Dacriocistitis u obstrucción del conducto nasolagrimal del lactante

Autora: Mª Encarnación Albuerne Alonso, Silvia Rodríguez Linares

Introducción

El lagrimeo es una de las consultas más frecuentes en la edad pediátrica. Esto puede ser debido a un exceso de producción de lágrimas o a una obstrucción del sistema de drenaje nasolagrimal. El motivo más frecuente del lagrimeo en lactantes es la obstrucción congénita del conducto nasolagrimal (OCNL) o dacriocistitis.

Objetivos

– Informar de forma adecuada de las medidas higiénicas no quirúrgicas adecuadas.

– Enseñar cómo llevar a cabo dichas medidas higiénicas.

Metodología

Se han usado datos sacados de páginas online. Cochrane, Medline y también libros y material científicos, así como la Revista de Sociedad Española de pediatría. Con unos resultados de 11 artículos publicados en los últimos 5 años.

Palabras clave

Las palabras clave utilizadas para el desarrollo de la búsqueda “dacriocistitis “, “nasolagrimal“, “lactante “.

Resultados

Según la bibliografía consultada es importante saber, que entorno al 70% de los casos están completamente libres de síntomas hacia el tercer mes de vida y el 90% antes del año gracias a las medidas no quirúrgicas.

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La causa más frecuente de epífora en el bebé es la obstrucción del conducto nasolagrimal, siendo la incidencia en el mundo occidental del 6%.

La higiene del ojo y los párpados debe ser la primera recomendación, ya que evitará la sobreinfección. El masaje sobre el saco lagrimal hace que aumente la presión hidrostática dentro del canal y a veces puede ayudar a romper la estenosis sobre todo la membranosa, para ayudar a vaciar el saco de lágrimas estancadas.

Por lo tanto, el masaje del lagrimal es la primera opción del tratamiento.

Masaje

  • Sujetar con una mano la cabeza del bebé.
  • Con la otra mano en el saco lagrimal.
  • Se masajeará el conducto lagrimal lo suficiente como para blanquear la piel.
  • La duración del masaje dura 10 segundos interrumpidos.
  • Debe repetirse 3 veces al día.

Expulsión de legañas

Para acabar con el exceso de legañas se debe intentar presionar con el dedo índice desde la nariz en dirección al lagrimal, una vez finalizado el masaje.

Limpieza con un suero fisiológico

Para finalizar con un algodón mojado en suero fisiológico, limpiar el ojo del recién nacido con cuidado. Evitar las gasas de hilo pues podrían dañar el ojo del bebé. Este último paso, puede repetirse durante el día sin necesidad del masaje previo en caso de que tenga muchas legañas.

Conclusiones

La persistencia de la clínica es motivo de múltiples consultas. A pesar de que el cuadro no reviste gravedad, suele generar preocupación en la familia y precisa cuidados y educación sanitaria continua para mantener la higiene ocular.

Dentro del equipo multidisciplinar, el profesional de enfermería como profesional estratégico, en los cuidados del lactante, debe de saber dar una adecuada y actualizada educación sanitaria, para ofrecer una asistencia de calidad. Por ese motivo, el equipo investigador, nos ha resultado interesante, consultar y explicar las últimas recomendaciones que se han publicado sobre esta patología, así como explicar la correcta utilización de las técnicas de masaje e higiene del conducto nasolagrimal.

Bibliografía

Nemorus kidshealth.

Medine Plus enciclopedia

Hm Hospitales.

Sociedad Española de Neumología Pediátrica.

Manual MSD versión para profesionales.