Autoras: Jamilhé Naomi Prats Díaz, Rosario Calvo García, María Antonia López Bas
Cuando el paciente, en la consulta de ORL, es informado de que precisa este tipo de intervención, se le explica que se trata de una incisión en las partes blandas del cuello, que puede realizarse tanto con orientación longitudinal (por ejemplo, en el caso de una traqueotomía), transversal (si hablamos de una cirugía de tiroides y/o paratiroides) u oblicua (cuando se trata de linfadenectomía, cirugía vascular cervical,… de cuello) siguiendo en este caso el borde del músculo esternocleidomastoideo. Este primer acercamiento al paciente, invita siempre a afianzar una relación de confianza que se desarrollará en fases posteriores del proceso.
El tipo de incisión que se realiza para estas intervenciones se denomina Kocher.
La actuación de Enfermería en el hospital comienza ya con la llegada del paciente a la unidad. El paciente podría ingresar el mismo día de la intervención. Nosotras procederemos como se describe a continuación:
- Se recibe al paciente en la unidad de hospitalización y se comprueba que los datos corresponden fehacientemente con el paciente citado para ser intervenido. Se le facilita información sobre el funcionamiento de la unidad, horarios de visitas, información facultativa a familiares, etc. adjuntando siempre información escrita que permita la consulta en cualquier momento de la hospitalización.
- Se buscará un sistema de identificación inequívoca del paciente que no permita ningún tipo de error en los procesos de comprobación quirúrgica intraoperatoria.
- Se verifica que el paciente ha realizado un aseo prequirúrgico adecuado y que no ha ingerido alimento ni líquido de ningún tipo desde, al menos, ocho o doce horas previas.
- Se hace una toma de constantes y somatometría que se registrarán según esté establecido en el servicio correspondiente.
- Se cumplimenta un formulario de preintervención donde se confirma el ayuno, el aseo, la retirada de objetos metálicos, prótesis, la administración o no de premedicación, la administración o no de medicación habitual, etc.
- Se establecen los planes de cuidados prequirúrgicos que, básicamente son, “disminución de la ansiedad” y “preparación quirúrgica”
- Se administra la medicación previa a la intervención si estuviese indicada.
- Se traslada el paciente al antequirófano informando a los familiares de la ubicación constante del paciente y permitiendo el acompañamiento hasta el quirófano donde se les indicará la zona de espera y el protocolo de información postquirúrgica.
- Se traslada la HCE (si la hubiese) al antequirófano.
Una vez finalizada la intervención, el paciente pasa a la URPA (Unidad de Recuperación Post Anestésica) o a la Unidad de Reanimación según corresponda o según protocolo del hospital. Allí permanecerá el tiempo que el anestesista considere oportuno. Cuando el paciente esté estable, será dado de alta en dicho servicio y volverá a la planta de hospitalización donde ingresó. Empieza de nuevo nuestra actividad:
- Recibir al paciente procedente de URPA o REA recogiendo la información precisa a través de la valoración, observación y entrevista necesarias.
- Cumplimentar el formulario de postintervención reflejando consciencia, orientación, si es o no portador de drenajes, de catéteres, de sondas, si presenta apósitos, etc.
- Se hace una toma de constantes que se registrarán según normas del servicio.
- Finalizar los cuidados preintervención que habíamos establecido a su ingreso y los de postintervención que habrán abierto en la unidad de recuperación.
- Establecer nuevos planes de cuidados tras una nueva valoración acorde con el formato del centro y que permita recoger la máxima información posible. Concretamente los referidos al riesgo de infección como consecuencia de la existencia de un acceso venoso periférico: “mantenimiento del acceso venoso”, “cambio del sistema de infusión-llaves”, “cambio de conector” y “manejo del dolor”. Y los referidos a la curación de heridas por primera intención: “cuidado del sitio de incisión”, “retirada de puntos de sutura”, “control de infecciones”.
- El paciente podrá levantarse y deambular
- Iniciará tolerancia oral transcurridas 6 horas desde su llegada a URPA o REA comenzando con una dieta de transición que se irá progresando.
- Cuando la tolerancia oral es positiva, se retira sueroterapia permaneciendo el acceso venoso.
Al día siguiente, primer día del postoperatorio, junto con el otorrino, nuestra labor consiste en:
- Curar la herida quirúrgica y registrar dicha cura según protocolo del servicio. Aquí registraremos si la herida necesita seguimiento para que sea atendida en su centro de atención primaria.
- Retirar el catéter de acceso venoso.
- Dar por concluidos los cuidados de Enfermería “mantenimiento del acceso venoso”, “cambio del sistema de infusión-llaves”, “cambio de conector” y “manejo del dolor”.
- Mantener activos los cuidados de Enfermería: “cuidado del sitio de incisión”, “retirada de puntos de sutura” y “control de infecciones” para que puedan verse de alguna manera en el informe de alta y que su enfermera de atención primaria pueda realizar una continuidad de cuidados.
- Realizar el informe de cuidados de Enfermería postquirúrgicos al alta
- Imprimir el informe de cuidados de Enfermería donde se harán constar los cuidados que el paciente precisará por parte de su enfermera de atención primaria (curas, retirada de suturas,…) y entregar al paciente antes de abandonar el servicio comprobando su entendimiento.
BIBLIOGRAFÍA
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