Incluido en la revista Ocronos. Vol. V. Nº 5–Mayo 2022. Pág. Inicial: Vol. V; nº5: 52
Autor principal (primer firmante): Laura Vallejo Gracia
Fecha recepción: 17 de abril, 2022
Fecha aceptación: 11 de mayo, 2022
Ref.: Ocronos. 2022;5(5) 52
Autores:
- Laura Vallejo Gracia – TCAE
- Inmaculada del Pozo Peña – TCAE
- Rocío Beltrán Díez – TCAE
- Álvaro Alonso Rubio – TCAE
- Ana María del Arco Bravo – TCAE
- Surelys Rodríguez Zamora – TCAE
Palabras clave:
Infecciones, hospitales, nosocomiales.
Resumen
Las infecciones nosocomiales son también llamadas infecciones hospitalarias. Son enfermedades infecciosas que el paciente adquiere durante su hospitalización y que inicialmente no tenía.
La OMS las definió como cualquier enfermedad de origen microbiano, reconocida desde el punto de vista clínico, que afecta a los pacientes, como consecuencia de su estancia en el hospital o tras ser atendidos para un tratamiento.
Las infecciones nosocomiales prolongan, por término medio, la estancia en el hospital de 5 a 10 días, lo que lleva asociado un incremento adicional del gasto sanitario como consecuencia de los tratamientos antimicrobianos, las pruebas diagnósticas complementarias, las posibles reintervenciones quirúrgicas, el ingreso en la UCI, etc.
Introducción
Las infecciones nosocomiales constituyen uno de los problemas de salud pública más relevantes y trascendentes en los países desarrollados, ya que son una causa importante de morbilidad y mortalidad que ocasiona elevados costes económicos y sociales.
Los hospitales grandes y universitarios presentan una porción más elevada de infecciones que en los hospitales pequeños.
Como consecuencia es necesario realizar un estudio estadístico para determinar su frecuencia y posteriormente aplicar las medidas preventivas más adecuadas.
La lucha contra las infecciones nosocomiales comprende las siguientes acciones:
- Vigilancia epidemiológica: para determinar la tasa de infección endémica, conocer los factores de riesgo y otras características de las infecciones nosocomiales.
- La aplicación de medidas de prevención y control, siguiendo las recomendaciones prescritas por el servicio de medicina preventiva.
Los servicios de medicina preventiva son los encargados de efectuar la vigilancia epidemiológica y recoger y elaborar información sobre los niveles y tasas de infección.
Cualquier paciente ingresado en un hospital es candidato a padecer una infección nosocomiales ya que generalmente están sometidos a tratamiento y cuidados terapéuticos, en ocasiones cruentos e invasivos, que suponen un riesgo para su sistema inmunológico. Por lo tanto, los factores de riesgo son aquellos condicionantes que aumentan la posibilidad de que los pacientes hospitalarios padezcan una infección nosocomiales. Pueden ser de dos tipos y cuando se combinan el riesgo de padecer infecciones nosocomiales aumenta considerablemente. Tipos:
- Factores de riesgo intrínseco: son inherentes al propio paciente y difíciles de modificar. Están relacionados con las características fisiológicas y la situación clínica del paciente.
- Factores de riesgo extrínseco: son factores exógenos relacionados con aspectos médicos u hospitalarios. Se derivan de la actividad propiamente asistencial, en la que pueden incluirse la aplicación de técnicas diagnósticas y terapéuticas y el tratamiento con antibióticos o con fármacos inmunodepresores.
Las infecciones más frecuentes según EPINE 2015 son: quirúrgicas, respiratorias, urinarias y bacteriemias.
Las infecciones respiratorias son las segundas tanto en gravedad como en tasa de mortalidad. Afectan sobre todo a los pacientes de las unidades de vigilancia intensiva, posquirúrgicos, inmunodeprimidos, etc. Los factores de riesgo extrínseco más significativos son:
- Los derivados del uso de los anestésicos.
- La inhibición del reflejo de la tos y la baja movilidad de la musculatura respiratoria durante la intubación respiratoria.
- La intubación orotraqueal.
- La broncoscopia.
- La traqueotomía y la ventilación mecánica.
Las infecciones urinarias constituyen la causa aislada más frecuente de sepsis por bacterias Gram negativas. Muchas veces son asintomáticas, por lo que pueden pasar inadvertidas. Los factores de riesgo más importantes son:
- Cateterismo vesical.
- Tratamiento con antibióticos.
- Susceptibilidad del paciente.
Se produce cuando los microorganismos acceden al tracto urinario como consecuencia de arrastre mecánico de los microorganismos en la inserción de la sonda, unión de la sonda con el tubo de drenaje y por la contaminación de la bolsa recolectora.
El uso de sistemas de drenaje cerrado es la principal medida preventiva.
Las infecciones de la herida quirúrgica son las que aparecen con mayor frecuencia en las unidades quirúrgicas, donde plantean graves problemas de morbilidad y mortalidad. Llegan a ser las de mayor incidencia; la frecuencia aumenta en función del tipo de cirugía practicada. En su mayoría se adquieren en el acto operatorio; las cirugías contaminadas y sucias son las que presentan un mayor riesgo de infección de la herida.
Las bacteriemias han aumentado de forma significativa en el transcurso de los últimos años. Una gran parte son secundarias a focos infecciosos localizados en el tracto urinario, la herida quirúrgica o las vías respiratorias. Sin embargo, hay otras primarias, en las que se incluyen las asociadas al uso de dispositivos intravasculares.
Es fácil comprender la existencia de bacteriemias relacionadas con el cateterismo venoso o arterial, si se tiene en cuenta que estos procedimientos posibilitan el acceso de microorganismos de origen cutáneo directamente a la circulación sanguínea.
Conclusiones
La eliminación total de las infecciones nosocomiales es imposible, estas podrían reducirse hasta un 40% si se adoptasen las medidas de prevención adecuadas para cada paciente de riesgo.
En todos los hospitales deben establecerse las actividades que sean efectivas y eficientes para lograr la mejor vigilancia, prevención y control (VPC) de las infecciones nosocomiales. Además, deben organizarse implicando a todos los servicios asistenciales a través de las comisiones de infecciones, sensibilizando y formando de manera continuada a todo el personal sanitario.
Bibliografía
- Evangeline Pérez de la Plaza y Ana M.ª Fernández Espinosa. Libro del opositor.