Comparativa de los programas de rehabilitación cardiaca telemáticos frente a los presenciales. Experiencia en una pandemia

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 3–Marzo 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº3: 235

Autor principal (primer firmante): Lorena Malagón López

Fecha recepción: 20 de febrero, 2023 

Fecha aceptación: 17 de marzo, 2023 

Ref.: Ocronos. 2023;6(3) 235

Autores: Lorena Malagón López 1, Lizar Zabala Díaz 1. Facultativo Especialista de Área en Cardiología. Área Clínica del Corazón, Hospital Universitario de Navarra.

Resumen la rehabilitación cardiaca es la herramienta más eficaz de prevención secundaria en la cardiopatía isquémica. Se realiza un análisis comparativo entre los programas de rehabilitación cardiaca presencial y telemático durante la pandemia por SARS-CoV-2.

Se incluyen 456 pacientes que realizaron el programa de rehabilitación cardiaca, 15.13% de forma telemática y 84.87% de forma presencial. Se concluye que ambos programas permiten un adecuado control de los factores de riesgo cardiovascular.

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Palabras clave: rehabilitación cardiaca, prevención secundaria, cardiopatía isquémica, pandemia, COVID-19.

Conflictos de interés: ninguno de los autores declara tener conflictos de interés para el presente estudio.

Introducción y objetivos

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad a nivel mundial 1-2. Además, provoca deterioro en calidad de vida de los pacientes, y genera importante gasto sanitario 1-4.

La rehabilitación cardiaca se considera la herramienta más eficaz de prevención secundaria en la cardiopatía isquémica 5. Desde finales de los años 80 se han publicado distintos metaanálisis que demuestran de forma significativa la disminución de mortalidad global, la mortalidad cardiovascular y el reinfarto fatal en pacientes coronarios comparados con el grupo control 6-14.

Por ello, la rehabilitación cardiaca tras un evento isquémico tiene una indicación de clase I nivel de evidencia A tanto por la Sociedad Europea de Cardiología 15 y la Sociedad de Rehabilitación Cardio-Respiratoria (SORECAR)16.

Los programas de rehabilitación cardiaca (PRC) son una intervención integral y multidisciplinaria que debe proporcionar entrenamiento personalizado de ejercicio, consejo sobre estilo de vida y abandono del tabaco, además de seguimiento y control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) hasta alcanzar objetivos según las guías clínicas. 17

Los programas de rehabilitación cardiaca constan de 3 fases; fase I hospitalaria, fase II ambulatoria y fase III de mantenimiento. En cuanto a la fase II, existen diferentes modalidades: hospitalarios monitorizados, domiciliarios, telemáticos, semipresenciales…

Los programas telemáticos, a pesar de que se utilizaban desde hace años en algunos centros, mostraron su auge durante la pandemia SARS-CoV-2, debido a las restricciones que obligaban a cerrar los gimnasios, permitiendo la rehabilitación de los pacientes que habían presentado un proceso isquémico durante esta etapa.

Es por ello que queremos conocer si la realización de PRC telemáticos permite un control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en prevención secundaria similar a aquellos realizados presencialmente, en los pacientes que han presentado un evento coronario previo.

Material y métodos

Para ello se ha realizado un estudio transversal descriptivo retrospectivo en el que se incluyó los pacientes que realizaron de forma consecutiva el programa de rehabilitación cardiaca (PRC) tanto en modalidad presencial intrahospitalaria (PRCP) como telemática (PRCT) desde mayo de 2019, hasta diciembre de 2021.

Se hizo un primer análisis sobre la tasa de finalización en cada grupo, para conocer si había mayor tasa de abandono en uno u otro grupo y cuáles eran los principales motivos. Se excluyó en el análisis posterior a aquellos pacientes que no completaron el PRC, ya que en ellos no se podría valorar adecuadamente los beneficios obtenidos.

Posteriormente, se estudiaron las características basales de uno y otro grupo para conocer si el perfil de paciente era comparable. Finalmente, se analizó el control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) al final del PRC según si lo realizaron intrahospitalariamente o telemáticamente para estudiar el beneficio obtenido en uno y otro programa.

Se define con diabetes mellitus (DM) controlada, como aquella en la que se alcanza hemoglobina glicosilada (HbA1c) <7%.

El LDL medido al inicio se refiere previo al PRC, es decir, los pacientes llevan al menos 2-3 semanas de tratamiento hipolipemiante iniciado durante el ingreso por SCA. Se define como LDL objetivo aquel <70mg/dl previo a la publicación de las guías de la ESC de dislipemia en 2019 y como objetivo <55mg/dl y reducción del 50% respecto al basal tras la publicación de las mismas 18.

La capacidad funcional inicial de los pacientes se estima mediante METS teóricos obtenidos en prueba de esfuerzo simple.

La estadística se ha realizó mediante el software Stata 15.1 y el análisis comparativo según dónde realizaron el PRC mediante los test Chi2, test exacto de Fisher y U de Mann-Whitney según corresponde.

Resultados

Durante mayo de 2019 y diciembre de 2021, 456 pacientes comenzaron el PRC, el 15,13% mediante PRCT y el 84.87%, PRCP. No hubo diferencias en las tasas de abandono; finalizaron el 95.89% de los pacientes del PRCT y el 94.84% del PRCP (p=1).

Las características basales de los pacientes que finalizan el PRC de encuentran resumidas en la Tabla 1.

No existen diferencias entre ambos grupos en cuanto a sexo (18.9% de mujeres en PRCP vs 24.3% en PRCPT, p=0.33), edad (59.2 años vs 60.3 años, p=0.34), fracción de eyección de ventrículo izquierdo (FEVI) (54.97% ±5.86 vs 56 ±5.6, p=0.72), estratificación de riesgo previo a la realización del PRC (p=0.34), tabaquismo (p=0.23), obesidad (27.6% vs 32.3%, p=0.49), niveles de LDL (74.96mg/dl ±25.8 vs 77.3mg/dl ±21.7, p=0.22), prevalencia de diabetes mellitus (DM) (17.4% vs 14.7%) o tratamiento farmacológico al momento de inicio del programa. Tampoco había diferencia entre su capacidad funcional estimada por METS teóricos.

Sí que se aprecia que los pacientes que realizan el PRCP son más hipertensos (51.2% vs 35.7%, p=0.02).

En cuanto a los objetivos alcanzados del control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en prevención secundaria (Tabla 2), se consigue una tase de deshabituación tabáquica algo mayor en el PRCP aunque de forma estadísticamente no significativa (77.4 vs 68%, p=0.31). Respecto el control de la tensión arterial, diabetes mellitus o niveles de LDL, es algo mejor entre los pacientes que han realizado el PRCP aunque tampoco se aprecian diferencias estadísticamente significativas.

Entre la medicación para control de LDL, se emplea en ambos grupos de forma similar al finalizar el PRC estatinas de alta potencia (95.3% vs 95.7%, p=1) y ezetimiba (76.5% vs 82.9%, p=0.28). Sin embargo, en el grupo de PRCP hay un mayor empleo de iPCSK9 aunque sin diferencias significativas (2.65% vs 1.45%, p=0.6). En cuanto a los pacientes diabéticos, un mayor porcentaje de pacientes del grupo PRCT está bajo tratamiento con iSLGT2 o aGLP1 (62.4% vs 80%, p=0.27) pero sin existir tampoco diferencias significativas.

Discusión

Desde la puesta en marcha del programa de rehabilitación cardiaca (PRC) en nuestro hospital, los pacientes realizaron mayoritariamente PRCP, pero un número de pacientes no desdeñable lo realizó telemáticamente debido a la situación de la pandemia SARS-CoV-2.

Las características de ambos grupos eran similares, a excepción de la prevalencia de hipertensos, mayor en el grupo PRCP. Por el resto de parámetros, ambos grupos se consideran comparables.

Llama la atención que tanto en el PCRP como PRCT, la gran mayoría eran de moderado-alto riesgo. Los programas telemáticos se suelen reservar para pacientes de bajo riesgo.

No obstante, debido a las restricciones en relación con la pandemia SARS-CoV-2 que obligaron al cierre del gimnasio, se optó por realizar PRCT en la mayoría de los pacientes, indistintamente de su estratificación del riesgo, para que al menos obtuvieran alguna pauta de ejercicio y fuera una herramienta más de prevención secundaria.

No se ha incluido en el análisis, pero no tenemos constancia de eventos cardiovasculares durante la realización de ejercicio en uno u otro grupo, ni siquiera en aquellos de moderado-alto riesgo que realizan el PRCT, aunque se programaba el mismo hasta alcanzar fase 3.

Respecto a los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) no se objetivan diferencias estadísticamente significativas en su control en uno u otro grupo. Además, el empleo de fármacos para ello es similar en ambos grupos. Esto hace pensar que la comunicación entre el personal y el paciente puede ser óptima en un programa telemático bien estructurado.

Por otro lado, hay datos que en este estudio que no se han podido explotar, como los valores antropométricos y los cambios en la capacidad funcional, debido a que, durante la pandemia, para evitar contacto físico y con ello contagios, no se medían dichos valores en la consulta final ni tampoco se realizaba una prueba de esfuerzo final.

Por último, en el presente estudio no se ha valorado el aspecto psicológico de los pacientes y sería interesante de estudiar, ya que creemos que compartir la experiencia con otros pacientes que se encuentran en una situación similar mejora la autoestima, disminuye el miedo a nuevos eventos y mejoran las relaciones sociales, especialmente en una época tan complicada para ello como fue la pandemia.

Conclusiones

Los programas de rehabilitación cardiaca (PRC) telemáticos son comparables a los presenciales en cuanto al control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV).

Sin embargo, en el presente estudio no se han podido valorar los cambios antropométricos, la capacidad funcional ni tampoco la repercusión psicológica en las diferentes modalidades de PRC, para lo cual resultaría interesante la realización de estudios dirigidos para ello.

Tabla 1. Características basales según destino de realización del programa de rehabilitación cardiaca.

Tabla 2. Resultados obtenidos según destino de realización del programa de rehabilitación cardiaca.

Anexos – Comparativa de los programas de rehabilitación cardiaca telemáticos frente a los presenciales. Experiencia en una pandemia.pdf

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