Índice
Objetivo
Profundizar aspectos conceptuales del conocimiento como eje del cuidado en Enfermería, mediante el análisis filosófico-reflexológico.
Metodología
Investigación de capítulos divulgados en diversas plataformas de datos científicos, manejando palabras clave: cuidado, fundamental, conocimiento, aspectos filosóficos, profesión, y analizando resultados bibliográficos de expertos con la finalidad de ahondar en el tema.
Autores
Humberto Elizalde Ordoñez. Magister en Enfermería Clínico Quirúrgico. Docente Universidad de Cuenca.
Laura Antonella Apolo Guamán. Licenciada en Enfermería. Técnico Docente para la Educación Superior. Universidad Técnica de Machala.
Fanny Isabel Zhunio Bermeo. Magister en Enfermería Clínico Quirúrgico. Docente Carrera Universidad Católica de Cuenca.
Ana Marina Vaca Gallegos. Magister en Terapia Familiar Sistémica y de Pareja. Docente Universidad Técnica de Machala.
Anita Maggie Sotomayor Preciado. Magister en Gerencia en Salud. Docente Universidad Técnica de Machala.
Resumen
El cuidado tiene su génesis, en el individuo considerando el aspecto holístico, no solamente instintivo, también de reconocimiento de la propia existencia, el conocerse así mismo; permite visualizar en líneas temporales los fenómenos implicados en el cuidado, entre más se conoce el sujeto más grande es su actitud de cuidado, el cuidado como objeto de estudio de la Enfermería busca profundizar en mejorar la calidad de vida de cada persona, ofreciendo pertinencia en el contexto relacional del cuidado- pensamiento y reflexión. El cuidado trasciende cuando la razón de ser, tiene directrices humanas esenciales, propias y determinantes que magnifican los procesos que basan sus conocimientos en teorías metaparadigmáticas.
El poco conocimiento del conglomerado de enfermeras/as, respecto a las competencias que implican cuidar, condicionan el desarrollo profesional.
Cuidar es una práctica integradora, que el único fin es fortalecer y/o aliviar alteraciones de salud, no es un trabajo mecanizado, tiene elevada connotación científica, que valida, el progreso, la recuperación, y el compromiso social de los profesionales en Enfermería, que impacta reflejando la realidad del abordaje laboral como consecuencia de rol desempeñado.
Cuidar es puntualizar una realidad concreta, organizada, dirigida y propia de la profesión enfermera, que justifica la presencia en equipos de salud, es el círculo profesional más nutrido del sistema, contribuyen con un surtido de asistencia, conocimiento y confianza que es fundamental para la supervivencia de las personas a quienes dirigen sus actividades
Palabras clave: cuidado – conocimiento – Enfermería – filosofía – profesión
Introducción
En el camino colateral de los saberes desde Florence Nightingale, hasta la actualidad, varias teorizantes han sustentado el Cuidado, como el eje donde gira la actividad de la Enfermería, razonada en aspectos profundos de la vida misma. Sin embargo, en nuestros tiempos existe la mecanización de la acción, entonces los marcos conceptuales, hoy sirven realmente, o la filosofía para el cual fueron creados, solamente para aquellas épocas.
Se deberían analizar los patrones de conocimiento, para entender realmente qué es Enfermería, porqué su eje principal es el Cuidado y porqué se forman enfermeros/as, son mecanismos orientadores sobre la naturaleza de la profesión y definir los fundamentos filosóficos para la práctica que gobiernan el conocimiento filosófico-científico con perspectivas humanísticas. Reflexionando practica-teoría-conocimiento, surgen varias connotaciones para evidenciar que el Cuidado, en su génesis estaba previsto de recursos empíricos, basados en fenómenos observables del ciclo salud-enfermedad, luego la transformación hipotética paulatina en la adquisición de conocimientos, enfrentando la ambigüedad, para finalmente dar espacios amplios a la postulación teórica de varias pioneras de la Enfermería como ciencia.
En el siguiente texto, el alcance global del Conocimiento, es indicativo principal del entendimiento estratégico centrado para demostrar las competencias particulares que incluyen el cuidado, palabra clave de la cual se derivan lineamientos éticos-teóricos fundamentales, para los lectores interesados en este artículo.
Todos los cuidados son transformables en la aplicación de tratamiento a los pacientes que han sido diagnosticados de una enfermedad, para emplearlos en su mejora. Todos los seres humanos buscan el bien común; ser felices, libres, bienestar físico-mental sin embargo factores internos o externos aceleran la pérdida del equilibrio hemodinámico cediendo el paso a la enfermedad, apareciendo el cuidado como elemento restablecedor de las funciones vitales, ejecutados por enfermeras/os que interpretan y se involucran en la identificación de signos y síntomas tras la observación adquiriendo experiencias más allá de un patrón rígido que permiten a las personas lograr un alto grado de armonía entre mente cuerpo y espíritu.
Metodología
Se realizó la investigación de capítulos divulgados en diversas plataformas de datos científicos, que datan del año 2014 en adelante manejando palabras clave: cuidado, fundamental, conocimiento, aspectos filosóficos, profesión, y analizando resultados bibliográficos de expertos con la finalidad de ahondar en el tema. En la siguiente investigación no se utilizó la ayuda de libros y artículos en otro idioma diferente al español referentes al tema de estudio.
Definición del término cuidar
La definición de cuidado puede describir diferentes términos: asistir, advertencia, atención, prevención, otros. Pero fundamentalmente la importancia que se dirige hacia el cuidado es la búsqueda de bienestar del ser humano, así como la manera de encontrar paz en su existencia como una divinidad que los motiva a encontrarse consigo mismo como un ser capaz de reconocer sus atributos y cualidades entorno al mundo que lo rodea. Aun así, las personas tienen en cuenta los prejuicios que conlleva el existir en conjunto con el mundo exterior, así como en su propio mundo que sería la conciencia de cada uno de ellos, además de la forma de como asimila la realidad de cada una de las situaciones a su alrededor y con su interior.
Dependiendo de cómo se enfrente el sujeto a las adversidades que se le planteen a lo largo de su vida este tendrá la capacidad de decidir si las contempla como un factor influyente en su ser o es un punto invulnerable que le puede causar riesgo así mismo o en su ser interno.
“La Enfermería como profesión tiene su principal pilar en el cuidado de las personas. Ahora bien, para poder proporcionar un cuidado es preciso tener en cuenta la imagen de la persona como elemento primario del cuidado. Tras el proceso de investigación se puede establecer que la persona ha experimentado una evolución a lo largo de la historia comenzando con el conocimiento de sí mismo hasta llegar a la comprensión de la persona desde el prisma del cuidado”. (1)
Sin embargo, Watson habla que todos los factores del cuidar tienen un componente fenomenológico reciproco de los seres implicados en las vivencias que contempla Enfermería específicamente, a medida que los ideales fundamentales van modificándose con el paso del tiempo se ha añadido una dimensión espiritual al cuidado como la creación de un sistema más humanístico en el que se aprende mucho más de enfermedades educadoras que ayudan a los pacientes a que aprendan conductas favorables para el mejoramiento de su salud. Ya que no solo el poder de voluntad es la respuesta en sí, aunque se considera muy importante incluyendo creencias relevantes que incluyen el bienestar mental, entendiendo mejor estos fenómenos podemos analizar una nueva manera de estimular el pensamiento para un mejor entendimiento de sí mismo y de los demás. (2)
Desde el punto epistemológico se ha ido construyendo un pensamiento que apoya el crecimiento disciplinar como esencia y la razón de un ser, desde las distintas teorías de Enfermería que definen los metaparadigmas salud, persona, entorno nace una nueva forma estandarizada de atender cada una de estas definiciones desarrollando nuevos conocimientos a través de un método científico y sistemático que ha reconocido nuevos procesos fundamentales para Enfermería. Otras teorías señalan que la investigación genera intranquilidad ya que los hechos sucedidos fenomenológicamente solo son pronósticos y no se puede adelantar en lo que sucede en el ser humano después, pero si se puede preparar con los cuidados enfermeros con los acontecimientos que sucederán después.
“Se reconoce la trascendencia que ha tenido Madeleine Leininger, como la primera teórica que estableció que el cuidado «es la esencia de los cuidados enfermeros y elemento distintivo dominante y unificador»; es decir, es la razón ontológica de la Enfermería. Consecuentemente, este pensamiento ha permitido el desarrollo de otras concepciones sobre el cuidado, como: el cuidado humano, solidario, cultural y estético, entre otros.”(3)
Como explica Robinson: las etapas de desarrollo de habilidades intelectuales y motoras que se ponen en práctica en el quehacer diario de Enfermería, son: la enfermera interna que comienza a relacionar el conocimiento práctico con el teórico frente a situaciones complejas desarrollando así un plan de atención básico. La enfermera competente, en la que hace referencia a la profesional que se encuentra en la etapa en la cual domina actividades básicas, pone en práctica experiencias del pasado para resolver situaciones actuales, además se basa en experiencias previas dando soluciones rápidas a situaciones no planificadas con eficiencia y eficacia. La enfermera ya es competente en cuanto a analizar, predecir y actuar. Por último, la enfermera experta es capaz de resolver problemas de alta complejidad, tiene una base intuitiva, genera pensamiento crítico y autocritico, mantiene un equipo de trabajo en mejora continua, dando como un servicio de alta calidad y satisfacción para los pacientes y familiares. (4)
Es importante también la vigilancia de estar pendiente de sí mismo de acuerdo a las situaciones, por consecuencia ay una relación estrecha entre vigilar y cuidar. Por lo que el proceso de atención enfermera nos ayuda fomentar el razonamiento crítico, que es descrito como: el pensamiento que corresponde a la evaluación de las creencias y de las acciones. Nos ayuda a elegir qué aceptar y qué rechazar, utilizando esquematizadamente distintas estrategias de pensamiento, para buscar y reunir información precisa que nos permita utilizarla como evidencia que fundamentan nuestros juicios críticos. En otras palabras, el pensamiento crítico es “aquel tipo de pensamiento que nos permite tomar decisiones basadas en evidencias científicas, en la propia experiencia y en las necesidades y preferencias de nuestros usuarios.”
Definitiva que nos ayude utilizarla como explicación que verifique nuestros juicios críticos. En otro sentido el pensamiento crítico es el que nos ayuda en la toma de decisiones fundamentadas en evidencia científica en la misma experiencia, en las necesidades y dudas de los pacientes.
El cuidado se desprende de la subjetividad como algo trascendental propiamente humano por lo que tiene un originen en la persona misma como adquisición de su propia existencia y como una consideración más extensa de condiciones, extensiones y experiencias, así como el conocimiento práctico que inicia de una forma empírica y que se ha venido desarrollando hasta llegar a la práctica disciplinar. Para el desarrollo del ser, el saber y el saber hacer necesitan el crecimiento no solo como profesional sino también como persona, pero en el transcurso del proceso se debe afrontar situaciones difíciles las cuales hacen que el enfermero desarrolle la intuición, así como el cuidado integral al individuo y su familia.
El cuidado a manera de espectador del cuerpo
Habitualmente el material de la persona que se mantiene individual es el cuerpo mismo, esto es lo que diferencia a las personas de las demás, normalmente el cuerpo es el medio para que las personas enfrenten el exterior natural físico. Entonces, las actividades de cuidado naturalmente tienen su origen en el cuerpo. Los seres humanos no solo habitan naturalmente en el tiempo o en el espacio, si no, que ellos son un fragmento del mundo mismo, según varios filósofos describen que el cuerpo es el universo y por tal motivo los cambios que sufra el universo también los sufrirá el cuerpo mismo y viceversa, por lo tanto, el arte de cuidar no se debe al cuerpo sino al mundo mismo.
“El cuidado es el permanente compañero del ser humano en dos sentidos: el ser humano nunca dejará de amar y de desvelarse por alguien. Ni dejará de preocuparse e inquietarse por la persona amada. De lo contrario, no se sentiría envuelto con el cuidado y mostraría negligencia por su vida y su destino. El límite, revelaría indiferencia, equivalente a la muerte del amor y del cuidado. Cuidado es una condición existencial del hombre”. (5)
El cuerpo como una manera sobrenatural encaja en el mundo y de esta forma interviene de varias maneras que el cuerpo es lo q es. La acción de cuidar se pronuncia en el cuerpo a través de lo que existe en el espacio. El espacio lo adquiere el ser humano de una manera exactamente hecha para que enfrente el exteriormente como un desconocido. El espacio hace que el ser humano escoja un camino de ser en el mundo, por lo tanto, se trasforma en lo imprescindible en la acción del cuidado.
Hacer que el espacio encaje a las normas corporales de las personas es una forma de brindar cuidado, por esa razón los cuerpos dan lugar al espacio en el mundo para que puedan ser, además el espacio es reducido a una nación, una cama etc. Son formas del cuerpo para relacionarse con el mundo, dando lugar al cuerpo para que brinde las coordenadas a la conciencia para así que pueda habitar en el mundo.
Dentro de este mismo parámetro cuerpo-cuidado existe un enlace directo con el tiempo, el cuidado generalmente se lo realiza en el ahora pero normalmente adquiere un gran sentido en el ayer y se abre como interrogante en el futuro. Compartiendo con esto, el cuerpo es acreedor silencioso de los que ha existido en el pasado, pero con una gran posibilidad que se revele en el presente.
El arte del cuidado tiene un gran laso con la humanidad, obviamente no en todos los seres vivos, tiene su organización en el tiempo, así también, es la que organiza todas las formas del arte de cuidar. Cuando una persona mantiene una rutina beneficiosa para su salud en su pasado esta puede, en su mayor parte garantizar un estilo de vida muy bueno en el presente, así también, si la persona mantienes o se cuida en el presente podría establecer o garantizar una vida saludable en el futuro, las actividades del cuidado se hacen notar en el cuerpo cuando llevan de manera correcta y prolongadas los hábitos para dar una bienvenida saludable al futuro.
De esta manera podemos pensar en los cuidados que realiza una persona a otra, y el cuidador, en este caso un enfermero profesional, interviene con varias actividades del pasado para brindarle una calidad de vida saludable en el presente y todas estas acciones son con perspectiva del futuro. Existen casos en los que solo con brindar un corto lapso de tiempo estamos realizando la acción de cuidar, porque ahí se está brindando seguridad a las demás personas que necesitan de un apoyo. Es así como va existiendo el arte de curar.
El cuerpo y cuidado establecen un conjunto que van en la misma dirección por lo que apreciamos que el cuerpo es forma de cada persona de independizarse, en lo que apreciaremos que el cuerpo es una fuente que se abre hacia el exterior del mundo por eso se considera lo mejor, así también lo pésimo. Cuando examinamos que todas las personas somos los indicados, empieza a nacer ese sentir de cuidar, complementa la base del humanismo tras pesar de que el sujeto también refleja una lucha por lo que el sujeto es por lo tanto existe una facilidad al relacionarse con la sociedad y realizar su propia familia.
Las relaciones en el cuidado
Como ya sabemos el cuidado nace en lo subjetivo, el arte de cuidar es una acción que se da en la persona, también así existe algo más allá que le da sentido al cuidado como la relación de cuidador-paciente, por tal motivo existen una mínima cantidad de participantes pueden ser dos o más, toma sentido el acto de cuidar cuando el momento se da y existe un enfrentamiento con el de los dos sujetos, y el primer enfrentamiento se releva en los rostros.
La interrelación en el rostro desde ya nos refleja una gran notificación real y direccional entre las personas, el rostro no refleja una mentira al contrario nos refleja la verdad de las personas, el rostro nos refleja la única existencia de quien lo transmite al exterior. Mediante el rostro nos damos cuenta de la percepción y así poder recibir lo q transmite la humanidad. Además, en el rostro las personas pueden verse unas a otras mediante la intimidad y conocerse un poco más ya sea si están felices o mal humorados. Al encontrarse los rostros se transmiten los sentimientos y las necesidades básicas de cada persona.
“ El cuidado es la esencia de la Enfermería, el cual está constituido por acciones transpersonales dirigidas a proteger, mejorar y preservar la humanidad de los sujetos de atención, es así, como el cuidado adquiere una dimensión profunda que va más allá de una aplicación de técnicas, de planificar una atención o de recibir un turno; es estar ahí con el otro, es compartir sus sentimientos, emociones; es acompañar, apoyar y mantener una comunicación afectiva y efectiva con las personas que se relacionan en su ejercicio profesional.
Si se tiene en cuenta que los pacientes son seres en estado de vulnerabilidad por la enfermedad que padecen, éstos requieren de un profesional preparado, que además de poseer fundamentación científica en el hacer, desarrolle capacidad relacional, es decir, que muestre una variedad de actitudes que le permitan establecer buenas relaciones humanas, con el fin de poder responder de manera integral a las necesidades del paciente. Por ello es importante que el profesional de la Enfermería reflexione sobre la práctica de cuidado que realiza, si la rutina lo ha llevado a perder la humanidad actuando de forma fría, distante y mecánica para hacer acciones sobre los demás, o tiene como eje central de su cuidado a la persona.” (6)
Sabiendo que en el rostro de cada persona podemos identificar distintos estados de ánimos como la felicidad, el amor, ilaciones, también se pude reflejar todo aquello que deprime a una persona o dolores en caso de enfermedades etc. Así, cada persona puede reflejar señuelos de muerte, existen relación de angustias, es ahí donde la acción de cuidar interviene para brindar apoyo moral o que se amerite.
La persona que tiene el don de curar con sus manos, les da a las personas una energía positiva que ayuda aliviar el dolor y así que la persona pueda seguir en armonía en su entorno. La persona que sana el dolor por medio de palabras susurra unas palabras adecuadas para transmitir energías positivas a las personas. Así mismo existen un sin números de personas que tienen distintas maneras de curar por medio de lo que la naturaleza nos brinda como los bosques los ríos o aire etc. Que normalmente piensan que brindan energía que aislara los malestares de los abordan.
Para que se estructure la acción de cuidar debe existir una interrelación del rostro que transmite algún tipo de sentir con el rostro del cuidador, ya que el dolor es una manifestación de que algo anda mal en nuestro cuerpo, si bien sabemos unas de las formas de manifestación de muerte es el dolor, la persona que realiza esta acción de brindar cuidado no debe preocuparse solamente por su bienestar sino de velar por su sufrimiento.
En el arte de cuidar relacionando los rostros también tenemos el contacto, además, el contacto tiene que ver mucho en el cuerpo de la otra persona, porque así existe una interacción de persona a persona compartiendo los sentimientos del otro que se reflejan en sus rostros. El contacto debe ser ligero mediante una caricia, el contacto nos permite brindar una sensación de bienestar o de luz para los pacientes, es el amor que se ponga en cada caricia para mejorar el estado en el que se encuentre la otra persona.
En esta parte intervienen el rol de cuidador y cuidado, de tal manera que así mismo como cuidador brindamos esa satisfacción de bienestar estamos propensos a caer en algún mal y en algún momento ocupamos el papel de paciente, como es el caso de los profesionales del área de Enfermería.
La Enfermería en el cuidado del paciente
Se ha venido creando lo que en este sentido convierte a la ética en la forma de resolver los problemas ya que lo humano parte más en el cuidado que en la voluntad. Debido a esto el personal de Enfermería debe realizar acciones intersubjetivas para mejorar y ayudar a la persona a hallar una respuesta en la enfermedad y obtener autocontrol autoconocimiento y autocontrol mediante la unión espiritual que trasciende en persona, tiempo y espacio.
“La vida de los seres humanos se manifiesta a través de relaciones entre semejantes, estas se desarrollan en el seno de grupos e instituciones. El hombre como ser social está sujeto a relaciones interpersonales que se promueven entre personas que se conocen o no. Estas juegan un rol importante en la actividad humana y están mediadas por la comunicación. En Enfermería, se establecen relaciones con el paciente y familiares, de modo que le permita a la enfermera favorecer la relación terapéutica, satisfacer las necesidades del paciente y brindar cuidados de Enfermería.”(7)
En la existencialidad del cuidado ante la actitud de la persona este se encuentra en un ser esencial que trata al cuidado como un desplazamiento de la preocupación por uno mismo y así mismo hace que otro tome importancia hacia él. Entonces para iniciar un proyecto de vida dedicando su existencia al cuidado del otro corresponderá a interpretación de lo que siente desde el primer trato para desarrollar un mejor efecto para la vida de la persona y así mimo para el bienestar propio. Entonces podemos decir que el cuidar también es pensar con lo que la profesión de Enfermería se ha ido ganando la responsabilidad del cuidar y las prácticas que conlleva consigo miso el cuidado.
En un aspecto no tan conciso de la profesión se puede marcar que la misión de Enfermería es prevenir enfermedades y recuperar de las mismas, sino también reanimar, aliviar y asegurar la enfermedad del paciente de tal modo es como se debería fomentar la misión de los profesionales de Enfermería como un acto más humanizado que produzca bienestar en todo sentido.
Con esto se expanden las maneras en la que el profesional trata la forma de sus cuidados para mejorar la salud de una forma más humana y espiritual. Aunque como lo dicen varios autores filosóficos por más grande que sea el conocimiento adquirido nunca podrás trascender en el cuidado sino se acepta el aspecto más humanizado existencial de los enfermos
Finalmente, el enfermero/a tiene que posibilitar la interacción afectiva sin olvidar que es la persona que cuida y su deber es sanar tanto física como lo espiritualmente a las personas sin olvidar el trato humanizado.
Conclusiones
- La acción de cuidar desde diferentes puntos de vista fenomenológicos es un arte evolucionada con transcendencia e impacto en el proceso salud-enfermedad, en la actualidad está inmiscuida en el ámbito profesional de Enfermería destinado a promover y rehabilitar, a los grupos vulnerables, en cuyos colectivos se diferencian estilos de vida a para poder ayudar a mejorar el estilo de vida de las personas.
- El enfermero o enfermera debe tener siempre consigo la empatía, ponerse en el lugar de las otras personas analizando lo que refleja el rostro del paciente para poder complacer las necesidades que requiera.
- El cuidado necesita sobresalir más allá de lo común ya que solo así se podrá desenmascarar más problemas de quien necesita ser cuidado.
- Los enfermeros/as deben aprender a realizar actividades de cualquier tipo posible ya que así podrán ser ejemplo para cualquier grupo poblacional además de humanizar todos los servicios ofrecidos
Bibliografía
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2. Pinedo Vázquez, M.T., & Jiménez Jiménez, J.C. (2017). Cuidados del personal de Enfermería en la dimensión espiritual del paciente. Revisión sistemática. Cultura de los Cuidados (Edición digital), 21(48). Recuperado de http://dx.doi.org/10.14198/cuid.2017.48.13.
3. S. Rodríguez, M. Cárdenas, A.L. Pacheco, M. Ramírez, N. Ferro, E. Alvarado. (2017). Reflexión teórica sobre el arte del cuidado». Enfermería Universitaria 14, n.º 3 (2017): 191-98. https://doi.org/10.1016/j.reu.2017.05.004.
4. Carrillo Algarra, Ana Julia, García Serrano, Lucila, Cárdenas Orjuela, Claudia Marcela, Díaz Sánchez, Ingrid Rocío, & Yabrudy Wilches, Nataly. (2013). La filosofía de Patricia Benner y la práctica clínica. Enfermería Global, 12(32), 346-361. Recuperado en 17 de marzo de 2019, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-61412013000400021&lng=es&tlng=es.
5. Arenas, N. (2006). El cuidado como manifestación de la condición humana. Salus, 10 (1), 12-17.
https://www.redalyc.org/html/3759/375938979004/
6. Prias Vanegas, H. (2017). CUIDADO HUMANIZADO: UN DESAFÍO PARA EL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA. REVISALUD Unisucre, 3(1). Recuperado a partir de https://revistas.unisucre.edu.co/index.php/revisalud/article/view/575.
7. Mastrapa, Y., & Gibert Lamadrid, M. (2016). Relación enfermera-paciente: una perspectiva desde las teorías de las relaciones interpersonales. Revista Cubana De Enfermería, 32(4). Recuperado de http://www.revenfermeria.sld.cu/index.php/enf/article/view/976/215.