Índice
Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 9–Septiembre 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº9: 89
Autor principal (primer firmante): Alba Lucía Noguera López
Fecha recepción: 8 de agosto, 2023
Fecha aceptación: 5 de septiembre, 2023
Ref.: Ocronos. 2023;6(9) 89
Autores:
- Alba Lucía Noguera López. Diplomada en Enfermería.
- Elena Marco Santos. Graduada en Enfermería.
- Jorge Carbó Cortés. Graduado en Enfermería.
- Lucía Bolea Murillo. Diplomada en Enfermería.
- María José Letón Lavilla. Diplomada en Enfermería.
- María Orruño Paesa. Graduada en Enfermería.
Resumen
La agitación psicomotriz no se considera una enfermedad en sí misma, sino más bien un síndrome que puede manifestarse en diversos trastornos psiquiátricos y en algunos casos de trastornos neurológicos.
Es un trastorno de la conducta que se caracteriza por un aumento excesivo o inapropiado de la actividad motora, acompañado de alteraciones emocionales ocurriendo de manera imprevista.
Es de suma importancia tomar medidas desde las etapas iniciales o al detectar los primeros signos de agitación y pérdida de control en un paciente, con el objetivo principal de garantizar su seguridad
Palabras clave: agitación psicomotora, procedimientos terapéuticos, atención hospitalaria
Introducción
La agitación psicomotriz no se considera una enfermedad en sí misma, sino más bien un síndrome que puede manifestarse en diversos trastornos psiquiátricos y en algunos casos de trastornos neurológicos.
Es un trastorno de la conducta que se caracteriza por un aumento excesivo o inapropiado de la actividad motora, acompañado de alteraciones emocionales ocurriendo de manera imprevista.
El aumento de la proporción de personas mayores en la población, junto con los cambios cognitivos que ocurren a medida que envejecemos, y la presencia de diferentes condiciones clínicas o intervenciones médicas que pueden causar confusión y desorientación.
Cuando un paciente está agitado, a veces confundido y generalmente exigente o hostil, representa un desafío tanto a nivel institucional como profesional.
Es de suma importancia tomar medidas desde las etapas iniciales o al detectar los primeros signos de agitación y pérdida de control en un paciente, con el objetivo principal de garantizar su seguridad.
Por lo tanto, la intervención del personal sanitario debe garantizar en todo momento la seguridad de todas las personas involucradas, incluyendo al paciente y a los profesionales que lo atienden
Objetivos
El objetivo de este artículo es proporcionar una definición clara y una descripción detallada de los diferentes tipos de contención que pueden aplicarse en pacientes con agitación psicomotriz.
Además, se busca brindar información sobre las medidas y actuaciones específicas que deben llevarse a cabo en cada tipo de contención.
Metodología
Para la elaboración de este artículo y la recopilación de información, se realizaron consultas en diversas bases de datos (Medline Plus, Dialnet, Scielo, Google académico)
Resultados
Tipos de contención
Contención verbal
El objetivo principal es reducir la ansiedad, la hostilidad y la agresividad para prevenir posibles actos violentos. Es una medida útil en las que la pérdida de control sea moderada. Es importante tener en cuenta que la comunicación no verbal sea tranquilizadora.
- Es importante utilizar el nombre del paciente y presentarnos para establecer una conexión personal.
- Debemos dedicar el tiempo necesario para evaluar al paciente, comprenderlo y detectar sus necesidades.
- Si el paciente malinterpreta el entorno, es necesario corregir rápidamente esa percepción, así como orientar al paciente sobre su ubicación, la hora y el espacio en el que se encuentra.
- Es fundamental informar al paciente sobre cómo puede comunicarse con el personal si necesita ayuda.
- Utilizar gestos no amenazantes evitando gestos bruscos siempre usando una postura abierta y un contacto ocular que invite al diálogo.
Contención ambiental
Implica ajustar el ambiente para crear un ambiente tranquilo, libre de fuentes estresantes para el paciente.
- Garantizar una iluminación y temperatura adecuadas promoviendo ciclos regulares de vigilia y sueño
- Identificar y corregir posibles alteraciones sensoriales, como el uso de gafas o audífonos
- Ofrecer opciones de entretenimiento con el fin de relajar al paciente y mantener el contacto con el mundo exterior así
- Proporcionar métodos de comunicación alternativos (papel, lápiz, etc.)
Contención farmacológica
Uso de fármacos generalmente antipsicótico y/o benzodiacepinas con el objetivo de reducir la inquietud o agitación y permitir el manejo adecuado de la situación.
Es responsabilidad del facultativo establecer y revisar periódicamente los objetivos de la medicación, así como del personal vigilar la función respiratoria, constantes vitales y nivel de conciencia del paciente.
Contención mecánica
La contención mecánica y/o física se refiere al uso de dispositivos para restringir o limitar los movimientos de una parte o la totalidad del cuerpo, con el propósito de prevenir actividades que podrían poner en riesgo o causar lesiones al paciente como a terceros.
Esta medida se considera como último recurso cuando otras alternativas han fracasado.
El uso de este procedimiento debe aplicarse basándose en el respeto a la persona y se deberá tener en cuenta los aspectos éticos o o el de la autonomía, beneficencia, justicia y vulnerabilidad, así como estas medidas tienen que ser aplicadas según la legislación vigente.
Técnica de actuación en una restricción física
- Esta medida debe estar prescrita y reflejada por escrito siempre por un facultativo que indique o no la contención.
- Proporcionar información comprensible al paciente sobre la necesidad de la contención adaptando esta información al nivel de atención y colaboración del paciente. En caso de que el paciente no pueda decidir, se informará y consultará a los familiares para obtener su consentimiento.
- Los profesionales encargados de la contención deben tener los conocimientos, habilidades y aptitudes necesarias para aplicar las técnicas de inmovilización.
El número mínimo de personal necesario para realizar el procedimiento de manera segura es de cuatro personas, con una persona a cargo de cada extremidad del paciente.
Sin embargo, para una óptima seguridad y control, se recomendaría contar con un quinto miembro del personal, quien se encargaría de controlar la cabeza del paciente, comunicarse con él y dirigir el proceso de contención. - Los elementos utilizados en la contención deben ser homologados y cumplir con las condiciones adecuadas (longitud, textura, acolchado, etc.) para evitar posibles lesiones al paciente. Siempre es importante evitar el uso de métodos caseros o rudimentarios (vendas, sabanas, etc.)
- El orden de la contención será el siguiente: se realizará primero la sujeción abdominal, luego la de los miembros inferiores y finalmente la de los miembros superiores posicionando al paciente en decúbito supino a menos que presente disminución de conciencia o riesgo de broncoaspiración colocándose en este caso en decúbito lateral.
- Después de aplicar la contención física y/o mecánica, se debe registrar en el historial clínico la fecha de aplicación, la causa de la restricción, el tipo de medida y cualquier incidencia relevante.
- Se debe asegurar un control continuo y una vigilancia adecuada del paciente, teniendo en cuenta su grado de necesidad y nivel de contención evitando así complicaciones potenciales como pueden ser lesiones o golpes, isquemia de miembros, úlceras por presión, broncoaspiraciones, aumento de la agitación asfixia mecánica entre otras.
- Las contenciones deben ser utilizadas durante éxodos limitados para dar la oportunidad al paciente a movilizarse. La eliminación de la medida de contención se llevará a cabo de manera gradual, evaluando el comportamiento del paciente y registrándolo en el historial clínico.
Conclusión
Para asegurar resultados óptimos, es fundamental que el personal reciba una formación continua y periódica en los procedimientos mencionados.
Esto permitirá que estén actualizados en las mejores prácticas y tengan las habilidades y conocimientos necesarios para llevar a cabo los procedimientos de manera adecuada y segura.
La formación continua garantiza que el personal esté al tanto de los avances y cambios en los protocolos y pueda adaptarse a nuevas técnicas o enfoques que mejoren la atención y el manejo de los pacientes con agitación psicomotriz.
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