Cirrosis hepática

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 9–Septiembre 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº9: 14

Autor principal (primer firmante): Eva Abós Catalán

Fecha recepción: 3 de agosto, 2023

Fecha aceptación: 30 de agosto, 2023

Ref.: Ocronos. 2023;6(9) 14

Autores

  1. Eva Abós Catalán- TCAE
  2. Ana María Rodríguez Martín- TCAE
  3. Ester López Escudero- TCAE
  4. Yanet Moreno Ruiz- TCAE
  5. Mariela Dunia Valderrama Sueldo- TCAE

Categoría profesional

TCAE

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Introducción

La cirrosis hepática es la cicatrización del hígado, genera un anormal funcionamiento hepático, debido a una lesión crónica.

El hígado es el órgano interno más grade del organismo, que está implicado en múltiples funciones metabólicas complicadas esenciales para la vida.

Estas funciones son:

  • EL proceso de absorción de nutrientes que han sido sintetizados en el estómago.
  • Productor de bilis, para ayudar en la digestión de las grasas y las vitaminas.
  • Elimina los medicamentos y productos de desecho de la sangre y los excreta por la bilis.
  • Productor de proteínas sanguíneas para el organismo incluidas funciones de coagulación de la sangre.

La cirrosis hepática es la consecuencia directa de una lesión hepática crónica o a largo plazo.

Las causas más comunes son la cirrosis alcohólica o por el virus de la hepatitis B o C, pero hay otras causas asociadas a la cirrosis como puede ser, el hígado graso, un trastorno genético, lesión hepática inducida por drogas, un trastorno de la conducta biliar o por enfermedades autoinmunes.

Hay pacientes con cirrosis que son debidos a más de una causa como puede ser la alcohólica y por el virus de la hepatitis. En un 20% de los casos de enfermos hepáticos con cirrosis, se desconoce la causa que lo origina, y a este fenómeno se le llama cirrosis criptogénica.

Palabras clave

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Enfermedad, Cirrosis Hepática, Cirrosis Hepática Alcohólica, fibrosis, consumo de bebidas alcohólicas.

Metodología

Revisión bibliográfica de la cirrosis hepática, cuáles son sus causas, como se llega a su diagnóstico, como es el mejor tratamiento, las posibles complicaciones y su pronóstico.

Desarrollo

En las primeras etapas de la enfermedad, se advierte sintomatología inespecífica, como puede ser la fatiga y el prurito, a medida que el tejido cicatrizal aumenta en el hígado, el paciente empieza a sentir la sintomatología hepática.

  • Fatiga, síntoma común de la cirrosis, normalmente viene acompañada de pérdida de masa muscular y de anemia.

  • Prurito, síntoma muy común en enfermos hepáticos, suele picazón en extensas zonas corporales.

  • Edema, es la retención de líquido, normalmente, en las extremidades inferiores.

  • Ascitis, cuando es leve, se puede observar mediante ecografía o tomografía computarizada abdominal, en los casos graves, hay grandes cantidades de líquido ascítico en el abdomen, aumentando de tamaño y con sensación de plenitud, puede restringir la respiración normal, y puede darse el caso de infección del líquido, a este fenómeno se le llama peritonitis bacteriana espontanea, cursa con fiebre y dolor abdominal, es un trastorno grave y es necesario la administración de antibióticos.

  • Sangrado digestivo: Es debido a la presencia de varices en el esófago, en el caso de rotura o desgarro de estas, el paciente puede presentar vomito de sangre o heces con presencia de sangre digerida, que son de color negras. Este es un trastorno muy grave, tratado como una emergencia médica y es necesario tratamiento en un hospital.

  • Ictericia: cambio de color de la piel y de los ojos a tonalidad amarillenta porque la función hepática está comprometida. El color de la orina cambia a amarillo intenso o marrón, y las heces cambian a marrón pálido.

  • Encefalopatía hepática: Debido a que el hígado no filtra la sangre, no puede desintoxicarse y llega con material de desecho a todas las partes del organismo. Cuando esto sucede en el cerebro, se produce una desaceleración mental, presentan confusión, somnolencia, dificultad en el habla y en los casos más graves el paciente puede entrar en coma.

Diagnóstico

Mediante la historia clínica del paciente, se observa los indicios de consumo de alcohol, los riesgos de padecer hepatitis B y C, la ingesta de fármacos, drogas, patologías pulmonares presentes, etc. Durante la exploración física el facultativo ya puede intuir un aumento del tamaño del hígado, conocido como hepatomegalia, o un aumento del tamaño del bazo, esplenomegalia, presencia de arañas vasculares, telangiectasias en los pómulos o enrojecimiento en las palmas de las manos.

Mediante analítica sanguínea, están alteradas el número de células sanguíneas, se solicitan marcadores de la función hepática o para el virus de la hepatitis B o C, incluso se le solicita un estudio completo de coagulación. Mediante una ecografía abdominal, se puede llegar al diagnóstico indirecto de muchas patologías. El diagnostico directo de la cirrosis es mediante una elastografía y una biopsia.

Tratamiento

La cirrosis es una enfermedad irreversible, así que solo se pueden tratar los síntomas y la causa subyacente y para evitar las complicaciones asociadas a esta patología.

  • Dietéticos, evitar el consumo de sal para la prevención de retención de líquidos, evitar al máximo el consumo de alcohol, los pacientes con cirrosis no deben consumir alcohol, si es una causa alcohólica, dejar el consumo, puede mejorar drásticamente la función hepática.

  • Se le puede prescribir diuréticos para la retención de líquidos y betabloqueantes para evitar las hemorragias digestivas.

  • Para problemas con encefalopatías, se les puede prescribir lactulosa o antibióticos orales.

  • En algunos casos se puede recomendar una derivación TIPS, para evitar tanta presión sanguínea en el hígado, pero conlleva muchas complicaciones, como mayor riesgo de ascitis.

  • Un enfermo de cirrosis debe recibir anualmente la vacuna de la gripe, la del neumococo y se le realizaran pruebas serológicas para detectar si tiene anticuerpos de las hepatitis A y B, en caso de no ser inmune, vacunarlo.

  • Trasplante hepático: es el único tratamiento definitivo, el cual necesita de múltiples pruebas antes de realizarlo para saber compatibilidad con el órgano a recibir, ya sea de donante vivo o muerto, y saber con certeza que el paciente está lo suficientemente bien de salud como para poder soportarlo.

    Los pacientes trasplantados recibirán medicación de por vida.

Conclusiones

La gran importancia de cuidar la salud desde la infancia, sin excesos de ningún tipo, creemos que es gran parte de la solución a este problema, con unas revisiones periódicas a nuestro médico de atención primaria, puede solventar muchos de los casos asociados a una cirrosis.

Bibliografía

  1. Cirrosis hepática. Gastroenterol Hepatol [Internet]. 2004 [citado el 3 de agosto de 2023];27(2):106–10. Disponible en: https://www.cun.es/enfermedades- tratamientos/enfermedades/cirrosis-hepat ica
  2. Cirrosis hepática [Internet]. American College of Gastroenterology. 2018 [citado el 3 de agosto de 2023]. Disponible en: https://gi.org/patients/recursos-en-espa nol/cirrosis-hepatica/