Glaucoma

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 9–Septiembre 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº9: 2

Autor principal (primer firmante): Conceiçao Aparecida Santos de Rezende

Fecha recepción: 3 de agosto, 2023

Fecha aceptación: 30 de agosto, 2023

Ref.: Ocronos. 2023;6(9) 2

Autores:

  1. Conceiçao Aparecida Santos de Rezende
  2. María Sánchez Lombarte
  3. María Cristina Blasco Martínez
  4. Marioara Alina Dohotar
  5. Sonia Hernández Prados
  6. Susana Coarasa Pina

Categoría: TCAE

Palabras clave: glaucoma, nervio óptico, enfermedad ocular crónica, presión intraocular, el ángulo iridocorneal, OCT, gonioscopia.

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Introducción

En este artículo vamos a hablar del glaucoma. Explicaremos que es, que es lo que produce, cuáles son los factores que predisponen sufrir esta patología como se llega al diagnóstico y cuál es el o los tratamientos.

El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que afecta al nervio óptico, que es el nervio que lleva la información visual desde el ojo hasta el cerebro.

Esta condición se caracteriza por un daño progresivo del nervio óptico, generalmente asociado con un aumento anormal de la presión intraocular (PIO), que es la presión dentro del ojo.

El daño en el nervio óptico puede provocar pérdida gradual de la visión, comenzando típicamente con la visión periférica o lateral y, con el tiempo, avanzando hacia la pérdida de visión central.

En la mayoría de los casos, el glaucoma es asintomático en sus etapas iniciales, lo que lo hace particularmente peligroso, ya que la persona afectada puede no darse cuenta de su presencia hasta que haya ocurrido una pérdida significativa de la visión.

Por esta condición, a esta patología se le conoce también por la denominación de “enfermedad silenciosa”, puesto que no da señales evidentes en la fase primera de la enfermedad. Los glaucomas más frecuentes son asintomáticos.

Tipos de glaucoma

Existen diferentes tipos de glaucoma, pero los dos más comunes son:

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  • Glaucoma de ángulo abierto: Es la forma más común de glaucoma y se caracteriza por un aumento gradual y lento de la presión intraocular. El drenaje del líquido acuoso dentro del ojo es deficiente, lo que causa el aumento de la presión intraocular y daño progresivo en el nervio óptico.

  • Glaucoma de ángulo cerrado: En este tipo, el ángulo entre la córnea y el iris está estrechado o bloqueado, lo que impide que el líquido acuoso se drene adecuadamente. Esto puede provocar un aumento repentino y severo de la presión intraocular, lo que requiere atención médica urgente.

El glaucoma puede ser hereditario, y ciertos factores de riesgo pueden aumentar las probabilidades de desarrollar la enfermedad, como la edad avanzada, antecedentes familiares de glaucoma, miopía, diabetes y presión intraocular elevada.

Diagnóstico

El diagnóstico del glaucoma implica una evaluación integral de la salud ocular realizada por un oftalmólogo o un especialista en glaucoma.

El proceso de diagnóstico del glaucoma generalmente incluye los siguientes pasos:

  • Historia médica y examen ocular: El médico comenzará haciendo preguntas sobre su historial médico y cualquier síntoma visual que pueda haber experimentado. Luego, realizará un examen ocular completo, que incluirá la medición de la presión intraocular (PIO) mediante tonometría.

  • Prueba de campo visual: La perimetría o campimetría se utiliza para evaluar el campo visual, es decir, el área que una persona puede ver sin mover los ojos. Esta prueba ayuda a detectar la pérdida de visión periférica, que es una característica del glaucoma.

  • Examen del nervio óptico: se examinará el nervio óptico a través de una lente especial llamada oftalmoscopio. Buscará signos de daño en el nervio, como excavación o pérdida de la estructura del nervio.

  • Tomografía de coherencia óptica (OCT): prueba que proporciona imágenes detalladas de las capas de la retina y el nervio óptico, lo que ayuda a detectar cambios estructurales tempranos asociados con el glaucoma.

  • Medición de ángulo iridocorneal: En el caso del glaucoma de ángulo cerrado, se puede realizar una gonioscopia para evaluar el ángulo iridocorneal y detectar estrechamiento o cierre del ángulo.

  • Medición de presión intraocular a diferentes horas del día: La presión intraocular (PIO) puede variar durante el día, por lo que a veces se realizan mediciones en diferentes momentos para obtener una imagen más precisa.

Se recomienda a las personas mayores de 40 años, especialmente aquellas con factores de riesgo, que se realicen exámenes oculares regulares, al menos cada 1-2 años, o con la frecuencia recomendada por su oftalmólogo.

El tratamiento del glaucoma puede incluir el uso de gotas oculares para reducir la presión intraocular, medicamentos orales, procedimientos láser y, en algunos casos, cirugía para mejorar el drenaje del líquido acuoso.

Conclusión

Es fundamental que las personas mayores de 40 años y aquellas con factores de riesgo para el glaucoma se sometan a exámenes oculares regulares para detectar la enfermedad en etapas tempranas.

El diagnóstico y tratamiento tempranos son esenciales para prevenir o retrasar la pérdida de visión y mantener una buena salud ocular, puesto que dicha enfermedad ocular no tiene cura.

Bibliografía

  1. https://www.aao.org/salud-ocular/enferme dades/que-es-la-glaucoma
  2. https://www.m ayoclinic.org/es/diseases-conditions/g laucoma/symptoms-causes/syc- 20372839
  3. https://medlineplus.gov/spanish /ency/article/001620.htm
  4. https://ferna ndezagrafojo.com/glaucoma-la-enfermeda d-silenciosa/