Infarto cerebral

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 8–Agosto 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº8: 331

Autor principal (primer firmante): Ioana Radu

Fecha recepción: 31 de julio, 2023

Fecha aceptación: 26 de agosto, 2023

Ref.: Ocronos. 2023;6(8) 331

Autores:

  1. Ioana Radu
  2. Yasmina Cester Gracia
  3. Carmen Portero Llarena
  4. Ana Cristina Roman Roman
  5. Shirley Yessenia Sevillano Amasifuen de Canelo
  6. Vanesa Álvarez Álvarez

Categoría: TCAE

Palabras clave: infarto cerebral, placa, trombosis, ateroma, anticoagulante, isquémico

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Introducción

En este artículo explicaremos a que se le conoce como infarto cerebral, que personas tienen más probabilidades a sufrirlo y cuáles son las causas, que debemos evitar para bajar las posibilidades de sufrir dicha patología y que o cuales son las opciones de tratamientos una vez sufrido dicho infarto.

Desarrollo

El infarto cerebral o accidente cerebrovascular (ACV) se da cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se ve interrumpido, lo que ocasiona daño en el tejido cerebral debido a la falta de oxígeno y nutrientes.

Esta interrupción del flujo sanguíneo puede ocurrir debido a la obstrucción de una arteria cerebral por un coágulo sanguíneo (infarto cerebral isquémico) o a la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro (hemorragia cerebral).

El infarto cerebral isquémico es el tipo más común de infarto cerebral y se da cuando un coágulo o una placa de ateroma tapona una arteria cerebral, complicando la circulación de flujo de sangre.

Esto puede ocurrir por la formación de un coágulo en el mismo lugar (trombosis) o a la migración de un coágulo desde otra parte del cuerpo (embolia).

Factores de riesgo

Si bien el riesgo de sufrir un infarto cerebral aumenta con la edad, los infartos cerebrales pueden ocurrir a cualquier edad, incluso en personas jóvenes.

Sin embargo, es cierto que el riesgo se incrementa con el envejecimiento. La mayoría de los infartos cerebrales ocurren en personas mayores de 65 años.

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Los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir un infarto cerebral isquémico son:

  • La hipertensión arterial
  • La diabetes
  • El colesterol alto
  • El tabaquismo
  • La obesidad
  • La fibrilación auricular
  • El consumo de alcohol
  • Falta de actividad física
  • Historial familiar

Debemos de tener en cuenta los factores de riesgo que pueden ser modificables a través de cambios en el estilo de vida y el control médico adecuado.

Adoptar hábitos saludables, como mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, controlar la presión arterial y el colesterol, no fumar y no consumir alcohol, puede ayudar a reducir el riesgo de infartos cerebrales en cualquier edad.

Diagnóstico

Si se tienen factores de riesgo o se presentan síntomas relacionados con el cerebro, es importante buscar atención médica para una evaluación adecuada y un manejo apropiado de los factores de riesgo puesto que un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a marcar una diferencia significativa en el pronóstico y la prevención de complicaciones.

La hemorragia cerebral, por otro lado, ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro. Esto puede ocurrir por la rotura de un aneurisma cerebral, la hipertensión arterial no controlada, el uso de anticoagulantes o trastornos de la coagulación de la sangre.

Síntomas

Los síntomas del infarto cerebral pueden ser variables según la región del cerebro afectada, pero pueden incluir:

  • Debilidad o parálisis en un lado del cuerpo
  • Dificultad para hablar o entender el lenguaje
  • Pérdida de visión en uno o ambos ojos
  • Dificultad para caminar
  • Mareos
  • Dolor de cabeza intenso
  • Cambios en la coordinación o el equilibrio

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo (hemorrágico o isquémico) y la causa del infarto cerebral, pero puede incluir la administración de medicamentos para disolver coágulos, la cirugía para reparar vasos sanguíneos dañados, el control de la presión arterial y otros tratamientos para prevenir complicaciones y promover la recuperación.

Es fundamental que el tratamiento y la atención sean proporcionados por un equipo médico especializado en enfermedades cerebrovasculares, como neurólogos, neurocirujanos y otros profesionales de la salud.

El tratamiento se adaptará a las necesidades y condiciones específicas de cada individuo, y se enfocará en la prevención de complicaciones, la rehabilitación y la promoción de la recuperación y la calidad de vida a largo plazo.

Conclusión

Es importante buscar atención médica de emergencia si se sospecha de un infarto cerebral, ya que el diagnóstico y el tratamiento tempranos son cruciales para minimizar el daño cerebral y mejorar el pronóstico.

Bibliografía

  1. https://medlineplus.gov/spanish/stroke.h tml
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  3. https://ri thmi.com/que-es-un-ictus/
  4. https://es.w ikipedia.org/w/index.php?title=Infarto _cerebral&oldid=147888051
  5. https://www. mayoclinic.org/es/diseases-conditions/ stroke/symptoms-causes/syc- 20350113
  6. https://baptisthealth.net/es/ba ptist-health-news/with-strokes-every-m inute-matters