Índice
INTRODUCCIÓN
Durante los primeros dos años de vida, el bebé afronta un periodo fundamental a nivel de desarrollo físico, social y psíquico, la alimentación impacta de forma directa en que su crecimiento y estado de salud sean óptimos. Para su buen desarrollo es fundamental una nutrición adecuada en los primeros años de vida.
Existen bases científicas sólidas que demuestran que la lactancia materna es la mejor forma de alimentar al bebé, es la forma más saludable en la que se le puede nutrir durante los primeros meses de vida, cubre todas sus necesidades nutricionales y gracias a su composición, favorece el desarrollo del sistema inmunológico, el desarrollo intelectual, disminuye la incidencia de infecciones y de muerte súbita del lactante, protege del desarrollo de enfermedades como el asma, diabetes, obesidad, cáncer o arterioesclerosis.
AUTORAS
Alba López Melero
Mª Vanessa Díaz Fernández
Inmaculada Isabel García García
Adriana Bueno Prieto
RECOMENDACIONES BÁSICAS
Es imposible dar unas recomendaciones detalladas respecto a la alimentación infantil teniendo en cuenta una base científica, ya que las conclusiones de los diferentes comités de expertos son muy genéricas.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
– Se dará hasta los 6 meses exclusivamente leche materna
– Aliñar las verduras con aceite de oliva para obtener un aumento calórico
– Dar el pecho antes de os alimentos
– Los menores de tres años harán al menos cinco o seis comidas
– A partir de los seis meses se pueden introducir alimentos complementarios a los lactantes
– Dar el pecho junto con los alimentos hasta los dos años o más
– Dar alimentos variados
Las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP): La introducción de los alimentos se hará teniendo en cuenta el desarrollo del bebé, no su edad. El bebé estará listo para recibir otros alimentos cuando:
– Sea capaz de sentarse sin ayuda
– Pierdan el reflejo de extrusión
– Muestre interés por la comida del adulto
– Sea capaz de demostrar hambre y saciedad con gestos
Además de éstas, existen otras recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP):
– Se le dará exclusivamente lactancia materna hasta los seis meses y a demanda
– A partir de los seis meses se le podrán incluir otros alimentos junto con la lactancia materna alargándola hasta el año como mínimo o hasta que madre e hijo lo deseen.
Las recomendaciones de la Comisión Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN)
– Se tendrá en cuenta el ambiente sociocultural de la familia, la actitud de los padres y la calidad de la relación de la madre con el hijo a la hora de aconsejar.
– La alimentación complementaria de un modo general no se debe de introducir antes de los tres meses ni después de los seis meses. Se dará en pequeñas cantidades aumentado poco a poco y siendo ésta variada.
– A los seis meses la ingesta energética no debe de provenir en más de 50% de la alimentación complementaria. Hasta que cumpla el año, la leche materna, artificial o productos lácteos, no se darán en cantidades inferiores a los 500ml al día.
– No existe la necesidad de especificar el tipo de alimentación complementaria que se dará primero (cereales, frutas, verduras). No hay una determinada edad en la que deban introducirse las proteínas animales distintas a la leche, pero se retrasará hasta los cinco o seis meses el consumo de alimentos altamente alergénicos momo los huevos y el pescado.
– No se introducirán antes de los cuatro meses los alimentos con gluten e incluso sería bueno retrasarlos hasta los seis.
– Las espinacas y la remolacha, que tienen un alto contenido en nitratos, se deberán de evitar en los primeros meses.
– Para niños con una historia familiar de atopía, se tendrá especialmente cuidado y los alimentos especialmente alergénicos, serán evitados durante el primer año.
Las recomendaciones de los expertos son muy genéricas y nada detalladas, no existen pautas a cerca del orden en el que se introducen los alimentos, de las cantidades, las horas y se limitan a hacer recomendaciones que tengan una base científica. Pero todos coinciden en la importancia de la lactancia materna en primeros meses de vida y la continuación de ésta a demanda junto con otros alimentos.
¿QUÉ ES EL BABY LED WEANING O BLW?
En los últimos años, cada vez está siendo más conocida la llamada alimentación Baby Led Weaning. El término fue acuñado por el nutricionista Gill Rapley y literalmente se traduce como “destete guiado por el bebé”, que puede llevar a confusión ya que utiliza la palabra destete en el sentido no de abandonar la lactancia materna, sino de dejar su exclusividad para empezar a introducir sólidos. En castellano son utilizadas distintas denominaciones “alimentación autorregulada por el bebé”,” alimentación complementaria a demanda”.
Se trata de un método alternativo para introducir la alimentación complementaria en el que, en lugar de alimentar el adulto al niño con ayuda de una cuchara por la boca con alimentos triturados, se deja al niño que sea el que se loa acerque a la boca cuando esté preparado para ello, ofreciéndole para ello alimentos sólidos. El adulto no da de comer al niño, solo pone a su alcance alimentos sanos, se los ofrece para que decida si se los lleva a la boca. La forma de presentar los alimentos no será en papilla, sino sólidos o cocinados para que estén blanditos y se les presentarán en una forma y tamaño adecuados, por ejemplo, en trocitos alargados.
Para el niño es un juego, experimenta con la comida, la toca, la lleva a la boca y puede que no se la trague de este modo, va conociendo olores, texturas y sabores por sí mismo.
¿ESTÁ PREPARADO PARA LA ALIMENTACIÓN CON SÓLIDOS?
En nuestro país está bastante definido el momento de iniciar la alimentación complementaria pero la manera de hacerlo no tanto, lo que justifica la necesidad de una adecuada formación de los profesionales sanitarios para asesorar correctamente a las familias antes del comienzo de la alimentación complementaria en los bebés.
Para que el niño pueda alimentarse solo, ha de ser capaz de mantenerse sentado y erguido de manera más o menos estable y tiene que haber empezado a manejar sus manos para agarrar objetos y llevárselos a la boca. La sedestación se da a los 5 o 6 meses de edad y el desarrollo de la función motora de la boca entre los 6 y 9 meses de forma progresiva. Como hemos visto, la recomendación actual es de no introducir sólidos hasta los 6 meses, algo que coincide con el momento en el que los bebés han desarrollado las habilidades motoras necesarias para comenzar con la alimentación complementaria, por lo que no existe la necesidad de empezar con alimentos triturados si es que se espera hasta ese momento. Tabla 1
Tabla 1: Desarrollo del lactante en la alimentación teniendo en cuenta su edad.
Recién nacido: Reflejo de presión, succión y extrusión
2 meses: Reconocimiento de la madre como refugio de seguridad que facilita la lactancia.
3 meses: Se mira las manos y las lleva a la boca con escasa coordinación
Reflejo de extrusión de la lengua, escupe sólidos que entran en contacto con la parte anterior de la boca y evita que lleguen alimentos sólidos a la garganta.
4 meses: Comienza a agarrar objetos que le interesan con las manos y llevárselos a la boca, explorando el tamaño, forma, textura y sabor.
Desaparece el reflejo de extrusión.
6 meses: Cogen objetos con las manos con precisión y se los llevan a la boca.
6-9 meses: Mordisquea con las encías o los dientes pequeños trozos de comida.
Mantienen la comida dentro de la boca, la mueven y mastican.
El bebé empieza a desarrollar los músculos masticadores y coordina lengua, mejillas y mandíbula.
9 meses: Capacidad para pinzar y agarrar alimentos con las manos
El Baby Led Weaning (BLW) genera bastante polémica ya que los alimentos no son procesados, se cocinan solo si es necesario, para que estén más blandos, favoreciendo, según algunos expertos, el atragantamiento en los lactantes, un tema que parece ser una de las mayores preocupaciones para los padres. En este sentido, el nutricionista de origen inglés Gill Rapley defiende que el niño inicia la acción de tragar por sí mismo mejor cuando es él mismo quien se lleva algo a la boca y no cuando se le introduce una cuchara y lo aspira.
No se ha demostrado que el riesgo de atragantamiento sea mayor en niños que siguen este método que en niños alimentados con cuchara, sin embargo, según diversos estudios, si los bebés tienen el control de lo que se llevan a la boca, tienen menos riesgo de atragantarse que cuando son alimentados con cuchara.
BENEFICIOS DEL BLW
– Es un método natural que respeta el desarrollo del bebé, su necesidad de explorar y experimentar como parte del aprendizaje. Si aprende a comer solo, puede explorar los alimentos a su ritmo y seguir su instinto de comer cuando esté preparado.
– Fomenta la seguridad en sí mismo. Aprendiendo a confiar en sus habilidades y en su criterio.
– Favorece que el bebé desarrolle una relación positiva con la comida. Es el niño el que decide qué comer y qué dejar en el plato. Permitir que rechacen un alimento que no les atrae o sienten que no necesitan o les parece poco seguro en ese momento favorece que confíen en la comida y que sean más favorables a probar nuevos sabores y texturas, porque saben que pueden decidir dejarlo.
– Se respeta el ritmo del niño, no se generan batallas ni ratos estresantes para el bebé o la familia. La comida resulta ser entonces un momento agradable en familia en el que el bebé disfruta como si de un juego se tratase, en el que todos participan y donde puede imitar conductas que favorezcan su aprendizaje. Se crea un vínculo positivo con la familia.
– Favorece el desarrollo de la motricidad fina, sensorial y cognoscitiva al explorar su entrono conociendo texturas, sabores y diferentes olores por sí mismos.
– Se potencia el desarrollo de la musculatura de la boca y la cara. Aprenden a comer despacio, mantienen la comida en la boca por más tiempo y la mastican bien, lo que favorece la función digestiva gracias a una adecuada salivación.
– Un estudio reciente ha demostrado que los bebés alimentados según este método desarrollan una preferencia por alimentos más sanos y aprenden a reconocer la saciedad, por lo que presentan una menor prevalencia de obesidad.
– El bebé adopta un papel activo en su alimentación, como hacía con la lactancia materna, en lugar de adoptar el rol pasivo de esperar a que un adulto lo alimente.
PAUTAS
– Sentar al niño a la mesa junto con el resto de la familia asegurándonos de que está bien erguido ya sea en una trona o en el regazo de un adulto.
– Nos aseguraremos de que el niño no tenga sueño o hambre (recordemos que su principal alimento es la leche materna) para que pueda concentrarse en explorar y jugar con los alimentos. Si está muy ansioso o tiene sueño puede tener más riesgo de atragantamiento.
– Pondremos a su alcance alimentos sanos que presentaremos en un tamaño adecuado (nunca demasiado pequeños como los frutos secos), con una consistencia firme pero blanda, para que el niño pueda cogerlos y llevárselos a la boca, como por ejemplo alargados. Los alimentos serán los mismos que esté comiendo el resto de la familia, para que el bebé se sienta partícipe.
– Dejar que el bebé coma a su ritmo, que decida cuándo empieza, cuando acaba y a qué velocidad.
Para que no existan peligros de atragantamiento:
– Nunca se dejará al niño sólo mientras come.
– No se dejarán alimentos peligrosos a su alcance, como uvas, olivas, frutos secos o cualquiera que sea duro y de reducido tamaño. Deberemos de retirar los huesos de aquellas frutas que los contengan.
– Jamás permitiremos que nadie introduzca alimentos en la boca del bebé.
PALABRAS CLAVE
Baby led weaning, lactancia materna, alimentación complementaria y alimentos sólidos.
BIBLIOGRAFÍA
– Principios de orientación para la alimentación del niño amamantado. Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de Salud.
– Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño. Organización Mundial de la Salud.
– Recomendaciones sobre lactancia materna. Comité de Lactancia Materna. Asociación Española de Pediatría
– El niño ya come solo. Gill Rapley y Tracey Murkett
– Alimentación de los lactantes y de los niños pequeños: Normas recomendadas para la Unión Europea. European Commission, Karolinska Institutet, Institute for Child Health y Unit for Health Services Research and International Health.
– Mi niño no me come. Carlos González.
– Se me hace bola. Julio Balustro.
– Alimentación complementaria: documento de posición de la Comisión Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN)
– El paso de la teta a la mesa sin guion escrito. Espín Jaime, Beatriz.
– Guía práctica de introducción de sólidos dirigida por el bebé. Eloísa López.
– La alimentación complementaria a demanda con soporte parental educativo no incrementa el riesgo de sofocación. Díaz Cirujano, AI. y Molina Arias, M.