Índice
¿Axilas irritadas? Principales causas y mejores remedios
Las axilas son una parte especialmente sensible. Su escasa exposición a la luz solar o la continua fricción a la que están sometidas de forma natural las hacen más propensas a sufrir problemas de irritación.
El picor y otras enfermedades en las axilas son algunas de sus causas más habituales. Pero, ¿Qué medidas preventivas y paliativas pueden tomarse para abordar este problema?
A continuación hablamos de ello. ¡Presta atención!
Irritación de axilas: La causas más habituales
Los problemas de irritación en las axilas afectan a hombres y mujeres por igual, sin embargo, existen algunas variables que pueden incrementar las posibilidades de incidencia. La temperatura, el exceso de sudor, la presencia de enfermedades cronificadas o los hábitos de depilación son algunas de ellas.
Fricción
Las axilas están expuestas de forma continua a la fricción piel con piel o piel con tela. Esta fricción puede verse multiplicada bajo condiciones específicas como la práctica de deporte o la práctica de actividades físicas repetitivas.
Temperatura
La exposición a temperaturas elevadas estimula los procesos de sudoración. Como consecuencia, pueden producirse reacciones superficiales en forma de sarpullidos derivando en sensaciones de escozor.
Depilación
El vello de la axilas está estigmatizado desde el punto de vista estético, sin embargo, cumple funciones como generar una capa protectora sobre la piel o regular la temperatura corporal. Eliminarlo puede propiciar cierta vulnerabilidad dejando expuesta la zona ante posibles agresiones externas. Por otro lado, el carácter reincidente de los métodos de depilación agresivos puede generar daños superficiales como inflamaciones alrededor de los folículos pilosos que generalmente van acompañados de picores.

Productos de higiene
La composición química de los productos cosméticos para axilas puede contener elementos irritantes. Su aplicación habitual a partir de formatos variados como desodorantes o geles puede alterar el equilibrio de la piel y provocar reacciones alérgicas o incrementar la vulnerabilidad de la zona haciéndola propensa a la irritabilidad.
Enfermedades que afectan a las axilas
Existen afecciones que se dan con mayor asiduidad en la zona de las axilas y que constituyen una causa directa de la irritación. Las más habituales son:
Dermatitis de contacto irritativa en axilas
Se trata de una reacción de tipo inflamatoria generada por el contacto directo con una sustancia irritante. Sus síntomas asociados son el picor y el escozor pudiendo provocar ampollas en estadios avanzados.
Dermatitis de contacto alérgica en axilas
Constituye una respuesta de tipo inflamatoria frente al contacto directo con algún alérgeno. Se da en aquellas personas que presentan alergia a dichos agentes. Suele derivar en lesiones, edema y eritema.

Foliculitis en axilas
Una infección bacteriana puede derivar en la inflamación de los folículos pilosos. La foliculitis es especialmente común tras procesos de afeitado o depilación. Además, también puede producirse cuando hay un contacto directo con aguas mal cloradas. Las bacterias más habituales son la Staphylococcus aureus Pseudomonas aeruginosa. Por lo general tienden a generarse bultos de color rojo acompañados de una sensación de dolor.
Psoriasis en axilas
Se manifiesta como placa rojiza y definida. La psoriasis que afecta a las axilas recibe el nombre de psoriasis invertida. Se trata de una dolencia cronificada que requiere de tratamiento farmacológico supervisado por médicos especializados.
Infección por hongos: Tiña
Se produce por el efecto de hongos dermatofitos como el Epidermophyton o Trichophyton. Se manifiesta en forma de abscesos, sensación de picor y un enrojecimiento localizado. Sus efectos se hacen más intensos en ambientes húmedos y en personas con propensión al sudor excesivo.
Infección por hongos: Candidiasis
Se produce como consecuencia de la acción de la levadura Candida Albicans. Las axilas se recubren de una placa de piel inflamada y enrojecida que provoca sensación de dolor y picor. Tiene una mayor tasa de incidencia en aquellas personas que presentan problemas de sobrepeso, pliegues de piel excesivamente acentuados u otros problemas indirectos como diabetes o inmunosupresión. La candidiasis también se asocia al consumo de corticoides y antibióticos.
Hiperhidrosis
Se manifiesta en un 1% de la población y consiste en la sudoración excesiva. Su origen está en una hiperactividad descontrolada en los nervios que se conectan con las glándulas sudoríparas. El exceso de sudoración incrementa de forma directa los niveles de humedad provocando una tendencia a la irritación.

Cómo aliviar las axilas irritadas: Los mejores remedios
Mantén unos hábitos de higiene saludable
La exposición habitual de las axilas a determinados componentes químicos puede incrementar los riesgos de que se produzcan microlesiones o se desarrolle una mayor propensión a la irritabilidad.
Usa productos antitranspirantes
El exceso de humedad y sudor provocan el maceramiento de la zona haciéndola más vulnerable a problemas de irritación. El uso de antitranspirantes reduce el efecto de maceración y ayuda a prevenir sus consecuencias. En el mercado existe una gran variedad de marcas, aunque una de las más reconocidas es Perspirex. En su catálogo puedes encontrar opciones de gran eficacia y clínicamente testadas.
La formulación de los antitranspirantes está diseñada para interrumpir temporalmente la actividad de las glándulas sudoríparas. Están especialmente recomendados para aquellas personas que sudan copiosamente por causas coyunturales (exceso de ejercicio, exposición a temperaturas elevadas) o por problemas de salud (hiperhidrosis). Los desodorantes antitranspirantes ayudan a prevenir la aparición de manchas en la ropa garantizando la sequedad de la zona.

Reduce la fricción en la zona
Utilizar una ropa cómoda durante la práctica de deporte puede ayudar a minimizar el roce. Además, durante el secado debe evitarse la fricción. Lo más recomendable es emplear toques suaves sobre la zona con papel o toalla.
Si tus axilas están expuestas a un exceso de fricción, puedes recurrir a productos con propiedades antifricción.
Opta por desodorantes más respetuosos
Existen desodorantes formulados con una concentración baja de elementos químicos potencialmente agresivos. En el mercado puedes encontrar soluciones más neutras y respetuosas con la piel.
La hidratación es un factor fundamental
Asegúrate de hidratar tus axilas después de haberlas sometido a procesos de depilación o rasurado.
Recurre a tratamientos médicos si tus problemas persisten
Si a pesar de tomar medidas preventivas percibes problemas como erupciones, picazón o bultos recurre a un profesional especializado en dermatología para recibir un tratamiento adaptado.
