Actualización sobre el botulismo

Incluido en la revista Ocronos. Vol. VI. Nº 11–Noviembre 2023. Pág. Inicial: Vol. VI; nº 11: 28

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Autor principal (primer firmante): Georgina Cano Herrero

Fecha recepción: 07/10/2023

Fecha aceptación: 03/11/2023

Ref.: Ocronos. 2023;6(11): 28

Autores:

  1. Georgina Cano Herrero (Enfermera)
  2. Francisco José Zamudio Moya (Médico Especialista en Medicina Interna)
  3. Ascensión Gil Martínez (Enfermera)
  4. José Antonio Jiménez Jiménez (Enfermero)
  5. María Elena Ruiz Marco (Enfermera)
  6. María Esther Delso Hernández (Enfermera)

Resumen

El botulismo es una enfermedad producida por la toxina de una bacteria llamada Clostridium botulinum. Su incidencia es baja pero la tasa de mortalidad es elevada si no se realiza un diagnóstico precoz y un tratamiento temprano y adecuado.

Los alimentos conservados, fermentados o enlatados de forma doméstica son los que habitualmente ocasionan el botulismo.

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Palabras clave: botulismo, neurotoxina, Clostridium botulinum.

Introducción

El botulismo es una enfermedad grave producida por Clostridium botulinum, una bacteria que puede introducirse en nuestro organismo por vía oral, consumiendo alimentos mal conservados o mal enlatados, a través de alguna herida. (1)

Clostridium botulinum es un bacilo anaerobio Gram positivo que se encuentra de forma habitual en aguas estancadas, suelos, vegetales en descomposición y en el tracto intestinal de algunos animales. Además, puede sobrevivir en alimentos con un medio ácido y en ausencia de oxígeno. Su mecanismo de supervivencia consiste en producir esporas y generar una toxina muy potente, que, al ser ingerida incluso en cantidades ínfimas, puede producir una intoxicación grave. (1) (2)

La toxina botulínica es una neurotoxina capaz de afectar al sistema neuromuscular, ocasionando una parálisis progresiva de la musculatura estriada. Si no se recibe tratamiento urgente, la persona puede fallecer como consecuencia de una insuficiencia respiratoria secundaria a una parálisis de la musculatura respiratoria. Pese a la gravedad de esta enfermedad, la tasa de letalidad es inferior al 10%. (2)

Existen tres formas de botulismo: (2)

  • Una intoxicación botulínica ocasionada por la ingestión de un alimento que ya contenía toxina botulínica. En los adultos, esta es la manera más frecuente de contraer la enfermedad.
  • Una toxiinfección botulínica generada por la ingestión de esporas y/o bacterias que posteriormente formarán la toxina.
  • Una infección de heridas por Clostridium botulinum y/o sus esporas.

Los primeros síntomas de la enfermedad aparecen entre las 12 y 36 horas posteriores a la ingesta. Puesto que la enfermedad ocasionada por el botulismo lo produce una toxina, los síntomas son consecuencia del envenenamiento que ésta produce sobre el organismo. Por ello, cabe destacar que los pacientes no presentan fiebre. Estos síntomas incluyen: (1) (3) (4) (5)

  • Debilidad y pérdida de tono muscular.
  • Parálisis flácida descendente y simétrica.
  • Párpados caídos.
  • Fatiga intensa.
  • Vértigo.
  • Visión borrosa.
  • Sequedad de boca.
  • Dificultad para hablar y tragar.
  • Estreñimiento.
  • Dificultad para orinar

Es importante saber identificar dichos síntomas y acudir al servicio de urgencias para recibir asistencia sanitaria.

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Objetivo

Conocer el diagnóstico, tratamiento y prevención del botulismo.

Metodología

Para realizar este artículo hemos analizado varios trabajos de investigación, consultando el buscador Google Scholar y páginas web científicas como MedlinePlus, MSD, WHO o la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria.

Las palabras clave empleadas han sido “botulismo”, “Clostridium botulinum” y “neurotoxina” y el operador booleano utilizado ha sido “AND”.

Tras una aparición de varios estudios de los cuales, muchos de ellos son de hace años, hemos seleccionado un artículo reciente y varias páginas web.

Diagnóstico y tratamiento

El botulismo a menudo puede enmascararse con diversas enfermedades que producen síntomas parecidos (síndrome de Guillain Barré, poliomielitis, etc). Por lo tanto, es importante realizar una correcta anamnesis en la que se encuentre relación entre los trastornos neuromusculares y la ingestión del probable alimento de los hechos causales.

La aparición de forma simultánea de al menos dos pacientes que ingirieron el mismo alimento simplifica el diagnóstico. Éste se confirmará mediante el hallazgo de la neurotoxina en el suero o en las heces.

En el caso de la aparición de botulismo como consecuencia de alguna herida, su diagnóstico es más complicado, ya que puede ser más difícil establecer una relación causa-efecto. De cualquier forma, el diagnóstico se realiza mediante el hallazgo de la neurotoxina en el suero o a través del aislamiento de Clostridium botulinum en el cultivo anaerobio de la herida sospechosa. (5)

Una vez realizado el diagnóstico, se administrará el tratamiento de la forma más temprana posible, preferiblemente dentro de las primeras 24 horas tras el comienzo de los síntomas. El tratamiento específico en adultos consiste en administrar por vía intravenosa una dosis única de toxina anti botulínica y de suero equino heptavalente. (4) (5)

Debido al riesgo de reacciones de anafilaxia que puede producir la antitoxina derivada del suero de caballo, en lactantes se sustituye este tratamiento por una inmunoglobulina anti botulínica humana. La dosis por vía intravenosa es de 50 mg/kg de peso en infusión lenta.

La antitoxina tiene como objetivo disminuir la velocidad con la que la neurotoxina afecta al sistema neuromuscular o incluso puede detener su progresión. Sin embargo, la recuperación definitiva no depende de la antitoxina sino de la capacidad del propio organismo para regenerar las terminaciones nerviosas. Estamos hablando de semanas o incluso meses.

Además del tratamiento específico, es conveniente establecer un tratamiento de sostén para atenuar síntomas que pudieran surgir.

Por norma general, los pacientes con botulismo necesitan un control estrecho de las constantes vitales, ya que la parálisis muscular progresiva puede hacer que aparezcan signos de dificultad respiratoria. En estos casos, los pacientes afectados pueden precisar de intubación endotraqueal y asistencia respiratoria mecánica. (5)

Control y prevención

Tradicionalmente, el botulismo se ha relacionado con el consumo de conservas caseras, especialmente con bajo grado de acidez, (miel, verduras, etc), carnes y pescados crudos o fermentados y aceites aromatizados Al ser una enfermedad que se contrae fundamentalmente

por la ingesta de alimentos, la prevención de esta toxiinfección estará basada principalmente en el correcto manejo de los mismos: (1) (2) (3) (4)

  • Escoger alimentos frescos y en buen estado.
  • Realizar un buen lavado de verduras, hortalizas y frutas.
  • Realizar lavado de manos con frecuencia.
  • Lavar materiales y superficies donde se trabaje con alimentos.
  • Almacenar los alimentos frescos en nevera con una temperatura entre los 2 y 8ºC.
  • Cocinar los alimentos hasta alcanzar una temperatura interna por encima de los 85ºC durante, al menos, 5 minutos.
  • Evitar conservar alimentos en pH superiores a 4,6, ya que favorece el desarrollo de Clostridium botulinum.
  • Aderezar las conservas con suficiente contenido en sal.
  • Desechar latas de alimentos con abultamientos.
  • Desechar alimentos en conserva con mal olor, mal aspecto y/o cambios de color.
  • Esterilizar las conservas caseras cocinándolas hasta alcanzar los 121ºC durante 30 minutos.

Conclusiones

  • El botulismo es una enfermedad poco frecuente pero grave y, en ocasiones, puede ser mortal.
  • La toxina botulínica afecta al sistema neuromuscular, por lo que será necesario detectar los primeros síntomas para acudir al servicio de urgencias y recibir asistencia sanitaria.
  • Es fundamental establecer un diagnóstico precoz para poder instaurar el tratamiento lo antes posible.
  • La prevención es la medida más importante que debemos tener en cuenta a la hora de manipular y conservar alimentos.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía

  1. Jatin M. Botulismo [Internet]. Medline Plus: [revisado 09 enero 2021; consultado 22 mayo 2023]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/art icle/000598.htm
  2. Clostridium botulinum/Botulismo [Internet]. Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria: [revisado 26 enero 2021; consultado 22 mayo 2023]. Disponible en: https://acsa.gencat.cat/es/detall/articl e/Clostridium-botulinum—Botulismo
  3. Botulismo [Internet]. WHO: [revisado 10 enero 2018; consultado 22 mayo 2023]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sh eets/detail/botulism
  4. Elu Escalante M, Pedragosa González V, Candala Ramírez D, Berrocal Elu A. Intoxicación por Clostridium botulinum. Revista Sanitaria de Investigación [Internet] 2021 [consultado 23 mayo 2023]; Disponible en: https://revistasanitariadeinvestigacion. com/intoxicacion-alimentaria-por- clostridium-botulinum/
  5. Bush LM, Vazquez Pertejo MT [Internet]. MSD: [revisado 01 mayo 2021; consultado 23 mayo 2023]. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es-es/profess ional/enfermedades- infecciosas/bacterias-anaerobias/botulis mo