Personal de Enfermería en las unidades de rehabilitación cardíaca. Perfil y competencias: gestión, coordinación, educación y asistencia sanitaria

Autores: Martin-Sanz, Ana *; Bermejo-Muñoz, Beatriz *; *(Enfermera) Unidad de Rehabilitación Cardíaca, Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid *

RESUMEN

Los Programas de Rehabilitación Cardíaca (PRC) son un conjunto medidas terapéuticas coordinadas cuyo objetivo es conseguir una mejoría clínica y la reducción del riesgo del paciente con enfermedad cardiovascular. Para ello es precisa la intervención de un equipo multidisciplinar, con  unas competencias y responsabilidades definidas.

En muchos modelos organizativos, el personal de Enfermería tiene una función privilegiada, dada su cercanía y conocimiento de los pacientes. Este hecho convierte a la Enfermería en un eje central, con capacidades para coordinación entre los distintos profesionales y actuaciones dentro de los PRC. Los conocimientos de la Enfermería en estos programas abarcan múltiples ámbitos: habilidades de gestión, legislación, docencia, asistencial, formación e innovación. Son cualidades necesarias la capacidad de liderazgo, la entrevista motivacional y el consejo profesional así como la comprensión de las alteraciones físicas, psicológicas y sociales del paciente cardiópata. Es imprescindible el interés en la formación continuada, dados los múltiples ámbitos sanitarios abordados en estos programas más allá del conocimiento cardiológico.

INTRODUCCIÓN

El abordaje sobre el estilo de vida en las enfermedades cardiovasculares ha evolucionado a lo largo del tiempo. Se ha pasado de la recomendación de reposo absoluto e inactividad como prevención de nuevos eventos cardíacos hasta la actualidad, con programas educativos para la promoción de estilos de vida cardiosaludable. Esto implica una actuación multidimensional, más allá de la mera recomendación de la realización de ejercicio físico. No solo el ejercicio debe ser prescrito con parámetros de seguridad cardiovascular y osteomuscular. Además son precisas actuaciones sobre la dieta, hábitos tóxicos, ajuste farmacológico, adherencia terapéutica,  valoración psico-social y laboral y seguimiento a lo largo del tiempo. Por la variedad y complejidad de las distintas actuaciones, se precisa de un equipo multidisciplinar con diferentes competencias que trabaje coordinadamente. En este contexto es donde se constituyen los Programas de Rehabilitación Cardiaca.

Distintas asociaciones y estudios a nivel nacional, europeo e internacional, corroboran la importancia del papel de Enfermería en los PRC. Todos ellos reconocen a  las enfermeras,  como los profesionales más involucrados en el asesoramiento sobre prevención. Identifican a la Enfermería como polivalente, con capacidad de liderazgo, capacidad de modificación de los factores de riesgo cardiovascular y garante de la viabilidad del programa.  Analizan que la coordinación de Enfermería en los programas multidisciplinares en prevención cardiovascular es más efectiva que la atención médica convencional.

DESARROLLO

Publica TFG cuadrado 1200 x 1200

El personal de Enfermería, es considerado la piedra angular de los PRC, en favor de un equilibrio entre el usuario y el programa. Gracias a su posición privilegiada, por su relación directa tanto con el usuario como con el resto de profesionales del programa, posee capacidad de actuación en las diferentes etapas y métodos del programa, manteniendo una comunicación fluida con cada uno de los integrantes.

El objetivo fundamental de los PRC es la identificación de los factores de riesgo cardiovascular, muy ligados al estilo de vida. Son especialmente importantes los factores modificables (tabaquismo, sedentarismo, hábitos dietéticos, mala adherencia terapéutica…)  Es ahí donde la Enfermería, gracias a sus cualidades, es capaz de actuar. La empatía, la escucha activa, comprender y participar en la realidad del paciente es lo que éste mejor percibe y aumenta su adherencia al tratamiento.  Ofrecer disponibilidad, mostrar interés, reconocer al paciente independientemente de sus actitudes o acciones, es decir la aceptación incondicional,  son cualidades generadoras de cambio en la problemática individual.

Es necesario apostar por unas cualidades definitorias de líder enfermero, que además de incluir técnicas de gestión del programa y del equipo, están orientadas a la consecución de metas en el paciente. Cualidades como capacidad de inculcar conocimientos en el sujeto, tratar a cada individuo como único y despertar formas innovadoras de resolución de problemas. El personal de Enfermería, desde la autoridad y posición que ocupa y a través de la entrevista motivacional,  debe tener la capacidad de transmitir un consejo profesional que debe ser motivador del cambio conductual  intrínseco del paciente. Cambio que el sujeto perciba como propio y no impuesto desde fuera.

El perfil como enfermera cardiovascular lleva implícito la realización de unas serie competencias y por ende un cambio en el perfil y competencias del paciente de Rehabilitación Cardíaca. Es imprescindible basarse en los conocimientos que asociado a las habilidades y actitudes  permiten la actuación transversal de la enfermera en el programa.

Conocimientos  adquiridos a lo largo de la trayectoria profesional, mínima dos años en el cuidado de pacientes cardiópatas críticos,  además de los saberes teóricos-prácticos que deben ser transmitidos al paciente para generar el cambios. Estos conocimientos abarcan un amplio espectro de variables: cardiológicos y respiratorios, electrocardiográficos, farmacológicos, factores de riesgo cardiovascular, pruebas diagnósticas, valoración hemodinámica, conocimientos rehabilitadores, como ejercicio físico, su fisiología y adaptaciones en el sujeto sano y cardiópata, estratificación de riesgo,  prescripción y suspensión del ejercicio y reanimación cardiopulmonar básica y avanzada. Conocimientos amplios sobre nutrición y prescripción de recomendaciones nutricionales, disfunciones sexuales y deshabituación tabáquica. Conocimientos en psiquiatría, métodos de relajación y en definitiva estrategias para modificar  los factores de riesgo del paciente.  Es necesario tener disposición para adquirir formación continuada en los distintos ámbitos y ser formador de nuevos profesionales.

Las destrezas y capacidades que se derivan de los conocimientos permiten la coordinación del PRC y la actuación generadora de cambio sobre el paciente. Sobre el programa la actuación de Enfermería es fundamentalmente dirigida a la coordinación transversal del equipo multidisciplinar: gestión y liderazgo. Capacidad de relaciones y comunicación con otros programas, entidades y estamentos así como gestión de los recursos sanitarios, control del flujo de los pacientes en el programa y  gestión de la agenda.

En lo referente a la actuación del personal de Enfermería sobre el paciente cabe destacar la capacidad de captación y la  búsqueda de la adherencia terapéutica, todo ello realizado, mediante la valoración integral no solo física sino también de su situación familiar, social y profesional. El papel de Enfermería  es preponderante en el proceso educativo, por lo cual es necesario tener habilidades en el uso de materiales y de recursos didácticos, habilidades en métodos educacionales uni-bidireccionales y destreza en la comunicación individual y grupal. Capacidad de realizar métodos de trabajo,  procedimientos, protocolos, continuidad de cuidados, así como capacidad de investigación, recogida y tratamiento de datos, lectura crítica y conocimientos de tecnologías de información e informática.

publica-articulo-revista-ocronos

Las actitudes del personal de Enfermería determinan su correcta actuación. Son los rasgos de la  personalidad que les hace únicos: Diplomacia, sensibilidad, compromiso, asertividad y empatía. Deben ser accesibles  y disponibles para el paciente y el equipo  en todo momento. Una característica fundamental es la creatividad para construir líneas de actuación generadoras del cambio y de coordinación del grupo. La enfermera debe presentar una actitud positiva ante la adversidad pero con juicio crítico, debe tener capacidad de adaptación a los cambios  y ser colaboradora activa con cada uno de los miembros del equipo usando los recursos según criterios de efectividad y eficiencia.

CONCLUSIÓN

Enfermería tiene una participación pivotal en cada una de las áreas de los Programas de Rehabilitación Cardiaca: gestión  y coordinación, asistencial y educacional.

No olvidando que es el propio paciente el que tiene la llave del cambio, la enfermera  ayuda, mediante sus habilidades, destrezas y cualidades motivadoras del cambio, a  que el individuo tenga control de su enfermedad y cambie su estilo de vida.

 El personal Enfermería es  garante de Salud.              

BIBLIOGRAFÍA

1. García Hernández P, Martínez Castellanos T, Mora Pardo JA. Proyecto Recabasic. Primera edición. España: Ushuaia ediciones; 2017

2. Maroto Montero JM. Corazón e infarto 101 preguntas esenciales para los enfermos y sus familias. España: Editorial esfera de los libros; 2009

3. Portuondo Maseda MT, Martínez Castellanos T, Delgado Pacheco J. Manual de Enfermería en prevención y rehabilitación cardíaca. Madrid: Asociación Española de Enfermería en Cardiología; 2009