Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo. A propósito de un caso

Autora: Macarena Buitrago Salmerón

ÍNDICE DE ABREVIATURAS

  • ABVD: actividades básicas de la vida diaria.
  • AMC: alergias medicamentosas conocidas.
  • cm: centímetros.
  • CO2: dióxido de carbono.
  • DM: diabetes mellitus.
  • DxE: diagnóstico enfermero.
  • DxEp: diagnóstico enfermero principal.
  • EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
  • EVA: escala visual analógica.
  • FC: frecuencia cardiaca.
  • FR: frecuencia respiratoria.
  • GN: gafas nasales.
  • Hb: hemoglobina.
  • hPA: hectopascales.
  • HTA: hipertensión arterial.
  • IMC: índice de masa corporal.
  • IPCC: Intergovernmental Panel on Climate Change.
  • IV: vía intravenosa.
  • Lpm: latidos por minuto.
  • m/s: metros por segundo.
  • mbar: milibar.
  • mg/dl: miligramos por decilitro.
  • ml/h: mililitros por hora.
  • mm: milímetros.
  • mmHg: milímetros de mercurio.
  • NANDA: Internacional Nursing Diagnoses.
  • NE: neumotórax espontáneo.
  • NIC: clasificación de intervenciones de Enfermería. NOC: clasificación de resultados de Enfermería.
  • NYHA: New York Heart Association
  • O2: oxigeno.
  • ºC: grados centígrados.
  • PA: presión atmosférica.
  • PaO2: presión parcial de oxígeno en sangre arterial.
  • PLT: plaquetas.
  • Qx: quirúrgico.
  • RC: riesgo de complicación.
  • Rpm: respiraciones por minuto.
  • Rx: radiografía.
  • SatO2: saturación de oxígeno.
  • Sb: vía subcutánea.
  • SEEDO: Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.
  • SF: suero fisiológico.
  • TA: tensión arterial.
  • TAC: tomografía axial computarizada
  • UPP: úlcera por presión.
  • VATS: videotoracoscopia.
  • VCM: volumen corpuscular medio.

RESUMEN

Introducción: El neumotórax se define como la presencia patológica de aire en las cavidades pleurales del pulmón. Es la patología torácica más frecuente del mundo y, además, su incidencia varía en cantidad según la zona geográfica. Este hecho despertó el interés de los investigadores, que comenzaron a estudiar la relación que podía tener la aparición del neumotórax con algunas variables vinculadas al cambio climático.

Objetivo: Analizar los aspectos relacionados con el cambio climático que influyen en la aparición de neumotórax espontáneo.

Metodología: Investigación cualitativa tipo estudio de caso sobre un varón de 30 años diagnosticado de neumotórax izquierdo recidivado, atendido en el Servicio de Urgencias de un hospital de la provincia de Murcia.

Resultados: Tras realizar el proceso enfermero mediante la taxonomía NANDA-NOC-NIC, hemos identificado como diagnóstico principal de Enfermería “(00132) Dolor agudo r/c agentes lesivos físicos (colapso pulmonar) m/p autoinforme de intensidad del dolor usando escalas estandarizadas, cambio en parámetros fisiológicos (frecuencia respiratoria) y expresión facial de dolor” y, como problema de colaboración principal «Insuficiencia respiratoria”.

Discusión: Encontramos evidencia científica en la que, en su gran mayoría, los autores coinciden con los resultados y las conclusiones obtenidas en nuestro estudio, donde el paciente se encuentra dentro de la franja de edad (>20 años), con presencia de síntomas de dolor agudo y leve disnea, fumador, donde su última recidiva es en la estación de otoño, junto con la cirugía como opción de tratamiento.

Conclusiones: el neumotórax es de etiología variada, dependiendo del tipo de neumotórax. Los factores de riesgo asociados al neumotórax son variados, destacando entre ellos el tabaquismo, los antecedentes familiares y los cambios súbitos de presión atmosférica. Por otro lado, se ha demostrado que el cambio climático está profundamente implicado con la salud humana y, en este caso en particular, con el neumotórax. Por último resaltar el papel tan importante que tiene Enfermería en cuanto a la educación para la salud y en cuanto a los cuidados que requieren este tipo de pacientes.

Descriptores: neumotórax, pneumothorax, presión atmosférica, cambio climático y cuidados Enfermería.

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INTRODUCCIÓN

El neumotórax se define como la presencia patológica de aire en las cavidades pleurales del pulmón, este aire ejerce una presión sobre el pulmón que no le permite expandirse, produciendo un colapso pulmonar que repercute en la mecánica respiratoria (Peñalver, Lorenzo y Sánchez ,2010).

Es la patología torácica más común en el mundo siendo una de las enfermedades pleurales más atendidas en los hospitales. Según estudios recientes, su prevalencia es alta, siendo el neumotórax espontáneo primario el de mayor incidencia con cifras de 16,8 casos por 100.000 habitantes/año en Inglaterra hasta 4,2 por 100.000 habitantes/año en Estados Unidos, por lo que además de tener una alta incidencia, esta es variada según la zona geográfica en la que aparecen los casos de neumotórax (Aguinagalde, Aranda, Martínez, Royo y Zabaleta ,2017).

Entre los numerosos factores de riesgo asociados a esta patología, el único que parecía tener algo que ver con la variabilidad de la aparición del neumotórax, según la zona geográfica, era la presión atmosférica, citada sólo por algunos autores (Céspedes, Correa, Fernández y Oyarce ,2011).

La presión atmosférica es la fuerza que ejerce el aire sobre la superficie terrestre. Es un elemento climático que varía según la zona geográfica y la altitud de esta, por ello, la presión atmosférica y su relación con el neumotórax ha sido mi principal objeto de estudio (Molina, 2015).

El IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change, 2013) en unos de sus informes sobre el cambio climático expuso que se estaban produciendo cambios en la presión atmosférica, fuera de la variabilidad natural de esta, debido a la acción del hombre. Se redactaron numerosos informes en los que se asociaba el aumento de la incidencia de ciertas patologías con los factores climáticos y sus variaciones debidas al cambio climático.

Teniendo en cuenta los antecedentes comentados anteriormente, se elaboraron diferentes estudios por los cuales se pretendió determinar la relación entre los cambios climáticos y la aparición del neumotórax y su recidiva.

Algunos de dichos estudios, se realizaron en diferentes zonas geográficas del planeta, dónde se obtuvieron resultados en los que se relacionaba los cambios de presión atmosférica con la aparición del neumotórax espontáneo. En algunas zonas también se relacionaban con otros factores climáticos viéndose agravados a lo largo de los años por el creciente cambio climático.

El interés por este tema surgió en la consulta de Enfermería del centro de salud, al cual llegaron numerosos pacientes que habían sido diagnosticados de neumotórax recidivado. La creciente incidencia de esta patología en la zona nos hizo investigar al respecto.

OBJETIVOS

Objetivo General

Analizar los aspectos relacionados con el cambio climático que influyen en la aparición de neumotórax espontáneo.

Objetivos Específicos

  • Definir la etiología del neumotórax, clasificación y clínica.
  • Describir los factores de riesgo del neumotórax espontáneo.
  • Explorar las consecuencias del cambio climático sobre los factores medioambientales que influyen en la salud.
  • Identificar la relación entre el cambio climático, el aumento de presión atmosférica y el neumotórax espontáneo.
  • Conocer el papel de Enfermería en los cuidados en la población con un neumotórax espontáneo.
  • Elaborar un plan de cuidados utilizando la taxonomía NANDA, NOC y NIC en un paciente con diagnóstico de neumotórax espontáneo.

MARCO TEÓRICO

NEUMOTÓRAX

  • Concepto y fisiopatología

El neumotórax se define como la presencia patológica de aire en las cavidades pleurales del pulmón. Según Peñalver et al. (2010) “La cavidad pleural es un espacio casi virtual que separa la pleura visceral y la parietal, y está ocupada por una mínima cantidad de líquido que actúa como lubricante” (p.613).

Cuando se produce la aparición de un neumotórax, este aire que se encuentra de manera patológica entre la pared torácica y el pulmón, ejerce una presión sobre éste que no le permite expandirse correctamente durante la fase inspiratoria, produciendo de esta manera un colapso pulmonar con la correspondiente repercusión en la mecánica respiratoria. En este espacio intrapleural la presión es menor a la presión atmosférica (presión atmosférica: 760 mmHg a nivel del mar) durante todo el ciclo respiratorio. Noppen (2010) afirma que a lo largo del ciclo respiratorio, normalmente, las presiones se mantienen negativas y, a pesar de esto, el aire inspirado no ingresa en las cavidades pleurales debido a que la suma de todas las presiones parciales de los gases de la sangre capilar es la suficiente para que esto no ocurra (menor a 760mmHg, aproximadamente 706 mmHg). Debido a ello según González, Díaz y Vidal (2015) se presupone que el motivo de la presencia patológica de aire en las cavidades pleurales debe ir de la mano de una alteración de las presiones, atribuyéndose a una serie de eventos tales como:

  • Comunicación entre el espacio alveolar y la pleura.
  • Comunicación directa o indirecta entre la atmósfera y la pleura.
  • La presencia de organismos productores de gas en el espacio pleural.
  • Epidemiología

Esta patología tiene una alta incidencia. Aguinagalde et al. (2017) afirman que “representa una de las enfermedades pleurales más frecuentes atendidas en los hospitales de todo el mundo” (p.4).

Su incidencia además de ser alta, según estos mismos autores, es muy variada. Las cifras de neumotórax primario oscilan entre los 16,8 casos por

100.000 habitantes/año (hombres: 24 y mujeres: 9,8) en Inglaterra hasta los 4, 2 por 100.000 habitantes/año en Estados Unidos. Mientras que en caso de neumotórax secundario las cifras hablarían de 3,8 casos por 100.000 habitantes/año (hombres: 6,3 y mujeres: 2). Por lo que como conclusión se establece mayor prevalencia de neumotórax primario que secundario.

En cuanto a la edad, a partir de los 20 años es más frecuente el neumotórax espontáneo primario, y a partir de los 60 años es común la aparición del neumotórax espontáneo secundario en personas con otras patologías respiratorias, dónde destaca el EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) (Della Bianca y Nazar ,2005).

Della Bianca y Nazar (2005) afirman que en un 11’5% de los casos, la aparición de neumotórax guarda relación con la historia familiar y con el hábito tabáquico. El tabaco incrementaría el riesgo de neumotórax 9 veces en la mujer y 22 veces en el hombre y este riesgo sería directamente proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados; por lo que hay una mayor incidencia de neumotórax en el hombre que en la mujer. También afirma que es bastante común la recidiva en casos de NE (neumotórax espontáneo), entre el 20-45% recidivan en el mismo hemitórax y el 15% recidivan de manera bilateral, es decir, colapsan ambos pulmones. Sólo un 7% de todos los neumotórax cursa de manera bilateral.

  • Etiología

Las causas de neumotórax son muy variadas y van ligadas al tipo de neumotórax. Según esto, recopilando las causas que enuncian Peñalver et al. (2010) podríamos distinguir entre:

  • Causas espontáneas: en estos casos el neumotórax ocurre sin antecedentes traumáticos previos y suele asociarse a la aparición y rotura de bullas pulmonares o quistes pleurales.
  • Causas iatrogénicas: el neumotórax aparece derivado de un tratamiento médico o una intervención quirúrgica. Ejemplo: tras terapia con ventilación mecánica o tras una cirugía torácica.
  • Enfermedades respiratorias: enfermedades de la vía aérea como EPOC, fibrosis quística, bronquiectasias y asma; enfermedades infecciosas como neumonía (Neumocytis carinii) y neumonía necrotizante; enfermedades intersticiales como fibrosis pulmonar etc.
  • Enfermedades congénitas: el neumotórax aparece como complicación de algunas enfermedades que se manifiestan desde el nacimiento como el síndrome de Marfan y la linfangiomatosis.
  • Traumatismos torácicos: aparece cuando tras un traumatismo sobre el tórax, por un agente lesivo externo, se produce una alteración del mismo, bien en sus paredes o en su contenido.
  • Clasificación

La clasificación de los tipos de neumotórax se basa en las causas que lo provocan. Según Gordillo, Galán, Cuesta, Campos y Mateos (2010) la clasificación sería la siguiente:

  • Neumotórax adquirido:
    • Neumotórax traumático: se produce a consecuencia de un traumatismo perforante de la pared torácica, ya sea abierto o cerrado.

En el traumatismo abierto se produce una comunicación del espacio pleural con la atmósfera exterior, pudiendo también lesionar el pulmón con la consiguiente salida de aire alveolar.

El traumatismo cerrado suele estar causado por una fractura costal o rotura bronquial.

  • Neumotórax iatrogénico: se suele producir como una complicación tras procedimientos invasivos a nivel torácico, o incluso, a nivel abdominal o a nivel del cuello.

Otra forma de neumotórax iatrogénico sería el neumotórax por barotrauma, que en este caso, no se produciría tras una perforación como tal, sino que el neumotórax se produce a consecuencia de la rotura de los alveolos por sobreexpansión pulmonar tras ser sometidos a ventilación mecánica. Este aire proveniente de la rotura alveolar se cuela en el espacio intrapleural produciendo un neumotórax.

  • Neumotórax a tensión: ocurre cuando en cada inspiración el aire va quedando atrapado en el espacio intrapleural sin la posibilidad de ser expulsado en la espiración. Este aire atrapado va aumentando con cada inspiración generando una presión intrapleural igual o superior a la presión atmosférica, lo que produce el colapso del pulmón afectado y la desviación del mediastino hacia el lado del pulmón sano comprimiéndolo. Como consecuencia se produce un colapso vascular que disminuye el gasto cardiaco y la presión arterial.
  • Neumotórax espontáneo: ocurre en ausencia de antecedentes traumáticos o iatrogénicos que justifiquen la presencia de aire en la cavidad pleural.
    • Neumotórax espontáneo primario: se asocia a anomalías anatómicas del árbol bronquial en ausencia de enfermedades respiratorias de base. Ejemplo: bullas pulmonares, pequeñas obstrucciones de la vía aérea por células inflamatorias relacionadas con el tabaco, el aumento de la presión negativa intrapleural etc.
    • Neumotórax espontáneo secundario: ocurre de manera espontánea, pero en personas con antecedentes de patología respiratoria, por lo que se asocia a personas de mayor edad, con mayor frecuencia a partir de los 50 años. Entre las patologías asociadas más frecuentes se encuentran: EPOC, asma bronquial, fibrosis intersticial, infecciones respiratorias, neoplasias y enfermedades del tejido conectivo como artritis reumatoide, espondilitis anquilosante etc.

Aunque es similar al neumotórax espontáneo primario, presenta síntomas y consecuencias más graves debido a la patología de base del enfermo.

  • Neumotórax catamenial: este tipo de neumotórax aparece en mujeres en edad fértil. Ocurre escasas horas tras el inicio de la menstruación, además una vez que aparece por primera vez, suele ser recurrente aunque no tiene por qué aparecer en cada ciclo menstrual (Velásquez y Velásquez, 2015).
    • Clínica y sintomatología

La sintomatología típica del neumotórax es dolor agudo pleurítico que coincide con el momento de la inspiración en cada respiración y disnea. Este dolor suele ser intenso y de inicio repentino localizado en la zona anterior y lateral del hemitórax afectado. En un 10% de los casos puede cursar inicialmente sin dolor, sobre todo en casos de NE primario. La disnea, sin embargo, no tiene por qué existir ya que suele ser más típica en casos de NE secundario, es decir, en personas con patología respiratoria de base (Peñalver et al., 2010).

  • Diagnóstico

El diagnóstico se realiza mediante la exploración física acompañada de pruebas de imagen.

En la exploración física que se realiza a estos pacientes encontraremos signos clave para el diagnóstico de neumotórax conocidos como “la triada clásica” (Samaniego et al., 2016).

  • Disminución o ausencia de vibraciones vocales: se detectará a través de palpación; según Báez et al. (2016) ésta se realiza poniendo las manos sobre el tórax del paciente mientras habla, lo que supondrá que el examinador note un pequeño cosquilleo en la mano debido a las vibraciones en el interior del tórax. La disminución de este cosquilleo indicaría la disminución de las vibraciones vocales. Esto se realizará en cada hemitórax para compararlos.
  • Hipersonoridad o timpanismo: se detectará a través de la percusión de ambos hemitórax. Báez et al. (2016) afirman que la percusión consiste en percutir directamente sobre el tórax con los dedos, utilizando normalmente el dedo índice como percutor. Cuando el aire de la cavidad pleural es mayor que el aire contenido en los alveolos, se escucha un sonido más claro y musical, lo que se corresponde con un sonido timpánico. La sonoridad normal al realizar la percusión es un ruido hueco, de baja tonalidad y prolongado, sin embargo, en caso de neumotórax se escucharía una hipersonoridad, es decir, un ruido más intenso, largo y alto que el correspondiente a la sonoridad normal.
  • Diminución o ausencia de murmullo vesicular: se detectará a través de la auscultación pulmonar de ambos hemitórax. Báez et al. (2016) afirman que a auscultación se realizará con el estetoscopio por el lado de la membrana. Se comienza auscultando los vértices pulmonares bajando progresivamente por el tórax hasta llegar a las bases pulmonares. El murmullo vesicular se escucha como un ruido suave, que es el resultado no patológico del paso de aire a través de las vías respiratorias. Su ausencia o disminución nos indicaría la presencia de aire o líquido entre el tórax y el pulmón

En esta exploración es muy importante la comparación y el examen de ambos hemitórax. A la exploración física se le añaden las pruebas complementarías, que serían indispensables para poder diagnosticar con certeza el neumotórax ante la sospecha del mismo tras la exploración física y la sintomatología que presenta el paciente (Della Bianca y Nazar, 2005). Las pruebas complementarias más comunes en estos casos son:

  • Radiografía de tórax: proporciona el diagnostico con certeza en la mayoría de los casos; la proyección será anteroposterior y coincidirá con el momento de la espiración, aunque no se recomienda la espiración forzada sobre todo en aquellos pacientes con neumotórax a tensión. Debe coincidir con el momento de la espiración porque se disminuye el contenido torácico y no se modifica el volumen de aire extrapulmonar, lo que hace más evidente el colapso pulmonar en la radiografía. En la radiografía se observará hiperclaridad de la zona, ausencia de la trama vascular y el borde pulmonar contrastando con el aire de la cavidad pleural. Tras la radiografía se puede hacer una estimación del tamaño del neumotórax atendiendo a la cantidad de aire acumulada y al colapso pulmonar, que se hace visible según la posición del borde del pulmón con respecto a la línea medioclavicular. La clasificación según De la Torre (como citó Della Bianca y Nazar, 2005) sería la siguiente:
    • Grado I: el borde está por fuera de la línea medioclavicular.
    • Grado II: el borde coincide con la línea medioclavicular.
    • Grado III: cuando hay colapso pulmonar completo.

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TAC torácico: como prueba es más sensible que la radiografía para la detección de neumotórax, sin embargo, no se realiza de forma rutinaria para el diagnóstico del mismo, sólo en casos de recidiva del neumotórax, de patología pulmonar del paciente o para planificar el tratamiento quirúrgico del neumotórax.Figura 1 – Radiografía de tórax, vista anteroposterior.  Fuente: Hermida, Hernández y Guerra (2008)

Si se realiza esta última prueba indudablemente se puede hacer una estimación más exacta del tamaño del neumotórax. El tamaño dependerá de la distribución del aire que se observa. La clasificación sería la siguiente:

  • Neumotórax total: cuando se observa el aire distribuido uniformemente en la cavidad pleural.
  • Neumotórax parcial: cuando éste está localizado y el aire se localiza por sectores.

Actualmente no existe un consenso universal en cuanto al método para cuantificar el tamaño del neumotórax (Della Bianca y Nazar ,2005).

  • Analítica completa y gasometría arterial: en caso de compromiso respiratorio se realizaría una gasometría arterial para descartar una hipoxemia arterial o una alcalosis respiratoria. La aparición de estos hallazgos en la gasometría dependerán en gran medida del tamaño del neumotórax y de la presencia de una enfermedad pulmonar de base. Por lo que la gasometría se suele realizar como prueba complementaria en casos de NE secundario.
  • Tratamiento

Según el Protocolo Neumotórax del Hospital Universitario de Donostia (2012) entre las opciones de tratamiento encontraríamos: Abstención terapéutica, reposo hospitalario con oxigenoterapia, punción evacuadora, catéter pleural fino con o sin aspiración, drenaje pleural grueso (toracotomía cerrada) con o sin aspiración, drenaje y pleurodesis química (doxiciclina), toracoscopia y pleurodesis, VATS (videotoracoscopia) con resección de bullas, toracotomía y abrasión pleural o pleurectomía.

Hernández (2012) y Ramírez (2018) afirman que la elección del tratamiento adecuado va a depender de diversos factores como la sintomatología, el tamaño y tipo de neumotórax, la situación basal del paciente y el número de episodios de neumotórax en el caso de que se trate de una recidiva.

Cuando el neumotórax aparece por primera vez, el protocolo dice que debe tratarse con opciones de tratamiento poco agresivas, como por ejemplo: observación, punción con aspiración o drenaje pleural. En los casos de NE secundarios, de neumotórax a tensión, o de neumotórax recidivante habría que considerar otras opciones de tratamiento como: drenajes y pleurodesis o cirugía.

En cuanto a todas las opciones de tratamiento citadas y teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, se podrían destacar las siguientes opciones:

  • Abstención terapéutica: se considera la abstención terapéutica en casos de neumotórax de pequeño tamaño y con escasa sintomatología. El fundamento de la abstención terapéutica en estos casos es que el aire intrapleural se reabsorba lentamente permitiendo de nuevo la expansión pulmonar (Ramírez, 2018).
  • Evacuación del aire con punción-aspiración o drenaje pleural: esta técnica se realiza en los casos en los que se quiere conseguir una rápida expansión pulmonar tras la retirada del aire intrapleural mediante succión a través de punción torácica. Ambas técnicas, aunque se ejecuten de distinta manera, siguen un mismo objetivo que es el de evacuar el aire desde el interior del tórax hacia el exterior.

Hernández (2012) aseguran que no hay evidencia de que mantener una succión permanente aporte beneficio una vez extraído el aire pleural, aunque su uso es frecuente de forma empírica en ciertos casos de fuga aérea mantenida o falta de reexpansión pulmonar completa. El índice de recurrencia tras el tratamiento con aspiración o drenaje pleural se cifra en alrededor del 30% tras un primer episodio de neumotórax espontáneo. (p.10).

  • Pleurodesis a través del drenaje torácico: esta técnica consiste en instilar, a través del tubo de drenaje torácico, una sustancia que irrite la pleura como doxiciclina (sustancia de pH ácido) o talco. La acción de esta sustancia irritante provocaría un proceso inflamatorio en la pleura con el objetivo de que se creen adherencias en la misma y de esta manera evitar posibles neumotórax recidivantes. Este tratamiento sólo es aconsejable en algunos casos de neumotórax espontáneo secundario (Hernández ,2012).
  • Tratamiento quirúrgico: el tratamiento mediante cirugía se considera en los casos de complicaciones en el primer neumotórax del paciente o en los casos de recidivas. La cirugía como tratamiento de neumotórax tiene dos objetivos principales: por un lado la resección de bullas pulmonares o zonas patológicas del pulmón y por otro la pleurodesis, es decir, conseguir la fusión pleural (Ramírez, 2018).

La cirugía se puede realizar mediante VATS o toracotomía. La cirugía mediante VATS suele ser el tratamiento de elección en la mayoría de los casos. Se realiza con tres incisiones axilares por lo que es menos agresiva que la toracotomía abierta (incisión torácica de aproximadamente 6 cm) y, por lo tanto, ofrece al paciente un postoperatorio menos doloroso y provoca menor repercusión respiratoria. La principal desventaja es el alto porcentaje de recidiva tras la intervención en comparación con las recidivas en la cirugía mediante toracotomía; con un porcentaje de 4% contra 1% según Landreneau (como citó Hernández 2012).

NEUMOTÓRAX ESPONTÁNEO

  • Factores de riesgo

Debido a que no se conoce la etiología clara de este tipo de neumotórax, se han estudiado los factores que aumentan las posibilidades de que se produzca la aparición de un NE primario.

Según González-Hermosillo-Cornejo et al. (2015) esta patología se presenta con mayor frecuencia en adultos sanos y jóvenes del sexo masculino, altos, delgados y que se encuentran en situación de reposo en el momento en el que el neumotórax aparece. Esta patología suele aparecer debido a la existencia de pequeñas bullas subpleurales congénitas que se encuentran en los vértices del pulmón.

Estos mismos autores afirman que los factores de riesgo de esta patología son los siguientes:

  • El tabaquismo. Hermida-Pérez et al. (2008) dicen que gran cantidad de publicaciones etiquetan como predisponente de neumotórax el hábito tabáquico. Armas Daria et al. (como citó Hermida-Pérez, J. A. et al.

,2008) detectaron en su estudio que un 83,3% del total de los pacientes eran fumadores. Según esto, parece evidente que el hábito tabáquico desempeña un papel importante en la aparición de NE, ya que las estadísticas dicen que un gran número de afectados son fumadores. Por otro lado se cree que el tabaco, a su vez, aumentaría la posibilidad de padecer otras enfermedades o fenómenos relacionados con el tabaquismo, que puedan favorecer la aparición de neumotórax.

  • Los cambios súbitos de presión atmosférica. Céspedes et al. (2011) afirman que en numerosos estudios se menciona que hay factores del clima, como la presión atmosférica que precipitan la aparición del neumotórax.
  • El síndrome de Marfan. Según Palacios y Quilli (2016) el síndrome de Marfan es una enfermedad producida por un trastorno genético que afecta al tejido conectivo haciendo que éste sea más débil de lo normal. Este defecto se manifiesta a nivel muscular, ocular, cardiovascular y pulmonar. A nivel pulmonar puede producir bullas apicales y que estas estallen dando lugar a un neumotórax.
  • Los antecedentes familiares de NE.
  • La deficiencia de alfa-1 antitripsina. La alfa-1 antitripsina es una proteína que protege a los pulmones y al hígado. Según Menga et al. (2014) la deficiencia de esta proteína favorece la aparición de enfermedades pulmonares que puedan desencadenar el neumotórax.
  • La homocistinuria. Es un error congénito del metabolismo de la metionina que produce el acúmulo de la misma, volviéndose tóxica para el organismo. Según Olivar et al. (2012) tras el estudio de pacientes con homocistinuria y las complicaciones que producía la enfermedad, se ha relacionado ésta con la aparición de NE.
  • Episodios agudos de tos.
  • El síndrome de Birt-HoggDube. López, Jordá y Monteagudo (2012) afirman que este síndrome es una genodermatosis rara hereditaria que se caracteriza por la presencia de tumores y quistes pulmonares que favorecen la aparición de neumotórax.
    • Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones clínicas son similares en todos los tipos de neumotórax, sin embargo, el espontáneo se caracteriza según Hermida-Pérez et al. (2008) por dolor agudo de inicio súbito que empeora en el momento de la inspiración acompañado en ocasiones de opresión torácica y tendencia a la fatiga debido a la dificultad respiratoria producida por el colapso pulmonar. Además, en ocasiones, el paciente puede presentar otros síntomas como: taquicardia, taquipnea, aleteo nasal, ansiedad e hipotensión moderada.

Según Barrera et al. (2005) los síntomas en el NE se comportan de forma variable en cada caso y están relacionados con el tamaño del neumotórax., pasando incluso desapercibidos en algunos casos. Dicho lo cual, en ocasiones cursa con sintomatología variada dónde predomina el dolor pleurítico y en otras, la patología cursa sin sintomatología en el inicio.

  • Neumotórax espontáneo recidivante

El neumotórax recidivante es aquel que se presenta más de una vez en el mismo hemitórax o en el contrario, tras un primer episodio de NE. La frecuencia de la recidiva depende, en gran medida, de la presencia de lesiones pulmonares o bullas y del tratamiento que se instauró en el primer episodio de neumotórax. Que se produzca una recidiva es más común en pacientes fumadores o con alguna patología pulmonar de base, como el EPOC (Curbelo, Ortega, Díaz, Ronquillo y Anaya, 2008).

Aguinagalde et al. (2017) afirman que se estima que el número de recidivas de NE está en torno al 30% con un rango entre el 16 y el 52%, y en el neumotórax secundario del 40 al 56%. Generalmente la recidiva suele ocurrir en los primeros 6 meses tras el primer episodio. Después de un segundo neumotórax y sin un tratamiento adecuado, la posibilidad de un tercer episodio llega casi a un 80%.(p.4).

Dicho lo cual, Céspedes et al. (2011) realizaron un estudio en el que se pretendía identificar los factores asociados a la recidiva de NE tras un primer episodio. El diseño de investigación que emplearon fue el de casos (con recidiva) y controles (casos no recidivados), estableciendo que las variables que utilizarían en el estudio serían: edad, presencia de hábito tabáquico, hipertensión arterial, diabetes mellitus, asma, presencia de dolor en  el momento del ingreso, presencia de disnea y fecha de ingreso del primer episodio de neumotórax expresada en la estación del año. Tras realizar el estudio, los resultados obtenidos son los siguientes:

Tabla 1 – Comparación de variables del estudio en pacientes con recidiva y sin recidiva. Parte I

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia con datos extraídos de Céspedes et al. (2011).”Se presentan los valores de las medianas para la edad y p25 y p75 entre paréntesis. El porcentaje se calcula del total de datos de la variable” (p.80).

Tabla 2 – Comparación de variables del estudio en pacientes con recidiva y sin recidiva. Parte II

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia con datos extraídos de Céspedes et al. (2011).”Se presentan los valores de las medianas para la edad y p25 y p75 entre paréntesis. El porcentaje se calcula del total de datos de la variable” (p.80).

Tabla 3 – Recidivas de neumotórax espontáneo tras primer episodio según la estación del año

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia con datos extraídos de Céspedes et al. (2011).

Como se puede observar el estudio muestra una prevalencia mayor del sexo masculino sobre el femenino, sin embargo, tras analizar los resultados del estudio no se relaciona significativamente el sexo con la posibilidad de recidiva del neumotórax. Siguiendo esta línea, sorprende que el hábito tabáquico tampoco parece tener gran asociación con la recidiva de esta patología, ni el dolor en el momento del primer ingreso, ni la disnea. Algunas variables como la hipertensión, la diabetes mellitus o el asma no fueron significativas en el estudio ya que no pudieron ser evaluadas porque ningún caso con recidiva padecía ninguna de estas patologías.

La única variable con la que se encontró asociación en cuanto a la probabilidad de recidiva fue la fecha del primer ingreso expresada en la estación del año. Si observamos los resultados en la tabla podemos ver como los pacientes que padecieron su primer neumotórax en otoño tienen mayor posibilidad de recidiva; obteniendo un total de casos con recidiva en otoño de 9 frente a 2 y 3 en las demás estaciones del año.

Céspedes et al. (2011) dice que este dato podría resultar ser útil a la hora de contemplar el manejo de los NE primarios, que en la actualidad sólo se basa en la clínica y la experiencia del tratante. Este antecedente, estadísticamente significativo, podría predecir un suceso traumante e invalidante para un paciente: la recidiva del NE primario. En algunos trabajos se habla de asociación con el clima o la presión ambiental. (p.79).

CAMBIO CLIMÁTICO

  • Definición

El sistema climático está formado por cinco subsistemas que son parte integrante de los procesos que mantienen la vida en nuestro planeta. Estos cinco subsistemas son: la atmosfera, que es la capa gaseosa de la Tierra; la hidrosfera, que es la parte compuesta por agua ya sea por encima o por debajo de la capa terrestre; la criosfera, que es la parte de la corteza terrestre formada por hielo; la litosfera, que es la parte sólida de la tierra compuesta por rocas y minerales y por último; la biosfera, que es la parte de la Tierra formada por el conjunto de seres vivos que habitan en ella. Estos cinco subsistemas del sistema climático han interactuado e interactúan constantemente en el ciclo de la vida desde que el mundo es mundo (Palmar, 2017).

Según Cuadros (2017) el cambio climático se define como “toda variación del clima (del valor medio o sus propiedades) a lo largo del tiempo (decenios o periodos más largos)”. (p.162).Estas variaciones pueden deberse a cambios naturales como ha ocurrido a lo largo de los años (épocas glaciares,  erupciones volcánicas…) o a la actividad humana, que ha alterado los subsistemas climáticos contribuyendo a las variaciones del clima.

Cuadros (2017) afirma que el cambio climático conlleva variaciones o degradación de los ecosistemas naturales y antropogénicos como resultado de una lenta y compleja interacción de diversos efectores de cambio, que son a la vez causas y consecuencias (directas e indirectas) y, lejos de ser independientes, llevan tanto a sinergias ocasionales como a potenciaciones del impacto de sus efectos sobre la salud humana. (p.162).

Según Zaldivar (2015) es importante señalar que el origen del cambio climático, derivado de la acción humana, se encuentra en la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Esta emisión de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) a la atmósfera es debida a la industrialización, la quema de combustibles fósiles y a la creciente deforestación. Estos gases, como su nombre indica, crean un efecto similar al de un invernadero, es decir, atrapan la radiación infrarroja reflejada por el sol y la devuelven a la superficie, lo que provoca el aumento de la temperatura terrestre. Este proceso ha elevado la temperatura terrestre de 33 °C a 35 °C.

  • Causas y consecuencias sobre los factores medioambientales que influyen en la salud.

La relación entre el cambio climático y sus repercusiones en la salud humana es conocida desde hace años, sin embargo, nunca se ha priorizado el estudio de esta relación hasta hace bien poco. Esto quizá se deba a la complejidad del estudio de estas variables ya que los procesos de salud y enfermedad son multidimensionales y, por tanto, demostrar qué variables del cambio climático alteran la salud humana es complicado, ya que un mismo problema de salud puede tener varios factores causales implicados (Cuadros, 2017).

Lo que sí parece evidente es que el cambio climático es una amenaza para la salud humana. Esta variabilidad climatológica influye en los determinantes socioeconómicos y medioambientales que afectan a la salud pública como son: el agua potable, el aire limpio, alimentos suficientes y una vivienda saludable (Roda ,2016).

Según Zaldivar (2015) las modificaciones que el cambio climático puede generar en la salud de la población pueden clasificarse como:

  • Directas: como son el aumento de la morbimortalidad debido al aumento de la prevalencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares por el aumento de la temperatura (olas de calor) y por la contaminación del aire.
  • Indirectas: son predominantes sobre las directas ya que abarcan numerosas modificaciones en las que se pueden incluir las lesiones y enfermedades por condiciones meteorológicas extremas, el aumento de casos de enfermedades respiratorias y alergias, aumento de transmisión de enfermedades infecciosas a través del agua o por vectores, la afectación en la producción de alimentos…etc.
    • Relación entre el cambio climático, el aumento de presión atmosférica y neumotórax espontáneo.

El fenómeno más estudiado en cuanto a las variaciones debidas al  cambio climático es, sin duda, el aumento de la temperatura terrestre debida al efecto invernadero producido por los gases emitidos por la acción del hombre. El IPCC (2013) realizó investigaciones e informes sobre la evolución del sistema climático, dónde se exponen todos los fenómenos meteorológicos asociados al cambio climático. En uno de estos informes se recogió novedosamente el cambio en los barómetros, es decir el cambio de presión atmosférica, debido a la acción del hombre y sus consecuencias.

La presión atmosférica se define como la presión que ejerce la atmósfera (como una columna de aire) sobre la superficie terrestre, su unidad de medida es el milibar (mbar) o los milímetros de mercurio (mmHg) siendo la presión atmosférica habitual 1013.25mbar o 760 mmHg a nivel del mar. Cuanto mayor es la altura, menor es la presión atmosférica (PA) (Molina, 2015).

Al parecer, los cambios en la circulación del aire en la atmósfera afectan al clima pudiendo alterar las precipitaciones y la temperatura e incluso favoreciendo la aparición de tormentas y huracanes. Hegerl et al. (2007) afirman que los cambios de presión atmosférica están subestimados ya que en las últimas cinco décadas la presión atmosférica media ha fluctuado notablemente. En regiones como el sur de Europa, norte de África y en las zonas tropicales del norte del Atlántico la presión atmosférica ha aumentado mientras que al norte del Pacífico, en el Polo Norte y en el Polo Sur la presión ha bajado. ¿Esto qué quiere decir? Según los autores estos cambios en la presión atmosférica harán que los inviernos sean más suaves en cuanto a temperatura, pero con más precipitaciones y más ventosos en el norte de Europa y que en el sur de Europa los inviernos sean más secos  y fríos.

Gracias a una investigación basada en observaciones de modelos de clima simulados en ordenador, se descubrió que los culpables de estos cambios de presión no eran las variaciones naturales del clima, sino la acción humana. Se simularon ciertas concentraciones de gases de efecto invernadero y polvos en suspensión, para los diferentes modelos y se observó que las predicciones de cambios de presión debido a estos gases coincidían con las cifras reales. Por lo tanto, sin tener en cuenta estas emisiones, las cifras de fluctuación de la presión atmosférica no coincidían con las predicciones de los cambios de la presión producidos por las variaciones naturales (Flato et al., 2013).

Como conclusión puede decirse que el aumento de la temperatura terrestre debido al cambio climático por el conocido efecto invernadero provoca estos cambios de presión atmosférica y, estos cambios de presión, tienen gran relevancia porque afectan al clima con las consiguientes consecuencias que esto acarrea, ya que la acción de éste influye en la existencia de los seres vivos sometidos a él.

  • Factores climatológicos asociados al neumotórax espontáneo

Como bien se sabe, la etiología del neumotórax es desconocida y los numerosos factores de riesgo asociados a él hacen que probablemente esta etiología sea multifactorial. Sin embargo, algunos artículos científicos que hablan del neumotórax, como el estudio realizado por Céspedes et al. (2011), han mencionado la presión atmosférica y el clima, expresado en estación del año, como  factores de riesgo asociado a la aparición del mismo.

Con el fin de valorar esta asociación citada, se han recopilado tres estudios realizados en diferentes años y en distintas zonas del planeta que estudian esta posibilidad.

La explicación de por qué los cambios de presión podrían estar asociados con el neumotórax y por tanto, la premisa para realizar este primer estudio, fue que según Suarez-Varela et al. (2002) en la aparición del NE se han implicado numerosos factores, entre ellos, los cambios de presión atmosférica ya que estos cambios

suponen, de acuerdo con la Ley de Boyle, una reducción del volumen gaseoso cuando actúa la hiperpresión y un aumento cuando lo hace la hipopresión. Cuando existe gas atrapado en la cavidad pulmonar y éste se expande puede lesionar el parénquima y romper pequeñas bullas subpleurales, la mayor parte de las veces situada en la porción apical de uno de los dos lóbulos superiores y desde allí el aire penetra en la cavidad pleural provocando el neumotórax. Esto podría explicar en parte la observación de un mayor número de ingresos de pacientes con neumotórax en determinadas épocas del año. (p.84).

Este primer estudio fue publicado en el año 2002. Se trata de un estudio prospectivo, es decir un estudio longitudinal en el tiempo, que se realizó recopilando 62 episodios de neumotórax espontáneo en 45 pacientes ingresados en Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia (España) entre enero de 1994 y 1996. Para el estudio de la asociación de la presión atmosférica al neumotórax espontáneo, se analizaron las variaciones de la presión atmosférica que salían de los rangos normales de variación (por encima del percentil 95 y por debajo del percentil 5) y los episodios de neumotórax que ocurrieron los 5 días siguientes a estos cambios inusuales. Para ello se recogieron los datos de cada paciente, sus hábitos tóxicos y sus antecedentes patológicos. Por otro lado, gracias al Centro Meteorológico de Valencia registraron diariamente en intervalos de 6 horas algunas variables meteorológicas como la temperatura media (°C), la lluvia (mm), la humedad relativa (%), la presión atmosférica (hectopascales), la visibilidad (decámetros), la nubosidad (octavos), la velocidad del viento (km/ hora) y la evaporación (mm).

Los resultados del estudio mostraron que tras analizar las variables meteorológicas, durante esos dos años sólo la presión atmosférica y la velocidad del viento habían tenido variabilidad climática significativa. Durante estos dos años de estudio se registraron 77 cambios inusuales de presión por debajo del percentil 5 (hipopresión) y por encima del percentil 95 (hiperpresión). En estos 77 episodios de presión inusual se recogieron 17 que coincidían con los 5 días previos a la aparición de neumotórax. En esos 17 días de cambios inusuales de presión aparecieron 8 casos de neumotórax.

Como conclusión de este primer estudio, tras los datos obtenidos, se aprecia que parece existir una relación entre los cambios presión atmosférica en la aparición de neumotórax espontaneo. Sin embargo, según Suarez-Varela et al. (2002) debe tenerse en cuenta que en los resultados del estudio no se encuentra asociación relevante entre la aparición del neumotórax y la temperatura quizás debido a que en Valencia la temperatura no sufre cambios bruscos, por lo que no se puede descartar la implicación de otras variables climáticas que es evidente que están íntimamente relacionadas con este parámetro atmosférico.

El segundo estudio recopilado sobre este tema se realizó en 2012 en Alcalá de Henares, Madrid (España).Este estudio pretendía evaluar la influencia de la presión atmosférica y la estacionalidad en la aparición de NE. La premisa de la que parten Díaz et al. (2014) es que probablemente el neumotórax se produzca por la rotura de pequeñas bullas pulmonares localizadas en el ápice del pulmón, y que esta rotura sea debida a la diferencia de presión entre la cavidad pleural y el alveolo. Según estos autores las variaciones barométricas cotidianas debidas a los cambios climatológicos podrían influir en el equilibrio entre las presiones de la cavidad pleural y los alveolos, favoreciendo la aparición del neumotórax espontáneo.

Para analizar esta supuesta relación contaron con 288 casos de NE diagnosticados en el Hospital Príncipe de Asturias entre el 1 de enero de 2002 y el 31 de diciembre de 2010; en estos casos sólo se incluyeron los pacientes tratados con drenaje pleural y cuyo neumotórax no era secundario a otra enfermedad. Además, para ello recogieron la presión atmosférica del día del diagnóstico de cada caso, la presión de los tres días previos y la media de la presión atmosférica mensual.

Los resultados obtenidos fueron por una parte, en cuanto a la variable de la estacionalidad, aparición de mayor número de casos en los meses de enero, febrero y septiembre y menor número de casos en abril. Por otro lado, se observó que la presión atmosférica los días en los que apareció el neumotórax era mayor a la media de la presión atmosférica mensual. Además, este aumento de presión por encima de la media fue más acentuada en los meses citados con mayor número de neumotórax y menos acentuada en abril, el mes en el que se registran menos casos de neumotórax. En la Figura 2 se representan mensualmente los casos, la media de la presión atmosférica mensual y la presión atmosférica el día del diagnóstico.

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Figura 2 – Representación de los resultados del estudio. Fuente: Díaz et al. (2014).

La conclusión obtenida de este segundo estudio es que al parecer la presión atmosférica si está relacionada con la aparición de neumotórax. Y en cuanto a la estacionalidad, tras los resultados obtenidos en el estudio se observa que no existe relación como tal ya que los casos de neumotórax no se distribuyen uniformemente en los meses del año, sino que los meses del año con mayor número de neumotórax coinciden con épocas de frío y aumento de PA.

El tercer estudio recopilado y a la vez el más reciente, se publicó en el año 2016. Vodička et al. (2016) defendían la idea de que la rotura de las bullas pulmonares que producen la aparición del neumotórax se debe a un aumento de la presión transpulmonar. Además, dado a que casualmente los casos de neumotórax aparecen frecuentemente en grupos, como una epidemia, y en cortos periodos de tiempo, algunos autores afirman que estos casos agrupados podrían surgir debido a fenómenos meteorológicos que hagan aumentar la presión transpulmonar. Debido a esta hipótesis, el objetivo de este último estudio fue evaluar la posibilidad de que los fenómenos meteorológicos estén implicados de alguna manera en la aparición de neumotórax espontáneo.

Se trata de un estudio retrospectivo, es decir un estudio que va desde el efecto a la causa que lo originó, que se realizó recopilando 450 episodios de neumotórax en 394 pacientes tratados en el Departamento de Cirugía del Hospital Universitario de Pilsen (República Checa) entre 1991 y 2013; estos pacientes padecían tanto neumotórax espontáneo primario como secundario. Para ello se analizaron los valores diarios de presión atmosférica, temperatura, velocidad del viento y sus oscilaciones diarias durante el periodo de estudio; obteniendo estos datos gracias a la oficina de Pilsen del Instituto Hidrometeorológico Checo.

Para relacionar estos datos con la aparición de neumotórax hicieron grupos de personas con este diagnóstico y compararon los valores de los parámetros meteorológicos estudiados el día de aparición del neumotórax con estos mismos valores días anteriores a éste.

Los resultados obtenidos tras 22 años de observación fueron los siguientes:

  • En cuanto a la presión atmosférica, durante este tiempo se observaron cambios significativos en los valores de presión entre el día que apareció el neumotórax y el día previo a la aparición. Por lo que se determinó que el valor de la presión atmosférica era estadísticamente significativo en cuanto a la aparición de neumotórax, ya que aumenta el riesgo de

aparición de neumotórax 1,41 veces por cada cambio de presión mayor a 6,1 hectopascales (hPa)

  • En cuanto al aumento de la temperatura, se encontró una relación similar a la de la presión atmosférica con la aparición de neumotórax. El riesgo de aparición aumentaba 1,55 veces por cada 1ºC que aumentaba la temperatura.
  • En cuanto a la velocidad del viento, tras el estudio se determinó que la diferencia entre la mínima y la máxima velocidad del aire era el factor meteorológico que más se relacionada con la aparición de neumotórax ya que cuando la diferencia era menor a 15 m/s, los días previos al neumotórax, el riesgo de que éste apareciera aumentada 2,16 veces.
  • Las tormentas y las estaciones del año, estadísticamente, no parecieron estar asociadas a la aparición de neumotórax.

Tras observar los resultados de estos tres estudios parece evidente que hay relación entre algunos fenómenos meteorológicos y la aparición del neumotórax; aunque según el territorio dónde se haya realizado el estudio, unos parámetros parecen estar más relacionados con la aparición de esta patología que otros y por eso, quizás, sea más complicado demostrar de forma certera qué parámetros, a rasgos generales, son los que influyen en la aparición del NE.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA AL PACIENTE CON NEUMOTÓRAX

Según Balderrama y Caple (2017) el neumotórax se considera una urgencia médica que requiere de una pronta y correcta actuación por parte del personal sanitario, por lo tanto, es importante que el personal de Enfermería conozca los cuidados principales de este tipo de pacientes para colaborar con el médico en el tratamiento del neumotórax.

Como enfermeros cuidar a un paciente con neumotórax requiere colaborar con cualquier procedimiento del médico para resolver el neumotórax, es decir, desde acompañar al paciente en la realización de la primera radiografía, hasta monitorizar sus signos vitales. Los cuidados proporcionados al paciente irán dirigidos a mejorar los síntomas de dificultad respiratoria, si los hay, y a resolver el estado de colapso pulmonar para mejorar la función pulmonar. Si el paciente es portador de drenaje torácico se debe realizar el cuidado del punto de inserción y curar la herida así como encargarse del equipo utilizado para dicho tratamiento (sistema de drenajes…etc)

  • ¿Cómo cuidar al paciente con neumotórax?

Para llevar a cabo el correcto cuidado de estos pacientes se deben tener en cuenta según Balderrama y Caple (2017) las siguientes consideraciones:

  • Lavado de manos higiénico siempre que se vaya a tratar a cualquier paciente.
  • Identificación correcta del paciente, según el protocolo del centro.
  • Favorecer la intimidad y privacidad del paciente cerrando la puerta de la habitación o, en su defecto, echando la cortina o colocando un biombo de separación.
  • Presentarse al paciente como profesional de Enfermería clarificando cual será nuestra función en cuanto a su tratamiento y cuidado.
  • Evaluar posibles complicaciones en cuanto a la comunicación con el paciente o su familia (personas mayores, analfabetos, personas con déficit auditivo…etc.).
  • Evaluar la capacidad de afrontamiento y tolerancia al estrés del paciente y su familia, analizando a su vez el nivel de ansiedad que les pueden generar las técnicas de tratamiento utilizadas. En el caso de que haya ansiedad o estrés situacional el profesional de Enfermería debe intentar solventarlo tranquilizando al paciente a través del diálogo y la escucha activa.
  • Se debe explicar al paciente cualquier procedimiento que se le vaya a realizar, explicando también el propósito del procedimiento y resolviendo cualquier duda que el paciente o la familia pueda tener al respecto.
  • Garantizar que los miembros del equipo (tanto enfermeros como médicos) trabajaran para aliviar la incomodidad y el dolor propios del neumotórax.
  • Evaluar los signos de dolor utilizando escalas estandarizadas y administrar analgesia según el tratamiento prescrito por el médico.
  • Evaluar el estado respiratorio y los demás signos vitales monitorizando al paciente. En el caso de que el paciente presente disnea o niveles bajos de PO2, administrar oxigenoterapia según la orden médica.
  • Realizar gasometría arterial para poder valorar los niveles de PO2 y pH que pueden indicar una posible hipoxemia o alcalosis respiratoria.
  • Si el paciente va a ser sometido a la colocación de un tubo torácico mediante toracotomía debemos ordenarle que permanezca en decúbito supino para que el médico pueda realizar la técnica correctamente. Si va a ser sometido a una toracotomía con aguja debemos colocar al paciente en decúbito supino con la cabecera de la cama plana o como el médico prefiera realizar la técnica, ya que también puede realizarla mientras el paciente está sentado en el borde de la cama inclinado hacia delante. En el caso de toracentesis la posición del paciente que suele preferir el médico es en la que se encuentra sentado con los brazos apoyados en la mesilla, mientras el facultativo inserta la cánula en el segundo espacio intercostal para aspirar el aire de la cavidad pleural.
  • Realizar electrocardiograma (ECG) con 12 derivaciones para descartar cambios en el segmento ST o inversión de la onda T.
  • Asegurar que al paciente se le realiza una radiografía de tórax según orden médica.
  • Auxiliar al facultativo en caso de que al paciente se le vaya a colocar tubo de drenaje torácico o aspiración con aguja.
  • Cuando el paciente vaya a ser sometido a una intervención quirúrgica como tratamiento del neumotórax, el enfermero debe explicar el procedimiento al paciente y realizar el preoperatorio conveniente.
  • Reevaluar el estado respiratorio del paciente cada cierto tiempo hasta que el neumotórax se haya resuelto.
  • Documentar todo lo realizado al paciente en su historia clínica según el programa que se utilice en el centro.
  • Educar al paciente para que abandone el tabaco en el caso de que sea fumador, explicándole que éste aumenta la posibilidad de recidiva, y concienciarle de los demás factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir de nuevo el neumotórax.

– Explicar los signos y síntomas que pueden aparecer en el caso de que se produzca una recidiva del neumotórax, para que sepa cuando acudir al servicio de urgencias.

  • Cuidados al paciente portador de drenaje torácico

El drenaje torácico consiste en la colocación de una sonda en el espacio pleural para evacuar la presencia de aire, líquido o sangre, lo cual produce un colapso pulmonar de grado variable con repercusión clínica en función de la reserva ventilatoria previa del paciente y el grado de colapso. (Vaz y Díaz, 2016, p.71).

Mediante este drenaje se evacúa, en este caso, el aire que ha quedado atrapado en la cavidad pleural proporcionando la expansión pulmonar y se restituye la presión negativa propia de la cavidad torácica.

Los pacientes portadores de este drenaje, como tratamiento del neumotórax, precisan de una serie de cuidados por parte del profesional de Enfermería. El médico será el que proponga qué tipo de presión y aspiración se pondrá en cada caso, según Vaz y Díaz (2016) los drenajes, según la decisión del médico, pueden ser:

  • Drenaje en caída libre, sin aspiración: el contenido atrapado en la cavidad pleural va cayendo por el tubo de drenaje por sí sólo sin necesidad de aspiración.
  • Drenaje con aspiración: en este caso el médico es el que programa la presión adecuada que será controlada por la propia cámara de control del drenaje, nunca por el sistema de aspiración de la pared.
  • Drenaje pinzado: el médico indica cuando debe pinzarse el drenaje; que suele ser en situaciones en las que se administra fibrinolítico para evitar la formación de trombos o cuando se va a retirar el drenaje.

El tipo de drenaje más utilizado en la actualidad para tratar el neumotórax espontáneo es el drenaje torácico cerrado, más conocido por su nombre comercial como Pleur-evac®. Masllorens, Masclans y Guerrero (2012) refieren que el Pleur-evac® es un sistema compuesto por tres cámaras (cámara de recolección, cámara del sello hidráulico y cámara de control de aspiración.

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Figura 3 – Funcionamiento del sistema de drenaje cerrado Pleur-evac®. Fuente: Masllorens et al. (2012).

El sello de agua está conectado a las otras dos cámaras y permite aspirar el aire del tórax, a través de la cámara de recolección, sin que este vuelva a la cavidad torácica y además permite visualizar la salida de aire del tórax mediante el burbujeo en esta cámara.

La cámara de recolección está formada por tres columnas calibradas en ml que permiten controlar la cantidad de volumen evacuado del tórax. Comienza llenándose la primera columna y cuando ésta está llena va pasando a las siguientes controlando a su vez la velocidad de drenaje. Esta cámara tiene una especie de diafragma que permite extraer una muestra del contenido drenado para poder analizarlo.

La cámara de control de aspiración se encarga de controlar la presión programada por el médico. Está calibrada en cmH2O.El nivel de agua que tenga va a ser igual a la aspiración que ejerce la cámara mientras esta burbujee. Esta cámara también dispone de un diafragma que permite añadir agua de llenado de la cámara para reponerla en caso de que se vaya perdiendo por evaporación. El drenaje funcionará correctamente si la cámara burbujea continuamente.

En cuanto a los cuidados por parte de Enfermería a los pacientes portadores de Pleur-evac® según Estrada, Falcó, Arroyo y Carmen (2012) lo más importante y en lo que se centra el cuidado es en comprobar, valorar y registrar. Siendo más concretos según García (2010) y Estrada et al. (2012) los cuidados prestados al paciente por parte del enfermero deben ser los siguientes:

  • Una vez colocado el tubo de drenaje se debe comprobar la correcta colocación del tubo mediante la realización de una radiografía de tórax.
  • Asegurarse de que todas las conexiones están bien fijadas y aseguradas fijando el tubo a la piel del paciente mediante un apósito evitando las acodaduras.
  • Mantener el drenaje siempre por debajo del nivel del pecho del paciente.
  • Durante las primeras horas tras la colocación del drenaje, asegurarse de la permeabilidad del mismo cada 30 minutos, pasadas 2 horas se valorará cada 2 horas y pasadas 6 horas, se valorará cada 6 horas. Esto se realizará controlando las oscilaciones del sello de agua, auscultando los sonidos respiratorios y observando, si se puede, si ha aumentado el contenido en la cámara de recolección.
  • Valorar las características del contenido drenado y la cantidad, registrándolo.
  • Vigilar las fugas de aire y el nivel de agua de las cámaras.
  • Comprobar la fijación del tubo al Pleur-evac®, asegurándonos de que permite la movilidad del paciente.
  • Observar el punto de inserción quirúrgico del tubo y realizar una cura diaria vigilando la aparición de signos de infección.
  • Comprobar la posición de las tubuladuras para evitar que estas puedan acodarse con la cama, con las barandillas o con cualquier otro objeto.
  • Ayudar al paciente a realizar ejercicios activos con el brazo cercano a la zona de punción.
  • Cambiar el sistema cuando sea necesario siempre previo pinzamiento del tubo del tórax.
  • Comprobar la pauta analgésica y administrar el tratamiento pautado cuando corresponda.
  • Valorar las fugas de aire del sistema, que pueden apreciarse cuando el paciente tose.
  • Pinzar el tubo torácico cuando las cámaras del sistema estén llenas mientras se prepara el nuevo sistema, intentando no tenerlo pinzado por un tiempo mayor a 1 minuto.
  • Proporcionar educación sanitaria al paciente y a la familia comentándoles que serían convenientes los cambios posturales, que descanse sobre el lado afectado para facilitar el drenaje, que tosa ocasionalmente y que lleve cuidado con las tubuladuras y los acodamientos de las mismas.

METODOLOGÍA

DISEÑO

Estudio cualitativo, tipo Estudio de Caso.

Hemos seleccionado como estudio cualitativo el Estudio de Caso porque como refieren Durán (2012) y Echevarría, De Souza, Morales y Fortea (2013) este tipo de estudio permite abordar el fenómeno pertinente de manera intensa y en su contexto. Esto nos permite mayor comprensión sobre el tema de estudio y mayor aprendizaje. Según Muñiz (2010) el Estudio de Caso se usa cada vez más en el campo de la medicina porque permite la observación de la enfermedad en cuestión, del tratamiento, de las reacciones emocionales que provoca…etc.

SUJETO DEL ESTUDIO

Hombre de 30 años de edad diagnosticado de neumotórax espontáneo izquierdo recidivado. A su llegada al servicio de urgencias se sospechaba de nueva recidiva de neumotórax, por lo que se le realizaron ciertas pruebas para confirmar esta sospecha. Tras ser atendido en el servicio de urgencias, quedó pendiente de ingreso en la planta de cirugía para ser sometido a una toracoscopia para resección de bullas del ápex pulmonar.

ÁMBITO Y PERIODO DEL ESTUDIO

El estudio se realizó en el Servicio de Urgencias de un hospital de la Región de Murcia, durante el periodo comprendido entre el 13 de noviembre de 2017 y el 14 de enero del año 2018.

PROCEDIMIENTO DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN

  • Fuente de información.

Como fuente de información hemos utilizado los siguientes instrumentos:

  • Valoración de Enfermería.
  • Historia clínica.
  • Examen físico del paciente.
  • Registros de evolución médica.
  • Observación directa.
  • Búsqueda bibliográfica en Bases de datos científicas, guías de práctica clínica y libros especializados en la materia.
  • Procedimiento de recogida de información.

La recogida de información se realizó en tres fases:

  1. En primer lugar, se comenzó con la entrevista personal al paciente en el triage de urgencias una vez ingresó en el servicio, realizando posteriormente la valoración de Enfermería mediante los 11 patrones de Marjory Gordon (2003).
  2. En segundo lugar, tras entrevistar al paciente, se realizó la revisión de su historia clínica para completar la valoración de Enfermería. Se extrajeron datos como los antecedentes personales y familiares, el motivo de consulta al servicio, los resultados de las pruebas diagnósticas realizadas, exploraciones físicas e informes médicos de los neumotórax anteriores. También se tuvo en cuenta la información aportada por el médico del Servicio de urgencias que atendió al paciente. Con la recopilación de estos datos de interés y asegurando siempre la confidencialidad de los mismos, se consiguió una descripción completa del caso elegido para el estudio.
  3. En tercer lugar, se realizó una revisión exhaustiva de la evidencia científica en las siguientes Bases de datos: Dialnet, Elsevier, Scielo, EBSCO, ClinicalKey Nursing, Science Direct, y CSIRO. Utilizando los descriptores: neumotórax, pneumothorax, presión atmosférica, cambio climático y cuidados Enfermería.

Tabla 4 – Resumen de la búsqueda bibliográfica con los descriptores más usados

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia.

  • Procesamiento de los datos.

Los datos han sido analizados y organizados en base a la metodología enfermera.

Tras la valoración enfermera por los 11 patrones de Marjoy Gordon (2003), se realizó una red de razonamiento clínico basado en el modelo Área (Pesut y Herman ,1999) para obtener el diagnóstico enfermero principal según la taxonomía NANDA (2012) .El problema de colaboración principal se obtuvo tras una revisión bibliográfica en bases de datos científicas sobre las posibles complicaciones potenciales.

Tras seleccionar el diagnóstico y el problema de colaboración principal, se establecieron los resultados basados en la Clasificación de Resultados de Enfermería NOC (2005) y posteriormente  las intervenciones según la Clasificación de Intervenciones de Enfermería NIC (2005).

Tras la ejecución de las actividades planificadas para cada intervención, se evaluaron los resultados con el fin de valorar la efectividad de los cuidados planificados.

El procesamiento de los datos obtenidos tras la revisión de la evidencia científica se hizo analizando el contenido de los artículos encontrados y extrayendo las informaciones más relevantes y de mayor interés para el objeto de estudio de este trabajo.

RESULTADOS

DESCRIPCIÓN DEL CASO

Paciente de 30 años de edad que acude al servicio de urgencias por dolor torácico. Acude acompañado de su pareja. A su paso por triaje refiere dolor torácico de inicio brusco desde hace aproximadamente 2-3 días que comenzó de nuevo hoy tras comer, irradiado a la espalda con leve sensación disneica. Refiere que el dolor aumenta en la fase inspiratoria.

DIAGNÓSTICO

Neumotórax izquierdo recidivado ANTECEDENTES

No AMC (alergias medicamentosas). No DM (diabetes mellitus).

No HTA (hipertensión arterial).

Dos episodios de neumotórax, el primero hace cuatro años y el segundo hace un año aproximadamente.

Enfermedad de Crohn.

Antecedentes Qx (quirúrgicos): herniorrafia inguinal derecha.

Tratamiento domiciliario: Claversal (principio activo: mesalazina) 500mg 1 cada 8h (1-1-1).Vía oral.

EXPLORACIÓN FÍSICA

TA: 109/77 mmHg

FC: 82 lpm (latidos por minuto)

FR: 40 rpm (respiraciones por minuto) SatO2: 98%

Afebril.

Consciente y orientado.

Auscultación pulmonar: hipoventilación severa en campo izquierdo. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS

Rx de tórax

Colapso casi completo del parénquima pulmonar izquierdo. TAC torácico

Bullas en ápex pulmonar de ambos pulmones. Analítica completa

Hemograma: 7.500 leucocitos (59’2%N).9.6 Hb (hemoglobina), 70.7 VCM (volumen corpuscular medio), 436.000 PLT (plaquetas).

Bioquímica y coagulación: sin hallazgos. TRATAMIENTO

Toracoscopia y resección de bullas de ápex pulmonar. Tratamiento en urgencias

Perfusión de SF (suero fisiológico) a 21ml/h.

Una ampolla de Nolotil 2g (metamizol) en SF de 100ml a pasar en 20 minutos, si no cede el dolor añadir Adolonta 100mg (tramadol).Vía IV (intravenosa).

Clexane (enoxaparina) jeringa precargada de 80 mg.Vía Sb (subcutánea). Oxigenoterapia: GN (gafas nasales) a 2L.

Pasar a camas de observación para monitorización.

Posterior ingreso en planta de cirugía tras colocación de drenaje con tubo pleural.

VALORACIÓN DEL CASO

Valoración de Enfermería por los once patrones de Marjory Gordon (2003)

  1. PATRÓN PERCEPCIÓN – MANEJO DE LA SALUD.
  2. PATRÓN NUTRICIONAL – METABÓLICO.
  3. PATRÓN ELIMINACIÓN.
  4. PATRÓN ACTIVIDAD – EJERCICIO.
  5. PATRÓN SUEÑO – DESCANSO.
  6. PATRÓN COGNITIVO – PERCEPTUAL.
  7. PATRÓN AUTOPERCEPCIÓN – AUTOCONCEPTO.
  8. PATRÓN ROL – RELACIONES.
  9. PATRÓN SEXUALIDAD – REPRODUCCIÓN.
  10. PATRÓN DE ADAPTACIÓN – TOLERANCIA AL ESTRÉS.
  11. PATRÓN VALORES – CREENCIAS.
  • Patrón 1: PERCEPCIÓN- MANEJO DE LA SALUD (Patrón Alterado)

Hombre de 30 años que acude al servicio de urgencias por dolor torácico y leve sensación de disnea. Conoce el motivo de su ingreso.

Considera que no goza de una buena salud para la edad que tiene, ha tenido numerosos ingresos debidos a la enfermedad de Crohn y a los otros dos neumotórax anteriores.

A su ingreso en urgencias es portador de cateterización venosa: calibre 18G en fosa cubital derecha.

Diagnóstico

Neumotórax izquierdo recidivado

Antecedentes

Dos episodios de neumotórax, el primero hace cuatro años y el segundo hace un año aproximadamente.

Enfermedad de Crohn.

Antecedentes Qx

Herniorrafia inguinal derecha.

Hábitos higiénicos

Correctamente aseado y vestido

Alergias

No AMC conocidas ni alergias alimentarias.

Hábitos tóxicos

Exfumador de 10 cigarrillos diarios. Tras su primer neumotórax dejó el tabaco, es decir, hace cuatro años.

Consume alcohol los fines de semana, de 2 a 3 botellines de cerveza diarios (equivale a aproximadamente un litro diario)

Tratamiento domiciliario

Claversal (500mg 1 cada 8h).Cumple su pauta terapéutica diaria.

  • Patrón 2: NUTRICIONAL-METABÓLICO (Patrón Eficaz)

Acude a urgencias sin náuseas, ni vómitos, ni otros síntomas gastrointestinales.

Peso: 83 Kg

Talla: 1’83 m

IMC según la SEEDO: 83Kg/1,832m = 24,78 Kg/m2.Normopeso. Temperatura: 36,5ºC

Glucemia capilar: glucemia postprandial 105 mg/dl

Alteración de la piel y mucosas

Sin alteraciones de la piel y mucosas. Piel rosada sin amoratamiento ni edematización. Lecho ungueal no cianótico ni blanquecino ni inflamado.

Sin signos de deshidratación.

Alimentación

Dieta rica en fibra sin gluten y sin lactosa, siguiendo los consejos del médico digestivo.

Ninguna intolerancia alimentaria conocida.

No presenta dificultad en la deglución ni en la masticación.

Valoración riesgo UPP

Escala Norton. Puntuación 16, paciente que no presenta riesgo de UPP (úlceras por presión).

  • Patrón 3: ELIMINACIÓN (Patrón Eficaz) Hábito intestinal

Entre 4 y 5 deposiciones semanales.

Características de las heces: aspecto y consistencia normal, a excepción de los brotes de Crohn. Sin problemas asociados a la defecación.

Función urinaria

Sin problemas asociados a la micción.

A su llegada a urgencias no lleva drenajes ni presenta ostomías.

  • Patrón 4: ACTIVIDAD-EJERCICIO (Patrón Alterado)

El paciente acude a urgencias con sensación de disnea leve sin signos de estridor, valorada como disnea de clase I según la escala NYHA (New York Heart Association) y taquipnea moderada.

TA: 109/77 mmHg FC: 82 lpm

FR: 40 rpm

SatO2: 98%

Es independiente para realizar las ABVD. Lleva un estilo de vida activo, adecuado a su edad. Realiza ejercicio diario.

Indicación terapéutica de reposo a su ingreso en urgencias.

  • Patrón 5: SUEÑO-DESCANSO (Patrón Alterado)

Habitualmente duerme de 6 a 8 horas diarias. No precisa medicación para dormir y su sueño normalmente es reparador.

Comenta que desde hace unos días le cuesta más conciliar el sueño debido al dolor torácico que presenta y al nerviosismo que éste le genera. Además se despierta en mitad de la noche y es incapaz de volver a dormirse.

  • Patrón 6: COGNITIVO-PERCEPTUAL (Patrón Alterado)

El paciente acude al servicio de urgencias consciente y orientado, con una puntuación de 15 en la escala Glasgow.

No presenta problemas auditivos, ni visuales, ni de la sensibilidad táctil ni del lenguaje.

Presenta dolor agudo con una puntuación de 8 en la escala EVA, de localización torácica con irradiación a la espalda.

No presenta problemas de memoria ni aprendizaje.

  • Patrón 7: AUTOPERCEPCIÓN- AUTOCONCEPTO (Patrón Eficaz)

No verbaliza sentimientos negativos, aunque expresa sentimientos de preocupación relacionados con su situación actual.

La valoración de su imagen corporal es positiva, no refiere ningún tipo de problema al respecto. Su aspecto es cuidado.

Conoce su enfermedad (Crohn) y la afronta con positividad.

  • Patrón 8: ROL-RELACIONES (Patrón Eficaz)

El paciente verbaliza su situación familiar como buena, actualmente vive con su pareja en una casa cercana a la de sus padres. Él es el pequeño de tres hermanos, los cuales viven fuera del pueblo, pero con los que tiene muy buena relación.

Da mucha importancia al núcleo familiar y asegura que su familia ha sido su mayor apoyo en el proceso de su enfermedad y en las ocasiones en las que ha estado ingresado en el hospital.

También verbaliza que sus relaciones sociales son satisfactorias.

  • Patrón 9: SEXUALIDAD-REPRODUCCIÓN (Patrón Eficaz)

No presenta trastornos de la sexualidad, tampoco problemas de fertilidad ni de próstata. Refiere estar satisfecho con su actividad sexual.

No tiene hijos.

  • Patrón 10: AFRONTAMIENTO-TOLERANCIA AL ESTRÉS (Patrón Alto riesgo)

La actitud ante el personal sanitario es buena. Refiere estar muy preocupado por la recidiva del neumotórax, debido a que la última vez estuvo muchos días ingresado y lo pasó muy mal. Comenta que habitualmente tiene buena tolerancia a los cambios pero que su punto débil son los ingresos en el hospital.

No presenta expresiones de pérdida de control. Presenta nerviosismo situacional.

No toma medicación para la ansiedad-depresión.

  • Patrón 11: VALORES Y CREENCIAS (Patrón Eficaz)

No solicita asistencia religiosa ni desea que sea tenida en cuenta alguna creencia o práctica religiosa.

Su valoración sobre su calidad de vida es de 8 sobre 10.

No verbaliza implicaciones morales o éticas sobre su régimen terapéutico. Comenta que lo más importante para él en la vida es su familia y su pareja.

PLAN DE CUIDADOS

  • Diagnósticos
    • Patrón 1: PERCEPCIÓN- MANEJO DE LA SALUD (Patrón Alterado)

(00214) Disconfort r/c síntomas relacionados con la enfermedad m/p cambios en el patrón del sueño, intranquilidad ante la situación, síntomas de malestar y temor.

  • Dominio 12. Confort.
  • Clase 1. Confort físico.
  • Definición: percepción de falta de tranquilidad, alivio y trascendencia en las dimensiones física, psicoespiritual, ambiental, cultural y/o social.
  • Patrón 4: ACTIVIDAD-EJERCICIO (Patrón Alterado)

(00032) Patrón respiratorio ineficaz r/c dolor m/p disnea y taquipnea.

  • Dominio 4. Actividad/reposo.
  • Clase 4. Respuestas cardiovasculares/pulmonares.
  • Definición: inspiración y/o espiración que no proporciona una ventilación adecuada.
  • Patrón 5: SUEÑO-DESCANSO (Patrón Alterado)

(00095) Insomnio r/c factores estresantes y malestar físico m/p dificultad para conciliar y mantener el sueño.

  • Dominio 4. Actividad/reposo.
  • Clase 1. Sueño/reposo.
  • Definición: trastorno de la cantidad y calidad del sueño que deteriora el funcionamiento.
  • Patrón 6: COGNITIVO-PERCEPTUAL (Patrón Alterado)

(00132) Dolor agudo r/c agentes lesivos físicos (colapso pulmonar) m/p autoinforme de intensidad del dolor usando escalas estandarizadas, cambio en parámetros fisiológicos (frecuencia respiratoria) y expresión facial de dolor.

  • Dominio 12. Confort.
  • Clase 1. Confort físico.
  • Definición: experiencia sensitiva y emocional desagradable ocasionada por una lesión tisular real o potencial, o descrita en tales términos (International Association for the Study of Pain); inicio súbito o lento de cualquier intensidad de leve a grave con un final anticipado o previsible.
  • Patrón 10: AFRONTAMIENTO-TOLERANCIA AL ESTRÉS (Patrón Alto riesgo)

(00149) Riesgo de síndrome de estrés del traslado r/c traslado de un entorno a otro y estado de salud comprometido.

  • Dominio 9. Afrontamiento/tolerancia al estrés.
  • Clase 1. Respuestas postraumáticas.
  • Definición: vulnerable a sufrir un trastorno físico y/o psicológico tras el traslado de un entorno a otro, que puede comprometer la salud.
  • Diagnóstico de Enfermería principal

Para priorizar el Diagnóstico principal, nos basaremos en la red de razonamiento clínico del modelo AREA de Pesut & Herman (1999)

Figura 4 – Red de razonamiento clínico del diagnóstico principal. Fuente: elaboración propia basada en el modelo AREA de Pesut & Herman(1999).

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

  • Justificación del diagnóstico principal (DxEp)

Tras realizar la red de razonamiento clínico el Dx seleccionado es:

(00132) Dolor agudo r/c agentes lesivos físicos (colapso pulmonar) m/p autoinforme de intensidad del dolor usando escalas estandarizadas, cambio en parámetros fisiológicos (frecuencia respiratoria) y expresión facial de dolor.

  • Dominio 12. Confort.
  • Clase 1. Confort físico.
  • Definición: experiencia sensitiva y emocional desagradable ocasionada por una lesión tisular real o potencial, o descrita en tales términos (International Association for the Study of Pain); inicio súbito o lento de cualquier intensidad de leve a grave con un final anticipado o previsible.

Lo hemos seleccionado cómo diagnóstico principal debido a que es el diagnóstico que de alguna manera soluciona todos los demás. El neumotórax espontáneo se caracteriza según Samaniego et al. (2016) por un dolor torácico intenso que aumenta con los movimientos respiratorios; esto provoca disconfort y malestar en el paciente que, sumado a sus experiencias anteriores, ya que es un neumotórax recidivado, hace que el dolor afecte también al terreno psicológico y emocional.

Bejarano (2016) define el dolor como una experiencia nociceptiva derivada en mayor proporción de procesos agudos que han ido transformando el dolor como una experiencia somática con componentes emocionales que condicionan el grado de sufrimiento según las vivencias de la persona que lo padece. Esto explicaría como el dolor afecta a todas las esferas del paciente que, en este caso, condicionan su descanso por las noches, el estrés situacional y el malestar físico que siente. Además, este mismo autor afirma que el impacto del dolor de un paciente está íntimamente relacionado con la exposición previa a dicho dolor o situación semejante.

En cuanto a la espera física se trata, el dolor que siente el paciente al realizar los movimientos respiratorios, sobre todo en el momento de la inspiración, hace que las respiraciones no sean eficaces, por lo que aumenta el número de respiraciones por minuto intentando cubrir las necesidades de oxigenación. Según Cabañero (2014) a esta dificultad en el momento de la respiración se añade el colapso del parénquima pulmonar que sufre el paciente debido al aire que ha entrado en la cavidad pleural.

  • Problema de colaboración (PC)/Riesgo de complicación (RC)

Según lo encontrado en la bibliografía, Vennera y Picado (2005) afirman que existe una relación entre las enfermedades pulmonares y las enfermedades inflamatorias intestinales, que en este caso, sería la enfermedad de Crohn.

En estudios realizados se encontró la coincidencia de manifestaciones extraintestinales en personas que sufrían enfermedades inflamatorias intestinales, lo que llevó a plantear que existiera una relación entre los mecanismos patogénicos de ambas. Sin embargo, las afectaciones pulmonares constituyen la manifestación menos frecuente de estas manifestaciones extraintestinales.

Otros estudios recogidos en este mismo artículo dicen que los síntomas más comunes de estas personas que sufrían enfermedad inflamatoria intestinal son: tos, expectoración, disnea con o sin disfonía o estridor, neumotórax y obstrucción de la vía aérea.

Según lo dicho anteriormente, estas afirmaciones podrían hacernos pensar que puede haber una relación de la patología actual con la enfermedad de Crohn del paciente, y que ésta sea un factor agravante del neumotórax espontáneo.

En el caso de que el neumotórax se agrave, las complicaciones potenciales serían:

  • Paro cardiaco
  • Insuficiencia respiratoria
  • Hipoxia
  • Shock obstructivo
    • RC principal

Para priorizar el riesgo de complicación potencial nos basaremos en la Red de razonamiento Clínico basada en el modelo AREA de Pesut & Herman (1999).

Figura 5 – Red de razonamiento clínico del riesgo de complicación principal. Fuente: elaboración propia basada en el modelo AREA de Pesut & Herman (1999).

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

  • Justificación del RC principal (RCp)

Como se puede observar todas las complicaciones potenciales están de alguna manera relacionadas entre sí. Debemos tener clara la diferencia entre hipoxia e hipoxemia, entendiéndose cómo hipoxia a la deficiencia de la cantidad de oxígeno en los tejidos y la hipoxemia como cantidad de oxígeno baja en sangre. La hipoxia puede ser debida a una hipoxemia mantenida en el tiempo, según Díaz-López (2017) uno de los tipos de hipoxia es la hipoxia hipoxémica que se caracteriza por una reducción de oxígeno en sangre que dificulta la oxigenación de los tejidos. Según Muñoz (2010) la insuficiencia respiratoria se caracteriza por una situación de hipoxemia arterial en la cual los valores de oxígeno en sangre están por debajo de 60mmHg (PaO2).

Por lo tanto, si tratamos la insuficiencia respiratoria que podría provocar el colapso pulmonar, debido al neumotórax, se podría evitar una hipoxia generalizada que a su vez sería la causa del shock obstructivo.

Según González et al. (2015) el shock se caracteriza por una inadecuada perfusión a nivel tisular provocada por la hipoxia y la isquemia. Una de las causas del shock obstructivo es el neumotórax.

A su vez el paro cardiaco es una de las causas más comunes de hipoxia, por lo tanto si evitamos el paro cardiaco o actuamos rápido ante él, evitaremos una hipoxia generalizada.

Como conclusión, el RC principal que hemos seleccionado es la insuficiencia respiratoria (hipoxemia) debido a lo citado anteriormente. Según el estado actual de nuestro paciente sería la primera complicación potencial que podría aparecer y, a su vez, las demás serían una posible complicación de la insuficiencia respiratoria, por lo tanto si la tratamos a tiempo evitamos que sucedan las demás complicaciones de la red de razonamiento.

  • Planificación del Diagnóstico de Enfermería principal

El diagnóstico principal es:

(00132) Dolor agudo r/c agentes lesivos físicos (colapso pulmonar) m/p autoinforme de intensidad del dolor usando escalas estandarizadas, cambio en parámetros fisiológicos (frecuencia respiratoria) y expresión facial de dolor.

  • Dominio 12. Confort.
  • Clase 1. Confort físico.
  • Definición: experiencia sensitiva y emocional desagradable ocasionada por una lesión tisular real o potencial, o descrita en tales términos (International Association for the Study of Pain); inicio súbito o lento de cualquier intensidad de leve a grave con un final anticipado o previsible.
  • Planificación del NOC del Diagnóstico de Enfermería

A continuación, para trabajar objetivos del Diagnóstico de Enfermería principal vamos a utilizar el manual de Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC).

El objetivo seleccionado es:

(2102) Nivel del dolor.

  • Dominio V. Salud percibida.
  • Clase V. Sintomatología.
  • Definición: intensidad del dolor referido o manifestado.

Indicadores del NOC del Diagnóstico de Enfermería principal:

Tabla 5 – Puntuación del NOC del Diagnóstico de Enfermería principal

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Tabla 6 – Indicadores para el objetivo NOC del diagnóstico enfermero principal. Parte I

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Escala Likert: 1 Grave; 2 Sustancial; 3 Moderado; 4 Leve; 5 Ninguno.

Tabla 7 – Indicadores para el objetivo NOC del diagnóstico enfermero principal. Parte II

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Escala Likert: 1 Desviación grave del rango normal; 2 Desviación sustancial del rango normal; 3 Desviación moderada del rango normal; 4 Desviación leve del rango normal; 5 Sin desviación del rango normal.

  • Intervenciones NIC

Para trabajar las intervenciones enfermeras y sus actividades del DxE principal (DxEp) utilizaremos el manual NIC.

Las intervenciones del DxEp son:

(1400) Manejo del dolor.

  • Campo 1. Fisiológico básico.
  • Clase E. Fomento de la comodidad física.
  • Definición: Alivio del dolor o disminución del dolor a un nivel de tolerancia que sea aceptable para el paciente.
  • Actividades:
    • Realizar una valoración exhaustiva del dolor que incluya la localización, características, aparición/duración, frecuencia, calidad, intensidad o gravedad del dolor y factores internos desencadenantes.
    • Asegurarse de que el paciente reciba los cuidados analgésicos correspondientes.
    • Determinar el impacto de la experiencia del dolor sobre la calidad de vida (sueño, estado de ánimo…).
    • Evaluar con el paciente y el equipo de cuidados, la eficacia de las medidas de control del dolor que se estén utilizando.

(2210) Administración de analgésicos.

  • Campo 2. Fisiológico complejo.
  • Clase H. Control de fármacos.
  • Definición: Utilización de agentes farmacológicos para disminuir o eliminar el dolor.
  • Actividades:
    • Comprobar las órdenes médicas en cuanto al medicamento, dosis y frecuencia del analgésico prescrito.
    • Comprobar el historial de alergias.
    • Controlar los signos vitales antes y después de la administración de los analgésicos.
    • Administrar analgésicos y/o fármacos complementarios cuando sea necesario para potenciar la analgesia.
    • Documentar la respuesta al analgésico y cualquier efecto adverso. (3320) Oxigenoterapia.
  • Campo 2. Fisiológico complejo.
  • Clase K. Control respiratorio.
  • Definición: Administración de oxígeno y control de su eficacia.
  • Actividades:
    • Administrar oxígeno suplementario según órdenes.
    • Vigilar el flujo de litros de oxígeno.
    • Comprobar la posición del dispositivo de aporte de oxígeno.
    • Controlar la eficacia de la oxigenoterapia, según corresponda.
    • Proporcionar oxígeno durante los traslados del paciente. (5270) Apoyo emocional.
  • Campo 3. Conductual.
  • Clase R. Ayuda para el afrontamiento.
  • Definición: proporcionar seguridad, aceptación y ánimo en momentos de tensión.
  • Actividades:
    • Animar al paciente a que exprese los sentimientos de ansiedad, ira o tristeza.
    • Escuchar las expresiones de sentimientos y creencias.

o Favorecer la conversación o el llanto como medio de disminuir la respuesta emocional.

  • Realizar afirmaciones empáticas o de apoyo.
  • .Planificación del RC principal

El RC principal es:

Insuficiencia respiratoria (hipoxemia)

  • Planificación del NOC del RC

A continuación, para trabajar objetivos del RC principal vamos a utilizar el manual de Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC).

El objetivo seleccionado es:

(0402) Estado respiratorio: intercambio gaseoso.

  • Dominio II. Salud fisiológica.
  • Clase E. Cardiopulmonar.
  • Definición: intercambio alveolar de CO2 y O2 para mantener las concentraciones de gases arteriales.

Indicadores del NOC del RC principal:

Tabla 8 – Puntuación del NOC del RC principal.

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Tabla 9 – Indicadores para el objetivo NOC del RC principal

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Escala Likert: 1 Desviación grave del rango normal; 2 Desviación sustancial del rango normal; 3 Desviación moderada del rango normal; 4 Desviación leve del rango normal; 5 Sin desviación del rango normal.

  • Intervenciones NIC

Para trabajar las intervenciones enfermeras y sus actividades del RC principal utilizaremos el manual NIC.

Las intervenciones del RC son:

(3320) Oxigenoterapia.

  • Campo 2. Fisiológico complejo.
  • Clase K. Control respiratorio.
  • Definición: Administración de oxígeno y control de su eficacia.
  • Actividades:
    • Administrar oxígeno suplementario según órdenes.
    • Vigilar el flujo de litros de oxígeno.
    • Comprobar la posición del dispositivo de aporte de oxígeno.
    • Controlar la eficacia de la oxigenoterapia, según corresponda.
    • Proporcionar oxígeno durante los traslados del paciente. (4230) Flebotomía: muestra de sangre arterial.
  • Campo 2. Fisiológico complejo.
  • Clase G. Control de electrólitos y acido básico.
  • Definición: obtención de una muestra sanguínea de una arteria sin canalizar para valorar los niveles de oxígeno y dióxido de carbono y el equilibrio acido básico.
  • Actividades:
    • Limpiar la zona con solución adecuada.
    • Fijar la arteria tensando la piel.
    • Insertar la aguja directamente sobre el pulso con el ángulo de 45- 60º, según la zona de punción.
    • Obtener una muestra de 3-5 ml de sangre.
    • Aplicar presión sobre la zona de punción durante 5-15 minutos.

EJECUCIÓN

Una vez finalizada la planificación continuamos con la ejecución en dónde se comentarán las intervenciones (NIC) que se van realizar en un periodo de una hora, para alcanzar el objetivo (NOC) y resolver el DxEp.

6/12/2017: Turno de tarde.

A las 16:00h el paciente acude a urgencias. Tras ser triado y valorado por el médico pasa a las camas de observación, dónde comienza el trabajo con el paciente. Aproximadamente a las 17:00h el paciente ingresa en camas, a su llegada se procede a realizar la intervención (1400) Manejo del dolor; se le pregunta de 0 a 10 cuanto dolor tiene, localización y duración del dolor. Él refiere sentir un dolor de 8 que se inició hace dos días y comenzó de nuevo el día de hoy después de comer, el dolor se irradia a la espalda y aumenta con la respiración en la fase inspiratoria. Al saber que el dolor comenzó hace días se le pregunta si esto ha repercutido en su día a día o en su estado de ánimo; él responde que debido al dolor no descansa bien por las noches y que además se siente muy nervioso al recordarle a la situación que vivió la última vez que sintió un dolor parecido.

Tras esta pequeña charla sobre las 17:05 nos disponemos a realizar la intervención (2210) Administración de analgésicos. Comenzamos mirando la orden médica y observamos que ya se le ha infundido por completo el Nolotil que le pusieron en el box de Enfermería, cómo al ingresar en camas volvemos a valorar el dolor y observamos que este no ha cedido, nos disponemos a preparar la infusión de Tramadol para administrarla sin perder tiempo. Para preparar la disolución de Tramadol, que es un opioide, según Kelly-Chico (2015) al tratarse de un paciente adulto, utilizaremos una ampolla de 2 ml que contiene 100mg de Tramadol, éste se diluye en 100ml de suero fisiológico al 0’9% infundiéndolo en unos 20 minutos.

Se inicia infusión de Tramadol vigilando las constantes vitales en el monitor. A continuación, siguiendo la orden médica se comienza con la intervención (3320) Oxigenoterapia. Administramos oxígeno al paciente a través de las GN conectadas al caudalímetro a 2 litros, observando en el monitor que la saturación del paciente es la adecuada. Según Saínz-Menéndez (2013) uno de los puntos clave del tratamiento inicial del neumotórax espontáneo es la oxigenoterapia utilizando el método correspondiente según la saturación con la que el paciente llega a urgencias.

Mientras al paciente se le infunde el Tramadol, vamos preparando su ingreso en planta.

A las 17:35 nos acercamos al paciente y le preguntamos si se ha calmado un poco el dolor, para comprobar que la analgesia le está haciendo efecto. Él responde que sigue teniendo molestias pero que no siente el dolor tan grande que sentía cuando llegó a urgencias.

Nos sentamos a su lado y le comentamos que va a ser ingresado en la planta de cirugía para ser intervenido. Al recibir la noticia, su expresión facial cambia completamente. Comenzamos la intervención (5270) Apoyo emocional.

Escuchamos al paciente mientras él nos cuenta su preocupación por el ingreso y se le anima a que exprese sus sentimientos, él nos dice que la última vez fue un calvario para él y para su familia y que no quiere pasar por lo  mismo. Empatizamos con él y le decimos que entendemos perfectamente su preocupación, pero que el ingreso y la operación es un paso más que hay que dar para que pueda recuperarse. Él nos cuenta que lo que más le frustra es el por qué, por qué le tiene que pasar esto a él en repetidas ocasiones.

Al terminar de hablar con él, preparamos su carpeta y se llama al celador para que lo suban a planta dónde ya le esperan.

Abandona las camas de observación a las 18:00 aproximadamente, sube a planta con constantes vitales estables, leve taquipnea, con la medicación pertinente infundida y con dolor sustancial.

EVALUACIÓN

  • Evaluación del Diagnóstico de Enfermería principal

El diagnóstico principal es:

(00132) Dolor agudo r/c agentes lesivos físicos (colapso pulmonar) m/p autoinforme de intensidad del dolor usando escalas estandarizadas, cambio en parámetros fisiológicos (frecuencia respiratoria) y expresión facial de dolor.

  • Dominio 12. Confort.
  • Clase 1. Confort físico.
  • Definición: experiencia sensitiva y emocional desagradable ocasionada por una lesión tisular real o potencial, o descrita en tales términos (International Association for the Study of Pain); inicio súbito o lento de cualquier intensidad de leve a grave con un final anticipado o previsible.

El objetivo seleccionado es:

(2102) Nivel del dolor.

  • Dominio V. Salud percibida.
  • Clase V. Sintomatología.
  • Definición: intensidad del dolor referido o manifestado.

Indicadores del NOC del Diagnóstico de Enfermería principal:

Tabla 10 – Puntuación del NOC del Diagnóstico de Enfermería principal.

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Tabla 11 – Indicadores para el objetivo NOC del diagnóstico enfermero principal. Parte I

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Escala Likert: 1 Grave; 2 Sustancial; 3 Moderado; 4 Leve; 5 Ninguno.

Tabla 12 – Indicadores para el objetivo NOC del diagnóstico enfermero principal. Parte II

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Escala Likert: 1 Desviación grave del rango normal; 2 Desviación sustancial del rango normal; 3 Desviación moderada del rango normal; 4 Desviación leve del rango normal; 5 Sin desviación del rango normal.

El paciente ingresa con dolor moderado respecto al dolor grave que sentía cuando acudió al servicio de urgencias.

Además, apenas hay expresión facial de dolor, sólo en ocasiones coincidiendo con el momento de la inspiración.

En el momento de abandonar las camas el paciente se encuentra menos inquieto, aunque sigue nervioso por todo lo que él me había comentado.

En resumen, tal y como se puede observar hemos alcanzado la puntuación planificada ya que hemos conseguido una puntuación total de 3 tras realizar todas las intervenciones programadas para lograr el objetivo de reducir el nivel de dolor.

  • Evaluación del RC principal

El RC principal es:

Insuficiencia respiratoria (hipoxemia) El objetivo seleccionado es:

(0402) Estado respiratorio: intercambio gaseoso.

  • Dominio II. Salud fisiológica.
  • Clase E. Cardiopulmonar.
  • Definición: intercambio alveolar de CO2 y O2 para mantener las concentraciones de gases arteriales.

Indicadores del NOC del RC principal:

Tabla 13 – Puntuación del NOC del RC principal

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Tabla 14 – Indicadores para el objetivo NOC del RC principal.

Ver: Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo, al final del artículo

Fuente: elaboración propia basada en NOC (2005)

Escala Likert: 1 Desviación grave del rango normal; 2 Desviación sustancial del rango normal; 3 Desviación moderada del rango normal; 4 Desviación leve del rango normal; 5 Sin desviación del rango normal

Tal y como se puede observar hemos conseguido mantener la puntuación planificada puesto que esta era de un 5 y la puntuación alcanzada no ha bajado de 5. Esto es debido a que los indicadores se han mantenido dentro de los límites de la normalidad y no se ha desarrollado ninguna complicación asociada a las patologías del paciente.

DISCUSIÓN

Según Della Bianca y Nazar (2005) la incidencia del neumotórax espontáneo es alta, siendo más frecuente a partir de los 20 años. Además, según estos mismos autores, la aparición de neumotórax guarda relación con los antecedentes familiares y el hábito tabáquico, siendo más frecuente en hombre que en mujeres. González-Hermosillo-Cornejo et al. (2015) por otra parte, a estas afirmaciones añade que el perfil de la persona que padece un NE suele ser el de un hombre alto, joven, delgado y sano que sufre el neumotórax estando en reposo. Nuestro paciente es un hombre de 30 años de edad que sufrió su primer NE a los 26 años. A esa edad era fumador de 10 cigarrillos diarios; datos asociados al NE que concuerdan con la evidencia científica encontrada. Además es un hombre de complexión normal, no extremadamente delgado, que sufre la enfermedad de Crohn y no tiene antecedentes familiares de NE, lo que no concuerda con el perfil de persona mencionado anteriormente: alto, delgado y sano.

Por otra parte en cuanto a la etiología del NE, Peñalver et al. (2010) citan que el NE suele aparecer debido a la rotura de bullas pulmonares. La causa certera del NE se desconoce, sin embargo, las pruebas realizadas a nuestro paciente (TAC y Rx) revelaron la formación de bullas en el ápex pulmonar de ambos pulmones; lo que concuerda con las causas espontaneas citadas por estos autores.

Nuestro paciente acudió al servicio de urgencias con síntomas como: dolor agudo de inicio súbito irradiado hacia la espalda, que comenzó mientras comía y aumentaba en el momento de la inspiración, además, una leve disnea. Síntomas que concuerdan con los propios del NE según Peñalver et al. (2010) y Hermida-Pérez et al. (2008).

En cuanto al tratamiento Hernández (2012) y Ramírez (2018) refieren que en caso de NE recidivante, como es el caso de nuestro paciente, habría que plantearse la opción de someter al paciente a cirugía. El tratamiento planificado fue, en primer lugar, la administración de una perfusión de analgesia para calmar el insoportable dolor que sentía. Cuando el dolor del paciente se calmase, el plan a seguir sería: ingreso en la planta de cirugía para colocar el drenaje con tubo pleural y toracoscopia al día siguiente para la resección de las bullas pulmonares. El plan de tratamiento que se siguió fue el indicado por Hernández et al. (2012) que aseguran que en caso de recidiva el tratamiento de elección sería la cirugía, con el objetivo de resección de bullas y pleurodesis, que además, suele realizarse mediante videotoracoscopia.

Según Aguinagalde at al. (2017) la recidiva del NE suele aparecer en los  6 primeros meses tras el primer episodio de NE, dato que no se asemeja al de nuestro paciente, que sufrió su primera recidiva a los 3 años del primer  episodio y la segunda al año del segundo episodio. Las recidivas según Céspedes et al. (2011) tienen un componente emocional importante, ya que vuelven a acercar al paciente a una situación que fue desagradable para él. En este caso se observaba la gran preocupación de volver a pasar otra vez por la misma situación, la angustia y la desesperación al no entender por qué le pasaba esto a él, ya que era el tercer neumotórax que sufría en 4 años.

Debido a este importante componente emocional, Céspedes et al. (2011) aseguran haber realizado el estudio de los factores asociados a la recidiva para poder predecir en un futuro la recidiva del NE y actualizar el manejo del NE. Además refieren haber encontrado relación de la recidiva con las estaciones del año. Nuestro paciente sufrió esta segunda recidiva en otoño-invierno dato que coincide con los resultados que ellos obtuvieron. Estas coincidencias hacen pensar que la recidiva también podría estar relacionada con el clima y la presión atmosférica, como citan otros estudios, como los realizados por Vodička et al. (2016); Suarez-Varela et al. (2002) y Díaz et al. (2014).

LIMITACIONES

Las limitaciones encontradas a lo largo del desarrollo de este estudio han sido:

  • Tiempo limitado para acceder a la información relativa al paciente y para realizar la entrevista, ya que en el servicio de urgencias la estancia del paciente suele durar apenas unas horas.
  • Limitaciones de acceso a la información relativa con la patología del paciente. A pesar de considerarse una de las patologías torácicas más comunes, los artículos encontrados han sido escasos, poco actualizados y en muchos de ellos se repetía la misma información.
  • Limitaciones de acceso a la información sobre la relación entre la presión atmosférica y el neumotórax. Por ser un tema poco conocido y que aún está siendo estudiado ha sido complicado encontrar información extensa sobre este tema.

CONCLUSIONES

  1. La etiología del neumotórax es variada y va ligada al tipo de neumotórax. Las causas generales que propician la aparición del neumotórax son: causas espontáneas, iatrogénicas, enfermedades respiratorias y/o congénitas y traumatismos torácicos. La clasificación de los tipos de neumotórax, por lo tanto, se basa en las causas que lo provocan, existiendo los siguientes tipos: neumotórax adquirido (traumático o iatrogénico), neumotórax espontáneo (primario o secundario), neumotórax a tensión y neumotórax catamenial. La clínica típica del neumotórax se caracteriza por dolor pleurítico de inicio súbito y, en ocasiones, disnea debida al colapso pulmonar.
  2. Los factores de riesgo del neumotórax espontáneo son: el tabaquismo, los cambios súbitos de presión atmosférica, el síndrome de Marfan, los antecedentes familiares de neumotórax espontáneo, la deficiencia de alfa-1 antitripsina, la homocistinuria, episodios agudos de tos y el síndrome de Birt-HoggDube.
  3. El cambio climático afecta a los determinantes socioeconómicos y medioambientales que influyen de manera directa en la salud, como son: el agua potable, el aire limpio, tener alimentos suficientes y una vivienda saludable. El cambio climático afecta tanto de manera directa como indirecta; aumentando la prevalencia de ciertas enfermedades, aumentando la transmisión de enfermedades infecciosas por el agua, afectando a la producción de alimentos de calidad debido a la contaminación de la tierra, el agua y el aire…etc.
  4. Con el paso de los años se ha ido incrementando el cambio climático debido a la acción humana. Este cambio climático ha generado variaciones en los subsistemas climáticos, ha provocado la variación de los barómetros y el aumento de la temperatura. Se ha relacionado este cambio en los barómetros con la aparición del neumotórax espontáneo, incluyendo este aumento de presión atmosférica en los factores de riesgo que facilitan la aparición del neumotórax.
  5. El papel de Enfermería en el cuidado del paciente con neumotórax se basa en: apoyar emocionalmente al paciente; evaluar los signos de dolor y administrar la analgesia prescrita; acompañar al paciente en todas las pruebas diagnósticas que se le vayan a realizar , así como intervenir en las que sean de nuestra competencia; garantizar los cuidados apropiados según el tipo de tratamiento utilizado (cuidado de la herida quirúrgica, cuidados del drenaje pleural…etc.); monitorizar al paciente, haciendo especial hincapié en la función respiratoria y explicarle cualquier procedimiento que se le vaya a realizar, así como su situación clínica.
  6. El plan de cuidados realizado en base a la taxonomía NANDA, NOC y NIC nos permitió elegir como diagnostico principal (00132) Dolor agudo r/c agentes lesivos físicos (colapso pulmonar) m/p autoinforme de intensidad del dolor usando escalas estandarizadas, cambio en parámetros fisiológicos (frecuencia respiratoria) y expresión facial de dolor .En base a ese diagnóstico seleccionamos para nuestro paciente el siguiente objetivo NOC: (2102) Nivel del dolor, y las siguientes intervenciones NIC: (1400) Manejo del dolor, (2210) Administración de analgésicos, (3320) Oxigenoterapia y (5270) Apoyo emocional. Intervenciones que según la evidencia científica encontrada deberían proporcionar una mejora de la calidad asistencial y de la situación clínica del paciente.

Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo

Anexos – Cambio climático, influencia en el neumotórax espontáneo

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