Autores: Ángel Antonio Longo Rodrigo (Auxiliar Administrativo del SESPA), Ana Belén Suárez González (Auxiliar Administrativo del SESPA), Nulgara Longo Rodrigo (Auxiliar Administrativo del SESPA)
INTRODUCCIÓN
Con el avance en los últimos años de las nuevas tecnologías es muy frecuente el uso de pantallas digitales.
En los centros sanitarios y más concretamente el personal administrativo está expuesto continuamente a la exposición de la luz que emiten estas pantallas, no usar los adecuados filtros protectores puede llegar a provocar daños irreparables en nuestra vista, según los últimos datos The Vision Council solo 1 de cada 200 trabajadores protege la retina con medios científicamente probados de los efectos que provoca la luz de estas pantallas. Un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) comprobó que la luz azul de las pantallas LED sin filtro aumenta la muerte celular de la retina en un 23%.
Según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid conjuntamente con la Universidad de Oviedo sobre las pantallas y los daños en la retina se ha podido demostrar que la exposición prolongada a la luz azul de los dispositivos digitales provoca una degeneración paulatina de las células del ojo que afectan principalmente la córnea y la retina. Esto provoca una degeneración macular que puede dar lugar a una ceguera central.
METODOLOGÍA
Hoy en día hay varias maneras de protegerse de la luz azul, las gafas son parte esencial para evitar los efectos de la luz de alta intensidad.
Algunos sistemas operativos han reconocido los peligros de la luz azul y han proporcionado filtros para ella, concretamente Nightshift de Mac OS y iOS, Nigth, Mode de Android, y los ajustes de la luz azul de Windows 10, permite al usuario reducir la emisión de esta luz a ciertas horas. También se pueden obtener filtros que se instalan frente la pantalla.
Llevar una buena dieta alimentaria consumiendo alimentos y suplementos nutricionales ricos en nutrientes que puedan favorecer a la protección natural de los ojos ya que “la velocidad de regeneración de los antioxidantes naturales, como la luteína y zeaxantina, no es suficiente para mantener el ritmo de luz azul dañina que satura el entorno inmediato”, según Michael A. Smith, M.D., luteína y zeaxantina en encuentran en alimentos como: espinacas, rebollo rizado, espinacas, lechuga, col, brócoli, etc. . y algunos peces que contienen en su piel meso-zeaxantina como la trucha, sardina y salmón, y también en la carne de trucha.
No hay que olvidarse de la importancia de las revisiones oftalmológicas. Según una encuesta en el Reino Unido de Simplyhealth revelo que más de la mitad de la población con edades comprendidas entre 40 a 75 años no se habían hecho una prueba de la vista recientemente, sin embargo los oftalmólogos recomiendan a las personas mayores de 40 años hacer revisiones cada 2 años.
CONCLUSIONES
Las pantallas llegaron a nuestras vidas para quedarse, ya que las nuevas tecnologías cada vez avanzan más rápidamente hacia una vida digital.
Cada vez son más las profesionales y especialmente los administrativos que pasan demasiadas horas mirando una pantalla; estos deben tener en consideración el perjuicio que provoca para su salud la continua exposición a la luz azul ya que pueden dañar los ojos o la visión.
BIBLIOGRAFÍA
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