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RESUMEN
La mejora de las condiciones de vida (los cambios socioculturales, los avances médicos y demográficos…), nos permite vivir más y que cada vez lleguemos a edades más avanzadas en mejores condiciones de salud física y psicológica, no obstante, el paso de los años y como es natural, muchas personas ven reducida su independencia funcional. Todo esto, implica un aumento en la necesidad de prestación de cuidados, que en su mayoría se realizan en el domicilio por parte de un tercero, que generalmente es un familiar (cuidador principal o cuidador informal).
Autores: Patricia Algara Gonzalo, Ana Belén Villalba Crespo, Jaime Cabrera Recuenco y María del Rosario Castellanos Fraile.
Actualmente, aunque cada vez menos, siguen existiendo carencias a nivel de apoyo familiar, de ahí la importancia de crear un conjunto de pautas y recomendaciones donde los familiares puedan obtener apoyo y ayuda para mejorar los cuidados tanto para la persona dependiente como para ellos mismos.
INTRODUCCIÓN
Uno de los temas más relevantes a los que hace frente la esfera política y social a nivel mundial es la cuestión del fenómeno de la dependencia, entendida como la situación de carácter permanente en la cual se encuentra una persona que, como consecuencia de su edad, enfermedad o discapacidad y que unida a la falta o pérdida de la autonomía física, mental, intelectual o sensorial hace que requiera la atención de una o varias personas o de determinadas ayudas para poder llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria (personas dependientes y los recursos con los que hacer frente a esta situación).
Las situaciones de dependencia no son un problema nuevo en nuestra sociedad. Actualmente, los ciudadanos españoles viven 82,9 años de promedio, lo que coloca a España en la 4ª posición de la clasificación mundial sobre la esperanza de vida (OMS).
La necesidad, cada vez más elevada, de un cuidador hace que pongamos sobre la mesa multitud de cuestiones. ¿Cómo ayudar a las personas dependientes y a sus familiares?, ¿qué medidas llevar a cabo?, ¿cómo repartir los cuidados entre la responsabilidad social y la responsabilidad familiar?…
Podemos diferenciar entre dos tipos de cuidadores, cuidador informal, principal o no profesional (familiares, amigos o personas próximas) y cuidador formal o profesional (enfermeros, trabajadores sociales, un asistente…).
Nuestro objetivo es centrarnos en los cuidadores principales que asisten a un familiar dependiente.
Afrontar la situación de dependencia supone, no sólo el deterioro físico o psíquico de la persona afectada, que no le permite llevar la vida que hasta ahora llevaba, generando multitud de cambios en su día a día, sino que también se produce un gran cambio en su entorno social más cercano, es decir, de aquella persona o personas que a partir de ahora se van a hacer cargo de suplir las carencias o apoyar en las dificultades del afectado.
El rol que el cuidador juega hace que su vida se vea afectada, ya que, pasa a ser el pilar del bienestar de la persona afectada. Hay que tener en cuenta la dificultad que puede suponer este cambio en la vida de una persona (cambios en su vida social, cambios laborales y económicos, cambios en la salud física y emocional). El cuidador o cuidadores, están predispuestos a un nivel de presión y esfuerzo que en ocasiones no es valorado. Esto, afecta directamente a su salud como a la de su entorno.
Es fundamental asumir que la persona dependiente nos necesita y nos ha tocado ser responsables de su cuidado, lo que implica una reorganización de la vida familiar para adaptarse a la nueva situación.
Es importante tener en cuenta que la salud física y mental del cuidador principal influye directamente en la atención que se está dando, y por tanto que no se descuiden sus propios cuidados.
No debemos olvidar que esta tarea puede repercutir a nivel laboral para la persona que cuida. En algunas ocasiones encontramos casos en los que el trabajo se ve afectado por falta de tiempo y energía, e incluso el cuidador renuncia al puesto de trabajo para dedicarse al cuidado del familiar.
Las alteraciones emocionales, desaparición de momentos de ocio, dificultades económicas, falta de tiempo para sí mismos…, son aspectos a considerar si lo que queremos conseguir es un buen cuidado de nosotros como de nuestro familiar dependiente.
PALABRAS CLAVE
Dependencia; Cuidados; Familia; Cuidador principal, informal o no profesional.
OBJETIVOS
El objetivo principal de este trabajo es dar información y ayuda para entender la situación, sin olvidar que es clave, que si la persona se desbordada no tenga problemas en pedir ayuda. Concienciar al cuidador principal, que ante esta nueva situación es muy importante cuidarse a sí mismo para poder desarrollar un buen cuidado a la persona dependiente.
MATERIAL Y MÉTODO
Para llevar a cabo este trabajo, además de basarnos en experiencias propias, se ha realizado una búsqueda bibliográfica en diferentes medios como artículos de revistas e internet, libros y bases de datos de salud (Dialnet, Cuiden…).
RESULTADOS / CONCLUSIÓN
No es fácil organizar la nueva situación ante el cuidado de una persona dependiente. Muchas veces, el prolongado tiempo dedicado a la atención de un ser querido nos produce alteraciones en el ámbito emocional, laboral y social debido a una respuesta inadecuada del estrés emocional crónico que se sufre y observa en los casos de agotamiento físico y/o psicológico. esa enorme carga física. Aparecen expresiones tales como “No aguanto más, Ya me da igual todo…”, signos de expresión del denominado “Síndrome del cuidador o Burnout”, por tanto, debemos intentar buscar todo tipo de apoyos externos que nos puedan mitigar esta carga de responsabilidades.
Es importante hacer partícipes a todos los miembros de la familia de la realidad, hablar de cómo va a afectar la mayor dedicación a la persona que necesita cuidados, sobre cómo pueden colaborar en caso de necesidad y hacer patentes los cambios que se pueden avecinar.
Existen asociaciones que apoyan a personas que están en esta situación, asesorándoles acerca de los aspectos más importantes a tener en cuenta, lugares y requisitos para pedir ayudas, etc.
Es fundamental la formación preventiva del cuidador. El uso de grupos de autoayuda dirigidos al cuidador que brinden el cuidado a la familia de la persona dependiente.
Desde los Hospitales y Centro de Salud de referencia podemos solicitar información sobre los aspectos sanitarios. La participación del personal cualificado (enfermeros, médicos, trabajadores sociales…) es fundamental. Los profesionales de salud deben dar soporte a los cuidadores en su domicilio y proporcionar educación dirigida al cuidador.
Podemos encontrar información y apoyo (asesoría, atención psicológica…) en asociaciones y ONG’S.
Desde los Ayuntamientos y Las Comunidades Autónomas podemos pedir ayudas relacionadas con programas de acogida, teleasistencia, centros de día, pensiones y ayudas económicas, centros de servicios sociales, estancias temporales, residencias y alojamiento…
Es importante, hacer referencia a la necesidad por parte del cuidador de dedicar la energía en el esfuerzo de mantener amistades, momentos de expansión para evadirse y desconectar su mente para poder retomar la tarea más eficientemente. Importante no sentirse culpable por dedicarse tiempo a sí mismo, necesidades de relación más allá de la persona que necesita de su ayuda. Para poder ayudar, es necesario estar bien y el entorno afectivo y social es fundamental para mantener una adecuada salud física y mental.
BIBLIOGRAFÍA
– Sala Mozos (2009). La calidad de los cuidadores informales: Base para un sistema de valoración. Fundació Pere Tarrés.
– Sánchez, M, P. (2010). Personas cuidadores formales y familiares y salud. Proyecto financiado por el Instituto de la Mujer.
– Carretero Gómez, S., Garcés Ferrer, J., Rodenas Rigla, F. (2015). La sobrecarga de las cuidadoras de personas dependientes: análisis y propuestas de intervención social.
– Centro Estatal de Documentación y Servicios Sociales CEDISS.
– www.forumclinic.org/cuidadoalcuidador.
– Úbedes, I., Roca, M. y García, H. (1998). Presente y futuro de los cuidadores informales.
– Bases de datos: Dialnet, Scielo, Cuiden.