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The orderly in front of the geriatric patient
Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 8–Agosto 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº8: 100
Autor principal (primer firmante): Vanesa Maldonado Pérez
Fecha recepción: 14 de julio, 2023
Fecha aceptación: 11 de agosto, 2023
Ref.: Ocronos. 2023;6(8) 100
Autora: Vanesa Maldonado Pérez
Palabras clave: celador, prestación, atención sanitaria.
Keywords: orderly, provision, health care.
Introducción
El celador en cualquiera de las instituciones sanitarias tiene varias funciones que van desde funciones administrativas a tener un trato directo con los pacientes bajo la supervisión de los trabajadores sanitarios, como pueden ser:
Ayudar al personal sanitario, acomodar a los pacientes, movilizar pacientes, informar sobre desperfectos, realizar labores de vigilancia, trasladar objetos y documentos, prestar servicios de guardia o prestar servicio de ascensorista.
El celador ha demostrado ser esencial para la prestación de una atención sanitaria adecuada a los pacientes mayores que necesitan hospitalización, incluyendo los que están en los hospitales, centros de salud, residencias geriátricas, movilización continua, acomodar a los pacientes o ayudando a los auxiliares a realizar tareas cotidianas como asear pacientes, alimentarlos y atender todas sus necesidades o derivar las consultas al personal correspondiente.
El celador a pesar de ser personal no sanitario requiere tener un aprendizaje constante y exige una formación que, por la propia naturaleza de la categoría, y según lo recogido en el Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social de 5 de julio de 1971 no se recibe de casi ninguna formación antes de empezar a trabajar.
El celador en el servicio de geriatría necesita unos cuidados especiales y una cierta empatía de tal manera que la estancia en el centro sea la más grata posible.
Abstract
The orderly in any of the healthcare institutions has several functions ranging from administrative functions to having direct dealings with patients under the supervision of healthcare workers, such as:
Assisting healthcare staff, accommodating patients, mobilizing patients, reporting malfunctions, performing surveillance work, moving objects and documents, providing on-call services or providing elevator service.
The orderly has proven to be essential for the provision of adequate health care to elderly patients requiring hospitalization, including those in hospitals, health centers, nursing homes, continuous mobilization, accommodating patients or helping assistants to perform daily tasks such as grooming patients, feeding them and attending to all their needs or referring queries to the corresponding staff.
The orderly, despite being non-health personnel, requires constant learning and requires training that, by the very nature of the category, and as set out in the Statute of Non-Health Personnel in the service of Health Institutions of the Social Security of July 5, 1971, is not received almost no training before starting work.
The orderly in the geriatric service needs special care and a certain empathy so that the stay in the center is as pleasant as possible.
Objetivos
Los principales objetivos de este capítulo es conocer el papel que ejerce el celador ante el paciente geriátrico y las princípiales funciones.
Metodología
Para la elaboración del presente trabajo, se ha llevado a cabo una investigación consistente una revisión bibliográfica sistemática sobre literatura científica existente.
Se han consultado artículos de las principales bases de datos: PubMed, Medline y Scielo, así como Google con palabras clave como «celador y paciente geriátrico´´.
Resultados
La responsabilidad del celador no es ni diagnosticar la enfermedad ni tratar esta enfermedad, sino ayudar al personal médico a brindar servicios de apoyo, como ejercicios de rehabilitación para ciertas secuelas que pueden ocurrir en los ancianos o como la movilidad restringida.
El celador para trabajar en estas unidades debe tener una serie de habilidades como:
- Tener sensibilidad e intentar comprender que siente la otra persona.
- Ser respetuosos y tolerantes, midiendo siempre nuestro vocabulario y aunque el paciente por su condición no colabore siempre nos comunicaremos de manera muy respetuosa y en un tono de voz agradable, ya que de otra manera se puede generar más tensión.
- Entender que cada persona es muy diferente y no se puede tratar a todos los pacientes de igual manera, debemos de ser capaces de poder analizar la situación y entender que lo que va bien para un tipo de personas puede ser que no lo sea para otras.
- No ser extremista e intentar dentro de la gravedad y dentro de nuestras funciones de celador explicar en todo momento nuestros procedimientos a la hora de moverlo y realizarlos de la mejor manera para que el paciente se sienta de la forma más cómodo posible.
- Tener la capacidad de observar el lenguaje no verbal y saber en todo momento una situación dolorosa y realizarla en la mayor brevedad posible.
El paciente geriátrico es un tipo de paciente que necesita una serie de cuidados físicos y psicológicos que pueden alargarse más en el tiempo que cualquier paciente, en los que con un mayor grado de sensibilidad ayudaremos a que el trabajo a realizar sea de una mayor calidad, ya que en muchos casos el papel psicológico hará que el paciente colabore o no y sea más pronta su recuperación.
Una formación de manera extensa y específica y otras cuestiones relacionadas con cómo atender al paciente geriátrico en cada unidad del hospital supondría una gran ayuda en la mejora en la calidad asistencial, incluso dichos conocimientos podrían ser aplicables a otro tipo de pacientes.
Discusión – Conclusión
El celador debe tener algunos conceptos básicos sobre las enfermedades comunes de los pacientes ancianos, pero para las tareas de los cuidadores, se debe prestar más atención a los trastornos mentales, como la demencia o la depresión.
Estos últimos suelen deberse a una hospitalización prolongada y a la incapacidad de adaptarse a sus necesidades y al trabajo ordenado que puede ir acompañado de personajes y humanización que parecen mejorar la calidad de cuidado del paciente geriátrico.
Con la formación adecuada el ambiente será más agradable, tranquilo o respetuoso y la colaboración entre trabajadores y pacientes será más satisfactoria y por lo general la calidad asistencial será de mayor calidad y podrá ser aplicable a todo tipo de pacientes en la institución en la que nos encontremos.
Bibliografía
- Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social de 5 de julio de 1971.
- www.revistamedica.com