La importancia de una adecuada iluminación en el puesto de trabajo del personal administrativo

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 7–Julio 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº7: 69

Autor principal (primer firmante): Rocío García Arviza

Fecha recepción: 17 de abril, 2023

Fecha aceptación: 7 de julio, 2023

Ref.: Ocronos. 2023;6(7) 69

Autores:

  1. Rocío García Arviza.
  2. Patricia Fernández González.      
  3. María García Acebal.

Categoría profesional:

Auxiliar administrativo

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Resumen

La iluminación del puesto de trabajo es un factor que puede incidir tanto positiva como negativamente sobre la salud directa de los/as trabajadores/as, de ahí la necesidad de destacar su importancia dentro del ámbito de la prevención de riesgos laborales.

En este artículo abordaremos diversos aspectos a considerar para la adecuada iluminación del puesto de trabajo, centrándonos en el personal que ejerce funciones administrativas en el ámbito de la administración pública.

Desarrollo

El ser humano tiene una gran capacidad de adaptación a los diferentes niveles lumínicos a los que está expuesto pero una iluminación inadecuada en su puesto de trabajo puede afectar negativamente a su capacidad de atención y alerta.

La actividad laboral en general, y el trabajo administrativo en particular, para que pueda desarrollarse de una forma eficaz, precisa que la luz (característica ambiental) y la visión (característica personal) se complementen, ya que se considera que el 50% de la información sensorial que recibe el hombre es de tipo visual, es decir, tiene como origen primario la luz.

Una correcta iluminación del lugar de trabajo donde el personal administrativo desempeña sus tareas potenciará la productividad, mejorará la motivación y ayudará a reducir el absentismo.

En cambio, un ambiente con un nivel de iluminación bajo, un contraste insuficiente, brillos excesivos o destellos pueden ser causa, además de un bajo rendimiento laboral del personal administrativo, de diversos daños producidos a la salud. Estos daños pueden ser pasajeros o bien convertirse en crónicos y los podríamos clasificar en:

  • Trastornos de carácter visual. Se le exige al sistema visual un esfuerzo extra que podría suponer la aparición de la fatiga visual y, con el tiempo, una reducción de la capacidad visual.

  • Daños no visuales. Las malas condiciones de iluminación pueden producir fatiga y su persistencia en el tiempo puede generar dolores de cabeza, cansancio, irritabilidad, estrés si los datos que se manejan son muchos o críticos, etc.

    Dentro de los daños de carácter no visual, adquieren gran importancia los trastornos musculoesqueléticos, que se originan por la adopción de malas posturas por parte del trabajador o la trabajadora. En muchas ocasiones, se deben al intento de compensación de una iluminación deficiente, deslumbramientos, bajos niveles de iluminación, etc.

Para poder prevenir los problemas anteriormente descritos es importante adoptar una serie de medidas preventivas como las que se enumeran a continuación:

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  • Incrementar la luz natural siempre que sea posible, ya que posee mejores cualidades que la artificial.
  • Usar colores claros para las paredes y techos cuando se requiera mayor nivel de iluminación.
  • Iluminar escaleras, zonas de paso, rampas, pasillos y áreas comunes.
  • Eliminar las superficies brillantes, el deslumbramiento directo y evitar que la luz solar se proyecte directamente sobre las superficies de trabajo.
  • Emplear iluminación artificial cuando no sea posible la natural y también para complementar el nivel de iluminación insuficiente proporcionado por la luz diurna.
  • Realizar un mantenimiento periódico de las luminarias: limpieza de estas y sustitución de las lámparas fuera de servicio.
  • Emplear persianas, estores o cortinas que ayuden a controlar la radiación solar directa.

La adecuada iluminación, aunque aparentemente es un factor fácil de identificar y de valorar, tiene una gran complejidad, especialmente para conseguir una adecuada intervención en caso de que no estén correctamente diseñados los lugares y puestos de trabajo del personal administrativo.

En ocasiones, la percepción subjetiva del nivel de iluminación de un ambiente de trabajo no se corresponde con la realidad. Para medir el nivel de iluminación real de un ambiente se utiliza un equipo denominado luxómetro el cual mide la intensidad de la luz en luxes (lx) que es la unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades para el nivel de iluminación.

La normativa sobre iluminación de lugares de trabajo en España viene desarrollada en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

Esta legislación hace referencia entre otros aspectos a los niveles mínimos de iluminación en los lugares de trabajo, concretamente en el anexo IV de dicha normativa se indica que los niveles de iluminación deben distribuirse de manera uniforme y se establecen unos valores mínimos que varían en función del lugar y las exigencias visuales de las tareas desarrolladas:

  • Puestos de bajas exigencias visuales: 100 lux mínimos.
  • Puestos con exigencias visuales moderadas: 200 lux mínimos.
  • Puestos con exigencias visuales altas: 500 lux mínimos.
  • Puestos con exigencias visuales muy altas: 1.000 lux mínimos.

Ajustándose a lo establecido en el mencionado Anexo IV, en los locales de trabajo donde desarrolle sus trabajos el personal administrativo deberán cumplirse, en particular, las siguientes condiciones:

  • La iluminación de cada zona o parte de un lugar de trabajo deberá adaptarse a las características de la actividad que se efectúe en ella, teniendo en cuenta:
    1. Los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores dependientes de las condiciones de visibilidad
    2. Las exigencias visuales de las tareas desarrolladas.

  • Siempre que sea posible, los lugares de trabajo tendrán una iluminación natural, que deberá complementarse con una iluminación artificial cuando la primera, por sí sola, no garantice las condiciones de visibilidad adecuadas.
    1. La iluminación de los lugares de trabajo donde lleve a cabo sus trabajos el personal administrativo deberá cumplir además las siguientes condiciones:
    2. Debe existir una uniformidad de la iluminación, es decir, el nivel de iluminación en los alrededores debe estar en relación con el nivel existente en el área de trabajo.
    3. Se procurará un equilibrio de luminancias, unos niveles y contrastes de luminancia adecuados a las exigencias visuales de la tarea, evitando variaciones bruscas de luminancia dentro de la zona de operación del trabajador/a y entre ésta y sus alrededores.
    4. Se evitarán los deslumbramientos directos producidos por ejemplo por la luz solar así como los indirectos producidos por reflejos
    5. Es importante que exista un equilibrio de luz difusa y direccional, para percibir la forma, el relieve y la textura de los objetos.

Palabras clave:

Iluminación, puesto de trabajo, luxómetro, lux, iluminación natural, iluminación artificial, deslumbramientos, fatiga visual.

Conclusiones

A modo de conclusiones, incidir en que la iluminación es una parte fundamental en el acondicionamiento ergonómico de los puestos de trabajo del personal administrativo.

Analizar adecuadamente las características que deben disponer los sistemas de iluminación, la adaptación a las tareas a realizar y las características individuales, son aspectos fundamentales que se deben considerar.

Bibliografía

  1. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. RD 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
  2. Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). “La importancia de una buena iluminación en el trabajo”.
  3. REY MARTÍNEZ, Francisco Javier; CEÑA CALLEJO, Rafael Edificios saludables para trabajadores sanos: calidad de ambientes interiores. Parte 1 Junta de Castilla y León. Consejería de Economía y Empleo