LA PATOGENICIDAD DE LOS MICROORGANISMOS

Incluido en la revista Ocronos. Vol. V. Nº 11–Noviembre 2022. Pág. Inicial: Vol. V; nº11: 111

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Autor principal (primer firmante): Elena Sánchez Contreras

Fecha recepción: 18 de octubre, 2022

Fecha aceptación: 14 de noviembre, 2022

Ref.: Ocronos. 2022;5(11) 111

Autoras

  1. Elena Sánchez Contreras
  2. Nayua Mohamed Amar

Categoría: Técnicos de laboratorio de diagnóstico clínico

Introducción

La destrucción, disminución e inhibición de los microorganismos son muy importantes en patología infecciosa. En el medio ambiente en el que se encuentran, están presentes agentes físicos y químicos que también pueden interaccionar. La eficacia del método o del producto está íntimamente relacionada con otros factores como, la composición y tamaño de la población de microorganismos, la concentración alcanzada por el agente químico, la intensidad de actuación del agente físico, la duración de la exposición o de la localización de la población microbiana a destruir.

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La población habitual de microorganismos que forman la flora microbiana del interior y exterior de nuestro cuerpo, se encuentra en un estado permanente de equilibrio para evitar y neutralizar los mecanismos de defensa del huésped. La ruptura de este equilibrio puede estar asociada con una disminución de la inmunocompetencia del huésped.

Dependiendo de su acción patógena podemos dividir a los microorganismos en patógenos o no patógenos, según sean capaces o no de producir enfermedad infecciosa.

Los patógenos se subdividen, a su vez, en verdaderos o estrictos y potenciales u oportunistas.

 Microorganismos patógenos estrictos

Tienen la capacidad de colonizar y producir una enfermedad en el huésped considerados normales. Éstos pertenecen a los microorganismos patógenos clásicos (Salmonella, Brucella, etc).

  • Características:

Proceden de una fuente exógena

Su acción patógena es debida a factores del propio microorganismo

Producen un cuadro clínico infeccioso más o menos específico, que ayuda a su diagnóstico o tratamiento.

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 Microorganismos oportunistas

Necesitan una alteración de las condiciones normales del huésped que provocan un aumento de la susceptibilidad de éste para que sean capaces de producir una enfermedad.

  • Características:

Provienen de una fuente endógena.

Su acción patógena se debe, sobre todo, a las condiciones deficitarias del huésped.

Producen un cuadro atípico añadido al proceso o estado de la persona enferma.

Cada vez se dan con más frecuencia y son los responsables de la mayor parte de las enfermedades nosocomiales.

Las enfermedades infecciosas se clasifican en:

  1. Tóxicas
    La bacteria coloniza la herida, pero penetra en los tejidos subyacentes, como el tétanos.
  2. Invasivas
    El principal factor de virulencia por parte de la bacteria es la producción de una cápsula que la defiende de la fagocitosis y permite la invasión del sistema circulatorio y el acceso a las meninges, como por ejemplo la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b.
  3. Mixtas
    El principal factor de virulencia es la alfa toxina producida por Clostridium perfringens, que le permite continuar la invasión de los tejidos circundantes, la multiplicación y la producción de más toxinas, un ejemplo sería la gangrena gaseosa.

Se puede considerar, que a día de hoy todas las enfermedades infecciosas son de tipo mixto.

En la mayoría de los casos, aquellas personas que han desarrollado una enfermedad transmisible y se recuperan de ella, se hacen inmunes a ese agente infeccioso. De modo que, no volverán a padecer una reinfección por el mismo microorganismo. Esta respuesta natural a la exposición de agentes infecciosos se ha conseguido reproducir artificialmente con el uso de vacunas, de uso sistemático.

Hay que resaltar que una infección no lleva siempre a producir enfermedad infecciosa, una persona puede ser portadora asintomática, dependerá del estado inmunitario del huésped que la persona desarrolle o no la enfermedad.

La virulencia será la unidad que nos servirá para poder cuantificar el grado de patogenidad. Los factores de virulencia son estrategias o productos bacterianos que contribuyen a la virulencia.

Factores determinantes de la acción patógena

La acción patógena de un microorganismo es compleja y para que se produzca requiere la acción coordinada de los factores de virulencia.

Los mecanismos por los que el microorganismo desarrolla su acción patógena son:

  • Adherencia o fijación.

Los microorganismos para poder iniciar la colonización del huésped, tienen que adherirse a las células e invadir el epitelio para producir una infección. Dicha adherencia es una propiedad que sólo tienen algunos de ellos, constituyendo unos de los factores más importantes de la colonización.

  • Penetración en el huésped.

El microorganismo ha de penetrar en el huésped, las bacterias en la mayoría de los casos necesitan penetrar en el huésped y atravesar el epitelio defensivo cutáneo- mucoso.

Según esta capacidad de penetración los clasificaríamos en microorganismos sin capacidad de penetración, con capacidad de penetración pasiva y con capacidad de penetración activa.

  • Multiplicación

Una vez que los microorganismos han traspasado el epitelio, necesitan obtener los elementos nutritivos del huésped para poder multiplicarse e invadir el organismo, si no los encuentran, no podrán multiplicarse, ni producir la infección.

Una vez dentro del huésped podemos observar tres tipos de comportamientos en los microorganismos: extracelulares, intracelulares e intracelulares obligados.

  • Invasión

Durante el curso de su multiplicación, los microorganismos patógenos producen como consecuencia de su metabolismo, distintas sustancias y enzimas, las cuales favorecen la expansión de la infección. La cual se extenderá por el organismo por contigüidad, vía linfática, sanguínea, nerviosa o por el líquido cefalorraquídeo.

  • Capacidad de lesionar

Lo que caracteriza a los microorganismos patógenos es la alteración que provocan a nivel celular y tisular, estas pueden ser producidas directamente por la formación de sustancias toxicas o indirectamente, como consecuencia del proceso inflamatorio.

Estas sustancias serían las exotoxinas y las endotoxinas.

Bibliografía

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  3. Rosethal Pfaller, M. Microbiología Médica. 7ª Edición. Madrid: Editorial Elsevier; 2017.
  4. Lopardo HA. Fagoterapia: la multirresistencia nos obliga a revisar el pasado. Revista Argentina de Microbiología. 1 de enero de 2017; 49(1)-2.