Índice
- 1 Resumen
- 2 Principales funciones
- 2.1 Cuida del entorno ambiental de los pacientes, levantando persianas por la mañana y bajándolas por la noche. Favorecerá el descanso nocturno controlando los ruidos
- 2.2 Vigila a los pacientes ante posibles agresiones y autolesiones. Colaborará con el equipo de profesionales de la unidad en la reducción de pacientes agitados, utilizando los medios adecuados
- 2.3 Anima y acompaña a los pacientes con prescripción médica a pasear por las zonas ajardinadas contiguas al centro sanitario. Es importante recomendar la realización de ejercicio físico
- 3 Controla el suministro de tabaco a los pacientes que lo tienen permitido
- 4 Conclusiones
- 5 Bibliografía
Resumen
La ley 1986 del 25 de abril general de sanidad supuso la constatación del enfermo mental como un paciente que gozaba de los mismos derechos a la atención sanitaria que cualquier otro paciente.
A partir de este momento, las administraciones sanitarias adecuaron su actuación para conseguir una serie de objetivos desde la atención primaria y la atención especializada.
Autor: José Luis González Suárez
Las funciones que en los antiguos manicomios recaían en la difusa figura de «mozos» serán las que ahora realicen los celadores, que como veremos, seguirán siendo una pieza fundamental para el buen funcionamiento de la unidad de salud mental.
Principales funciones
Las funciones de los celadores son muy variadas y una gran parte de ellas suponen el contacto directo con el paciente. Por ello, y tratándose de pacientes con características conductuales especiales, la figura de este celador cobra una importancia capital y para nada exenta de una gran responsabilidad.
Dentro de estas funciones encontraríamos las que son comunes a cualquier celador: servir de ascensorista, vigilar entradas, tramitar o conducir informaciones verbales o escritas, transportar mobiliario, traslado de pacientes dentro de la unidad o a otras instituciones (ambulancia) etc.
Sin embargo, este celador realizará una serie de funciones que le son propias y diferenciadoras de otro celador destinado en otra unidad. A continuación, destacaremos algunas:
Cuida del entorno ambiental de los pacientes, levantando persianas por la mañana y bajándolas por la noche. Favorecerá el descanso nocturno controlando los ruidos
El entorno ambiental es una variable muy importante para cualquier paciente, (para cualquier persona, en realidad) sin embargo, para determinados pacientes psiquiátricos pueden suponer la activación o empeoramiento de sus síntomas patológicos. Por tanto, queda patente aquí la importancia del celador en la tarea de conseguir un ambiente propicio durante el día y sobre todo durante la noche, con el objetivo de asegurar el necesario descanso.
Vigila a los pacientes ante posibles agresiones y autolesiones. Colaborará con el equipo de profesionales de la unidad en la reducción de pacientes agitados, utilizando los medios adecuados
Es común encontrar en una unidad psiquiátrica a pacientes con patologías que cursen con autolesiones o incluso intentos de suicidio. El celador psiquiátrico, por su cercanía casi continua con estos pacientes sería la primera línea de prevención para detectar y frenar estas conductas.
Igualmente es común que algunos pacientes tengan tendencia al conflicto con otros usuarios. El celador colaborará con el personal médico en la contención de estos pacientes agitados o agresivos. Por ejemplo, ayudando a sujetar a los pacientes alterados a los que hay que aplicar sujeción mecánica
Anima y acompaña a los pacientes con prescripción médica a pasear por las zonas ajardinadas contiguas al centro sanitario. Es importante recomendar la realización de ejercicio físico
Son bien conocidos los efectos beneficiosos que tiene la estancia al aire libre, los paseos y el ejercicio moderado en una persona, más si cabe en un paciente que pasa gran parte del tiempo en internación hospitalaria. El celador se convierte además en una figura confiable y de seguridad que anime y acompañe al paciente al exterior. Huelga decir que el celador se encarga de la vigilancia de los pacientes en estas salidas al exterior.
Controla el suministro de tabaco a los pacientes que lo tienen permitido
No es baladí esta función, pues para algunos pacientes adictos a la nicotina, el momento en el que el celador suministra el tabaco supone una situación muy placentera y relajante que puede ser utilizada en su beneficio. Corresponderá al equipo médico como utilizar este «premio» con motivos terapéuticos, pero es evidente que el celador puede cobrar aquí un valor especial como nexo que sin duda es entre paciente y facultativo.
Conclusiones
Hemos visto como la figura del celador psiquiátrico se dibuja como un profesional que comparte las funciones generales de cualquier otro celador, pero que además se encarga de otras específicas de un valor fundamental.
El paciente psiquiátrico es a menudo una persona que requiere más paciencia y comprensión que el usuario «común» de una institución sanitaria, por lo que el celador que esté en contacto casi continuo con él ha de ser una persona que entienda las peculiaridades de este tipo de paciente.
El ambiente es una variable importantísima en el buen curso de toda enfermedad mental, y dado que el celador psiquiátrico no deja de ser parte importante de ese ambiente, es crucial que sepa trabajar a favor del mismo.
Palabras clave
Celador, ambiente, acompañamiento, paciente psiquiátrico
Bibliografía
Ley 14/1986 de 25 de abril
Manual del celador de instituciones sanitarias, editorial MAD
Mayoclinic.org