Índice
Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 8–Agosto 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº8: 194
Autor principal (primer firmante): Irene Figuer Enciso
Fecha recepción: 22 de julio, 2023
Fecha aceptación: 17 de agosto, 2023
Ref.: Ocronos. 2023;6(8) 194
Autores:
- Irene Figuer Enciso (Fisioterapeuta)
- Francisco Delgado Quintana (Celador)
- Carlos Enrique Rastrero (Celador)
- Carlos García Ruiz (Celador)
- Isabel Loizu Marti (Enfermera)
- Nuey Alba Montero Sanz (TCAE)
Palabras Clave: Alzheimer, envejecimiento, paciente Alzheimer.
Resumen
La enfermedad de Alzheimer posee actualmente importantes consecuencias en la salud de los afectados, en sus familias y en los presupuestos de los servicios sanitarios y sociales.
La familia es la primera fuente de ayuda a las personas mayores con algún trastorno orgánico, como es el caso de la enfermedad de Alzheimer.
La principal vía en la atención al enfermo de Alzheimer es a través de la red del sistema público de servicios sociales.
Introducción
El creciente peso de la población anciana es uno de los cambios más significativos que se ha dado en las sociedades desarrolladas en la segunda mitad del siglo XX.
Los dos factores que se han combinado y condicionado este envejecimiento de la población han sido el descenso de la fecundidad y de la mortalidad, lo que ha provocado un creciente peso de la población anciana y la llegada a edades más avanzadas de personas en mejores condiciones de salud.
Una de las cuestiones que aqueja a gran parte de las personas mayores es la discapacidad. Estas discapacidades aumentan con la edad, haciendo que los que las sufren dependan de terceros para la realización de las actividades de la vida diaria.
Pese a las ganancias en calidad de vida y salud de los mayores, no se puede obviar que la vejez conlleva ciertas limitaciones físicas que, en muchas ocasiones, se ven agravadas con la aparición de diversas enfermedades cuya prevalencia aumenta considerablemente con el aumento de edad.
Algunas de las enfermedades más frecuentes que aparecen o se manifiestan de forma más específica en edad avanzada son:
- El cáncer
- La diabetes
- La enfermedad de Parkinson
- La demencia. Hay alrededor de 100 tipos de demencia, pero la más común es la enfermedad de Alzheimer.
La mayoría de estas enfermedades son de tipo crónico -degenerativo, es decir, hay cursan con un empeoramiento progresivo a lo largo de un periodo dilatado de tiempo, por lo que requieren de un elevado gasto económico y de recursos humanos.
Requieren un abordaje multidisciplinar que haga frente, de forma específica, a cada uno de los aspectos que se ven deteriorados con cada una de dichas patologías.
Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa cerebral primaria, de etiología desconocida que presenta rasgos neuropatológicos y neuroquímicos característicos.
El trastorno se inicia por lo general de manera insidiosa y lenta y evoluciona progresivamente durante un período de años (OMS).
La enfermedad afecta principalmente a los mayores de 65 años (entre el 5 y el 7% de esta capa de la población. A partir de los 65 años, la frecuencia crece de manera exponencial.
Es decir que la frecuencia se duplica cada cinco años, alcanzando un 20% para personas mayores de 80 años, y un 25% para personas mayores de 85 años, es decir una de cada cuatro personas.
Actualmente en la población española estamos asistiendo a una verdadera explosión del número de personas que ya superan esta edad. En Europa, los «baby boomers», junto al aumento de la longevidad, hacen presagiar un incremento desorbitado de casos.
En Europa, la prevalencia de enfermedad de Alzheimer también es alta, alcanzando unos valores de:
- 0,02 entre 30 y 59 años,
- 0,3 entre 60 y 69 años,
- 3,2 entre 70 y 79 años, y 10,8 entre 80 y 89 años (estudio Euroderm). Su agravación es progresiva y lenta.
Problemática en el cuidado del enfermo de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer posee actualmente importantes consecuencias en la salud de los afectados, en sus familias y en los presupuestos de los servicios sanitarios y sociales, pero lo que preocupa más a los responsables políticos son las previsiones sobre el futuro de la enfermedad.
No existe, a pesar de las abundantes investigaciones, una cura o prevención, y todas las tendencias muestran un incremento extraordinario para el futuro.
Debido a ello las autoridades buscan medidas que tiendan a p aliar las consecuencias negativas del a enfermedad y hacerla menos gravosa para la familia y para los servicios sanitarios y sociales.
Las previsiones epidemiológicas y demográficas destacan el agravamiento del problema dado que seguirá actuando el principal factor que origina las demencias: el incremento del envejecimiento.
La situación actual preocupa seriamente a los responsables de los servicios sanitarios y sociales, ya que origina demandas múltiples de las familias afectadas, que la administración pública no puede resolver, dada la relativa novedad de la condición.
Sus consecuencias resultan muy importantes para los poderes públicos, ya que afectan al individuo, a la familia y a la sociedad.
Problemática del cuidador
La familia es la primera fuente de ayuda a las personas mayores con algún trastorno orgánico, como es el caso de la enfermedad de Alzheimer, y también es el tipo de ayuda que prefieren las personas dependientes de edad avanzada.
La familia, llena por tanto las lagunas del sistema o completa los cuidados y los servicios que proporciona la red pública de salud, pero es también la que más contribuye a mantener la calidad de vida, la seguridad y el bienestar psicológico y físico de los ancianos.
No obstante, la dedicación que en ocasiones s e torna exclusiva hacia el paciente, hace que, en ocasiones, el cuidador se convierta en un “paciente oculto”, que necesitará de la atención de quienes viven en su entorno o de los profesionales para que pueda afrontar satisfactoriamente tal problemática.
El apoyo social es la variable moduladora más importante para la familia cuidadora, ya que es una importante fuente de ayuda para los cuidadores al momento de hacer f rente a las situaciones que les son propias.
Los cuidadores que tienen mayor capacidad de acceso o mayor nivel de apoyo social tienen mayores posibilidades que los que carecen de éste para evitar las consecuencias más severas del cuidado, como pueden ser los trastornos emocionales.
Redes de atención
La principal vía en la atención al enfermo de Alzheimer es a través de la red del sistema público de servicios sociales.
Esta red está estructurada en servicios sociales generales y servicios sociales específicos/especializados, y dentro de ellos, hay diferentes servicios a través de los cuales se puede acceder al enfermo de Alzheimer. Éstas son:
- Red de unidades básicas y centros de servicios sociales generales.
- Servicios de ayuda a domicilio.
- Servicios de atención en centros específicos, que incluyen:
- Centros municipales de mayores
- Centros de día para mayores
- Centros residenciales
- Centros especializados en la atención a enfermos de Alzheimer
- Cooperación social.
Los servicios más utilizados por el enfermo de Alzheimer y sus familiares suelen ser servicios de ayuda a domicilio, diferentes servicios de atención en centros específicos (centros residenciales, centros de día para mayores y centros especializados a enfermos de Alzheimer) y los servicios sociales generales.
Centros residenciales
Las personas que carecen del ambiente familiar adecuado, especialmente cuando son personas mayores con problemas de limitación que no puedan resolverse en el ámbito domiciliario, como puede ser el caso del enfermo de Alzheimer, deben de tener garantizado el derecho a tener una plaza residencial.
En estos centros residenciales se da cobertura a diferentes situaciones, dentro de las cuales, la que más se adapta al enfermo de Alzheimer es el modelo residencial (más que apartamentos para mayores o estancias breves).
El objetivo de los centros residenciales es facilitar una convivencia alternativa residencial a quienes carecen de hogar y/o ambiente familiar adecuado.
La red de residencias se estructura de acuerdo con el tratamiento específico que requieren los diversos colectivos afectados.
Centros especializados en la atención a enfermos de Alzheimer
Estos centros disponen de servicio de transporte, comedor, higiene personal, terapia, fisioterapia, atención social especializada, atención médica especializada, atención psicológica. El perfil de los usuarios presenta un importante deterioro cognitivo.
De acuerdo con la tipología ideal de esos centros de Alzheimer, se están promoviendo los mismo dotándolos en el mismo edificio del centro de día y del centro residencial, lo que permite un programa multifuncional adecuado al mantenimiento de relaciones familiares y socio – comunitarias orientado a la prevención del aislamiento social.
Sin embargo, y a pesar de que existe una alta demanda los centros los centros son de escasa implantación.
Centro de día
El Centro de Día constituye un instrumento efectivo para los enfermos y sus familias, pero sólo es uno de los medios a utilizar para enfrentarse globalmente a la enfermedad de Alzheimer.
El Centro de Día proporciona un servicio muy efectivo para los enfermos y sus familias, a un coste muy inferior al de la institucionalización.
Las necesidades de los enfermos dementes se agravan con el transcurso de la enfermedad, motivando que sus familiares deban prestarles servicios continuados, con frecuencia durante las 24 horas del día, lo cual supone un tremendo esfuerzo personal.
El Centro de Día permite que los familiares tengan un apoyo externo que les ayude a sobrellevar la enfermedad, psíquica y económicamente.
De esta forma se evita la institucionalización, que conlleva una doble consecuencia negativa: mayores costes y separación de la familia.
Objetivos del Centro de Día
Una característica común de los Centros de Día es que tratan de proporcionar la máxima calidad de vida a los enfermos y sus familias para sus necesidades, seriamente afectadas por la enfermedad.
Este objetivo general debe especificarse para cada centro en una serie de objetivos concretos que guíen sus operaciones y sirvan de referencia al personal y beneficiarios, como son:
- proporcionar apoyo a los familiares de los enfermos para que mantenga su salud, trabajo y calidad de vida
- proporcionar un marco para la autoestima, en el que los enfermos puedan restablecerla y mantenerla, gracias a un medio protegido y acogedor
- ofrecer una atmósfera educacional en la que familiares y profesionales puedan aprender y desarrollarse.
Además de la posibilidad de los Centros de Día, el enfermo de Alzheimer y su familia tienen una amplia variedad de servicios sociales a su disposición. Algunos de estos servicios que deber ser coordinados por el trabajador social son:
- Teleasistencia: consiste en una avanzada tecnología que permite mediante la comunicación bidireccional manos libres estar conectado a una central las 24 horas del día, los 365 días del año mediante la información de un software personal.
- Programa cuidar al cuidador: el objetivo de este programa es apoyar a los cuidadores de mayores en situación de dependencia, para mejorar las consecuencias del impacto físico, psíquico y relacional de los cuidadores sobre su calidad de vida.
Es un aspecto realmente importante puesto que, como se ha comentado anteriormente, son personas que reciben una gran carga física y emocional, y los principales encargados del cuidado de los enfermos de Alzheimer.
Se realiza una actividad psicoterapéutica, dirigida a un número aproximado de 12 a 15 cuidadores, que son derivados por los trabajadores sociales de los centros municipales de servicios sociales.
- Respiro familiar fin de semana: atención sociosanitaria especializada en Centros de Día para mayores dependientes que funcionan de 10 a 18 horas cada sábado y domingo para proporcionar descanso a aquellas familias que durante el resto del f in de semana les atienden.
- Ayudas económicas de diferente índole.
Conclusiones
La Enfermedad de Alzheimer es una enfermedad crónica, degenerativa que afecta a un elevado porcentaje de la población anciana española y cuyo número va en aumento debido a progresivo envejecimiento de la población.
Es una afectación que conlleva grandes deterioros del estado físico y cognitivo de las personas que la sufren, y que las convierte en personas fuertemente dependientes, que requieren un tratamiento casi permanente y que, en muchas ocasiones, está directamente proporcionado por los familiares.
Se crea así una compleja situación que requiere una valoración y actuación específicas y desde diferentes perspectivas.
Además, el abordaje de la problemática de estos pacientes requiere también no olvidar la atención al cuidador, que por ser la persona de mayor asistencia al enfermo y por la gran carga que ello conlleva, necesita de una asistencia especializada.
Los servicios sociales ponen a disposición del enfermo de Alzheimer diferentes servicios, que implican a diferentes profesionales de la salud que se encargarán de atender e informar de la manera más apropiada en relación con el contexto de cada caso particular.
Debido a la situación de gran dependencia que experimentan las personas que padecen Alzheimer y la gran atención que requieren desde diferentes disciplinas el tratamiento requiere un abordaje multidisciplinar.
El trabajador social será la persona encargada de coordinar al resto de los profesionales del equipo del estado general del paciente, proporcionando un contexto que refleje la realidad de este.
Bibliografía
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- Fundación Alzheimer España www.fundacionalzheimeresp.org
- Servicios residenciales y asistenciales www.sar.es
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- MARTÍN GARCÍA, M., Trabajo Social en Gerontología. 1ª Edición. Madrid: Síntesis S.A. 2003.
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