Cambios en la vida del paciente ostomizado

Autores: Eva Vázquez Fernández, Carla García Fernández, Clara Suárez Pérez, Laura Rodríguez García, María Gómez de Cos, Elena Sánchez Huerta, Alba Couce Pérez, Almudena Díaz González

Introducción

Una ostomía es una abertura artificial (estoma) creada quirúrgicamente desde el cuerpo hacia afuera para permitir el paso de orina y heces. Se usa para tratar ciertas enfermedades de los sistemas digestivos o urinarios. Puede ser permanente, como cuando se extirpa un órgano, o temporal, como cuando un órgano necesita sanar. En general, se realiza en el intestino delgado, el colon, el recto o la vejiga.

A diferencia del ano, el estoma no tiene válvula o músculo de cierre. Esto significa que no es posible controlar el paso de la materia fecal que provenga del estoma. No hay terminaciones nerviosas en el estoma por lo que ni duele ni incomoda.

Existen muchos tipos de estomas. Los más importantes son los siguientes:

Qué es una ileostomía

Se trata de una abertura realizada quirúrgicamente sobre la piel del vientre, que reemplaza al recto como el lugar por donde los desechos del aparato digestivo (heces) salen del cuerpo.

A menudo, el colon (intestino grueso) absorbe la mayor parte del agua que comemos y bebemos. Con una ileostomía realizada, el colon ya no se utiliza. Esto significa que las heces provenientes de la ileostomía tienen mucho más líquido que una evacuación intestinal normal del recto. La materia fecal que proviene de la ileostomía es poco espesa o un líquido espeso. No es sólida como las heces que salían del recto, es un contenido más irritativo para la piel, lo que implica un mayor cuidado de la zona alrededor del estoma.

Si el estoma es una ileostomía, las heces son normalmente amarillentas, líquidas o semilíquidas y, a veces, con gases. Salen frecuentemente y en cantidades pequeñas, lo que implica la necesidad de permanecer con la bolsa continuamente colocada. Son heces que irritan la piel cuando contactan con ella, debido a que contienen jugos intestinales. Los desechos se acumulan constantemente, así que es necesario vaciar la bolsa de 5 a 8 veces por día.

Ileostomía estándar

La ileostomía estándar es el tipo más común de ileostomía que se hace. La mayoría de las veces, el estoma se ubica en la parte inferior derecha del vientre sobre una superficie plana de piel normal y lisa.

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Ileostomía continente (bolsa abdominal)

Con una ileostomía continente, la bolsa que recolecta los desechos está hecha con parte del intestino delgado. Esta bolsa permanece dentro del cuerpo y se conecta al estoma a través de una válvula que crea el cirujano. La válvula impide que las heces estén saliendo de manera constante, así que no necesita usar una bolsa continuamente. Los desechos se drenan colocando una sonda (catéter) a través del estoma unas pocas veces cada día.

Las ileostomías continentes ya no se realizan con mucha frecuencia. Pueden causar muchos problemas que requieren tratamiento médico y, algunas veces, es necesario volverlas a hacer.

Qué es una colostomía

Una colostomía es una abertura en la pared abdominal que se realiza durante una cirugía. Se hace pasar un extremo del colon (intestino grueso) a través de esta abertura para formar un estoma. La ubicación del estoma en el abdomen depende de la parte del colon que se usó para construirla, el lugar donde finalmente se situé el estoma va a influir de manera notable en el tipo de desecho que se forme.

Después de hacer una colostomía, el intestino funcionará tal y como lo hacía antes, con la excepción de:

  • La porción del colon y del recto que se encuentran más allá de la colostomía. Esta porción habrá sido desconectada o extirpada.
  • El ano. Éste dejará de ser el punto de salida de las heces fecales, aunque aún seguirá siendo un punto de salida de mucosidad de vez en cuando, lo cual es normal.

Puesto que los nutrientes se absorben en el intestino delgado, una colostomía no afectará cómo el cuerpo procesa el alimento. Las funciones principales del colon son las de absorber agua, transportar la materia fecal hacia el ano y luego almacenarla en el recto hasta que salga del cuerpo.

Algunas personas con colostomía descubren que son capaces de evacuar la materia fecal en ciertos intervalos durante el día con o sin la ayuda de una irrigación o drenado.

Después de la operación, algunas personas pueden aún sentir la necesidad de ir al baño y hasta tener un poco de descarga por el ano. Esta descarga consiste en mucosidad, sangre y a veces algo de materia fecal que quedó como residuo del periodo de la operación. Si permanece el recto tras la cirugía, éste continuará segregando mucosidad que se puede expulsar sin peligro

Colostomía transversa

Se realiza en la mitad derecha del colon (la parte que está cerca al colon ascendente), solamente permanecerá activa la parte corta del colon que desemboca en la colostomía. Algunas colostomías transversas descargan materia fecal con consistencia firme a intervalos infrecuentes, pero la mayoría de éstas se mueven frecuentemente expulsando materia fecal de consistencia suave a líquida. Es importante saber que la materia fecal contiene enzimas digestivas (químicos que el cuerpo produce para digerir el alimento). Estas enzimas son muy irritantes para la piel, por lo que ésta debe estar protegida

Colostomía ascendente

La colostomía ascendente se coloca en el lado derecho del abdomen. En este caso, sólo una sección corta del colon permanece activa, lo cual implica que el producto será de una consistencia líquida y tendrá muchas enzimas digestivas. Será necesario usar una bolsa con drenaje a todas horas, y se tendrá que proteger la piel de los desechos. Este tipo de colostomía es poco común puesto que, si la evacuación es líquida, con frecuencia resulta mejor realizar una ileostomía.

Colostomías descendentes y sigmoideas

Localizada en el colon descendente, la colostomía descendente se realiza en la parte inferior del lado izquierdo del abdomen. La mayoría de las veces la materia fecal es de consistencia firme y se puede tener control voluntario de su evacuación.

La colostomía sigmoidea es el tipo más común de colostomía. Ambos tipos de colostomía, descendente y sigmoidea, pueden tener una o dos aberturas (de boca única o de doble boca). La materia fecal es más firme que la de una colostomía transversa. No contiene tantas enzimas digestivas irritantes. Puede que la materia fecal se genere por reflejo en intervalos periódicos a horas esperadas. La evacuación ocurrirá después de que cierta cantidad de materia fecal se haya acumulado en el intestino, más arriba del punto de la colostomía. Puede que transcurran dos o tres días entre evacuaciones.

Puede ocurrir derramamiento de materia fecal entre evacuaciones debido a que no hay un músculo que retenga la materia fecal. Muchas personas usan una bolsa ligera y desechable para prevenir accidentes. Sentir la necesidad de evacuar (reflejo) ocurrirá de forma muy natural en algunas personas, mientras que otras pueden requerir un leve estímulo como un jugo, un café, una comida, un laxante suave o una irrigación.

Para algunas personas, comer ciertos alimentos en horas específicas puede generar la evacuación en un momento que les resulta conveniente. Algunas personas solo emplean este método para mantener sus evacuaciones bajo un horario programado, mientras que otras optan por combinarlo con la irrigación.

Qué es una urostomía

La cirugía de urostomía se hace a raíz de que la vejiga no esté funcionando como corresponde. Hay cuatro tipos principales de problemas en la vejiga que pueden ser tratados con la urostomía:

  • Daño a los nervios que controlan la vejiga (referido como enfermedad de vejiga neurógena)
  • Problemas desde el nacimiento (defectos congénitos)
  • Inflamación crónica de la vejiga
  • Cáncer de vejiga

La urostomía es una abertura en la pared abdominal realizada mediante cirugía. Sirve para desviar la orina fuera de la vejiga que está enferma o que no funciona como debería. La vejiga se evita o se extirpa. Después de esta cirugía, la orina se hace pasar fuera del cuerpo a través de una abertura en el vientre llamada estoma.

Los pacientes ostomizados sufren alteraciones de la fisiología gastrointestinal, cuando pierden el control de sus esfínteres, de la autoestima hasta la alteración de la imagen corporal, reconociendo su cuerpo como disfuncional. Así, el estoma también afecta emocionalmente, perjudicando su relación social. Por lo tanto, se sienten estigmatizados, sufren complicaciones quirúrgicas en el postoperatorio y enfrentan problemas referentes a la vivencia de su sexualidad. Esas transformaciones, a su vez, condicionan la vida familiar, afectiva, laboral y social de la persona.

Objetivos

El objetivo del estudio es mostrar los cambios que conlleva en la vida de una persona la presencia de una ostomía a nivel de diferentes esferas tales como esfera social, sexual, nutricional, emocional.

Material y métodos

Para llevar a cabo el estudio se ha realizado una búsqueda bibliográfica principalmente en 3 de las más importantes bases de datos: Scielo, PubMed y Medline. Los criterios de búsqueda son los siguientes:

  • Idioma: inglés y español
  • Período de tiempo: desde 2009 al 2019
  • Palabras clave: ostomizado, cuidados, calidad de vida, cambios, afrontamiento

Resultados

Se estima que, como resultado de una enfermedad, genética o trauma, aproximadamente 700,000 europeos se han sometido a una cirugía de ostomía para extraer o desviar las partes enfermas o dañadas de su intestino o vejiga.

En España hay más de 70.000 personas ostomizadas y cada año se producen más de 13.000 nuevos casos.

La ostomía impone límites a restando libertad en la vida personal afectando a actividades tan rutinarias como la alimentación, el vestuario, el trabajo, la vida social y al ocio.

Un estoma es una derivación quirúrgica de una víscera cuyo fin es desarrollar un vía de eliminación alternativa (urinaria o fecal), que genera una serie de cambios en la vida diaria del paciente ostomizado, que son los siguientes:

La esfera mental

La demanda psicológica que supone la necesidad de vivir 24 horas por día conectado a una bolsa de colostomía despierta sentimientos encontrados, repercutiendo en todos los aspectos de la vida del paciente. Para el alcance de la rehabilitación por el paciente, la asistencia especializada deberá ser interdisciplinaria, incluyéndose la enseñanza perioperatoria, acogida con soporte profesional y terapéutico individualizado, para favorecer la aceptación de la nueva condición. La utilización de estrategias de afrontamiento, por el paciente, atenúa el impacto de estar enfermo y la mejoría de su bienestar psicológico. Estrategias de interacción grupal de pacientes con la misma experiencia pueden ser utilizadas en la práctica clínica, principalmente para mayor proximidad y enfoque de cuestiones psicosociales.

El paciente ostomizado afronta su nueva situación de varias formas:

  • Evitación: el paciente no asume su nueva situación, su nuevo rol.
  • Negación: a diferencia de la evitación, el paciente es consciente del estoma pero lo ve como un obstáculo, algo que evitar por la carga que conlleva. Por esta razón es muy frecuente sobre todo en pacientes varones que deleguen el cuidado del estoma en la figura femenina de la casa, pasan a ser considerados pacientes dependientes, no se implican en el cuidado no les importa
  • Positivo: pacientes que le encuentran un sentido positivo bien sea porque la creación del estoma les prolonga la vida en situaciones críticas vitales. También puede ocurrir en pacientes que utilizan pañal, ven en el estoma otra forma de eliminación diferente más higiénica, menos incómoda. Es posible que se dé el caso de familias que ante situaciones problemáticas de salud se unan más y refuercen el compromiso familiar perdido.

La imagen corporal

Debido al uso de equipo recolector, las personas ostomizadas tienen que modificar el modo de vestir, utilizando, ropas largas teniendo como propósito ocultar el uso de equipo recolector. Siendo así, este tipo de estrategia contribuye al perjuicio en la estética corporal, consecuentemente, en la autoestima.

La vida sexual

En los estudios consultados se observa que en las personas con ostomías los cambios experimentados en la imagen corporal repercuten en su vida íntima, disminuye el deseo sexual, evitan la relación sexual e incluso se niegan a dormir con sus parejas. Los principales problemas que se registran en cuanto al género son los siguientes: los varones manifiestan una disfunción eréctil mientras que las mujeres dispareunia. El campo de la sexualidad quizás es un tema no abordado cuando a un paciente se le somete a este tipo de intervención, esos cambios en la vida sexual de un ser humano generan situaciones de estrés, conflictos en la pareja que tal vez deberían ser incluidos en todo el proceso de adaptación.

La dieta

Los hábitos alimentarios precisan ser modificados radicalmente como una estrategia para evitar la flatulencia excesiva, consecuentemente, eliminaciones de gases y otras complicaciones como, por ejemplo, la diarrea. Así, los pacientes pasan a tener que realizar control alimenticio riguroso, que consiste en abstenerse de todos los alimentos que causan eliminaciones de gases. En diversos estudios consultados se constata como alimentos restringidos para la persona ostomizada los siguientes: verduras crudas o cocidas, carne de cerdo, leche pura, huevo, pescado, frituras, azúcar y bebidas gaseosas, entre otros. Los relatos muestran que los ostomizados dejan de comer en lugares públicos debido al miedo de pasar vergüenza por causa de la eliminación de gases.

Relaciones sociales

Las relaciones con los demás fuera del domicilio generan sentimientos de inseguridad provocados por el temor a que suene, a que se llene la bolsa colectora, a que pueda salirse parte del contenido o a que se desprenda del cuerpo, pudiendo comprometer la reinserción social. La función de eliminación forma parte de la intimidad con connotaciones que exceden lo fisiológico, considerándose algo repulsivo y sucio. Se ven obligados a adaptar sus relaciones sociales restringiendo el tiempo que permanecen fuera del domicilio o las actividades realizadas. Muchas personas con ostomías encuentran en las asociaciones de ostomizados un ambiente de comprensión y refugio en el que sentirse seguros y aceptados.

Conclusiones

La necesidad de realizar un estoma tiene un impacto no solo fisiológico sino social, emocional, nutricional, y también a nivel corporal.

La presencia del estoma y las implicaciones de su cuidado dentro del contexto familiar, demandan la incorporación de saberes y prácticas ajenas al cotidiano y al estilo de vida familiar.

El principal agente de cuidado para un paciente ostomizado es el propio paciente, aunque cabe también destacar el papel que juega la familia que adecúa su dinámica y estilo de vida para satisfacer las demandas de cuidado derivadas del desvío en el estado de salud, alcanzar esa independencia perdida puntualmente y ser capaces de garantizar el autocuidado.

El cuidado del cuerpo es un aspecto esencial para la salud y el bienestar. Por esta razón, cuando alguien experimenta un cambio que involucra las formas del cuerpo físico, el cambio no solo ocurre en lo que se ve, sino también en la forma como percibe el mundo a través de él.

Las personas en condición de ostomizadas se ven forzadas a construir nuevas formas de interacción consigo mismas y con su entorno, adquiriendo habilidades nuevas, forjan otra imagen de sí mismos. El acontecimiento más significativo se vuelve hacia la intimidad, donde cobran relevancia las percepciones y sensaciones que se pueden direccionar adecuadamente con un cuidado consciente, puesto que un mismo evento o suceso no significará lo mismo para todos los seres humanos en general, pero sí puede contener puntos de encuentro y significados similares para personas que cursan por circunstancias parecidas. Al enfrentar situaciones emocionales, por la multitud de sentimientos que emergen al saber que su cuerpo ha cambiado, la sensación de sentir que su deposición es por el abdomen resulta devastadora por la percepción de pérdida, y el mismo duelo hace que la aceptación sea compleja, y en ocasiones no se logra alcanzar. Esta situación propicia el deterioro de la autoimagen y trastornos de identidad, sin embargo, a medida que se reconoce la nueva condición física y se logra controlar la función excretora a través del estoma, las personas aceptan su nueva corporalidad y recobran antiguos estilos de vida.

Por otro lado, algunos estudios describen que las personas van ganando seguridad y autonomía de acuerdo a su capacidad de autocuidado, y su ajuste socio-familiar gracias a las experiencias viviendas durante la hospitalización, la información prequirúrgica recibida, la relación profesional sanitario-paciente y del hecho de conocer otras personas ostomizadas. Cuando la persona logra tener un control efectivo del estoma mediante prácticas orientadas y aprendidas de manera independiente, puede presentar una mejor adaptación al cambio corporal, lo que genera seguridad suficiente para continuar con las actividades familiares y sociales que se solían realizar.

El equipo de salud juega un papel relevante en los cambios en el estado de salud gracias a intervenciones educativas para prevenir complicaciones, capacitar en el manejo del dispositivo y la realización del procedimiento de forma tal, para que en la medida de lo posible estas nuevas conductas no interfieran dramáticamente en el resto de cuidados diarios.

Los profesionales sanitarios incentivarán al paciente y entorno a expresar sus emociones con el fin de ayudarles a encontrar un sentido a la experiencia, formar entretodos un equipo capaz de enfrentarse y de superar ese cambio. Se debe brindar especial atención al grupo poblacional de las mujeres, agente de cuidado más común a todos los niveles debido a la sobrecarga de actividades y responsabilidades que asumen para garantizar una atención de calidad.

Por último, se puede decir que es necesario reevaluar las prácticas de atención en salud en torno a la persona ostomizada; se requiere de la aplicación de intervenciones basadas en la persona y no en el estoma. La demanda puntual, que se evidencia en los estudios, es que se tienen en cuenta solo los aspectos técnicos del cuidado, y no el significado que se le debe otorgar a la situación de ser persona ostomizada.

Con esta revisión bibliográfica se constata que a pesar de que los estomas son intervenciones quirúrgicas menores, las repercusiones en la vida de una persona ostomizada va más allá de una simple alteración fisiológica, genera alteraciones que afecta al día a día del propio paciente y de su entorno familiar provocando modificaciones en ciertas conductas y generando cambios en las rutinas incluso provocando tener que renunciar a ciertos momentos, relaciones, etc.

Probablemente la mayor necesidad no sea el manejo instrumental del estoma, sino el apoyo emocional para asumir este estado de salud; por lo tanto, es necesario profundizar en esta temática con nuevas estrategias de afrontamiento, con el fin de dotar al paciente de recursos.

El cuidado integral del ostomizado exige una atención dirigida hacia todas las esferas que componen el ser humano. Cuando la atención se centra únicamente en aspectos técnicos obviando derechos tan fundamentales como el de la información o el respeto hacia la dignidad de la persona, el cuidado pierde el componente ético y humano que debe regir las actuaciones sanitarias.

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