Hábitos Saludables en la Alimentación: Guía Práctica

Comer sano a menudo tiene un significado diferente de una persona a otra, lo que puede hacer difícil conocer en qué consisten unos hábitos saludables en la alimentación.

Sin embargo, los expertos como Carlos García, dietista online con amplia experiencia, definen una alimentación y hábitos saludables como aquellos que contribuyen a mantener un peso corporal adecuado, reducen el riesgo de enfermedades crónicas y mejoran la energía y vitalidad en la vida diaria.

En concreto, este dietista especializado en la pérdida de peso a través del cambio de hábitos y la educación nutricional, aconseja seguir la Ley de Pareto, por la cual solo hace falta invertir el 20% de tu esfuerzo para conseguir el 80% de los resultados. Esto quiere decir, que no hace falta someterse a dietas restrictivas, ayunos esporádicos o usar suplementos y sustitutivos, sino centrarse en los básicos y adoptar hábitos saludables de alimentación.

Hoy te presentamos 5 de los mejores hábitos alimenticios propuestos por Carlos García Nutrición que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos y a comer de manera más saludable.

5 Hábitos saludables en la alimentación

Para algunas personas, un cambio de hábito en la alimentación puede consistir en incluir más frutas y verduras en su dieta, mientras que para otras puede ser reducir las cantidades y hacer más ejercicio.

Sea como sea, todo el mundo puede beneficiarse de unos hábitos alimenticios saludables, como los recomendados por Carlos García Nutrición.

1. Incluye verduras y hortalizas en todas las comidas principales

Los nutricionistas recomiendan que cada comida principal del día cuente con una parte importante de verduras. Estas se caracterizan por tener una densidad nutricional alta, lo que significa que aportan pocas calorías pero muchos nutrientes, como antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Además, al componerse en gran parte de agua y fibra, resultan alimentos muy saciantes.

Por otro lado, consumir de manera regular verduras y hortalizas en las comidas ayuda al aparato digestivo, a la salud hormonal y al sistema inmune, lo que en su conjunto hace que se reduzcan las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas.

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2. Incluye una fuente de proteína en todas las comidas principales

Este es un cambio de hábitos alimenticios muy sencillo. Consiste en incluir alguna fuente de proteína como carnes, pescados, legumbres o huevo en cada comida principal.

Incluir una fuente de proteína te aportará una sensación de saciedad a largo plazo y te permitirá estar saciado durante más tiempo disminuyendo así el picoteo entre horas. Asimismo, la proteína es muy importante para la recuperación y para el mantenimiento de la masa muscular, sobre todo, durante la pérdida de peso.

3. Disminuye la cantidad de ultraprocesados que consumes

Aunque la tentación de comer comida ultraprocesada sea muy grande, tienes que entender que los alimentos como las bebidas azucaradas, la bollería industrial o los platos precocinados, tienen un enorme aporte calórico y apenas sacian el hambre. Esto significa que terminas comiendo gran cantidad de estos alimentos y consumiendo calorías sin ningún aporte nutricional.

Evita su consumo o disminúyelo cuanto puedas evitando comprarlos. Está comprobado que la comida ultraprocesada está vinculada con varias enfermedades, como dolencias cardiovasculares, el cáncer o la diabetes.

4. Modera la ingesta de alcohol

En nuestra sociedad el consumo del alcohol está muy extendido, tanto es así, que prácticamente todo evento social lo incluye. Pero aunque gran parte de la población lo consume, muchos no saben que este producto tiene muchas calorías y ningún aporte nutricional.

Un par de cervezas el fin de semana o una copa de vino de vez en cuando no supone ningún problema, pero su consumo habitual no le hace ningún favor a tu organismo.

Elige el agua como bebida de consumo habitual.

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5. Elige consumir grasas más saludables

Sobre todo las dietas para bajar de peso restringen el consumo de grasas, pero estas son igual de necesarias para el cuerpo que las proteínas o los carbohidratos. Sin embargo, existen algunas grasas más saludables que otras.

Elige grasas no procesadas, como el aceite de oliva, el aguacate o los frutos secos. Los pescados azules también son una fuente increíble de grasas sanas, que además te aportan ácidos grasos omega 3.

Adoptar todos estos hábitos saludables en la alimentación de golpe puede ser abrumador, y es posible que haga que los abandones enseguida. Sigue el consejo de Carlos García Nutrición y cambia solo un par al principio y, cuando los tengas asimilados, continúa con el resto. Al ser progresivo, este cambio te resultará más sencillo.