El aseo del paciente en UCI

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 3–Marzo 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº3: 100

Autor principal (primer firmante): Cristina Carnicer

Fecha recepción: 9 de febrero, 2023 

Fecha aceptación: 6 de marzo, 2023 

Ref.: Ocronos. 2023;6(3) 100

Autoras:

  1. Cristina Carnicer
  2. Andrea Navarro Santorum
  3. Ana Maria Lumbierres Bonet

Palabras clave: aseo, paciente, UCI, piel, intimidad

Introducción

UCI

Unidad de Cuidados Intensivos, Área Polivalente de Acceso Restringido, es un servicio especializado y equipado con todo lo necesario para atender a los pacientes con pronóstico grave o con alto riesgo de presentar complicaciones.

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Por su estado, estos pacientes, requieren de atención y vigilancia especial y monitorización continua, así como de tratamientos específicos. La coordinación asistencial de todo el equipo de Enfermería es primordial.

Aseo del paciente

Parte de la medicina que busca tanto la prevención de las enfermedades, como el bienestar del paciente y conservar las mucosas y la piel en buen estado para facilitar sus funciones protectoras.

Aseo encamado

No hay nada más íntimo de una persona como el momento del aseo. Por ello, debemos poner todo nuestro mimo para que este momento sea todo lo íntimo que puede ser en las condiciones en las que el paciente se encuentra, mucho más si es en UCI.

La higiene del paciente está destinada a mantener limpia la piel, hidratada, proporcionando bienestar, comodidad y si el paciente está consciente, autoestima, así mismo, ayuda a prevenir y evitar la aparición enfermedades.

La piel, órgano más grande del cuerpo, primera barrera del organismo ante la enfermedad, su mantenimiento en buen estado va a ser importantísimo siempre, y primordial durante el ingreso hospitalario.

Una buena higiene va a ayudar a reducir la colonización bacteriana y la prevención de lesiones y mucosas. Una correcta praxis en la higiene va asociada a la morbilidad y mortalidad de los pacientes hospitalizados, especialmente en el área de cuidados críticos, estando relacionada directamente con las tasas de infección del tracto urinario, respiratorio, dermatitis, úlceras por presión, etc.

En el caso del paciente UCI, habrá que tener en cuenta el riesgo que puede suponer el simple hecho del aseo, este paciente puede sufrir durante el aseo diario, eventos adversos, tales como: hipotensión, hipertensión, desaturación, desadaptación de la ventilación mecánica, fibrilación auricular, etc.

Por ello es fundamental que durante el tiempo que dura la práctica de la higiene, se valore constantemente dichos riesgos. El aseo del paciente UCI debe realizarse de forma racional y siempre bajo la estricta monitorización y control.

Precauciones antes de comenzar el aseo del paciente UCI

  1. El responsable del paciente UCI, valorará el estado hemodinámico del mismo, antes del inicio del aseo. En el caso de inestabilidad hemodinámica o cualquier alteración del paciente, hará que el aseo se desestime o se aplace hasta conseguir el control del mismo.
  2. Se verificará posibles alergias al jabón, crema o cualquier otro producto o utensilio utilizado durante las maniobras de la higiene.
  3. Se planificará cuidadosamente el tipo de movilización en base al diagnóstico del paciente, teniendo muy en cuenta las restricciones de movimiento, el estado actual del paciente, las medidas de soporte vital que requiere durante las movilizaciones.
  4. Comprobar la temperatura ambiente, ésta debe ser entre 22-25ºC, se evitarán en todo momento las corrientes de aire, para ello no se abrirá la ventana y se cerrara la puerta si la hubiera, ya que, en muchas Unidades de UCI, son salas sin puertas en los boxes.
  5. La temperatura del agua debe fluctuar entre los 38-40ºC.
  6. Preparación del material y recursos que vamos a necesitar, evitando en todo momento abandonar la estancia una vez empezado las maniobras del aseo.

Recursos Humanos

El responsable del paciente en la UCI es el DUE, por ende, es el responsable de la higiene de dicho paciente.

El TCAE colaborará con él, realizando las técnicas encomendadas para dicha higiene, preparación de todo el material que se va a emplear y posterior retirada del mismo una vez terminado el aseo.

El Celador colaborará en las movilizaciones necesarias para efectuar el aseo.

Materiales para el aseo

  • Guantes desechables
  • Solución antiséptica diluida para la higiene para la higiene genital, Clorhexidina al 0.05%
  • 2 palanganas, una para el agua jabonosa y otra para el aclarado
  • Agua caliente
  • Jabón dermatológico o esponjas dermatológicas
  • Crema hidratante
  • Ácidos grasos hiperoxigenados
  • Ropa de cama limpia, sábanas, terna, colcha, protector para el colchón, si se precisa
  • Camisón o pijama, aunque en muchas unidades de críticos, el paciente está sólo con la sábana
  • Pañal si se precisa
  • Toallas
  • Peine
  • Agua de colonia
  • Colutorio y material para la limpieza bucal
  • Bolsas para la recogida de la ropa sucia
  • Gasas estériles y suero fisiológico para limpiar heridas, ojos, etc.
  • Grúa si se precisa para los movimientos por parte del celador

Procedimiento

Como ya he comentado una buena higiene es la parte de la medicina que tiene como objetivos, entre otros, la prevención de enfermedades y la conservación de la salud, por tanto, la higiene debe ser un procedimiento que debe de ser mínimo una vez al día y siempre que sea necesario.

Conviene realizar cambio de agua tantas veces sea necesario, sobre todo tras realizar la higiene íntima.

Se recomienda el uso de jabones neutros o ligeramente ácido, rico en humectante y pH neutro. En caso de infecciones en la piel se usará jabón antiséptico.

El aclarado debe ser minucioso al igual que el secado, éste será sin arrastre, evitando la maceración de la piel. Se debe tener especial cuidado en los pliegues cutáneos, así como los espacios interdigitales.

Se tendrá al paciente el mínimo tiempo posible desnudo y mojado

Una vez seco se aplicará loción hidratante con un ligero masaje hasta su total absorción, así como de ácidos grasos hiperoxigenados que actuarán como barrera protegiendo ante la aparición de úlceras por presión. En este momento la enfermera decidirá si conviene la aplicación de protección extra, como puede ser los apósitos (alevín, linitul, etc.).

El orden normalmente es el mismo que para el resto de los pacientes, siempre que su estado así lo permita:

  1. Ojos
  2. Cara
  3. Orejas
  4. Cuello
  5. Brazos y axilas
  6. Manos
  7. Tórax y abdomen
  8. Genitales
  9. EEII parte anterior
  10. Espalda
  11. Nalgas
  12. EEII parte posterior
  13. Pies
  14. Zona anal

La higiene bucal será al igual que la higiene ocular cada 8 horas.

Si el paciente continúa después de una semana en UCI, se valorará el corte de uñas, de la misma forma se realizará el lavado de cabeza, cada siete días, siempre que se pueda hacer, dado el estado crítico del paciente.

Conclusión

La coordinación de todo el equipo es imprescindible para la buena práctica de algo tan íntimo y tan importante para el paciente y su estado de salud como es la higiene diaria.

Todo paciente debe ser previamente informado del procedimiento que se le va a realizar para obtener el máximo de colaboración en las movilizaciones y evitar esfuerzos necesarios, siempre que el estado del paciente lo permita.

Una vez finalizado la actividad y tras dejar en una posición cómoda al paciente, se dejará todo en perfecto orden, prestando especial atención al suelo mojado, recogiendo el agua si procediera y avisando al servicio de limpieza si fuera necesario.

Bibliografía

  1. CLÍNICA SANT ANTONI, Protocolo de higiene del paciente
  2. https://www.revista-portalesmedicos. com/revista-medica/cuidados
  3. Manual de cuidados intensivos para Enfermería de Rocío Aragonés Manzanares y María Dolores Rincón Ferrari