https://doi.org/10.58842/BZTH6936
Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 11–Noviembre 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº 11: 122.2
Autor principal (primer firmante): Caldera Gonzalez Valeria Guadalupe
Fecha recepción: 8 de noviembre, 2023
Fecha aceptación: 13 de noviembre, 2023
Ref.: Ocronos. 2023;6(11): 122.2
Autores: Caldera Gonzalez Valeria Guadalupe 1. Valdes Casis Jimena 2, Ruiz Gómez María Fernanda 3, Lira Zatarain Norma Lizeth 4.
Categoría: Residente de Medicina Interna, Servicio de Neurología. Hospital General de Zona Número 1 Dr Emilio Varela Lujan, Zacatecas, Zacatecas.
Resumen
Los accidentes cerebrovasculares de tipo isquémico que involucran la circulación posterior corresponden aproximadamente al 20%, de este, es el síndrome de Wallenberg o síndrome medular lateral el más común [1]. Sin embargo, existen variantes clínicas poco frecuentes que no cumplen todas las características clásicas del mismo, uno de ellos, es el Síndrome de Opalski conocido como una variante rara, poco frecuente que se caracteriza por hemiparesia ipsilateral al infarto bulbar. A continuación, se presenta un caso clínico concluyente como un Opaski.
Palabras clave:
Síndrome de Wallenberg, síndrome de Opalski, síndrome medular lateral, infarto bulbar lateral.
Caso clínico
Se trata de paciente femenina de 54 años de edad, dedicada al hogar, tabaquismo y alcoholismo negado con antecedentes personales patológicos de importancia hipertensión arterial sistémica y diabetes mellitus tipo 2 así como dislipidemia en tratamiento.
Inició su padecimiento actual con presencia de cefalea súbita de tipo hemicraneal derecho irradiándose a occipital con intensidad 10/10 acompañada de náusea llegando al vómito en cinco ocasiones posteriormente se agrega vértigo incapacitando la deambulación por lo que acude atención médica reportándose crisis hipertensiva 190/93 mmHg la cual fue tratada con dinitrato de isosorbide, al comenzar con datos de focalización a expensas de hemiparesia derecha se envía a urgencias.

A su llegada a urgencias se toman laboratorios y tomografía de cráneo simple en donde resaltó únicamente hipokalemia leve (3.49 mmol/l) respecto al resultado de tomografía se reportó normal con mejoría de la crisis hipertensiva reportándose en 164/88 mmHg al continuar con los síntomas se decide su ingreso a piso de Medicina interna a cargo del servicio de neurología.
A su ingreso se encuentra con nistagmo horizontal y sensación vertiginosa acompañado de náuseas. 12 horas después del ingreso presenta de forma súbita disfagia tanto a sólidos como a líquidos se procede a realizar exploración física neurológica encontrando paciente alerta, con funciones mentales superiores conservadas, ausencia de reflejo corneal derecho, hipoestesia facial derecha e hipoalgesia derecha, úvula central con disminución de reflejo nauseoso, hemiparesia derecha con Babinsky indiferenciado derecho e izquierdo negativo.
Por tal motivo se realiza RMN en la secuencia T2 corte axial observa isquemia aguda en el lado derecho del bulbo raquídeo (Figura 1)
Figura 1. T2 corte axial
Se concluye diagnóstico de Síndrome de Wallenberg e inicia tratamiento con anticoagulante subcutáneo con heparina de bajo peso molecular (enoxaparina), antiagregante plaquetario, así como antihipertensivos y estatinas. Luego de ello, el paciente comienza a tolerar la vía oral con mejoría progresiva de la hemiparesia y deglución por lo que se decide alta con cita de control en consulta externa de neurología.
Discusión
El síndrome de Wallenberg o síndrome medular lateral presenta una triada clínica representativa la cual se compone de síndrome de Horner, ataxia ipsilateral a la lesión medular y alteraciones sensitivas como hipoestesia ipsilateral de la cara y contralateral del cuerpo [2] con cierto predominio en el sexo masculino. Descrito por Adolf Wallenberg por primera vez en 1985, en donde postuló la triada anterior, producido por un infarto lacunar de la porción dorsal lateral del bulbo raquídeo [3]
Anatómicamente existe una oclusión en la arteria cerebelosa posteroinferior causando el infarto bulbar lateral afectando sobre todo la vía espinotalámica, la rama espinal del trigémino, las fibras simpáticas descendentes, el núcleo ambiguo del vago y el pedúnculo cerebeloso inferior. [2,4]
No obstante, existen otras variantes que se han encontrado que no cumplen con las características típicas del Wallenberg, entre ellas el Síndrome de Opalski y el síndrome de Babinski Nageotte consideradas presentaciones raras por no cumplir con las características de un Wollenberger. [4] Por el caso clínicamente descrito anteriormente nos enfocaremos en el Opalski el cual se caracteriza por los síntomas típicos clínicos de un infarto bulbar lateral sin embargo este se distingue de hemiparesia ipsilateral [5].
Por lo tanto, si realizamos una comparación del caso descrito podemos observar que el paciente se caracterizó por la presencia de náusea, vómito, vértigo, nistagmo, disfagia, hipoestesias y hemiparesia derecha, es decir, típicos clásicos del Wellenberg sin embargo con la hemiparesia ipsilateral a la lesión bulbar encontrada en la resonancia magnética concluyendo con la variante del Opalski.
Para entender la diferencia entre el síndrome de Opalski del Wallenberg debemos adentrarnos en la sintomatología. En el Wellenberg existe: disartria, disfagia, náusea, vómito, ausencia de reflejo corneal, pérdida de la nocicepción y termoanalgesia en cara, nistagmo ipsilateral hasta singulto en caso de afectarse la sustancia reticular. A comparación del síndrome de Opalski quien presenta hemiparesia o hemiplejía ipsilateral secundario a la afección de las fibras corticoespinales después de su decusación lo cual no ocurren en síndrome de Wallenberg ya que, en este, la zona afectada es menor y cefálica a comparación del Opalski por lo que no presenta hemiplejía [6,7].
Por considerarse una variante rara existe poca información del mismo, del que hasta el momento no hay una valoración estadística sobre su incidencia. En algunos estudios recientes sugieren que el Opalski también tiene implicaciones de las arterias penetrantes medulares que irrigan las fibras piramidales después de la decusación y no solo por las fibras corticoespinales. [4]
Conclusión
El síndrome de Opalski es una variante poco reportada e infrecuente posiblemente va relacionado a su poca difusión y que a pesar de cumplir signos y síntomas compatibles de un Wallenberg es importante diferenciar uno del otro, si bien, el tratamiento no cambia si es individualizado permitiendo un ejercicio clínico con una exploración neurológica más detallada para conocer las zonas anatómicas implicadas además, de que es una afección rara su presencia requiere de una vigilancia estrecha y un seguimiento continuo.
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