Lactancia materna: cuidando a las mamás

Autora: Inés Camelia Ardao Sánchez

La práctica de la lactancia materna, no es un camino de rosas, sino más bien conlleva una serie de dificultades que la madre y su familia no siempre pueden resolver por sí mismas. Es por ello, que un paso importante para promover la lactancia materna, es mejorar los conocimientos y actitudes de los profesionales sanitarios, ya que éstos tienen un papel fundamental en la promoción de la lactancia materna. Asimismo, debemos de sensibilizar a las madres sobre las ventajas de este tipo de lactancia y transmitirles confianza en su capacidad de amantar.

En este sentido, para conseguir una lactancia satisfactoria se debe de tener en cuenta que la madre debe de “querer” dar el pecho y estar firmemente convencida de ello, que el inicio sea precoz, adoptar una posición adecuada y debe de ser a demanda y exclusiva.

Durante el embarazo, la mayoría de las mujeres saben que la leche materna es el mejor alimento para sus bebés, por lo tanto, los profesionales debemos de dar la información correcta y apoyo. En este sentido es muy importante escuchar a la mujer para que exprese sus dudas, puesto que algunas mujeres pueden abandonar la lactancia por miedo a que su leche no sea de suficiente calidad.

Dentro del análisis de la lactancia materna, como profesionales sanitarios debemos de considerar tres puntos claves a tener en cuenta: el embarazo, el puerperio y los primeros meses. Desde esta perspectiva, señalaremos brevemente los aspectos claves a tener en consideración.

La lactancia materna es un proceso fisiológico, es por ello que no existe necesidad de preparar el pecho ni durante el embarazo, ni después del parto. De esta manera, debemos de recomendar a las madres que eviten el uso de jabones, pomadas y excesivas manipulaciones. De igual forma, los pezones no necesitan ningún cuidado especial, y además, aún tenido los pezones planos o invertidos es posible dar el pecho.

En cuanto el puerperio, es un periodo en el que muchas de las mamás tienen miedo a que su leche sea demasiado “aguada”, por lo tanto, debemos de tranquilizarla, dejar que exprese sus dudas y explicarle la variación en la composición de la leche.

En segundo lugar, debemos de valorar, junto con la mujer, posibles alternativas y “planificar” su nueva vida intentando descansar cuando el bebé lo haga de día o de noche. En este sentido, explicaremos a la mujer que las tomas nocturnas se irán espaciando a medida que el bebé crece, sin olvidar que la descarga de prolactina en las tomas nocturnas es mayor que por el día, y que esta sustancia es responsable de la producción de leche. Asimismo, en caso de no tener suficiente leche, se debe de aumentar el número de tomas, tanto de día como de noche, dejando que mamé todo el tiempo que quiera hasta que vacíe el pecho. En dos o tres días aumentará la producción de leche. Evitar cualquier otro tipo de líquido.

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En tercer lugar, es esencial tratar el dolor de pecho para el alivio de la mujer y facilitar la continuación de la lactancia. La mama dolorosa es la queja más habitual durante este periodo. La mayoría de las veces, no hay una razón médica para abandonar la lactancia.

Y para concluir este periodo, debemos incidir en una posición cómoda, recurrir a cojines, taburetes etc… Enseñarle distintas posturas para amamantar para que elija con cual se siente más cómoda.

Durante los primeros meses, la madre y el bebé han de permanecer estrechamente unidos. La succión frecuente del pecho, y la proximidad de la madre son fundamentales para conseguir una buena producción de leche y una mejor adaptación del recién nacido. Debemos de sugerir a la madre que evite todo tipo de chupetes y tetinas durante las primeras semanas, y ofrecer el pecho cada vez que lo pida. De esta manera evitaremos que se niegue a mamar y aseguraremos un buen agarre de pecho.

La OMS recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los seis primeros meses. La introducción de alimentación complementaria no ha de suponer la interrupción del amamantamiento.

Frente a este periodo, un gran número de mujeres dejan de mamar al reiniciar su actividad laboral. Por lo tanto, debemos de explicarle la posibilidad de mantener las tomas en las que ella esté presente; tener leche extraída y conservarla adecuadamente, si las circunstancias lo permiten, que alguien le acerque el bebé al trabajo; compartir tareas domésticas, y sobre todo, sentirse bien consigo misma cualquiera que sea su decisión.

Para finalizar con lo propuesto, asesoraremos a la mujer que la leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su bebé. La lactancia es beneficiosa para el bebé, la madre y la sociedad, en todos los países del mundo.

Es importante dar el pecho lo más pronto posible tras el parto para estimular la producción de leche, así como encontrar una postura cómoda tanto para la madre como par el bebé.

Y, por último, asesoraremos a la madre sobre la extracción y conservación de la leche y sobre los cambios y dificultades que se puede llegar a encontrar.

Bibliografía

Díaz, C., Riaño, I., Rodríguez, R., Palencia, Z., Candás M.A. (2003). Lactancia Materna. Guía para profesionales sanitarios. Gobierno del Principado de Asturias.

Díaz, C., Riaño, I., Rodríguez, R., Palencia, Z., Candás M.A. (2003). Lactancia materna. Guía para madres. Gobierno del Principado de Asturias.

Matesanz, J.L., Fernández, J.M., Solís, G. ABC del primer mes de vida. Una guía para padres. Gijón. Hospital de Cabueñes; 1997.

OMS. Relactación. Revisión de la experiencia y recomendaciones para la práctica. Ginebra: OMS; 1998.