Autora: María Ascensión López Sánchez
Introducción
“La hemodiálisis es una terapia de sustitución renal, que suple parcialmente la función de los riñones, extrayendo sangre del organismo a través de un acceso vascular que lleva a un dializador o filtro de doble compartimiento, en el cual la sangre pasa por el interior de los capilares en un sentido, y el líquido de diálisis circula en sentido contrario bañando dichos capilares, quedan separados por una membrana semipermeable.” (1)
Cuando la enfermedad renal crónica llega al punto en el que la funcionalidad de los riñones se encuentra por debajo del 10-15% esta pasa a describirse como enfermedad crónica terminal (ERCT), y, desde ese momento el paciente precisará y será subsidiario de tratamiento renal sustitutivo, es decir, hemodiálisis. (2)
Cada año son más los pacientes que precisan hemodiálisis, y para poder realizar esta es necesario un correcto acceso vascular. Para ello, hace años que se creó y diseño la fistula arteriovenosa interna o autóloga (FAVI).
“La fístula arteriovenosa (FAV) es un método para acceder a la depuración de toxinas en sangre, mediante la anastomosis de una arteria y una vena, de preferencia del brazo no dominante, específicamente en el antebrazo distal/proximal (radio-cefálica).” (1)
El proceso desde que se crea la FAV hasta que está madura consta de 4 a 6 semanas, antes de este periodo no se podrá realizar hemodiálisis.
Entre los beneficios que proporciona a los pacientes tener una fistula arteriovenosa (FAV) se encuentran: índices más bajos de infección, flujos más altos de sangre y una baja incidencia de complicaciones, siendo el fracaso de esta su principal desventaja, presentando pese a ello baja morbilidad. (2)
Pese a todo esto, para obtener un AV eficaz y eficiente, es imprescindible hacer partícipes a todas las partes implicadas del equipo multidisciplinar, ya que las complicaciones originadas por la FAV suponen el mayor consumo de recursos generados por este colectivo de pacientes, constituyendo la principal causa de ingreso hospitalario en Nefrología.
Objetivo
El objetivo de esta publicación es mostrar recomendaciones a los pacientes para el correcto cuidado de su FAV.
Material y métodos
Para la realización de esta revisión se usaron bases de datos como PUBMED, FISTERRA y manuales de enfermería sobre accesos vasculares en Hemodiálisis.
Se usaron palabras claves como fistula arteriovenosa (FAV), cuidados de enfermería y hemodiálisis.
Resultados
Con todos los consejos y recomendaciones al paciente por parte del equipo multidisciplinar en hemodiálisis conseguiremos un buen estado de la fistula arteriovenosa (FAV) y por tanto un perfecto funcionamiento de la diálisis.
Los pacientes deben conocer el cuidado de su FAV como:(7)
- Palpación de la fistula para sentir el THRILL varias veces al día
- Evitar tomas de t/a en el brazo de la fistula arteriovenosa (FAV)
- No coger pesos ni dormir sobre el brazo portador del acceso.
- Aplicación de cremas para la hidratación de la piel
- Informar al equipo multidisciplinar sobre posibles isquemias, infecciones, eritemas, dolor… etc.
La higiene es también un factor importantísimo para la sesión de hemodiálisis y por ello la extremidad portadora de la fistula debe estar perfectamente limpia; no obstante, enfermería hará una desinfección con clorhexidina al 2% en la zona de punción.
En cuanto a la punción siempre procederemos a pinchar por encima de la anastomosis y nunca dentro del aneurisma.
Una vez finalizada la hemodiálisis y tras retirar las agujas, el paciente será el encargado de la hemostasia previa educación por parte del personal.
Resultan también imprescindibles los consejos para la retirada de los apósitos anticoagulantes ya que los ahora existentes en el mercado tipo TIPSTOP no están recomendados para más de 2-4 horas sobre la punción.
Es de gran importancia a la hora de realizar una punción fistular en la sesión de hemodiálisis la preparación del campo estéril. (SET DE DIÁLISIS) al igual que la provisión de todo el material para una correcta desinfección para el equipo multidisciplinar de hemodiálisis y el paciente. (4)
Conclusión
Dentro del servicio de hemodiálisis vemos que es muy importante no solo realizar de forma correcta la punción de la fistula arteriovenosa (FAV), sino que los pacientes deben conocerla y cuidarla tanto o más que el propio equipo multidisciplinar.
Todos estos cuidados ayudan a que las infecciones y posibles problemas derivados de una mala praxis se eviten en la mayoría de los casos o se reduzca su incidencia de forma notable.
Bibliografía
- Kidney Research UK. Guía de Asistencia para la toma de decisiones relativas a la diálisis [Internet]. Inglaterra: Kidney Research UK; 2015
- Sociedad Española de Nefrología. Guías de acceso vascular en hemodiálisis [Internet]. Sociedad Española de Nefrología; 2005
- . Asia A, Charle G, Esmeril D, Pleura C, Priones P, Perenne P. Conversión of tunneled hemodialysis catheter-consigned patients to arteriovenous fístula. Kidney Int. 2005; 67:2399-2406.
- Suarez, D., Savio. Fístula arteriovenosa quirúrgica en el tratamiento de la insuficiencia renal crónica por hemodiálisis. Rev. Cub. Cir. 2011; 10(2):157-62.
- Toscano M, Favacho A, Vieira F. Fístulas arteriovenosas em pacientes do serviço de nefrologia do hospital Ofir Loyola: evolução e manuseio. Rev Para Med. 2013; 17(4):24-30.
- Wong, V., Ward, R., Taylor, J. Factors associated with early failure of arteriovenous fistula for hemodialysis access. Eur J Vasc Endovas Surg. 2006; 12:207-13.
- Aljama García P, Beato Fernández P, Bonet Plá A, Bonet Soler J, Brenes Bermúdez F, Camacho Genovés F, et al. Guía clínica de la insuficiencia renal en atención primaria. Nefrología [Internet] 2001.