicos aleatoriamente controlados
– Estudios clínicos con validez contrastada y de utilidad actual
– Estudios sobre personas mayores de 18 años.
– Artículos publicados en español o inglés
– Artículos, Revisiones sistemáticas y Guías de práctica clínica (GPC) publicados con menos de 10 años
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN
– Artículos, Revisiones sistemáticas y GPC publicados con más de 10 años
– Las publicaciones en idioma distinto al español o inglés
– Estudios clínicos sin validez contrastada y de utilidad actual
– Estudios sobre pacientes menores de 18 años y mayores de 100
– Otras patologías distintas a las infecciones de transmisión sexual.
5- DISCUSIÓN
5.1-CONOCER LOS FACTORES DE RIESGO DE LAS ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL.
La especificación de la actitud sexual como factor de riesgo es difícil de conocer en el avance de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), si bien la promiscuidad, el número de parejas sexuales o el uso precario del preservativo, entre otros, son factores vinculados. Las investigaciones recientes sobre factores de riesgo en el crecimiento de ITS revelan como grupos diana a los adolescentes, homosexuales, también de colectivos vulnerables como las personas inmigrantes o las trabajadoras del sexo. (1)
Toda persona sexualmente activa está en riesgo de exponerse, en cierto grado, a una infección de transmisión sexual. Los factores que pueden aumentar ese riesgo incluyen:
5.1.1-Tener relaciones sexuales sin protección. La penetración vaginal o anal por una pareja infectada que no usa un preservativo de látex aumenta considerablemente el riesgo de adquirir una ITS. El uso equivocado o irregular de preservativos también puede aumentar tu riesgo.
El sexo oral puede ser menos peligroso, pero aun así las infecciones se pueden transmitir sin el uso de un preservativo de látex o un protector bucal. Los protectores bucales (piezas delgadas, cuadradas, de goma, fabricadas con látex o silicona) eluden el contacto piel con piel.
5.1.2-Tener relaciones sexuales con varias parejas. El riesgo es superior cuando tienes relaciones sexuales con más cantidad de personas. Así sean parejas esporádicas o relaciones monogámicas consecutivas.
5.1.3-Tener antecedentes de ITS. Si ya has tenido una ITS es mucho más fácil que tengas otra.
5.1.4-Cualquier persona forzada a tener una relación sexual o actividad sexual. Afrontar una violación o agresión puede ser muy difícil pero es importante hacer una consulta tan pronto como sea posible. Se ofrece análisis de detección, tratamiento, y apoyo emocional. (18)
5.1.5-El abuso de alcohol o el uso de drogas recreativas. El abuso de sustancias puede inhibir tu sentido común y predisponerte a tener comportamientos riesgosos.
5.1.6-La inyección de drogas. Compartir agujas propaga muchas infecciones graves, entre ellas, el VIH, la Hepatitis B y la Hepatitis C.
5.1.7-Ser joven. La mitad de las ITS ocurren en personas de 15 a 24 años.
5.1.8-Ser mujer adolescente. Las adolescentes aun no tienen el cérvix maduro, se encuentra en desarrollo y sus células están en constante cambio. Estas células inestables crean un ambiente propicio para el contagio de algunas infecciones como la clamidia y gonorrea.
Por otra parte, el cuerpo de la mujer adolescente es más chico y puede sufrir de pequeñas heridas durante el sexo con más facilidad.
5.1.9-Hombres que solicitan recetas para medicamentos que tratan las disfunciones eréctiles. Los hombres que piden a sus médicos recetas para ciertos medicamentos, como sildenafil (Viagra), tadalafil (Cialis) y vardenafilo (Levitra), tienen mayor riesgo de contraer una ITS.
5.1.10-Trasmisión de la madre al bebé. Ciertas infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea, la clamidiosis, el VIH y la sífilis, se pueden transmitir de la madre infectada al hijo durante el embarazo o el parto. Las ITS en niños pueden ocasionar problemas graves y pueden ser mortales. Todas las embarazadas deberían hacerse los análisis para detectar estas infecciones y recibir tratamiento. (7-8)
Es relevante conocer bien los factores de riesgo de las ITS, porque según datos de 2012 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre personas de 15 a 49 años sucedieron nuevos contagios de Chlamydia trachomatis (146 millones), Treponema pallidum (5 millones), Neisseria gonorrhoeae (51 millones) y Trichomonas vaginales (239 millones), sosteniéndose la prevalencia alta además para las ITS víricas, habiendo 291 millones de mujeres portadoras del virus del papiloma humano (VPH) y 417 millones contagiados por el virus del herpes simple (VHS) tipo 2. (2)
En 2014 36,9 millones de personas vivían con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y en el mismo año alrededor de 2 millones se infectaron con el mismo, siendo 1,2 millones de personas las que murieron de enfermedades relacionadas con el Sida. (3) La verdadera perspectiva de las ITS está infravalorada, debido a sus características y a los sistemas de declaración. La huella que generan y el hecho de que la mayoría se presenten de manera asintomática o subclínica, genera una menor detección de los casos.
En España, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) cuenta con el Sistema de Declaración Obligatoria (EDO). Las ITS con vigilancia epidemiológica de declaración numérica semanal son la sífilis, la sífilis congénita, la gonococia, Clamydia trachomatis y linfogranuloma venéreo, siendo el VIH declarado por sistemas característicos, aunque en algunos casos los registros se limitan a la comunidad autónoma y año. (4) Otra fuente de información es el Sistema de Información Microbiológica. Cabe destacar que en el periodo 1995-2001 hubo un descenso en las tasas de incidencia de sífilis (de 2,57 por 100.000 habitantes hasta 1,77 por 100.000 habitantes). Más adelante hubo un ascenso con una tasa de 7,64 por
100.000 habitantes en 2011, de manera que las tasas de sífilis superan a las de gonococia desde 2004. En 2012, fueron registrados por el Sistema de Información Microbiológica 776 casos de gonorrea, 1.033 de clamidias y 532 de herpes simple
(tipo 1 y 2 y no tipados), observándose que el grupo de edad más afectado fue el comprendido entre los 25 y 34 años. (5)
Unas de las comunidades autónomas que forma parte del Sistema de Información Microbiológica es Andalucía. En 2005 se creó un grupo de trabajo sobre ITS a nivel estatal, en el que participan 14 centros diagnósticos. Uno de ellos es el centro de ETS de Granada, situado en el Hospital de San Juan de Dios. De acuerdo con el informe del Grupo de trabajo sobre ITS, entre el periodo de 2005 a 2008 en Granada ocurrieron un total de 168 casos de ITS, 76 de sífilis y 94 de gonococia. (6)
5.1.11-Prevención
La OMS desarrolla la estrategia de que prevenir es la mejor manera de hacer frente a las necesidades de los y las jóvenes. Ambos precisan apoyo y ayuda de los adultos en todo lo que se refiere a educación sexual, información y eludir las conductas de alto riesgo en las relaciones sexuales.
Dar información a los y las jóvenes no es impulsar la promiscuidad, sino reforzar el respeto mutuo y las responsabilidades compartidas. En el momento en que se detecta un comportamiento de riesgo para las ITS en cualquier adolescente, es el momento de proceder valorando el riesgo real que tiene el joven de padecer una enfermedad y de transmitirla. Según nos revelan algunos estudios de esta manera, detenemos el daño a largo plazo que puede sobrevenir sobre su salud en todas las áreas y especialmente en la sexual y reproductiva. También resaltan algunos investigadores que es el momento de aconsejar conductas sexuales que preserven su salud y la de sus compañeros/as sexuales y de facilitar un estudio de contactos rápido y asequible. (9)
Por otro lado existen varias formas de evitar o reducir el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual según evidencian muchos estudios que hemos revisado.
Las estrategias de prevención recomendadas incluyen, además de evitar las conductas sexuales de alto riesgo, el incorporar prácticas sexuales protegidas o practicar sexo seguro (relaciones sexuales sin penetración, utilización del preservativo).
Es preciso informar sobre el gran beneficio protector del uso del preservativo en la prevención de todas las ITS, especialmente en la transmisión del SIDA. (9)
El preservativo masculino o femenino, utilizado desde el comienzo de cualquier relación genital, protege convenientemente la zona de exposición a cualquier elemento infeccioso, sea virus, bacteria o protozoo. Sin embargo quedan fuera de protección las áreas no cubiertas, vulva, región perianal, pubis, en las que el contagio se da por rozamiento de áreas no protegidas, como es el caso de: herpes vulvar, condilomas genitales, moluscum contagiosos, sarna o pediculosis pubis. ITS que, en cualquier caso, no han de quedar latentes, ya que son simplemente diagnosticables por su sintomatología y por ser visibles para el propio sujeto que las padece. (7-17)
Por otro lado se aconseja no tener relaciones sexuales vaginales y anales con parejas nuevas hasta que ambos se hayan realizado exámenes para detectar infecciones de transmisión sexual. El sexo oral es menos peligroso, pero también se aconseja usar un preservativo de látex o un protector bucal un trozo cuadrado y delgado de látex o silicona para evitar el contacto directo entre las membranas mucosas orales y genitales. Hay que tener en cuenta que no existe ningún buen examen para detección de herpes genital para cualquier tipo de sexo, y el examen para detección del virus del papiloma humano (VPH) no está disponible para hombres. (18)
La Vacuna de anticipación, antes de la exposición sexual, también es eficaz para prevenir ciertos tipos de infecciones de transmisión sexual. Hay vacunas disponibles para prevenir el Virus del Papiloma Humano (VPH), la hepatitis A y la hepatitis B.
Por otro lado Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacuna contra el VPH en niñas y niños de 11 y 12 años. Si no están totalmente vacunados a los 11 y 12 años, los CDC recomiendan que las niñas y mujeres de hasta 26 años y los niños y hombres de hasta 26 años obtengan la vacuna. (7-17)
Normalmente, la vacuna contra la hepatitis B se administra a recién nacidos, y la vacuna contra la hepatitis A se recomienda para los niños de 1 año. Las dos vacunas se recomiendan para sujetos que no estén inmunizados contra estas enfermedades y para aquellos que corran un mayor riesgo de infección, como los hombres que tienen sexo con hombres y aquellos que usan drogas intravenosas.
Por otra parte los profesionales aconsejan tomar Truvada a diario, según la indicación médica, y realizar análisis de seguimiento para VIH y la función renal. También utilizar Truvada únicamente junto con otras estrategias de prevención, como el uso del preservativo cada vez que se mantengan relaciones sexuales. (7-17)
5.2-DETERMINAR QUE TIPO DE POBLACIÓN ES MÁS VULNERABLE AL CONTAGIO DE LAS ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL.
En la actualidad no se habla de grupos poblacionales de riesgo sino de prácticas de riesgo para contraer una ITS y potencialmente multiplicarla. Se trata de esta forma de no apartar ni señalar a ninguna persona por su edad (adolescentes), opción sexual (homosexuales) o forma de sobrevivir (prostitución). Estas prácticas de riesgo se resumen en mantener relaciones genitales sin el uso del preservativo.
Por otra parte las fuentes revelan que no es el hecho biológico de ser adolescente lo que provoca una prevalencia mayor para las ITS, sino los condicionantes vitales, educacionales, culturales, sociales, psicológicos y sexuales que envuelven a los y las adolescentes y que estructuran sus prácticas sexuales. Se puede asegurar que las y los adolescentes son más vulnerables frente a las ITS porque saben muy poco sobre ellas, les falta información y la que tienen está limitada y con prejuicios, creen que sólo se contagian si tienen sexo con determinado estereotipo de persona. Usan preservativos irregularmente, ya que muchas de sus relaciones sexuales son espontáneas e inmediatas.
Las investigaciones nos confirman que comienzan relaciones sexuales cada vez más precozmente y tienen mayor riesgo de exposición porque cambian frecuentemente de pareja sexual. (9)
En algunas poblaciones inician las relaciones sexuales con adultos desconocidos y se confirma una frecuencia progresiva de abusos sexuales y violaciones entre mujeres jóvenes, adolescentes y niñas y niños. A todo esto hay que sumar que tienen más obstáculos que los adultos en buscar y encontrar un tratamiento efectivo, en asistir al médico que es igual que el de su familia a la que no quieren contarle los hechos, por lo que a menudo usan tratamientos sin control médico, que aconsejan sus amigos. También otro obstáculo al que deben enfrentarse es comunicárselo a la pareja y afrontar los hechos que rodean el contexto y sus consecuencias.
Por otro lado hemos comprobado que las mujeres jóvenes tienen circunstancias de género que facilitan la exposición y obstaculizan la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento efectivo.
Muchas mujeres no pueden determinar cuándo y cómo quieren tener relaciones sexuales con sus parejas, porque no tienen la facultad ni el poder de decisión. Son sus parejas los que deciden si usan o no preservativos. A esto se añaden otras circunstancias biológicas que hacen que las jóvenes sean más vulnerables a padecer ITS, a tratarse menos y a que las complicaciones y consecuencias sean más graves, porque el cerviz uterino es enormemente sensible en edades tempranas a la infección por Clamydia, virus del condiloma y gonococo, como se ha demostrado en estudios de prevalencia de VPH.
En las mujeres, muchas ITS son comúnmente asintomáticas o con síntomas clínicos muy agudos y los signos clínicos son indetectables por la propia mujer por estar situados en cérvix, como el VPH, o la gonococia, y en vagina, como las úlceras luéticas, a diferencia de los varones que tienen secreciones uretrales, condilomas y úlceras visibles en sus genitales. (10)
La contaminación de las ITS y, sobre todo, del SIDA se produce más sencillamente del hombre hacia la mujer que al contrario, porque en el coito el área de superficie de exposición es mayor para la mujer y está expuesta a los elementos patógenos durante más tiempo. (11)
Para Michel Sibidé director ejecutivo de la agencia de Naciones Unidas contra el Sida (ONUSIDA), el riesgo de contraer el virus por parte de mujeres adolescentes y jóvenes es «increíblemente peligroso» debido a que en diversos lugares del mundo las mujeres se enfrentan a una «amenaza triple»: están expuestas a un alto riesgo de transmisión, registran un bajo acceso a los tests de diagnóstico y tienen una mala adherencia al tratamiento.
Ariel Adaszko, coordinador del Área Estudios y Monitoreo, Dirección de Sida y ETS del Ministerio de Salud dice que, los adolescentes manifiestan un elevado grado del uso de métodos anticonceptivos, pero no tanto así de los preservativos.