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La alergia estacional, que se desencadena tanto en primavera como en verano, se debe a al aumento de los niveles de polen en el ambiente. Con todo, también hay personas que padecen otro tipo de alergias vinculadas a la alimentación, la exposición al sol, los ácaros o el cloro, entre otros ejemplos. En todos los casos es necesario obtener un diagnóstico médico de alergias mediante la realización de pruebas en un laboratorio clínico con el objetivo de detectarlas a tiempo. Unilabs, es una de las empresas de diagnóstico más grandes de Europa y la única en España que ofrece las 3 especialidades del diagnóstico, análisis clínicos, diagnóstico por imagen y patología.
Las alergias más comunes durante el verano
Durante el verano, los insectos son un riesgo para aquellas personas que presentan una alta sensibilidad a sus picaduras. Por ello, dado que la reacción alérgica a una picadura puede llegar a ser mortal, es aconsejable que las personas con una alta sensibilidad a las picaduras de insectos consulten a su alergólogo para saber si es necesario que lleven consigo epinefrina cuando realicen escapadas al aire libre durante al verano.
Asimismo, durante esta época del año también aumenta la incidencia de las alergias alimentarias, puesto que es cuando más se frecuentan los barres y los restaurantes. En este sentido, se calcula que 7 de cada 10 reacciones alérgicas a alimentos se producen cuando se come fuera de casa.

El cloro de las piscinas es otro de los elementos que más alergias produce durante el verano, llegando a ocasionar cuadros de asma en las personas más sensibles a sus efectos. Igualmente, también hay personas que presentan reacciones al sol. En este sentido, el consumo de ciertos medicamentos como los antiinflamatorios y los antibióticos o el uso de perfumes y otros productos que contienen alcohol pueden aumentar las posibilidades de desarrollar una mayor sensibilidad a los rayos solares.
La importancia de detectar las alergias a tiempo
Detectar las alergias a tiempo mediante la realización de una prueba en un laboratorio clínico líder en diagnósticos es uno de los aspectos más importantes a la hora de combatirlas. De hecho, una identificación precisa y temprana de las alergias puede mejorar considerablemente la calidad de vida de aquellas personas que las padecen.
La única forma de diagnosticar una alergia es provocando que se manifieste, por lo que las pruebas parten de la puesta en contacto de la persona con los posibles alérgenos implicados. Generalmente, los métodos más utilizados son cutáneos, por lo que las reacciones de los alérgenos se producen en la propia piel.
Las pruebas cutáneas más comunes son las conocidas como prick-tests. Con todo, también existen otras tipologías de pruebas que son las intradérmicas y las epicutáneas, que se efectúan cuando los resultados de las pruebas cutáneas no son lo suficientemente exactos.
En el caso del prick-test este consiste en el depósito sobre la piel del antebrazo de una gota del extracto alergénico implicado para, posteriormente, puncionarlo con una lanceta cuya punta arrastra una pequeña parte del extracto introduciéndola en las capas más superficiales de la piel.
La cuantificación de la respuesta suele demorar unos 20 minutos aproximadamente y se considera positiva cuando es posible observar una pápula o un halo eritematoso y prurito. Esta prueba se realiza sobre todo en el caso de alergias a neumoalérgenos ambientales, alimentos o medicamentos.