Incluido en la revista Ocronos. Vol. IV. Nº 3–Marzo 2021. Pág. Inicial: Vol. IV; nº3: 44
Autor principal (primer firmante): José Antonio García Álvarez
Fecha recepción: 9 de Febrero, 2021
Fecha aceptación: 3 de Marzo, 2021
Ref.: Ocronos. 2021;4(3): 44
Autor
José Antonio García Álvarez (personal celador).
Resumen
Para ser celador solo hay que tener nacionalidad española o ser miembro de cualquier estado de la Unión Europea, tener 16 años cumplidos en el momento de presentarse a las oposiciones y estar en posesión de un certificado escolar, la profesión ya se va aprendiendo sobre la marcha desde el momento en que empiezan a llamar de la bolsa de trabajo o bien si se ha sacado una plaza en propiedad.
Uno de los grandes problemas que encuentra dicho personal a la hora de desarrollar sus funciones es la de la falta de formación previa. El personal celador va aprendiendo a base de patinazos y broncas, con el asesoramiento de los que ya son más veteranos.
A toda esta problemática deberíamos de añadir el desconocimiento del lugar (hospitales, centros de salud, residencias geriátricas, etc) en el que se va a realizar las funciones destinadas al puesto de trabajo, pues para la mayoría del personal será la primera vez que se encuentre en dicho centro de trabajo. Todo esto junto puede llevarnos a una situación de estrés, ansiedad o incluso temor a afrontar nuestras funciones como personal celador.
Unas funciones que no son precisamente fáciles ni aptas para cualquiera que no cuente con un mínimo de experiencia, nada más llegar nos podemos encontrar con traslados, movilizaciones, manejo de transfers, balas (bombonas) de oxígeno, grúas y bandejas, o incluso colocar pacientes en la mesa del quirófano, siguiendo las órdenes del anestesista y del cirujano.
Hoy en día podemos localizar diferentes tipos de celador en función de las tareas que le sean asignadas en cada centro. Por lo tanto, se pueden encontrar celadores que están en contacto directo y de manera habitual con los pacientes, como por ejemplo es el caso de los celadores de urgencias, de planta, de quirófano, de rehabilitación o de UCI. También están los celadores que realizan una atención al público, como los celadores de planta, de centros de salud, de vigilancia, información o de ambulancia. Además, existen celadores que desempeñan su función en áreas como la lavandería, el almacén, la sala de necropsias, o incluso de dependencias administrativas, ya que se pueden encargar de la custodia de las mismas.
Objetivos
La formación es crucial en el desarrollo personal y profesional de cualquier persona, por el impacto que genera a distintos niveles:
- mejora las condiciones de trabajo.
- incrementa la competencia profesional y la productividad: el hecho de estar altamente capacitados nos permite, a su vez, afrontar la toma de decisiones y resolución de conflictos de forma más eficaz.
- aumenta nuestra satisfacción en el trabajo: gracias a la formación, seremos capaces de llevar a cabo con éxito las metas que nos propongamos y de afrontar nuevos desafíos, lo que tiene un impacto positivo en nuestra motivación laboral y nuestra satisfacción personal y autoafirmación.
- potencia la confianza y autoestima en nuestras relaciones personales: la formación nos aporta conocimientos, pero también habilidades sociales (como proactividad, empatía, compromiso, autocrítica, tolerancia…), capacitándolos para interactuar con nuestro entorno con una actitud más positiva.
El concepto de experiencia laboral como el conjunto de aptitudes y conocimientos adquiridos por una persona o grupo en un determinado puesto laboral, o durante un periodo de tiempo específico es el resultado final de todo este proceso.
Palabras claves
Estatuto, personal celador, desconocimiento, formación.
Conclusiones
Una de las raíces principales de esta problemática radica en su estatuto, que data del año 1971, un texto preconstitucional y machista, que podía tener sentido en aquel momento, cuando los celadores eran todos hombres y sus funciones eran muy reducidas. Son muchas las plataformas que llevan años planteando la creación de un nuevo estatuto, que cambie su condición a personal sanitario, creando una formación profesional reglada de celadores y, por supuesto, mejorando las condiciones laborales de este colectivo.
Hay una formación continuada para el personal que está trabajando, pero no para los que están apuntados en la lista de contrataciones y que, en cualquier momento, pueden asumir esas funciones. Lo ideal es que se implantara una formación específica que se traduzca en una mejor atención sanitaria a los pacientes.
Bibliografía
- https://noelialopezcheda. wordpress.com/ 2016/07/04/la- importancia-de-la- formacion-para-tu- desarrollo-personal- y-profesional/
- https://www.laregion.es/ articulo/ourense/ celador -entra-experiencia- aprende-patinazos-broncas/ 20180 30223 2331775189.html
- https://www.nortes.me/ 2020/11/05/el-primer- dia-de-un-celador-y -yo-que-hago-vete- alli-y-pregunta