Índice
Autoras: Montserrat Morán Fernández, Patricia María Camporro Rodríguez, Marta María González García
Introducción
Aunque el término parezca nuevo, el síndrome de desgaste en el trabajo o estar quemado, ya fue descrito por primera vez por el psiquiatra germano-estadounidense Herbert Freudenberg en 1974.
El síndrome de burnout puede afectar a diferentes grupos de profesionales, aunque hay profesiones a las que les afecta en mayor grado, como ocurre en la sanidad y la enseñanza, principalmente por estar más en contacto con las personas.
Entre los profesionales de la sanidad hay categorías que tienen más predisposición a sufrir el burnout. Los médicos, trabajo social, enfermeros-as, auxiliares de enfermería, celadores y personal administrativo, son los que lo sufren con mayor frecuencia, porque tienen un trato más directo con pacientes y familiares.
Los síntomas no aparecen de repente, sino de una manera lenta y progresiva, sin que apenas se pueda percibir ningún cambio al principio. Lo más habitual es experimentar una pérdida progresiva de energía, hasta llegar a provocar un agotamiento físico y emocional, que da como resultado una falta de motivación para el trabajo, una despersonalización y una deshumanización, lo que provoca síntomas de ansiedad y depresión.
Objetivo
Analizar las causas que provocan el síndrome burnout y como poder prevenirlas.
Resultado
Las principales causas que hacen que los profesionales de la sanidad tengan una mayor predisposición a sufrir el síndrome de burnout son:
- Estar en contacto con todo tipo de personas, el dolor y la muerte, lo que da lugar a veces a situaciones tensas y/o conflictivas.
- Ser poco valorados o sufrir las desigualdades entre categorías profesionales.
- La falta organizativa, la sobrecarga de trabajo y la falta de recursos.
- La excesiva competitividad entre compañeros por el puesto de trabajo.
- La falta de apoyo de los compañeros y superiores, así como la excesiva burocratización del trabajo.
- La edad y la monotonía en el trabajo por realizar las mismas tareas durante mucho tiempo.
Después de ver las diferentes causas que ocasionan este síndrome, deberíamos hacernos esta pregunta.
¿Qué podemos hacer para prevenir y evitar este síndrome?
En realidad, la respuesta sería muy fácil y sencilla. Se podrían hacer muchas cosas.
Por parte de la empresa: motivar y valorar más a los trabajadores, incentivándolos, creando un buen ambiente de trabajo que fomente el optimismo y las actitudes positivas.
Por parte de los trabajadores: pedir ayuda a la familia y a la empresa mediante el servicio de prevención de riesgos laborales, descansar y dormir las horas reglamentarias, fomentar los hábitospositivos como una buena alimentación, saber desconectar del trabajo y sobre todo, aprender a disfrutar más de la vida y del tiempo libre.
Conclusiones
El burnout no es un problema sin más, es un problema de salud, de calidad de vida laboral y familiar. La Organización Mundial de la Salud, le da por fin el reconocimiento como enfermedad. Las empresas y la sociedad no acaban de reconocer y aceptar las consecuencias que acarrea la falta de medidas para combatir este síndrome.
La prevención sería sin duda la mejor manera de poner freno a los temidos efectos que provoca el estrés en el mundo del trabajo, ya que tiene como consecuencia un gran coste económico para las empresas, debido a la disminución del rendimiento de trabajo de los profesionales y el aumento de las bajas laborales. Como conclusión final, podría decirse que un trabajador feliz, sería más competitivo y productivo, es decir, trabajaría más y mejor.
Bibliografía
Artículo El Mundo. La entrevista final Víctor Vidal.
Buscador de Internet: Google Académico. Síndrome burnout.
Buscador de Internet: SCielo. El síndrome de burnout y los profesionales sanitarios.